LOS PECADOS DE INÉS DE HINOJOSA


Advertencia: para aquellos que no han leído la novela ni visto la miniserie, habrá destripes.

Para acabar con el Mes Colombiano, lo haré con una novela histórica que fue la base para una miniserie que, a pesar de sus escenas eróticas y lésbicas que generaron escándalo en una sociedad conservadora como la colombiana, también tuvo un gran éxito crítico y de audiencia al punto de ser elegida como una de las series más importantes de la historia de la televisión colombiana. Por el título ya adivinaron que la novela es Los pecados de Inés de Hinojosa del escritor tunjano Prospero Morales Pradilla, que fue publicada en 1986.

En el momento de su publicación, la novela tuvo tal popularidad que generó la ya mencionada miniserie en 1988, que ha sido retransmitida varias veces y hace parte de los archivos de Señal Colombia, la cual sobrepasó en popularidad al mismo material fuente. De hecho, muchos colombianos no recuerdan o no saben que Los pecados de Inés de Hinojosa es en realidad una novela.

Ahora bien, la miniserie empezó a adaptar la novela desde la mitad del tercer capítulo, por lo que no aparecen los primeros años de Inés de Hinojosa ni se mencionan las circunstancias de su primer matrimonio. Quizá el director y co-guionista Jorge Alí Triana consideró los primeros capítulos como irrelevantes y decidió agilizar una trama que ya es compleja y extensa de por sí.

Volviendo al punto, haré una pequeña biografía sobre el autor, Próspero Morales Pradilla, debido a que es un autor casi desconocido u olvidado tanto en nuestro país como fuera de él.

Próspero Morales Pradilla nació en Tunja el 10 de diciembre de 19201, por lo que este año se cumple el centenario de su nacimiento. Durante su vida se dedicó al periodismo, a la docencia y a la diplomacia, llegando a trabajar en los diarios más importantes del país como El Espectador y El Tiempo como columnista, jefe de redacción y jefe de corresponsales latinoamericanos. Además, trabajó en medios fuera del país como El Nacional de Caracas, la revista Visión de Nueva York y como corresponsal de la revista Semana en Santiago de Chile.

Como maestro, ejerció varias cátedras; una de literatura universal en el Liceo Andrés Bello de Caracas, de sociología americana en la Universidad de América en Bogotá y en la Universidad de la Habana. Siendo diplomático, vivió en países de América y Europa, estuvo en la Unión Soviética y Australia, siendo conferencista en varios centros culturales y universidades.

En su carrera como escritor, colaboró en el Suplemento Literario en El Tiempo, haciendo ensayos y cuentos allí (Boyacá Cultural) y fue guionista de la telenovela de 1972, La perla. Pero si en algo se destacó fueron sus cuatro novelas: Los pecados de Inés de Hinojosa, La mujer doble, Perucho y Más acá, siendo la misma importante la primera de todas, aunque la segunda también fue adaptada a la televisión. Morales Pradilla falleció el 1° de septiembre de 1990 a los 69 años.

La novela Los pecados de Inés de Hinojosa está dividida en diecinueve capítulos repartidos en tres partes. La primera parte, El bailarín, tiene siete capítulos; la segunda, que se titula El encomendero, posee ocho; mientras que la tercera y última parte, denominada El árbol, solo tiene cuatro. La novela se desarrolla en un periodo de diez años, entre 1561 y 1571, entre las ciudades venezolanas de Nueva Segovia (hoy Barquisimeto) y Carora y las colombianas de Pamplona y Tunja.

La novela trata sobre uno de los personajes más populares de la historia de Tunja, Inés de Hinojosa, que era conocida por su vida disipada y por los crímenes por los cuales se la juzgó.

La primera parte, El bailarín, trata sobre los primeros años de vida de Inés de Hinojosa, que es testigo de la inestabilidad producida por el asesinato de Pedro de Ursúa y el gobierno de Lope de Aguirre. Vemos cómo es la relación con su padre, cómo conoce a Juanita, su boda con Don Pedro de Ávila y cómo ella conoce a Jorge Voto, el cual se convertiría en su amante y ayudante en su primer crimen, cómo ambos se casan luego de trasladarse a Pamplona y por qué dejan esa ciudad para irse a Tunja. En El bailarín, nos enteramos que tanto Inés como Jorge esconden oscuros secretos y no solamente el acto que cometieron.

La segunda parte, El encomendero, muestra su estancia en Tunja, cómo el matrimonio entre Jorge e Inés, que venía mal desde Pamplona, se desmorona, cómo conocen a Don Pedro Bravo de Rivera (el encomendero homónimo), y cómo la ausencia de Jorge es aprovechada por Inés para conseguir un amante adinerado y con un gran poder en Tunja. Con el tiempo, a Inés le estorba su matrimonio con Jorge Voto y manipula a Pedro para poder librarse de su esposo.

La tercera y última parte, El árbol, nos muestra como los actos de Inés la llevan a ser sentenciada por los representantes de la Corona española, cómo acaba su historia y la de los demás.

La protagonista de la novela, Inés de Hinojosa, es mestiza pues era hija de un español y una mujer indígena, procreada de una violación. Ha estado casada dos veces: con Don Pedro de Ávila, un hacendado jugador y borracho que la sometía a malos tratos y con el que contrajo matrimonio tras ser apostada por su padre en un juego de naipes, y con Jorge Voto, un arribista maestro de música y danza. Llena de pasiones escondidas, no le importa tener relaciones íntimas con un hombre o con una mujer, aunque esta sea su propia sobrina. Esto es parte de la lucha que tiene entre su carácter indómito, que es parte de su sangre indígena, y su linaje español, que la hace tener que soportar convencionalismos sociales que ella no aprecia.

No sorprende que por ello Inés desprecie los convencionalismos sociales de su época que no desea soportar. El hecho de que deba vivir en una sociedad que siempre la discriminará por su origen (es ilegítima) y su raza (es mestiza) hacen que ella desee romper cualquier tipo de convencionalismo que la limita. Por ello, Inés es tan apasionada como despiadada y manipuladora pues cuando ella quiere librarse de una situación que no puede manejar usa a sus amantes como peones para que maten por ella, lo cual demuestra que tampoco le gusta ejecutar los crímenes que planea con sus propias manos y la sagacidad de su mente.

Juana “Juanita” de Hinojosa es ¿sobrina?, ¿prima? o ¿hermana? de Inés. A diferencia de Inés, ella tiene ascendencia española de padre y madre, pero al haber nacido en América, se la considera criolla. Cuando su padre es asesinado, es acogida por el padre de Inés y la convierte en dama de compañía de su hija, al punto de que Juanita se muda con Inés cuando se casa con su primer esposo.

A diferencia de Inés, Juanita se muestra un poco más ingenua que ella, aunque va dejando de serlo a medida que avanza la novela y se vuelve tan seductora como su parienta. Juanita no es únicamente dama de compañía de Inés, también se convierte en su amante y confidente más cercana, puesto que también es participe de los encuentros carnales de Inés, como por ejemplo formando tríos entre ambas y un hombre. No hay duda que Inés ama a Juanita y que siempre busca protegerla y favorecerla.

Juana Torralva es la fiel ama de llaves de las Hinojosa. No sólo se encarga de los oficios de la casa, sino que también es la confidente de Inés. Su fuerte temple viene de su pasado como marañona, es decir, como miembro de las fuerzas de Lope de Aguirre. Tuvo una hija, pero esta murió siendo joven, y al perderla, vuelca el cariño que hubiera sentido por su hija en su ama Inés, al punto de que esta respeta mucho la palabra de Torralva. No le da vergüenza hablar de sexo (algo muy tabú en la época) y le gusta decir vulgaridades.

Jorge Voto es un músico y bailarín español que se convierte en el segundo esposo de Inés. Al igual que ella, también es un gran seductor, pero además es un escalador social apegado al qué dirán, demostrando de esta manera su hipocresía. Ambos se conocen en Carora, cuando Inés estaba casada con su primer marido, don Pedro de Ávila, y de inmediato ambos se convirtieron en amantes. Cuando él parte de Carora, llama a Inés para lo acompañe a Pamplona y se casen allí apenas ella termine de liquidar los compromisos de su primer esposo.

Ya en Pamplona, ambos contraen matrimonio pero su flechazo resulta ser fugaz. Jorge no soporta la manera poco refinada de ser de Inés y a ella no le gusta el carácter presuntuoso e hipócrita de él. Luego de una estrategia que salió mal, Jorge propone que todos se trasladen a Tunja para volver a empezar con su academia de danza, pero las cosas no salen bien para él.

Pedro Bravo de Rivera es el encomendero de Chivatá y el segundo amante de Inés. Desde el primer momento en que ve a Inés, se siente atraído por ella e Inés le corresponde. Cuando ella se muda al lado de su casa, ambos se convierten en amantes aprovechando las ausencias de Jorge Voto. Es a él a quien Inés acude para hablar mal de Jorge Voto, manipulándolo y haciéndole creer que su esposo la maltrata, cosa que Bravo de Rivera cree enseguida y lo motiva para sacar de en medio a Jorge Voto.

Pedro de Hungría es el sacristán de Carora y luego de Tunja. Cuando era joven, perteneció a las fuerzas de Lope de Aguirre y de alguna manera logró evitar ser ajusticiado por ello. Luego de ello, se convirtió en sacristán, pero ni estando en esa posición dejo sus costumbres libidinosas. Siendo un personaje intrigante y manipulador, siempre busca el momento perfecto para poder acabar con Jorge Voto, a quien desprecia desde que se conocieron en Carora.

Pedro de Ávila es el primer marido de Inés, a la cual obtuvo cuando el padre de esta perdió una partida de cartas. Siempre la sometió a azotes y a abusos sexuales, además de beber y jugar. Pronto no solo se conforma con maltratar a Inés, sino que también abusa de Juanita. Debido a esto y tan pronto conoce a Jorge Voto, a Inés solo se le ocurre una solución para evitar más abuso en contra de Juanita y en contra de ella misma.

Hernán Bravo de Rivera es el hermano ilegitimo de Pedro Bravo de Rivera. Al ser mestizo, es muy discriminado, sobre todo por su hermano, el cual lo llaman de manera condescendiente Hernancillo y con frecuencia lo llama imbécil. Es una persona temerosa y cobarde. Aunque no está de acuerdo con lo que hacen los dos Pedros, tampoco tiene el carácter para impedirlo.

La novela Los pecados de Inés de Hinojosa trata temas como la infidelidad, el lesbianismo y la doble moral social. La infidelidad es un tema constante en la novela pues se ve que los personajes principales siempre están engañando a sus parejas. En el caso de Inés, ella engaña a su primer esposo, Pedro de Ávila, con Jorge Voto, su futuro segundo esposo, y luego a este lo engaña con Pedro Bravo de Rivera, sin importarle nada. Jorge Voto tampoco es un hombre que respeta sus votos matrimoniales, pues no le importa engañar a Inés con varias mujeres, algo de lo que ella está consciente.

Las actitudes de Inés y Jorge deben ser analizadas bajo el ojo de la época. Los matrimonios de las clases media y alta europeos de ese tiempo eran realizados por conveniencia social, económica y reproductiva, pues sabemos que las razones por las que estos matrimonios se realizaban eran para preservar la fortuna, las costumbres, la “buena sangre” y tener descendencia que heredara lo anterior. Una vez que se cumplía con el deber principal –tener hijos–, el hombre y la mujer podían vivir su sexualidad como quisieran, cada uno por su lado.

Pero en el sistema colonial español, la sociedad era mucho más conservadora. Allí, la mujer siempre debía mantenerse inmaculada y casta mientras que el hombre sí podía vivir su sexualidad cómo quisiera, lo cual es una muestra de doble moral, independiente de sí tenían hijos o no. Es obvio que Inés no acepta ni puede cumplir con los convencionalismos sociales de su tiempo porque también sabe que, aunque se comporte como se esperaría de una mujer de su sociedad, su origen mestizo siempre será una traba para recibir la aceptación de las demás mujeres. Por ello, prefiere dejar que sea el sexo el que gobierne su vida y vivirlo de acuerdo con sus propios términos, aunque esto la lleve a la perdición.

Esto también es a lo que concluyen los habitantes llanos de Tunja, como se ve al final de la novela, cuando apoyan a Inés, a pesar del crimen que cometió, y la llaman “la única mujer de verdad en Tunja” (Morales Pradilla, p. 692), por atreverse a vivir su sexualidad como ella quiso, como una enorme ironía, pues la elite tunjana, dominada por españoles y a la que ella pertenecía y no pertenecía al mismo tiempo, fue la que la condenó pero el pueblo, que tenía más variedad étnica, la defendió.

No solo ella tiene relaciones sexuales con hombres, mantiene una relación lésbica e incestuosa con Juanita, cuyo parentesco no era claro, pero se sabía que ambas eran cercanas. Ambas se untan con los bálsamos de Carora y se masajean a sí mismas en escenas que muestran acercamiento sexual entre ellas, además de que compartir las mismas parejas sexuales de Inés. Esta última siempre favorece y protege a Juanita.

Los pecados de Inés de Hinojosa puede ser comparada con La tejedora de coronas, otra novela histórica colombiana, ya que ambas hacen muchas referencias a la época. En el caso de Inés de Hinojosa, se pueden destacar la lucha de la Iglesia Católica para mantener su hegemonía ante la Reforma de Martín Lutero, la travesía de Lope de Aguirre y su crimen contra Pedro de Ursúa, al cual ya analicé en dos novelas, la rivalidad entre Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra, etc. También se hace referencia a la literatura pues en la novela aparece el escritor Juan de Castellanos, un personaje también recurrente en la trilogía La conquista de la Amazonía, y se hablan sobre las novelas La Celestina y El lazarillo de Tormes, que en los primeros años del Nuevo Reino de Granada eran una novedad, a pesar de que la segunda estaba condenada por la Inquisición en esa época2.

Además, ambas novelas fueron publicadas en la década de 1980, un periodo trágico y difícil en la historia de Colombia, pero que también contrastan con la obra de Gabriel García Márquez, que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982. Tanto La tejedora de coronas como Los pecados de Inés de Hinojosa se basan en la Colonia, que en esa época era poco estudiada en la literatura latinoamericana, y ambas mostraron cómo la mujer trataba de vivir su sexualidad a pesar de la hipocresía de la sociedad de la época.

Sin embargo, donde La tejedora de coronas está llena de ciencia, evolución personal y amor, Los pecados de Inés de Hinojosa es su similar y su opuesta al mismo tiempo: el amor no existe, solo el placer; la superstición está más presente en una tierra en la que la ciencia no lo está y vemos cómo una mujer debe luchar con la doble identidad étnica con la que nació en una sociedad conservadora y que en vez de usar sus habilidades en algo provechoso lo hace para lograr sus propósitos egoístas.

Para mí, Los pecados de Inés de Hinojosa es una joya oculta de la literatura colombiana que debería ser más popular y merece una justa reedición, no solo por el centenario de su autor, sino porque es una novela fascinante y capaz de mantener su ritmo y la atención, a pesar de su longitud. Si quieren una novela histórica con tintes eróticos, esta llamará su atención. Si no logran encontrarla, les recomiendo ver la miniserie, la cual se encuentra en la plataforma de RTVC y además está siendo retransmitida por Señal Colombia, porque a pesar de que no adapta el comienzo, es textualmente fiel a la novela. No se arrepentirán, se los aseguro.

Con esta sorpresa, termino el Mes Colombiano. No fue un mes sencillo debido a la complejidad de varias novelas, más por la forma que por el contenido. Sin embargo, en general mostraron como dejarse llevar por los instintos solo conduce a desgracias y exploraron la idiosincrasia de las distintas regiones de Colombia. Espero que las novelas del próximo año puedan igualar o superar a las de este año. Hasta luego y gracias.

 

BIBLIOGRAFÍA

Boyacá Cultural. Próspero Morales Pradilla: Disponible en: http://www.boyacacultural.com/index.php?option=com_content&view=article&id=918&Itemid=55 Consultado el 6 de agosto de 2020.

Morales Pradilla, P. Los pecados de Inés de Hinojosa.

NOTAS

1 De acuerdo con un twit de su hijo, Antonio Morales Riveira, esta es su fecha de nacimiento.

2 La Celestina también sería condenada por la Inquisición, pero en una fecha posterior a 1571, el año en que se desarrolla la historia de Inés de Hinojosa.

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