SREDNI VASHTAR

La reseña de hoy es un cuento llamado Sredni Vashtar del escritor británico Hector Hugh Munro, más conocido por su seudónimo: Saki. Este autor, fallecido durante la Primera Guerra Mundial, no es muy conocido pero sus historias están tan llenas de misterio como de ironía, según la descripción de una conocida.

Volviendo al relato, la historia trata de sobre un niño huérfano de diez años llamado Conradin, el cual es cuidado por una parienta, la señora De Ropp, una mujer muy estricta, la cual lo aísla de todo ya que piensa que Conradin morirá pronto debido a su frágil salud. En este represivo y estrecho mundo, Conradin encuentra un escape: una pequeña caseta con una gallina del Houdán y un hurón de los pantanos.

Conforme va pasando el tiempo, Conradin empieza a venerar y considerar como su dios al hurón y le da un nombre: Sredni Vashtar. Le lleva ofrendas e incluso piensa que su adoración por su hurón es la religión apropiada para él, contrariando a la que intenta inculcarle su tutora (anglicana). Pero la señora De Ropp nota las salidas de Conradin e intenta ir a la caseta para sacar al hurón de allí, por lo que Conradin recita un canto sobre Sredni Vashtar pidiendo la muerte de sus enemigos. Mientras Conradin se hace unas tostadas, el hurón se libera y se da a entender que atacó a la señora De Ropp, provocándole la muerte.

En el cuento podemos ver que Conradin busca algo con que distraerse de la sentencia de muerte a la que todos se han resignado pero él no, porque él desea seguir vivo para poder hacer todo lo que desearía un niño de su edad, algo difícil considerando la época en la que vive y su clase social. Para él, su escape es su hurón al que adora como si fuera un dios y con él que desea estar cuando nadie lo vigila. Cuando siente que todo ello le sería arrebatado, en vez de darse por vencido, hace algo que quizá en las circunstancias reales no funcionaría pero en este caso sí. Finalmente Conradin se sale con la suya.