CIUDAD DE DIOS



Advertencia: para los que no han leído la novela o visto la película de 2002, hay varios destripes (spoilers).
Esta semana les traigo algo muy especial. Analizaré una novela que fue base de la que es considerada una de las películas brasileñas más importantes de la historia, parte de las 1001 Películas que Debes Ver Antes de Morir del libro del productor y guionista estadounidense Steven Schneider y la número 42 de las mejores películas no inglesas según los críticos de la BBC. Por supuesto, por el título ya saben de qué hablo y así es. Me refiero a Ciudad de Dios del escritor brasileño Paulo Lins.
Ciudad de Dios es una novela compuesta por tres partes y siete capítulos. La primera parte tiene cuatro capítulos, la segunda dos y la tercera sólo uno. Sin embargo, mientras que los dos primeros son cortos el resto son bastante largos, en especial el último. Las tres partes hacen referencia al personaje más importante de dicha parte y a continuación colocaré sus títulos.
Primera parte: La historia de Inferninho.
Segunda parte: La historia de Pardalzinho.
Tercera parte: La historia de Zé Miúdo.
A diferencia de la película de 2002, el narrador de Ciudad de Dios es un narrador cero o heterodiegético, es decir, un narrador en tercera persona que sabe todo lo que ocurre, pero no hace parte de la trama. Simplemente es una voz que nos habla sobre los personajes y lo que les ocurre a lo largo de la novela. Además, el tiempo de la novela es lineal, sin saltos de tiempo.
Como es de esperarse, algunos de los personajes conservaron sus nombres o apodos en la película de 2002 pero otros fueron cambiados o combinados. Para simplificar un poco la trama, dividiré a los personajes principales de acuerdo con cada una de las tres partes.
Los personajes importantes de la primera parte son el Trío Ternura, aunque sólo los llaman así una sola vez en toda su sección y, por ende, en toda la novela. Mientras que en la película son conocidos como Cabeleira (Cabellera en Hispanoamérica), Marreco y Alicate, aquí sus apodos son Tutuca, Inferninho y Martelo, respectivamente. Al igual que sus contrapartes fílmicas, Tutuca, Inferninho y Martelo tienen finales similares, así que sólo diré que en la película el Trío Ternura es suavizado para que parezcan más unos Robin Hood y menos unos criminales.
Tutuca es el más despiadado del Trío Ternura porque no sólo roba y golpea sin importarle nada, sino que además es asesino, machista y violador de mujeres. Esto último se ve cuando abusa sexualmente de una mujer y tiene relaciones con otra, ambas casadas, además de su manera despectiva de hablar del género femenino. Cuando era más joven era un católico devoto, pero después de presenciar las injusticias deja de lado sus creencias y se convierte en un delincuente cruel. Él es el que comete los peores hechos del Trío Ternura y esto lo conduce a una muerte violenta. Posteriormente su espectro atormenta a Inferninho para que abandone su vida delictiva. El apodo de él viene de un dulce muy popular en Brasil y Argentina, las tutucas, que son crispetas o maíz pira azucarado. El suyo es un apodo irónico dado que era el peor del Trío Ternura.
Martelo es el más calmado del Trío Ternura, el menos codicioso y el menos dado a la violencia, por lo que se ofrece menos su punto de vista. Su pareja se llama Cleide, a quien ama profundamente. Aunque en principio conforma el Trío Ternura junto con Tutuca e Inferninho, gracias a un evento Martelo logra dejar su vida delictiva y encuentra una más honrada, encaminada para bien de su familia y de la comunidad. Martelo significa en portugués “martillo”, algo que su contraparte cinematográfica sigue pues su apodo también es una herramienta de trabajo.
Inferninho es el tercer miembro del Trío Ternura y básicamente el que tiene el punto de vista central. Llegó a Ciudad de Dios con sus padres y su hermano Ari, pero tan pronto como tuvo edad suficiente se fue de casa porque no soportaba vivir con ellos y porque le seducía la vida delictiva. Su apodo indica su comportamiento pendenciero.
Inferninho ofrece un punto medio entre el cruel Tutuca y el calmado Martelo y un contraste para ambos. Aunque tiene una mujer a quien amar, Berenice, no quiere abandonar la vida de delincuente y Ciudad de Dios hasta que pueda vengarse de Cabeça de Nós Todo, un policía corrupto que quiere matarlo a toda costa. Además, detesta a su hermano menor, Ari, por ser transgénero. Inferninho muestra deseos de dejar todo atrás luego de ser atormentado por el espíritu de Tutuca, pero como ya se imaginarán, sus buenas intenciones se quedan en eso: intenciones. Su único hijo nace meses después de que él es asesinado.
Inferninho ofrece el mejor ejemplo de lo que le hubiera pasado a Martelo si no hubiese buscado otra forma de mejorar su vida y abandonado la favela y al mismo tiempo refleja que tuvo todas las oportunidades que Tutuca se negó a provechar para dejar su estilo de vida, pero al mantener sus deseos de venganza sólo encuentra la perdición.
El personaje más importante de la segunda parte es Pardalzinho (Gorrioncito en portugués), el único amigo de Zé Miúdo, pues es el único que puede calmarlo y evitar que cause muertes innecesarias. Aunque Pardalzinho agrede personas o incluso llega a matarlas, no llega a ser tan despiadado como Zé Miúdo. Además, tiene buenas habilidades sociales, algo que lo lleva a hacerse amigo de personas que no pertenecen al gremio criminal, como Busca-Pé. Su pareja es una joven llamada Mosca que como él tiene un mal final.
En el filme de 2002, Pardalzinho es combinado con Marisol, otro personaje de la segunda parte, para crear a Bené, un personaje más benévolo que Pardalzinho y cuyo interés amoroso es una hermosa joven -proveniente de Marisol-, Adriana, con la que quiere irse de Ciudad de Dios para llevar una vida honesta. Tanto Pardalzinho como Bené comparten la misma muerte violenta.
En la tercera parte los personajes que más se destacan son Zé Miúdo y Zé Bonito, los cuales son el contraste del otro.
Zé Miúdo (Pepe Niño en portugués) o Zé Pequenho en la vida real y en el filme de 2002, apodado de niño Inho (pequeño en portugués), sin tener muchas posibilidades de estudiar, se mete en la delincuencia, aunque más adelante se muestra que es alguien cruel y malvado, que comete las mayores atrocidades contra los habitantes de Ciudad de Dios. A pesar de ser el jefe de facto de Ciudad de Dios, no logra atraer a las mujeres, las cuales le temen y lo desprecian tanto por su aspecto -que era poco atractivo- como por el hecho de ser un delincuente. De esta manera, sólo puede estar con una mujer si le paga o si la viola. Una noche abusa sexualmente de una joven rubia y se gana el odio y el deseo de venganza de Zé Bonito, que era el prometido de ella.
Al contrario de Zé Miúdo, Zé Bonito (Pepe Bonito en portugués) y Mané Galinha en la vida real y en la película de 2002, cuyo nombre es José, tuvo todas las oportunidades de tener una vida lejos del crimen. Era instructor de artes marciales, estaba comprometido para casarse con una joven y su aspecto físico inusual (piel oscura y ojos azules) lo hacía popular entre las mujeres; de ahí su apodo. Sin embargo, la afrenta hacia la mujer con la que iba a casarse y el asesinato de su abuelo lo hacen dirigirse a la vida criminal y aliarse con Sandro Cenoura (Cenourinha) para acabar con Zé Miúdo. Al principio, trata de aplicar un código moral, pero pronto ve que eso no es posible.
Hay dos personajes que aparecen en varias de las tres partes: Busca-Pé; Ari, más conocida como Ana Flamengo y Sandro Cenoura, también llamado Cenourinha.
Busca-Pé (Cohete en portugués) es un joven cuya familia estaba entre las primeras familias que llegaron a Ciudad de Dios luego de las inundaciones de 1966 que dejaron a muchas personas sin hogar. Desde temprana edad, le gusta la fotografía e intenta trabajar en lo que encuentra para poder comprar su soñada cámara, pero esto no resulta fácil debido a la desconfianza y a la discriminación que sufrían los habitantes de Ciudad de Dios para conseguir trabajo; por lo que un día decide robar algún bus, un plan fallido. Al ver que la vida criminal no es lo suyo, prefiere seguir persiguiendo su sueño de ser fotógrafo. Es uno de los pocos personajes recurrentes que tiene un final relativamente feliz.
Ana Flamengo, cuyo nombre original es Ari, es una transgénero hermana de Inferninho. Desde temprana edad se sintió mujer, algo que le causó problemas con su Inferninho, que era un homofóbico y un transfóbico recalcitrante. Al mismo tiempo, también sufrió la persecución constante no sólo de mucha gente sino también de la policía. Su vida amorosa también es muy tormentosa, pues se menciona que su primera relación fue con un hombre que se avergonzaba de ella y quería tenerla oculta como fuera mientras que la segunda fue con un médico que abandonó a su esposa para poder estar con ella. Gracias a eso, Ana Flamengo logró salir de las calles, aunque se da a entender que con el cambio socioeconómico se hizo arrogante.
Sandro Cenoura (Zanahoria en portugués), también apodado Cenourinha (Pequeña Zanahoria), es un traficante de drogas de Ciudad de Dios. Cuando Zé Bonito sufre la maldad incontrolable de Zé Miúdo, Cenoura lo acoge como aliado para acabar con Zé Miúdo.
Cenoura está casado y tiene dos hijos, pero a diferencia de otros personajes no es abusivo ni indiferente con ellos puesto que quiere darles una buena educación para no tengan que optar por una vida criminal como él. Aun mejor, su mujer no quiere que siga en negocios ilícitos porque sabe que él sólo puede tener de dos maneras: muerto o preso. Su final es el mismo de su contraparte cinematográfica.
Uno de los temas que más trata Ciudad de Dios es la venganza. En las tres partes, este es un sentimiento que predomina, incluso más que en Cumbres borrascosas, ya que a diferencia de la novela de Brontë que muestra que esta es consecuencia de un malentendido, la violencia en la favela es germen para la misma. Algunos personajes que más se dejan dominar por la venganza son Inferninho, Zé Miúdo, Parazinho y Zé Bonito.
Zé Miúdo ya era un hombre malvado y cruel con cualquiera que se cruzara en su camino, pero cuando su único amigo Pardalzinho es asesinado por error por un traficante al que Pardalzinho hizo que Zé Miúdo le perdonara la vida, se vuelve aun más despiadado porque asume que ser piadoso no sirve de nada. Esto lo lleva a realizar sus peores crímenes y hacer una guerra contra Zé Bonito. Sin embargo, después de la muerte de Pardalzinho, Zé Miúdo hace dos actos buenos sólo porque le recuerdan a su amigo: adoptar a un perro y evitar que un niño se una a su banda, exhortándolo en su lugar a que vaya a estudiar, porque el niño le recuerda a Pardalzinho.
Parazinho sólo buscaba vengarse del hijo del asesino de su padre, que resultó ser el hijo de Inferninho. Esto demuestra que el espíritu de venganza impregnaba no sólo a las personas sino también a generaciones de varias familias.
Los casos de Inferninho y de Zé Bonito son quizá los más lamentables. Inferninho tiene todas las oportunidades para dejar Ciudad de Dios y darle una vida digna a su pareja Berenice y a su futuro hijo, pero en lugar de aprovecharlas, las desperdicia por el deseo de vengarse de un policía corrupto.
En cuanto a Zé Bonito, antes de que Zé Miúdo llegara de mala manera a su vida, tenía todas las posibilidades de ser un ejemplo de alguien que podía estar en Ciudad de Dios y no dejarse contaminar por la violencia. Sin embargo, cuando Zé Miúdo ataca a su novia y a su familia, Zé Bonito se deja cegar por la venganza y acaba viviendo para acabar con Zé Miúdo.
También hay otro tema que se manifiesta en toda Latinoamérica: la discriminación de todo tipo. Además de la homofobia y la transfobia que se muestra en el libro a través del personaje de Ari o Ana Flamengo, también hay bastante misoginia, pues algunos personajes masculinos como Tutuca y Zé Miúdo sienten un enorme desprecio por las mujeres y las consideran sólo como objetivo sexual.
Otro tipo de discriminación mostrada en la novela es la que está asociada a regiones. Si en la mayor parte de la América hispana existe todo tipo de discriminación y estereotipos regionales, en Ciudad de Dios, una novela brasileña, esto no sólo es evidente, sino que lo describen de manera cruda. Por ejemplo, los nordestinos1 son vistos con desconfianza por los locales, los cariocas2. Para estos últimos, los nordestinos no son confiables, ya que los consideran delatores. De hecho, Cabeça de Nós Todo, el policía corrupto que busca a Inferninho es del Ceará, un estado del nordeste de Brasil.
Hay que mirar en contexto el por qué de la discriminación de los habitantes del sudeste de Brasil hacia los del nordeste. Entre las décadas de 1960 y 1980 hubo una serie de sequias que afectaron a esta región y muchas personas emigraron al sudeste, una región más rica, sobre todo a ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro, en busca de empleo y, por supuesto, una vida mejor. Como era de esperar, la masiva inmigración de nordestinos no agradó a los locales, que los trataron y siguen tratándolos con prejuicio.
Dejando de lado de Cabeça de Nós Todo, hay por lo menos dos personajes nordestinos, un cearense y un paraibano3, que son blanco de fechorías por parte del Trío Ternura, por lo menos en lo que respecta a sus cónyuges. Mientras que el cearense y su esposa regresa a su estado psíquicamente rotos, el paraibano no permite que el Trío Ternura se salga con la suya en lo que respecta a su esposa.
Ciudad de Dios no es una novela sencilla de leer. A veces el narrador empieza hablando de un personaje y luego pone su foco en otro, lo que puede causar confusión en la lectura. Esto hace que la novela sea bastante densa para su longitud (tiene poco más de 400 páginas en promedio) y difícil de seguir.
Ciudad de Dios es uno de los pocos ejemplos en los que la adaptación supera al libro pues el guionista de la película, Bráulio Mantovani, hizo que la trama fuese más dinámica y fácil de entender a pesar de los saltos de tiempo. No sorprende que el guion fuese postulado a un Oscar por Mejor Guion Adaptado.
En cambio, con la novela de Lins uno se pierde en su lectura y no de buena manera y tiene muchas tramas que a menudo se dejan abiertas y se resuelven mucho más adelante, sin que uno se dé cuenta sobre qué personaje están hablando. No disfruté leerla.
NOTAS
1 Habitantes de la región Nordeste del Brasil.
2 Gentilicio para los habitantes de Rio de Janeiro.
3 Gentilicio para los habitantes del Paraíba, estado nordestino del Brasil.

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