UN MUNDO FELIZ

 


Advertencia: para aquellos que no han leído la novela, hay alerta de destripes (spoilers).
Para continuar con la Trilogía Distópica y con lo que empezamos la semana pasada, esta semana analizaré la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley, considerada una de las mejores novelas del siglo XX y que se publicó en 1932.
Un mundo feliz está compuesto por dieciocho capítulos. Ahora, aunque su título en inglés es Brave New World, siempre se ha traducido en español como Un mundo feliz, para enfatizar el sentido de la novela. El título original viene de un pasaje del Acto V, Escena I de la obra La tempestad de William Shakespeare, cuando se descubre que Miranda y Fernando han estado juntos todo el tiempo y ella ve a todos los que los han estado buscando. El discurso de Miranda originalmente es el siguiente:
O wonder!
How many goodly creatures are there here!
How beauteous1 mankind is! O brave2 new world,
That has such people in't.
Que en español se traduce así:
¡Oh maravilla!
¡Cuántas criaturas bondadosas hay aquí!
¡Que bella es la humanidad! Oh, esplendido nuevo mundo,
que tiene esa gente.
Un mundo feliz nos muestra una sociedad que se ha civilizado y que es feliz pero que lo ha logrado deshaciéndose de elementos como la religión, la familia, el compañerismo, el matrimonio, etc. A los habitantes se les da raciones de una droga, soma, que los ayuda a ser felices.
La influencia de Un mundo feliz en la cultura popular es innegable. Muchos cantantes, series de televisión y películas muestran una gran influencia de dicha novela. Un ejemplo es el duodécimo álbum de la banda británica Iron Maiden, que marcó el regreso del vocalista Bruce Dickinson, después de siete años de ausencia.
La historia se desarrolla en el año 632 d. F. (después de Ford), que sería el año 2540 en calendario gregoriano. Para ellos, el creador de su mundo actual es Henry Ford, el fundador de Ford Motors. Hay que recordar que la introducción de su Ford Modelo T en 1908, el primer vehículo asequible para el público estadounidense, revolucionó el comercio y la industria, tanto la automotriz como la no automotriz, porque favoreció la producción en masa en detrimento de la producción manual individual que se realizaba hasta entonces.
Este tipo de producción caló tan bien en el mundo que con el tiempo se logró industrializar y sistematizar a la población, clasificándolos desde su concepción en laboratorios para que pertenezcan a determinada clase. En Un mundo feliz hay cinco clases: los Alfas, los Betas, los Gammas, los Deltas y los Epsilones. Todas las castas están divididas en Más y Menos, aunque los Alfas tiene una más alta: Doble-Más.
Los Alfas suelen tener puestos de poder o los trabajos más importantes en la sociedad, por lo que son considerados los más inteligentes y los que más se esfuerzan. Visten de gris.
Los Betas están por debajo de los Alfas, pero por encima de las otras clases. No pueden ocupar cargos de poder sino puestos administrativos, como dirigir un centro de reproducción o ser gerente de una fábrica. También tienen trabajos profesionales. Visten de blanco o morado. Tanto los Alfas como los Betas tienen su propio periódico, El Radio Horario.
Las clases que están por debajo de los Alfas y los Betas, los Gammas, los Deltas y los Epsilones, son sometidos a procedimientos como bajo nivel de oxígeno e introducción de alcohol, para disminuir su capacidad de crecimiento e inteligencia, con el fin de que ellos realicen las labores no calificadas. Además, son sometidos al procedimiento de Bokanovsky, que consiste en subdividir un ovulo en noventa y seis, con el fin de producir Gammas, Deltas y Epsilones en masa. Cuanta más baja sea la casta, menos oxígeno recibirá; sin embargo, para evitar malformaciones mayores, este no debe estar por debajo del 70%.
Los Gammas visten de color verde y se encargan de hacer trabajos subalternos, como, por ejemplo, ser mayordomos o asistentes de Alfas o Betas. Su periódico es La Gaceta Gamma, que se imprime en hojas de color verde pálido.
Los Deltas realizan labores pesadas como trabajadores de fábricas y visten de caqui. A pesar de esto, están instruidos para leer y escribir, aunque sea de forma rudimentaria, lo cual se puede describir en su diario, El Espejo Delta, que está escrito con palabras de una sola sílaba. Las hojas de El Espejo Delta son de color caqui, el color que visten los Deltas.
Como los Deltas, los Epsilones realizan trabajo pesado y no calificado, pero también realizan trabajos que los Deltas no desean realizar como ascensoristas y porteros, porque son la casta más baja al tener una estatura y una inteligencia menores (se dice que la inteligencia de un Épsilon es similar a la de un niño de diez años), al punto que ni siquiera saben leer o escribir. Visten de negro.
El 70% de las mujeres son esterilizadas mediante hormonas desde la concepción y la extirpación de los ovarios a temprana edad, puesto que en esta etapa este órgano posee la mayor cantidad de óvulos y deben tomar un Sucedáneo de Embarazo a partir de los veintiún años. Sin embargo, un 30% de los embriones femeninos no sufre ningún cambio y son fértiles. El sexo es permitido, pero se desalienta la concepción natural en favor de la artificial en laboratorios (pues la fecundidad es un estorbo en el Estado Mundial) y, sobre todo, el amor.
A pesar de ser una sociedad desigual, se les condiciona desde muy jóvenes sobre la muerte en un mundo en el que la población llega a los 60 años y se les enseña a ser felices. Si no lo son, siempre hay que tomar soma, una droga que hace que la gente deje la melancolía, sea buena y se sienta feliz.
Lejos del Estado Mundial, hay una Reserva para Salvajes, Malpaís, ubicada en el contemporáneo estado de Nuevo México. Allí viven los que se negaron a hacer parte del mundo fordiano, los cuales mantienen idiomas que ya se extinguieron fuera de ella, costumbres y creencias religiosas. Incluso mantienen el concepto de familia, algo que no existe en el Estado Mundial. Sólo los Alfas, junto con un acompañante que puede ser otro Alfa o incluso un Beta, pueden entrar en la Reserva y con un permiso especial.
Ahora hablaré de los personajes más relevantes de esta novela. NO diré protagonistas, porque los personajes tienen la misma importancia en el libro; por lo que para mí es más bien un reparto coral.
Bernard Marx es un especialista del sueño del Centro de Incubación y Condicionamiento Central de Londres. A pesar de pertenecer a la clase más alta del Estado Mundial, los Alfa-Más, siente un complejo de inferioridad permanentemente, tanto físico (es más bajo que la mayoría de los Alfas) como mental, que lo convierte en una persona fuera de lugar en su sociedad, un disconforme, por lo que siempre se muestra molesto, melancólico e incluso amargado. Esto se amplifica por el hecho de que no toma soma y las mujeres no se sienten atraídas por él a causa de su aspecto físico.
A pesar de su actitud rebelde, Bernard no desea ser castigado por su incapacidad de aceptar la felicidad y siempre busca la forma de que esto no suceda, porque él sólo busca ser respetado por sus compañeros Alfas, lo que lleva a demostrar cuan egoísta, mezquino, cobarde e hipócrita llega a ser en el transcurso de la novela.
John el Salvaje, es un joven nacido de una mujer Beta que se quedó viviendo en Malpaís. Se desconoce quién es su padre, pero más adelante conocemos la identidad del mismo. Llega al Estado Mundial traído por Bernard desde Malpaís, porque nunca ha sido considerado habitante de la reserva por los lugareños. Cree en Dios, le gustan las Obras Completas de Shakespeare, las cuales son el motor de su vida y se podría decir que lleva una existencia similar a los indígenas antes de la llegada de Colón, al menos en el exterior.
Sin embargo, y como Bernard, John se siente fuera de lugar. En Malpaís no se sentía bien ya que no era incluido en las actividades comunales por su origen y en el Estado Mundial tampoco logra su lugar porque se siente asfixiado por las mismas, que son frecuentes en dicha sociedad y porque todo lo que aprecia (el arte, la familia, la fe) no tiene razón de ser en el Estado Mundial.
También se ha mostrado ingenuo porque piensa que sus ideales provenientes de Shakespeare lograrán hacer un cambio en el Estado Mundial y le impiden hacer un juicio correcto sobre las personas. Él cree en el amor y en el sexo, pero sólo si está dentro de una unión, algo imposible en la civilización y pronto se da cuenta de eso. Su intento de apartarse de la sociedad acaba por hacerlo tomar una trágica decisión ante su incapacidad de aceptar la felicidad del esplendido nuevo mundo.
Helmholtz Watson es profesor del Departamento de Escritura en la Escuela de Ingeniería Emocional, como corresponde a su casta Alfa-Más. Además, es guionista de sensoramas y escribe en El Radio Horario. Junto con Bernard, se encarga de vigilar y mostrarle a John la vida en el Estado Mundial y a la vez sirve como contraste de Bernard, porque es exitoso en su carrera y es más atractivo que él, pero al mismo tiempo está inconforme con el Estado Mundial por la intensa propaganda que debe escribir debido a su deseo de crear verdadero arte, algo imposible en su sociedad, aunque no llega a la amargura constante que siente Bernard. Por eso, toma con calma su destino final.
Lenina Crowne es una técnica fetal que trabaja en el Centro de Incubación y Condicionamiento. Es una Beta-Menos que pertenecen al 30% de mujeres no esterilizadas. Lo más le atrae son las relaciones sexuales sin compromiso por la forma como ha sido condicionada. Siempre está feliz porque ella toma soma de manera regular.
Sin embargo, a pesar de su promiscuidad Lenina es considera extraña porque en lugar de mantener relaciones sexuales con varios hombres sólo tiene sexo con uno por un determinado periodo de tiempo, entre los que se encuentran Henry Foster. Posteriormente, se siente atraída por John, pero las cosas no llegan a nada por la actitud precipitada de Lenina ante el sexo y su deseo de acostarse con él sin estar casados, algo en lo que John no cree por su educación shakesperiana.
Linda es la madre de John, El Salvaje. Era una Beta que llegó a la reserva de Malpaís y se quedó de manera involuntaria allí, en donde tuvo a su hijo. Es rechazada en Malpaís por su carácter promiscuo y adicto, entre otras personas, por su propio hijo y al mismo tiempo, rechaza su rol como madre, por lo mismo; todo ello como consecuencia del condicionamiento propio de su sociedad. En la reserva conoce a un hombre, Popé, que le proporciona mezcal y alcohol y se convierten en amantes durante mucho tiempo. Cuando regresa a Londres prefiere inundarse en un cóctel de soma al saber que no volvería a ver a Popé.
Mustafá Mond es uno de los diez Interventores que administran el Estado Mundial, en su caso siendo el Interventor de Europa Occidental, un sistema de gobierno establecido tras la Guerra de Nueve Años y un periodo de recesión. Es el personaje que más defiende el sistema porque considera que es el único que puede lograr que todos los habitantes sean felices así no tengan libertad individual de decidir por sí mismos y haya abolido todas las cosas que según él hacían infeliz a la humanidad como la familia, la religión, la castidad, el arte y el amor. Prefiere lograr la felicidad humana si eso implique sacrificar la suya propia, su carrera científica y todo lo anterior.
El Director de Centro de Incubación y Condicionamiento Central de Londres Central, muchas veces referido como DIC, una vez llamado Thomakin y cuyo nombre es Thomas, es el encargado de dirigir el centro donde se fecundan artificialmente a los humanos del Estado Mundial y como condicionar su vida de manera que se comporten como se espera de un individuo de dicha sociedad. En el libro nos enteramos de un secreto que él ha escondido durante mucho tiempo.
Analizando un poco a la interacción John-Lenina, me recordó a la de Jake Barnes y Brett Ashley, personajes de la novela Fiesta (The Sun Also Rises). En dicha novela, Jake ama a Brett, pero ella es una persona que no busca una relación a largo plazo, sino tener sexo sin compromiso. Desgraciadamente, Jake es incapaz de estar físicamente con Brett porque es impotente; por lo que algo serio entre los dos más allá de la amistad es imposible.
Esto mismo pasa con John y Lenina. John ama a Lenina, pero él tiene una visión sobre las relaciones que está fuera de lugar en la sociedad del Estado Mundial. Para él, una relación entre un hombre y una mujer debe estar basada en el amor y sellada por medio del matrimonio. El sexo prematrimonial no tiene cabida en sus ideales.
Aquí es donde las ideas de John entran en conflicto con lo que Lenina ha aprendido. Ella no cree en el amor y mucho menos en el matrimonio, encontrando estas creencias de John extrañas. Lenina prefiere el sexo sin compromiso y le gusta seducir, por lo que se extraña cuando John no sólo no quiere tener sexo con ella, sino que la rechaza mientras la tilda de zorra imprudente3 por la rapidez con la que Lenina quiere entregarse a él.
Los tres personajes incomprendidos de Un mundo feliz, Bernard, Helmholtz y John tienen formas distintas de ver las cosas. Bernard se siente inconforme con su estatura, su trabajo, la sociedad y en general, consigo mismo. Parte de su encrucijada es que no le gusta la existencia que tiene no porque desea cambiarla para sí o para los demás sino por su deseo de reconocimiento e importancia, por lo que al mismo tiempo teme que un error suyo lo lleva a la desgracia y perder todo lo que tiene, lo que demuestra su egocentrismo, cobardía e hipocresía.
Helmholtz tampoco está satisfecho con su vida pese al éxito en su trabajo porque siente la necesidad de crear arte, algo que no puede hacer mientras esté en su trabajo o en Londres. El hecho de que aprecie a John por su conocimiento de Shakespeare es la razón por la que lo secunda en algunos de los actos que hace y a diferencia de Bernard, no teme caer en desgracia. Para él, incluso un castigo es un medio de inspirarse y hacer arte.
John es el más trágico de todos. Pasa de ser un inadaptado en Malpaís a ser lo mismo, pero en el Estado Mundial. No era apreciado en Malpaís por no ser de allí y su manera de ver el mundo hace que tampoco logre encajar en el mundo civilizado porque tiende a ver las cosas como Shakespeare pensaba que se veían, sin comprender que este punto de vista es anticuado en la sociedad mundial. Esto lo lleva no sólo a querer aislarse de todo, algo imposible, sino que también lo conduce a su trágico final, digno de un personaje shakesperiano, lo cual es bastante irónico de por sí.
En cuanto a si Orwell escribió 1984 como una respuesta a Un mundo feliz tal como lo manifestó muchas veces y como dije en la entrada de dicha novela, yo diría que sí. Ambos limitan la libertad individual, el amor, la fe y el arte; pero lo hacen de manera distinta.
Empezaré con el sexo. Mientras a los personajes de 1984 se los desalienta a tener sexo por placer sino sólo con fines reproductivos, prefiriendo promover la abstinencia sexual, con los de Un mundo feliz pasa exactamente lo contrario: el sexo es instintivo, por placer y sin compromiso y para nada se permite que se use para tener descendencia, porque para eso están los Centros de Incubación y Condicionamiento.
En las dos novelas hay distinción de clases, pero también en eso difieren. En 1984 la diferencia es socioeconómica mientras que en Un mundo feliz es más amplia, al expandirse en lo laboral y lo físico. Además, a diferencia de 1984, en el que los proles, la clase más baja, se les mantienen controlados al permitirles vicios que los miembros del Ingsoc no pueden tener, en Un mundo feliz toda la población mundial se mantiene feliz y tranquila a base de drogas. Además, si en 1984 cualquiera puede pertenecer y avanzar dentro del Partido, en Un mundo feliz esto está limitado a las clases más altas, los Alfas y los Betas, mientras que las clases bajas siempre estarán destinadas a hacer labores no calificadas porque están diseñados y condicionados para eso.
La familia también es un tema que separa a ambas novelas. En 1984 se permite el matrimonio, pero este solo puede realizar si un comité lo autoriza y aunque se puede tener hijos, es sólo por y para el Ingsoc. Como en Un mundo feliz el nacimiento está tecnificado y los niños se crían de forma colectiva, el concepto de familia no existe y se considera tonto.
La manera de castigar a los rebeldes sociales es algo que las diferencia todavía más. En 1984 se puede ejecutar a un miembro del Partido y censurar toda existencia suya, es decir, como si nunca hubiera existido y los que no son ejecutados son torturados para que vuelvan a amar al Gran Hermano.
En Un mundo feliz no existen instituciones para reprimir a la población porque no hay crimen ni rebeliones, debido a la manera como la fabrican y la condicionan. Y si no sienten felices, para eso está el soma. Por eso, en vez de castigar con la muerte a los rebeldes, que suelen ser Alfas, se los exilia a alguna isla.
A pesar de la dificultad a la hora de leer esta novela, su retrato de la sociedad es bastante detallado así lo describan a cuentagotas. Me gusta bastante como Huxley usa la psicología de los personajes para hacernos entender el por qué de sus acciones y como nos muestra que la felicidad es lograda a cambio de sacrificar todas las cosas que en la vida cotidiana apreciamos como el amor, la familia, la libertad individual y el arte, la cual es una forma tenebrosa de manejar el mundo. Al mismo tiempo, me gusta cómo una palabra que era una droga hindú que permitía la interacción con la divinidad es usada para que las personas se sientan felices con el mundo en el que viven.
También aprecio mucho el conocimiento de Huxley sobre la obra de William Shakespeare y la manera como la cita a través de la boca de John, un personaje cuya manera de ver el mundo es inaplicable y que lo lleva a la desesperación y a la desgracia, convirtiéndolo en un protagonista que seguramente a Shakespeare le hubiera gustado crear.
Puedo decir que pese a ser una distopía, Un mundo feliz fue un libro que llenó las expectativas que tenía sobre él y me encantó mucho. Es una novela que todos deberíamos leer, seamos fanáticos de las distopías y/o ciencia ficción o no lo seamos. La recomiendo.
Para terminar, los dejo con la canción Brave New World de Iron Maiden.

NOTAS
1 La palabra beauteous es una palabra del inglés medio tardío que significaba bello o hermoso.
2 Aunque en la actualidad brave significa valiente, en el sentido arcaico quiere decir magnifico, esplendido o maravilloso. Este es precisamente el significado que Shakespeare le dio al discurso de Miranda y el mismo que quiso darle Huxley al título de su novela.
3 En el original, John la llama Impudent strumpet! Es una cita de Otelo, Acto IV, Escena II, en la que Otelo confronta a Desdémona por su supuesta relación con Casio.

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