LIBROS QUE FUERON UN RETO EN 2019

Este año fue bastante difícil para mí pues tuve que complementar mis estudios con el blog y a menudo significó que tuviera que leer sin descanso. Debido a esto, tuve que dejar algunos libros que pensaba leer para más adelante para reemplazarlos por otros más cortos o que incluyera algunos de esos libros que leí en la universidad en el blog. No puedo decir que no haya hecho lo suficiente.
Ahora sin más, enumeraré los libros que representaron un gran reto a la hora de leerlos por su longitud o su complejidad.
Prisión perpetua de Ricardo Piglia – Esta novela funciona como novela corta y como una historia llena de microcuentos que al mismo tiempo muestran una historia que se extiende a lo largo de sus dos partes. Tiene un gran trasfondo humano e histórico, pero su estilo complejo no hace su lectura muy fácil.
Ciudad de Dios de Paulo Lins – Es muy difícil de leer debido a su longitud, su narrativa particular que cambia de personaje a personaje y su atropellada resolución de conflictos, lo que hace a la novela lenta y confusa, por no decir que esta es demasiado larga. Este es uno de contados ejemplos en el que la adaptación supera al material fuente (ej. El padrino, El castillo ambulante).
La conjura de los necios de John Kennedy Toole – Los cambios de punto de vista de personaje y las personalidades de estos, que van desde inútiles hasta odiosos, hacen que esta novela no sea del agrado de todos (a mí me costó un poco seguirla). Sin embargo, también tiene cosas a su favor y esas son la evolución de su protagonista y de los personajes más recurrentes, sus referencias y la manera en la que la trama se desenvuelve.
La tormenta de nieve de Lev Tolstói – Esta novela corta es más bien aburrida. Uno se puede imaginar dentro del carruaje viajando en medio de la nieve, sin que pase nada interesante. No es una lectura que yo recomendaría si alguien quiere empezar a leer a Tolstói, porque puede que le genere una primera impresión negativa.
1984 de George Orwell – Tuve que leerla dos veces porque no fui capaz de captar todos sus detalles a la primera. Es una novela fantástica y rica en detalles y personajes. Mi único pero con ella es que la tercera parte se pudo haber escrito mejor. Por lo demás, una gran novela, un excelente clásico de la literatura y muy acorde a nuestros tiempos.
Un mundo feliz de Aldous Huxley – Posee cierto grado de dificultad al momento de leerla. Sin embargo, su uso de referencias y de la psicología para crear un universo de personajes con los que es posible identificarse me gusta. Es una excelente distopia acorde para nuestros tiempos.
Fahrenheit 451 de Ray Bradbury – Puede que el ritmo de esta novela no sea uniforme y que su narración sin pausas hagan difícil su lectura, pero sus referencias, su contexto histórico, su contenido y su inesperado final la hacen una gran novela.
Mi querido Mijael de Amos Oz – Por más que tenga que un estilo psicológico, la novela tiene muchos problemas: ritmo lento, personajes sin mucho desarrollo y un final que no resuelve nada. Muy decepcionante.
La tienda roja de Anita Diamant – Tiene un estilo y contenido simples, pero la gran cantidad de personajes hacen que su lectura sea un poco larga. Sin embargo, es una excelente opción para escuchar una versión del Génesis a través de una voz femenina.
Pelo de zanahoria de Jules Renard – Tiene un estilo particular porque mezcla la manera de narrar típica de una novela y la forma dialogada que existen en las obras de teatro, lo que la hace difícil de comprender. Por otra parte, también es bastante aburrida por sí misma.
Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout – Tiene saltos de tiempo hacia adelante y hacia atrás, llamadas en literatura analepsis y prolepsis, porque reflejan las vivencias y las historias que cuenta la protagonista. Sin embargo, tiene el mismo problema de Amy e Isabelle de la misma autora: pudo haberse escrito mejor.
Con amor, tu hija de Jorge Alberto Gudiño Hernández – Una de las peores novelas que leí en toda mi vida. Su estilo y su contenido son atroces y lo único bueno de ella es la novela dentro de la novela que es narrada.
Ilona llega con la lluvia de Álvaro Mutis – Mezcla mucho el pasado con el presente y muestra cómo los viajes en barco dan la oportunidad de conocer personas y hacer lazos de amistad, pero también vemos lo que ocurre cuando un marinero está lejos de la mar. También tiene un contenido que hace difícil su lectura.
La vorágine de José Eustasio Rivera – Leerla da una sensación de querer alejarte de la selva y te hace sentir desolado. Sin embargo, como las tres partes no están divididas de la manera habitual y su ritmo es desigual, su lectura es compleja y puede que esta novela no sea algo que todos quieran leer.
El país de la canela de William Ospina – Abarca muchos géneros literarios y tiene un estilo igual de oscuro que La vorágine, pero a pesar de que está dividida en capítulos sus cambios de narración la hacen difícil de leer y comprender. 

Crimen y castigo de Fiódor Dostoievski – Primera lectura universitaria incluida en el blog. Por su longitud no es un libro fácil, pero diré que cuando le sigues el ritmo ya no puedes despegarte de él. Tiene muchos elementos filosóficos y morales, los cuales muestran que una persona se puede arrepentir de sus malas acciones si está dispuesta a ello y hace que nos preguntemos sobre un crimen y ser un criminal. Esta es una novela que todos debemos antes de morir.
Un día en casa de Rosamunde Pilcher – Aunque es un cuento corto, tiene muchos giros que hacen que uno pierda la cabeza y se pregunte quien es la mujer con la que está casado nuestro protagonista. Un cuento que todo hombre casado debería leer.
Narración de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe – Si hubiese estado menos ocupada, la hubiera entendido mejor. Tiene excelentes aunque demasiado detalles y al leer muchos de ellos a la vez, es un poco complejo. Sin embargo, para alguien que está acostumbrado a leer literatura de terror, no te emocionará demasiado.
En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft – Una excelente novela melliza de Arthur Gordon Pym, por sus referencias y sus elementos similares, pero su lenguaje rebuscado y difícil de entender puede complicar su lectura.
La odisea de Homero – Segunda lectura universitaria incluida en el blog. Me costó un poco seguirle el ritmo porque tiende a repetir frases que ya se habían mencionado, pero cuando uno logra hacerlo no quieres soltarla. Un excelente proto referente de las novelas de aventuras.
Kew gardens de Virginia Woolf – Bastante extraño. Llena tu mente de ideas y te pone a pensar quién es real en el cuento y quién no y sobre lo que Woolf quiso mostrar al escribirlo. Debido a eso, hay que leerlo muchas veces para entenderlo.
El contrabajo de Patrick Süskind – Juega con los sentidos del cuerpo humano como lo hace El perfume, novela del mismo autor, pero en este caso hace que usemos nuestro oído para sentir las notas y las vibraciones de las composiciones clásicas. Además, hace un gran uso del análisis psicoanalítico en un ser humano. Una excelente lectura.
Fuera de los libros que fueron un reto, Las Sorpresas del Año fueron El baile de Irène Némirovsky, Padres e hijos de Iván Turguénev, El gatopardo de Giuseppe Tomasi de Lampedusa y Cordero asado de Roald Dahl. Todas estas lecturas cumplieron o sobrepasaron mis expectativas.
En cuanto a Las Decepciones del Año estas fueron Como agua para chocolate de Laura Esquivel, Chocolate amargo de Mirjam Pressler y El cascanueces y el rey ratón de E. T. A. Hoffmann. De la primera, esperaba más por ser un clásico pero los personajes no me agradaron demasiado. En cuanto a la segunda es una lectura indicada para los adolescentes, pero no para alguien que ya pasa de esta edad. La última tiene muchos problemas que no se pueden compensar con su narración descriptiva y su ambiente fantástico.
El año no fue fácil para mí pero me dio la oportunidad de leer obras literarias que nunca hubiese leído. Sólo espero poder cumplir con las lecturas que me proponga. Feliz Navidad y Feliz 2020. Nos vemos el 11 de enero.

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