EL GUARDAGUJAS
Esta semana analizaré el cuento El guardagujas del escritor mexicano Juan José Arreola.
El guardagujas es un cuento corto, de poco más de 5 páginas en una
versión electrónica, y solo tiene dos personajes: el personaje homónimo y un
pasajero, cuyo nombre solo es X, por lo que el lector puede usar su imaginación
para pensar en el nombre que quería.
El pasajero es un hombre decidido, pues quiere llegar a su destino
como sea. Nunca se menciona a dónde quiere ir, solo es un lugar llamado T. De
manera insistente, le pregunta al guardagujas cómo puede llegar a T., y debe
escuchar los constantes problemas y conflictos que ocurren en el ferrocarril,
algo que podría dificultar su viaje a T.
El guardagujas es un trabajador del tren ya jubilado que le relata
al pasajero todas las historias asociadas al ferrocarril, las cuales ha
escuchado de las personas que han pasado a través de la estación; en su
mayoría, son cuentos que dan a entender lo desastroso que es el ferrocarril y
todo lo relacionado con él.
El cuento nos muestra un gran manejo entre la fantasía y la
realidad o más bien en lo realista y lo absurdo, algo que se refleja en lo que
cuenta el guardagujas como en las poblaciones que se han formado a lo largo de
las vías del ferrocarril, aunque no de manera voluntaria, pues a menudo los
pasajeros son engañados. O como se ha instruido una escuela de urbanidad para
enseñarles a los pasajeros a entrar a los trenes sin empujar ni maltratarse
entre sí o un cuerpo de policía que intenta evitar esto, pero no hacen su
trabajo.
Todo esto también es un reflejo de la realidad social
latinoamericana, no solo mexicana o colombiana, ante la descripción del declive
del transporte ferroviario en la región, el cual desapareció casi por completo.
La falta de urbanidad entre los pasajeros sigue siendo un problema, ya que
también ocurre en el transporte terrestre. Por otro lado, a pesar de que la
policía suele apostarse para brindar seguridad a los pasajeros, no siempre son
capaces de realizar su trabajo.
El guardagujas es una historia que juega mucho con lo real y con lo
absurdo, pero también muestra bastante de Latinoamérica, no solo en el
transporte sino también en la idiosincrasia, como se ve en la manera como
fuerzan a crear poblaciones o la manera que las personas intentan entrar a un
tren o a un bus. Este tipo de cuentos clásicos también hacen el lector imagine
como sería una estación de tren, algo que le da cierta nostalgia e imaginación
ante la falta de un sistema de transporte ferroviario en la región. Sin duda,
lo recomiendo.
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