LOS PERSAS
Después de una ausencia de dos meses que tuve que darme por razones de salud y académicas, quiero empezar analizando una tragedia de la Antigua Grecia que involucra una guerra entre persas y griegos y cómo una madre teme por el bienestar de su hijo, monarca y comandante de las fuerzas armadas persas que ha partido a derrotar a los griegos (o más bien, a intentarlo). Esto es Los persas de Esquilo.
La obra Los persas hace parte de una trilogía que Esquilo escribió basada
en las guerras médicas, de la que esta obra fue la segunda parte y la única que
se conserva en la actualidad. A diferencia de varias de las obras de Esquilo
sobrevivientes, Los persas se basa en un enfrentamiento armado histórico, en
este caso, la batalla de Salamina, siendo también la única obra griega
conservada que está inspirada en un evento de la época. Por ello, la historia
se desarrolla en Susa, antigua capital del imperio persa.
Los personajes principales son Jerjes, su madre la reina Atosa y la
sombra de Darío, es decir, el fantasma del padre de Jerjes y el rey anterior.
Atosa es la reina madre, es decir, la viuda del rey Darío y madre
del actual rey, Jerjes. Actúa como regente del imperio persa en ausencia de su
hijo, dado que este zarpó en una expedición militar hacia Grecia, en concreto,
a luchar contra las distintas polis,
las ciudades-estado que conformaban la Antigua Grecia.
Atosa es una mujer a la que de verdad le importa el bienestar de su
hijo, por lo que luego de que un mensajero llega para anunciar la derrota de la
expedición persa, teme que a Jerjes le haya pasado algo y por ello le pide al
coro que convoque al difunto rey Darío.
El difunto rey Darío se aparece en espíritu para criticar las
acciones de su hijo de atacar a las polis
griegas al considerarlo una aventura arriesgada y con muchas posibilidades de
fracasar. Esto hace que Darío considere a su hijo como un arrogante y un tonto
y predice que habrá una nueva derrota.
A pesar de ser un personaje importante, Jerjes solo aparece hacia
el final de la obra debido a su rol como comandante en jefe del ejército persa.
Sin embargo, esto no significa que su presencia no tenga peso, pues tanto su
madre como su difunto padre espera su regreso sano y salvo a pesar de que ya ha
sido derrotado. Jerjes aparece con su ropa hecha harapos y desilusionado por su
derrota, pero ha logrado regresar con vida, algo que no todos sus hombres
lograron.
En esta obra, se muestra un trasfondo personal por parte de
Esquilo. Como ex militar, había estado presente en muchas campañas militares,
lo que lo convirtió en testigo de muchas batallas, siendo de ellas la batalla
de Salamina. Al ser testigo de cómo la flota persa fue arrasada a causa de la
mala planeación y de la arremetida de la flota helena, más adelante recordaría
esta experiencia a la hora de escribir Los persas.
A pesar de ambientarse en una población persa, tiene varios de los
elementos típicos de una tragedia griega: un coro, personajes que están
preocupados por el destino, convocación de espíritus y un mal final. Esto
último es relativo pues, aunque Jerjes regresa con vida a Susa, ha sufrido una
enorme derrota y un duro golpe a su orgullo, algo que me recuerda un poco a los
protagonistas de Troilo
y Crésida, que tampoco mueren, pero tampoco tiene un final feliz.
Aunque tiene una longitud corta, encontré la tragedia un tanto
lenta y tediosa, con demasiados diálogos de los coros y no tanto de otros
personajes. No estoy segura de recomendarla.
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