LA CASA DE LAS BELLAS DURMIENTES


Después de dos meses de ausencia por razones académicas y, sobre todo, mentales, los cuales pueden consultar en mi cuenta de Instagram, regresé para analizar la novela La casa de las bellas durmientes del escritor japonés Yasunari Kawabata, la cual se publicó en 1961.

La casa de las bellas durmientes es una novela que consta de solo cinco capítulos, los cuales son un poco largos. Sin embargo, al ser una novela corta, es una lectura que se puede hacer en un solo día, siempre que la temática no le genere rechazo y/o incomodidad al lector.

Esto se debe a que la novela trata sobre una casa en la que jovencitas vírgenes son narcotizadas y luego puestas a ser tocadas por adultos mayores, los cuales son los clientes usuales. Si bien pueden ser tocadas, los ancianos no pueden ir más allá con ellas, pues la idea es mantener la virginidad de las muchachas.

Precisamente, el protagonista es Yoshio Eguchi, un hombre de sesenta y seis años, casado desde hace muchos años y con tres hijas ya casadas. En resumen, es esposo, padre y abuelo.

Sin embargo y a causa de su edad, siente que cada día le queda uno menos que vivir. Al decidir experimentar cosas nuevas, decide ir a la casa de las bellas durmientes.

A medida que asiste a sus sesiones con las bellas durmientes, tiene recuerdos con cada una de las mujeres que han pasado a lo largo de sus sesenta y seis años de vida: una exnovia, su esposa, sus tres hijas, su amante y su madre.

Su exnovia fue una mujer con la consideró fugarse pues sus padres no aprobaban su relación. Sin embargo, la familia de ella logró hallarla y la devolvieron a sus padres, que la casaron con otro hombre. Años después, Eguchi y ella se reencontraron. Para entonces, ya ella era madre de una pequeña niña que Eguchi pensó que podría ser suya, pero su exnovia insistió con vehemencia que no lo era.

Su esposa representa a la típica mujer casada japonesa, por lo que ella no es un personaje muy explorado, aparte de los recuerdos con sus hijas, en particular su hija menor. Sin embargo, es fácil ver que Eguchi, si bien siente cariño por ella, no la ama. Para él, su esposa representa una mujer con la que se casó para no quedarse solo luego de su anterior y fallida relación y con la que pudiese tener hijos

En general, Eguchi siente por sus hijas un gran amor, sentimiento que no parece tener hacia su esposa. Si bien quiere a sus tres hijas, siente una gran predilección por su hija menor, a la que considera vivaz y extrovertida. Su relación se estrecha aún más luego de que uno de los dos pretendientes se propasa con ella, al punto de causarle un daño físico y, sobre todo, emocional. Esto los lleva a viajar para ayudar un poco a su hija menor, la cual al final se casó con el otro pretendiente. Si bien no mantuvieron contacto estrecho tras la boda, Eguchi nunca deja de pensar en su hija menor.

Su amante es una mujer mucho más joven que él, aunque un poco mayor que sus hijas. Es una mujer casada y que ha tenido tres hijos, algo que sorprende a Eguchi, pues considera que su cuerpo luce muy bien para haber tenido tres hijos. Tienen relaciones íntimas durante algunos años hasta que ella decide terminar la relación.

El recuerdo de su madre, fallecida cuando él tenía diecisiete años, es el más doloroso para Eguchi. Siendo la primera mujer importante en su vida, el verla sufrir una espantosa agonía por la tuberculosis es una imagen que pervive en lo más recóndito de su mente.

La novela se enfoca en la sexualidad de los adultos mayores al responder preguntas como: ¿qué ocurre si tengo deseos de tener intimidad a mi edad? ¿Qué opciones tengo para satisfacerla? En este caso, Eguchi busca tocar y sentir el calor de un joven cuerpo femenino.

Independientemente de lo que se piense, hay que tener en cuenta que en Japón hasta hace muy poco la edad de consentimiento era una de las bajas entre los países desarrollados1. En su cultura, las relaciones entre un adulto y un menor de edad no eran mal vistas. Prueba de ello se ve en los trabajos audiovisuales (anime, manga) del país del sol naciente. Sin embargo y a raíz de varios escándalos, denuncias y protestas en contra de la violencia sexual llevaron a que las autoridades cambiaran la legislación sobre consentimiento.

Algo que también deja en claro la novela es la ambigüedad de las leyes japonesas sobre la prostitución. En este país la prostitución se define como coito con una persona específica a cambio de dinero, es decir, contacto genital entre dos personas que se conocen y en el que hay intercambio monetario. Esto significa que otros tipos de relaciones íntimas son legales pues no entran en ese concepto. Esto ha permitido la proliferación de varios negocios y modalidades como soaplands2, salones rosas3, citas asistidas4, etc.

Precisamente, la casa de las bellas durmientes entra en ese tipo de modalidad. Al no haber contacto genital entre los clientes y las muchachas (lo cual se mantiene así porque se supone que ellas deben ser vírgenes), esa casa puede operar de manera legal.

Esta novela me generó sentimientos encontrados. En general, me gustó el estilo onírico y la narración enmarcada que ofrece. Por otro lado, la temática que maneja me pareció bastante mórbida y solo una vez me sentí así con otra novela que fue La abeja reina. No estoy segura de querer recomendarla.

NOTAS

1 En junio de 2023, la edad de consentimiento en Japón fue elevada de 13 años a 16 años.

2 Tipo de burdel donde los clientes pueden ser bañados por las trabajadoras sexuales y a la vez bañarlas. Se pagan dos tarifas: una para usar el “baño" y otra para un masaje. En el masaje, la masajista y el cliente se encuentran. Pagar cualquier servicio sexual luego del masaje es una forma de evadir las leyes de prostitución en Japón.

3 Tipo de burdel en Japón donde se practica sexo oral.

4 Llamada en japonés enjo kōsai, es una práctica en la que hombres mayores dan dinero o artículos de lujo a mujeres jóvenes luego de compartir tiempo. Las mujeres pueden ser estudiantes o amas de casa. No necesariamente involucra relaciones íntimas.

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