LA VORÁGINE
Advertencia: para los que no han leído la novela, habrá destripes
(spoilers).
Para continuar con el Mes Colombiano, esta
semana analizaré la novela La vorágine del escritor huilense José Eustasio
Rivera. La vorágine se publicó por primera vez el 24 de noviembre de 1924, lo
que significa que en noviembre se cumplirán 95 años de su aparición.
La vorágine está dividida en tres partes, pero
a diferencia de varias novelas no está dividida en capítulos, lo cual hace que
su lectura sea más compleja. Por alguna razón, siento que varias de las novelas
de mi país tienen estilos que dificultan su lectura. Esto no es nada malo, sólo
depende de la novela: hay novelas colombianas de estilo complejo que son grandiosas
(La tejedora de coronas) y
otras que no lo son tanto (¡Que viva la música!). El
título es un juego de significados porque hace referencia tanto a los remolinos
de agua, que se llaman vorágines, como a la mezcla de sentimientos que sufren
los personajes en el transcurso de la novela.
Nada más se publicó, La vorágine se convirtió
en un gran éxito crítico y comercial por su denuncia sobre los problemas de las
fronteras colombianas y las infrahumanas condiciones de vida y trabajo de los
obreros del caucho. Es considerada la primera novela colombiana de denuncia
social en la que se mezclan la ficción y la realidad.
El gran éxito de La vorágine llevó a que los
productores de Hollywood quisieran adaptarla, pero las negociaciones no
llegaron a nada a causa de la muerte de Rivera el 1° de diciembre de 1928, el
mismo año en que apareció traducida al inglés. A pesar del fallido intento
hollywoodense, hay tres adaptaciones de la novela: una película mexicana en 1949
y dos en la televisión colombiana, una telenovela en 1975 y una miniserie en
1990 que ha sido retransmitida tres veces, la cual tuve oportunidad de ver en
2013. Si alguno de ustedes vio alguna de las adaptaciones, me puede decir en
los comentarios qué les parecieron, en qué se parecen y en qué se diferencian
de la novela.
La primera parte nos muestra la fuga de Arturo
y Alicia, las circunstancias que la generaron y las consecuencias que trajo,
pero también se muestra como ellos intentan adaptarse al lugar que deben considerar su nuevo hogar. Allí conocen a un hombre que les causaría las
mayores desgracias a sus vidas: Narciso Barrera.
La segunda parte describe como la aparición de
Barrera causa un gran dolor en sus vidas y como abandonan la seguridad y la
prosperidad del llano para adentrarse en un lugar salvaje e infernal como lo es
la selva. También son testigos de las atrocidades que sufren los trabajadores
del caucho y los indígenas de la zona, pero también se encuentran con Clemente
Silva, un hombre que les sería de utilidad en su viaje a la selva.
La tercera y última parte nos muestra la
aparición de la madona, la otra señora del caucho junto con Barrera, que revela
que pasó con el hijo de Clemente y cómo Arturo hace lo posible para liberar a
Clemente de su esclavitud. Además, se describe que pasa con los personajes una
vez se reencuentran con sus mujeres, pero a la vez se ve el inesperado e
incierto final.
La vorágine trata sobre la situación de las
industrias del caucho puesto que en aquella época se daba la fiebre del caucho
que tuvo como epicentro la región del Amazonas entre los años 1879 y 1912. La
fiebre del caucho trajo riqueza y transformaciones sociales culturales en las
ciudades ubicadas en esa región como Iquitos en Perú y Manaos en Brasil. Pero
como todas las fiebres económicas, la del caucho fue temporal y todos sabemos
lo que pasa cuando una fiebre económica acaba. Una muestra del declive de la
fiebre del caucho es el fracaso de Fordlândia.
Ahora hablaré sobre los personajes.
Arturo Cova es un mujeriego aspirante a poeta
tolimense que huye al Llano junto con Alicia. Como no tienen demasiados
recursos, Arturo acude a su padrino, Don Rafo, que a su vez lo lleva al rancho
de Fidel Franco para que pueda vivir allí con Alicia de manera tranquila. Sin
embargo, al darse cuenta que necesita buscar una forma de proveer para Alicia
decide acompañar a Fidel en un viaje para hacer negocios y así lograr dinero y
tal vez riqueza, para regresar con ella a Bogotá algún día. Pero cuando ocurre
algo que cambia su vida para siempre, decide adentrarse en la selva para
encontrar a su musa.
Alicia es una joven bogotana de familia
burguesa. Es una joven caprichosa e impulsiva, dos defectos que combinados la
hacen tomar la decisión de huir al Llano para evitar un matrimonio que ella no
desea. Ella arrastra en el proceso al mujeriego Arturo puesto que es el único
que podría ayudarla para luego culparlo de su loca huida. Al entender las
dimensiones de su precipitada decisión, decide pasar el tiempo cosiendo en una máquina
de coser para Griselda y las mujeres del rancho gracias a sus habilidades de
modistería.
Para Arturo, Alicia es la mujer idealizada de
una poesía. La ve como su musa e intenta todo lo posible para acercarse a él
con resultados mixtos, pues a veces Alicia se acerca a él y otras lo rechaza y lo culpa por haber huido de Bogotá, aun cuando ella fue la de la
idea. De hecho, Arturo la describe así:
“(…) la que fue mi querida tenía sus
defectos: era ignorante, caprichosa y colérica. Su personalidad carecía de
relieve: (…) Desconoció la ciencia del beso y sus manos fueron incapaces de
inventar la menor caricia”.
p. 110-111
Sin embargo, la lejanía hace que Arturo siente
deseos de verla otra vez y la ve con otros ojos:
“La misma Alicia, con todos los caprichos de
la inexperiencia, jamás traicionó su índole aseñorada y sabía ser digna hasta
en las mayores intimidades”.
p. 251
Quizá por su carácter caprichoso Alicia se
siente seducida ante la presencia de Barrera apenas lo conoce y uno se puede
imaginar qué es lo ocurre luego. Luego huye y no aparece hasta el final de la
tercera parte.
Fidel Franco es antioqueño. Estuvo en el
ejército, en donde alcanzó el rango de teniente, hasta que un altercado con su
superior lo obligó a desertar y a huir al Llano. Allí se queda en una finca abandonada
que llama La Maporita y se establece con su pareja, la niña Griselda. Con el
tiempo logra tener cierta estabilidad en su rancho, el cual:
“Desde entonces vine con Griselda a calentar
este rancho que no dejaré por nada en la vida. ¡Por nada en la
vida!”
p. 30
Más adelante descubrimos la verdad sobre su
deserción y el por qué Griselda vive con él.
La niña Griselda es la pareja de Fidel Franco
con el que vive desde la deserción. Desde el primer momento en que ve a Arturo
puede intuir la clase de hombre que es él e intenta seducirlo o que por lo
menos la vea como una mujer deseable ante los continuos desplantes de Alicia
hacia Arturo. Lejos de lograrlo, Arturo la desprecia por considerarla vulgar e
indigna siquiera como musa y esto la lleva a tomar la decisión de irse con
Alicia. Después de la huida, el personaje no vuelve a aparecer hasta la tercera
parte cuando Arturo la encuentra y ella le cuenta la verdad sobre la huida de
ella y Alicia.
Clemente Silva es un trabajador del caucho que
aparece en la segunda parte que busca encontrar a su hijo que fue secuestrado
por caucheros. Es de Pasto. A pesar de que al principio Arturo y Fidel desconfiaron
de él, al contarles su historia se dan cuenta que es un hombre que ha sufrido
tanto o más que ellos. A partir de allí, decide ayudarlos en el viaje en medio
de la espesa y peligrosa selva al punto de convertirse en un tritagonista. Es
el único de los personajes que logra salvarse del infierno de la selva de
cierta manera.
Narciso Barrera es el gamonal de la zona que ha
logrado riqueza gracias al comercio del caucho y el antagonista principal.
Esclaviza a negros e indígenas para obligarlos a trabajar en sus caucheras,
además de tener el don de la seducción con el que atrae mujeres para gozar de
su compañía y luego abandonarlas o prostituirlas cuando se cansa de ellas.
Desde el primer momento en que él y Arturo se encuentran, Arturo se da cuenta
del tipo de persona que es Barrera y quiere evitar tratarlo y que Alicia haga
lo mismo. Sin embargo, esto no evita el curso de la novela.
La madona Zoraida Ayram es otra gamonal de la
zona amazónica y es la segunda antagonista. Es mencionada en la segunda parte y
aparece en la tercera. Como Barrera, también es una mujer hábil en la seducción
de hombres que le sirven tanto en la cama como en el caucho y en engañar niñas
indígenas para prostituirlas. Es una mujer despiadada en los negocios y con los
trabajadores del caucho tanto o más que Barrera. Se desconoce su nacionalidad,
pero por algunos comentarios que hace es probable que no sea colombiana; sin
embargo, se sabe que es de origen árabe pues Arturo se refiere a ella como
“turca”.
A simple vista, La vorágine podría ser un libro
más de aventuras, con elementos que se pueden encontrar en la tradición
literaria greco-latina (ej. La Ilíada y La Eneida) ¿En qué sentido? El
protagonista sale de un determinado punto de partida, ya sea para regresar a
casa o para encontrar un nuevo lugar donde vivir. En ese mismo trayecto pasa
por muchas adversidades hasta que finalmente logra su meta. Viéndolo bien y a
mi parecer, creo que hasta El papagayo azul también tiene elementos de la
tradición literaria greco-latina, por muy simple que sea.
Ahora, ¿la tradición literaria greco-latina es
aplicable a La vorágine? Sí. En este caso, Arturo y Fidel abandonan la
comodidad del llano colombiano para adentrarse en la espesa selva amazónica y
así encontrar a las mujeres que representan tanto en su vida: Alicia y
Griselda. Sin embargo, La vorágine difiere del elemento griego de la meta porque
Arturo y Fidel ya no tienen un lugar al que pueden llamar hogar y las vivencias
tanto personales como de los esclavos del caucho los han destrozado en el
sentido físico y moral. Han perdido toda esperanza, algo que aún conservaban
Odiseo y Eneas, por lo que también han perdido cualquier anhelo de encontrar
una meta, lo que hace el final de la novela tenga más sentido.
Además, la selva que aparece en las dos últimas
partes refleja un duro contraste con el llano de la primera parte. Mientras el
llano representa la esperanza, la comodidad y el deseo de hacer una vida nueva;
la selva, por el contrario, representa lo inhóspito, lo desesperanzador y en
cierta forma, la muerte. Para el lector, el salvajismo de la selva transmite un
ambiente claustrofóbico y desolador. Es como ver la película Apocalypse Now
o en su defecto leer El corazón de las tinieblas. El sentimiento es el mismo.
Además del estilo de viaje, La vorágine es una
novela que mezcla la realidad con la ficción en el hecho de que hace denuncias
sobre las atrocidades cometidas durante la fiebre del caucho y mezcla
personajes creados por la pluma de Silva con personajes relacionados con la
fiebre del caucho que si existieron.
Como dije antes, La vorágine no es un libro
sencillo de leer por su falta de división en capítulos y su irregular ritmo
narrativo, que hace su lectura poco placentera. Sin embargo, estoy convencida
que el final abierto que dejó Rivera es el más adecuado, por el lugar en el que
se desarrolla y las circunstancias que hay en el mismo. Quizá algunos lo
consideren injusto y otros creen que es el más correcto, así que les diré que
si desean leer La vorágine pueden hacerlo, pero no es una novela que yo
recomendaría a todos.
BIBLIOGRAFÍA
RIVERA, J. E. La vorágine. Bogotá,
Colombia: Editorial La Oveja Negra. 288 p.
Comentarios
Publicar un comentario