Como muchos saben, el año pasado no pude hacer un resumen de las
lecturas más complejas ya que no pude hacer tantas entradas como en otros años
al estar ocupada con la tesis. A pesar de que este año estuve igual de ocupada
con la tesis, al haber sustentado este año, finalmente pude tener tiempo libre
para hacer lecturas que no había podido hacer en 2023. Por todo ello, voy a
unir las lecturas de 2023 y 2024 en una sola entrada.
No siendo más, vamos a empezar.
La marca de nacimiento de
Nathaniel Hawthorne – Es un ejemplo de cómo no aceptar a nuestros amados tal y
como son y nuestra obsesión por querer cambiarlos los lleva a destruirlos sin
querer. Como se dice popularmente, el infierno está construido de buenas
intenciones.
Raquel habla con Dios de
Stephen Zwieg – Un interesante relato que a la par de La tienda roja, le da un día bajo los reflectores a una de las
matriarcas importantes de la Biblia, pero de la que sabemos muy poco. Zweig le
brinda compasión y amor a Raquel por sus hijos, los seres humanos, y le pide a
Dios que no siga castigándolos. Muy buena historia.
El guardagujas de Juan
José Arreola – Este cuento es un juego con lo real y lo absurdo, pero al mismo
tiempo es un ejemplo de la idiosincrasia de la región latinoamericana con el
declive del transporte ferroviario, el mal comportamiento de los usuarios y la
ineficiencia policial. Un viaje de nostalgia y realidad a la vez.
Prometeo encadenado de
Esquilo – Una obra de teatro en la que un dios recibe un castigo por parte de
los demás dioses por civilizar a los humanos. A pesar de su posición, Prometeo
asume con dignidad y valor su condena y se mantiene firme al respecto. Si
quiere leer una versión sobre Prometeo, esta puede ser una buena opción.
Abril encantado de
Elizabeth von Arnim – Al principio, parece una novela sobre las típicas
vacaciones al continente europeo por parte de tres mujeres británicas. Y sí, es
un viaje de búsqueda, pero del propio ser, de la esperanza y del amor, ya que
las protagonistas tienen la oportunidad de reflexionar sobre sus vidas y saber
cómo seguir con ellas. Para mí, entra en las sorpresas, porque lo es.
El eterno femenino de
Rosario Castellanos – Una obra de teatro que muestra a distintas mujeres de la
historia mexicana, las cuales han dejado su legado en ella. Con un estilo
surrealista, la autora retrata que la mujer es capaz de hacer de su vida lo que
más desee a través de la mente de una futura novia. Excelente obra de teatro
para leer y para representar.
Mamá de Roberto Fontanarrosa – La
historia sobre cómo las adicciones de una madre la llevan al declive tanto
físico como mental y afectan su relación con sus hijos. En mi opinión, es un
retrato realista sobre un adicto y el sufrimiento por el que pasa su familia. Te
deja con ganas de leer más de Fontanarrosa y es fácil ver que él tenía
potencial como escritor literario.
La llave de Sarah de
Tatiana de Rosnay – Una novela que describe las historias de dos mujeres de
manera paralela: una sobreviviente del Holocausto, cuya vida quedó afectada por
ello; y una estadounidense expatriada en Francia que investiga sobre la primera
y descubre un capítulo oscuro entre Francia y la Alemania nazi. Una historia
impactante, pero que muestra la importancia de rendir un homenaje de aquellos
que ya no están con nosotros. Una de las Sorpresas del Año. En el futuro me
gustaría una entrada completa sobre esta novela, siempre que termine con un
proyecto literario que estoy haciendo, por el que no puedo leer novelas de la
II Guerra Mundial hasta que no lo concluya.

Siddhartha de
Hermann Hesse – Como durante 2023 tuve que hacer pocas lecturas y la mayoría de
ellas cortas por cuestiones con la universidad, esta fue la primera novela
compleja que leía en varias semanas. No pude desilusionarme más. Con personajes
sin personalidad y una trama lenta y pesada, es una novela que cuesta mucho
terminar. Hay obras literarias que tratan mejor la búsqueda personal de
espiritualidad con una narrativa más dinámica, como otra novela de Hesse de la
que hablaré más adelante, y honestamente no creo que Siddhartha sea una de ellas o, por lo menos, para mí no funciona en
ese sentido. Sin duda, una decepción.

La casa de las bellas durmientes de Yasunari Kawabata – Con un estilo onírico y una narración
enmarcada, esta novela nos describe la sexualidad después de los 60 años, a
través de un hombre que desea seguir explorando sus instintos dentro de una
casa en la que se fomenta la satisfacción sin un contacto sexual. Dejando de
lado todo ello, es una historia que puede ser muy perturbadora.
Cuento azul de
Marguerite Yourcenar – Luego de un forzoso ritmo lento en 2023, para cuando leí
este cuento ya estaba empezando a recuperarlo, aunque no por completo. En cuanto
a su estilo, puede ser bastante confuso, pero es de esas historias que cuanto
más se avance en su trama esta se pone mejor y, si la lees de nuevo, te gustará
más. En cuanto a su narrativa, es bastante extraño y simbólico; así que, si
eres amante de las aventuras y del simbolismo, este cuento es para ti.

La inquilina de Wildfell Hall de Anne Brönte – Contrastando con el estilo de sus hermanas
Charlotte y Emily, Anne propone una historia más realista en el que se critica
la educación que se le da a hombres y a mujeres que da lugar al abuso y a los
vicios. Sin embargo, de ninguna manera se la puede pensar como una novela
pesimista. Por el contrario, es una novela que cree en el cambio, la
resiliencia y la esperanza de poder enmendar nuestros errores y reestablecer la
relación con Dios porque, para la protagonista, es un Dios de amor. Una
lectura sorprendente y una gran recomendada.
El príncipe que todo lo aprendió de los libros de Jacinto Benavente – Una obra de teatro que juega con los
clichés de los cuentos de hadas y tiene algunos toques cómicos y/o satíricos.
Aunque es una obra de teatro fácil de representar y de leer gracias a su estilo
sencillo, podría ser complejo lograr que un niño pequeño encuentre el gusto por
ella.
Nunca olvides que te quiero de Delphine Bertholon – Una novela dividida en tres partes sin
capítulos y en los que tres personas narran su punto de vista, por lo que su
lectura puede no ser sencilla. Sin embargo, es una novela que relata los
sentimientos relacionados con el secuestro, el cómo afecta tanto a la víctima
como a los que la rodean y la falta de empatía por parte de la sociedad hacia
estos últimos. Su única debilidad es que siento que uno de los puntos de vista
es irrelevante para la historia que cuenta. Fuera de eso, es una novela que
sabe analizar las consecuencias que el secuestro conlleva y por eso la
recomiendo.

La rosa del viento de
Corinna Bomann – Con 36 capítulos, La
rosa del viento refleja muy bien cómo era la vida en la RDA y los extremos
a los que llegaban las personas para escapar de allí. A través de una narración
enmarcada, los personajes recuerdan y hablan sobre cómo la falta de libertad
afectó sus vidas y destrozó a sus familias. Una historia que trata temas como
la pérdida, la culpa y la represión, pero también de la reconciliación y del
perdón, además de contener muchas referencias culturales relacionadas con la
RDA. Solo por esos temas la recomendaría como una de las Sorpresas del Año.

Un comunista en calzoncillos de Claudia Piñeiro – Un libro con una estructura particular de dos
partes, con las pequeñas historias de la segunda parte usadas cuando un
capítulo de la primera parte tiene una nota que redirige al lector a alguna de
los relatos de la segunda parte, lo cual convierte una primera parte sencilla
en una novela con narración enmarcada, algo así como una Rayuela, pero menos compleja. Fuera de ese concepto estilístico,
Piñeiro explora la relación entre una hija y su padre en medio de los cambios
políticos en la Argentina de 1976 (entiéndase: Proceso de Reorganización
Nacional), con una hija que se debate entre aceptar el honor de ser la
abanderada o rechazarlo por consideración a su padre, un hombre que rechaza el
autoritarismo. En resumen, entregarse al sistema u oponerse a él. Para mí, esta
novela me pareció un poco mejor que Una suerte pequeña, y digo un poco mejor porque también muchos problemas: personajes
secundarios casi invisibles y uso inadecuado del concepto de antinovela que
hacen la narrativa poco llamativa. No sé si deba recomendarla.

Un mundo huérfano de Giuseppe
Caputo – Esta novela tiene pocos capítulos, pero los mismos son bastante
largos, lo cual es muy típico en las novelas colombianas, lo que no le ayuda a
su ritmo, que por momentos es lento. Aun así, es fácil comprender la historia de un joven que acaba
de salir del closet y empieza a explorar su sexualidad con el apoyo de su único
familiar, su padre. Al mismo tiempo su círculo y él debe lidiar con la violencia
en contra de ellos. A pesar de todos, ellos están dispuestos a vivir su vida
bajo sus propias condiciones. Una buena novela para explorar los temas de la
comunidad LGBT+.

Dulce veneno moreno de David
Sánchez Juliao – Dentro de una narración enmarcada, Sánchez Juliao explora a
través de la relación amorosa entre un francés y una monteriana la historia
entre la acechadora Europa y la vanidosa América y el clasismo de la clase
media colombiana, la cual reniega de sus tradiciones para preferir abrazar las
europeas. Básicamente, es una historia que critica la afirmación de la cultura
europea por parte de la latinoamericana, lo que pone en peligro sus propias
tradiciones, algo que Sánchez Juliao siempre criticó en vida y lo plasmó en
esta novela. Altamente recomendada esta Sorpresa del Año.

Barranquilla 2132 de José
Antonio Osorio Lizarazo – ¿Cómo empiezo a hablar de esta novela colombiana de
ciencia ficción? Sí, suena a mentira, pero no lo es. En esta novela, Osorio
Lizarazo nos muestra cómo sería Barranquilla en el siglo XXII. A pesar de ello,
nos presenta una historia similar a Un mundo feliz: una sociedad dominada por el consumismo y el materialismo y como
una persona ajena a ella no puede adaptarse, por lo que se quiebra, siendo su
muerte un simbolismo. Además, mezcla la ciencia ficción con novela policiaca,
al buscar a un terrorista que está bombardeando varios lugares del mundo.
Debido a su época de publicación (1932), hay detalles del libro que han quedado
desactualizados hoy en día y su trama parecida a Un mundo feliz hace que uno sienta que esta novela es predecible.
Si les gustan las novelas estilo Un mundo
feliz, Barranquilla 2132 es para
ti.

Cuatro años de mí mismo de
Eduardo Zalamea – Durante 4 años, en esta novela de aprendizaje un joven
bogotano viaja por la costa para establecerse en La Guajira como guarda de las
salinas de Manuare, empleo que le permite conocer a personajes de distintas etnias
y distintos lugares de Colombia. Además, también se muestra el choque cultural
entre los indígenas y otras etnias. El concepto de la novela no está mal, pero
la ejecución es otra cosa: la trama como tal empieza después de un cuarto de la
novela, narración desordenada y torpe, personajes que no están bien
aprovechados y estereotipos hacia a los afrodescendientes e indígenas, los
cuales eran más aceptados en 1934 pero que al lector contemporáneo le podrían
desagradar. ¿La recomiendo? No lo sé.
Lo que queda del día de
Kazuo Ishiguro – Leer una novela en un idioma extranjero siempre será un reto. Mediante
el recurso del narrador no fiable y ambientada antes, durante y después de la
II Guerra Mundial, la novela nos presenta el cómo una persona se apega tanto al
deber que se niega a expresar opiniones o deja pasar oportunidades que podrían
cambiar su vida. Una novela muy recomendada para los amantes de las novelas
ambientadas en la II Guerra Mundial o de las series como Downton Abbey.
El pozo y el péndulo de
Edgar Allan Poe – Un cuento que ilustra la angustia que el ser humano puede
sufrir ante situaciones extremas o una imaginación desbordada, pero al mismo
tiempo tenebrosa, todo ello acompañado por la prosa descriptiva que tanto
caracteriza a Poe. Un gran ejemplo de terror psicológico.
La ventana tapiada de
Ambrose Bierce – Un ejemplo en el que los cuentos puedan dar giros inesperados
y macabros en sus finales. Dependiendo del lector, la historia puede ser
sorprendente como predecible.
Demian de Hermann Hesse - ¿Recuerda lo que dije de Siddhartha? Al ser del mismo autor, pensé que sería igual de tediosa. En su
lugar, hallé una novela de aprendizaje que en realidad es una novela filosófica,
la cual nos enseña que el bien y el mal no son rivales irreconciliables, son
dos entidades que van de la mano y están dentro de todo ser humano, el cual
debe elevarse espiritualmente luego de pasar por la adversidad. Una historia
sobre que el ser humano y el mundo deben destruirse para volver a
reconstruirse, algo que te invita a reflexionar. Muy recomendada.
Diario de un loco de
Nikolai Gogol – Como lo dice su título, el cuento está escrito de manera que
parezca un diario personal. Esta forma de narración permite que el lector pueda
ser testigo del descenso mental de un funcionario zarista con delirios de
grandeza. Si quieren historias sobre personas cuya sanidad se va deteriorando,
este cuento es para ustedes.
El crimen del padre Amaro de José
María Eça de Queirós – Un excelente retrato sobre la corrupción y la hipocresía
por parte de la Iglesia Católica, cuyos representantes no tienen ningún en
destruir la reputación de cualquiera que denuncie sus malos procederes. El
problema con la novela es su ritmo, el cual es bastante inconsistente.
Para mí, de las Sorpresas de 2023 y de 2024 además de Abril encantado, Mamá, La llave de Sarah, La inquilina de Wildfell Hall, La rosa del viento, Dulce veneno moreno y Un
episodio vergonzoso, incluyó a El
despertar de Kate Chopin, Kafka y la muñeca viajera de Jordi Sierra i Fabra, Señora de rojo sobre fondo
gris de Miguel Delibes, Lo que dicen tus ojos de Florencia Bonelli y Los herederos de William Golding. Chopin nos presenta a una mujer que quiere liberarse del
establecimiento y los convencionalismos sociales que la oprimen, la novela de
Sierra i Fabra es una historia tierna y emotiva que quieres leer hasta el
final, Delibes explora el cómo la pérdida de una madre afecta a una familia,
Bonelli logró hacer una historia concisa sobre un amor entre dos personas de
culturas y religiones diferentes y Golding plasmó una cruda narración sobre
supervivencia en la prehistoria.
Las novelas que entrarían en las Decepciones fueron pocas porque en
general la mayoría fueron de mi agrado o me sorprendieron, pero si tuviera que
citar a alguna o algunas solo para no dejar vacía la lista, esas serían El padre
Sergio de Lev Tolstói y Los persas
de Esquilo. A pesar de su estilo crítico, El
padre Sergio es una historia que no terminó de convencerme debido a su fría
narrativa. En cuanto a Los persas,
los coros tienen más diálogos que los personajes, lo cual hace difícil saber lo
que sienten sus personajes por cuenta propia.
Todo este repaso me ha ayudado a entender que, a pesar de las
dificultades, pude encontrar lecturas que me permitieron salir del molde en el
que a veces me enfrasco. Espero que pueda seguir arriesgándome con los libros y
ver si en algún momento puedo sacar la tierlist
de Gabriel García Márquez. Les deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.
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