MALAS MADRES DE LA LITERATURA
Advertencia: para los que no han
leído alguna de las entradas u obras, habrá destripes (spoilers).
Sabemos que la conexión más grande que un ser
humano puede sentir es con su madre. Desde el vientre, la madre le brinda amor,
dedicación y estímulo. Es el ser que nos trae el mundo.
Sin embargo, a veces la conexión entre madre e
hijo no existe y se convierte más en un problema cuando la madre decide seguir
sus deseos egoístas en detrimento de sus hijos. A veces, pueden creer que lo
hacen por proteger, pero no siempre es así. Suelen ver a sus hijos como un
obstáculo para su vida e intentan hacer lo posible para ignorarlos e incluso
recurrir al abuso.
Temo decirles que ese el tema de esta semana y
el que concluye el Mes de la Madre: las malas madres de la literatura. Madres
que son negligentes, indiferentes o simplemente abusivas. Como siempre,
empezaré con las madres que ha analizado desde el inicio del blog, hace casi
cinco años, hasta las más recientes y luego responderé si sus acciones se
justifican.
Sin más que decir, que comience el despotrique.
FERNANDA DEL CARPIO
Obra: Cien años de soledad.
Madre de: José Arcadio, Renata Remedios “Meme”
y Amaranta Ursula Buendia del Carpio.
La esposa de Aureliano Segundo vive con el
resentimiento de haber abandonado su hogar en el páramo y de saber que su
esposo se casó con ella fascinado por su belleza, pero sin amarla de verdad. El
amor de él siempre fue su concubina Petra Cotes.
García Márquez retrató en Fernanda del Carpio
el estereotipo del cachaco: dominante, fanático religioso, hipócrita y
traicionero. Con Ursula ciega y senil y Aureliano Segundo ausente gran parte
del tiempo, demuestra su lado dominante al llegar al hogar Buendia, imponer
hábitos como comer reunidos en la mesa a horas exactas y rezar el rosario antes
de la comida y decidir por los demás.
Como madre de sus hijas -no tanto de su hijo
puesto que este fue criado por Ursula y Amaranta- se muestra controladora y
prejuiciosa pues aunque acepta a regañadientes que Meme se relacione con la
gente de la compañía bananera le prohíbe a su hija todo contacto con Petra
Cotes y con Mauricio Babilonia, el amante de Meme; lo que provoca que la joven
se rebele contra su madre de forma drástica y todos sabemos cómo termina Meme
en las manos desalmadas de Fernanda.
En cuanto a Amaranta Ursula, desde el principio
se opone a que la niña se vaya a estudiar a Bruselas y sólo el cura del pueblo
la tranquiliza al mostrarle los medios que garantizarían el buen comportamiento
de Amaranta Ursula. El hecho de que la niña rechazara la bacinilla de su madre muestra
su deseo de desprenderse del legado de su madre. Considerando la actitud
optimista y vivaracha que muestra Amaranta Ursula al regresar al hogar y de
haber estado viva Fernanda, es muy probable que esta no hubiese reaccionado
bien al ver la actitud de su hija menor.
¿Es justificable el comportamiento de Fernanda?
Uno pensaría que es una madre estricta que busca el bien de sus hijas y en
cierta forma lo es, pero lo hace de manera extremista y prejuiciosa porque ella
piensa que sus hijas no deberían relacionarse con personas que no son de su
condición social o económica. Además, tiene el concepto de que los hijos deben
acatar todo lo que dicen sus padres y obedecerlos, algo que había vivido con
sus padres y sabía que había terminado mal, pero en lugar de mostrarse más
abierta con ellas se muestra impositiva y dominante en su crianza. No duda en
desterrar a sus hijos de la familia si siente que la han decepcionado.
UNDINE SPRAGG
Mujer con collar de perlas de Mary Cassatt. Pienso que esta pintura es la que mejor representa a Undine, a pesar de que no va con la época en la que se ambienta. Por desgracia, no hay una sola adaptación de esta novela en ningún medio: cine, televisión y streaming.
Obra: Las costumbres nacionales.
Madre de: Paul Marvell.
Para Undine, la maternidad es un estorbo en su
estilo de vida lleno de compras, fiestas y reuniones sociales. Ella no se
siente culpable de dejar a su hijo a cargo de otras personas porque ella
prefiere pasar su tiempo siendo anfitriona, comprando y yendo a eventos. De
hecho, muchos personajes le critican su poca atención hacia su hijo.
El pequeño Paul crece viendo a su madre
casándose con rapidez y divorciándose con la misma velocidad y sabiendo que
cuando él empiece a encariñarse con alguna figura paterna, tarde o temprano su
madre la dejará porque es una mujer que cuando no está contenta con su vida
busca a otro marido que le pueda proporcionar las ambiciones que ella posee. El
final ambiguo que la novela ofrece nos muestra que Undine podría buscar la
forma de ser esposa de embajador o saber que, aunque podría buscar casarse con
un embajador su pasado como mujer divorciada le anulará el camino de gozar de
las mieles que ofrece la diplomacia. Cualquiera de las dos opciones sería
negativo para el ya solitario Paul.
¿Se puede justificar la manera de actuar de
Undine como madre? Sí. Ella fue criada para ser una mujer de la alta sociedad
de su tiempo y estas mujeres por lo general asignaban a niñeras o institutrices
la crianza de sus hijos. Y ese el proceder de Undine: dejar que otras personas
se ocupen de su hijo mientras ella se divierte.
BERNARDA ALBA
Obra: La casa de Bernarda Alba.
Madre de: Angustias, Magdalena, Amelia,
Martirio y Adela.
Bernarda es una doble viuda apegada a los
convencionalismos sociales y quiere que sus cinco hijas acaten sus órdenes.
Autoritaria, clasista y abusiva, no permite que sus hijas se rebelen en contra
suya llegando a golpearlas como se ve cuando disciplina a Angustias
y a Martirio. Tampoco les permite relacionarse con hombres porque considera que
ningún hombre del pueblo está a su altura, salvo Pepe el Romano.
Las cinco hijas de Bernarda son un gran ejemplo
de lo que pasa cuando un padre cría a sus hijos de manera represiva. Ellas se
muestran bien portadas a los ojos de su madre, pero cuando esta está fuera de
escena es cuando ellas se portan tal y como son y se ve cómo el noviazgo y
compromiso de Angustias provoca celos entre ellas, en especial Martirio y Adela,
las dos menores. Se hace obvio que Bernarda no conoce a sus hijas y en cambio
su ama de llaves si puede percibir los anhelos y las frustraciones de ellas.
El tercer acto muestra como los celos y el
resentimiento entre las hermanas estallan ante su madre cuando se descubre la
verdadera relación entre Adela y Pepe, como esto desata la tragedia y como al
final Bernarda mantiene su poder en el hogar, porque ahora es claro que ninguna
de sus hijas podrá librarse de su madre mientras viva.
¿Es justificable la manera de actuar de
Bernarda? En su tiempo, el castigo corporal estaba bien visto incluso si los
hijos ya eran adultos. Estaba bien disciplinarlos de esa forma, aun más en el
sur de España donde se desarrolla la historia. Sin embargo, el intento de
imponer de Bernarda su autoridad a sus hijas por encima de sus deseos hace que
al final se rebelan de forma dramática y las cosas acaben mal.
PANCHITA LUZARDO DE BARQUERO
Obra: Doña Bárbara.
Madre de: Lorenzo Barquero.
Manipuladora y vengativa, Panchita haría
cualquier cosa por mantener las tierras que le pertenecen por herencia de su
padre. Siendo dueña de La Barquereña junto a su esposo Sebastián Barquero, vio
e instigó la guerra entre Luzardos y Barqueros.
Cuando su esposo es asesinado por su propio
hermano José Luzardo, Panchita necesita ayuda para manejar la finca, pero
también para continuar la guerra entre Luzardos y Barqueros y manda llamar a su
hijo Lorenzo, que vivía en Caracas y estaba pasando por un periodo de
resentimiento y dejadez, quizá causado por el asesinato de su padre. Junto a su
hijo, instiga una disputa entre José y su hijo mayor Félix por la Guerra
Hispano-Estadounidense en la que padre e hijo estaban de lados distintos y al
final terminan provocando la muerte de ambos.
Sin embargo, ella falleció dejando a Lorenzo en
el aíre y presa de una mujer llena de venganza y misandria como lo es Bárbara. Es
claro que Panchita era diestra para la manipulación, pero no para instruirle
perspicacia a su hijo.
MADRE CORAJE
Obra: Madre Coraje y sus hijos.
Madre de: Eilif, Feios “Requesón” y Catalina.
Anna Fierling, más conocida como Madre Coraje, es
madre de tres hijos, todos hijos de diferentes padres y es vendedora itinerante
de mercancías en medio de la Guerra de los Treinta Años. Conforme avanza la
obra, va a perdiendo a sus hijos y nos damos cuenta de lo oportunista y
acomodada que es, en particular cuando muere Requesón. Al final, sigue su
camino porque vender es su modo de vida y es lo único que le queda luego de la muerte
de sus tres hijos.
A pesar de su mensaje antiguerra, Madre Coraje
es uno de los personajes por los que menos siento simpatía. Aunque parece un
personaje que no le molesta luchar ante la adversidad, en realidad no es una
buena persona ni tampoco una buena madre. Su deseo de mantener su negocio a
toda costa al final acaba por hacerle perder a sus hijos, pero a ella no le
importa ya no tener hijos: sólo seguir vendiendo.
Al releer la entrada y buscar sobre la obra de
teatro, me he dado cuenta de que muchos ven a Madre Coraje como una mujer que
sigue adelante si importar las circunstancias que la rodeen, lo cual no era la
idea de Brecht. Él quería que la gente entendiera que el oportunismo y la
codicia de Madre Coraje la llevó a perder a todos sus hijos. Puedo decir que a
pesar de las dificultades que me costó leer la obra, entendí el mensaje que
Brecht quiso plasmar.
¿Se justifica el actuar de Madre Coraje como
madre? No, de ninguna manera. Pensar
que una guerra es el mejor lugar para obtener beneficios económicos no sólo es
algo erróneo sino trágico puesto que puedes terminar perdiendo lo que más amas
en tu vida. Ahora bien, si quieres tener éxito en los negocios o cualquier otra
cosa, es mejor no tener hijos porque si no se les da la supervisión y el cariño
que se merecen, ellos serán los que sufran las consecuencias, algo que Madre
Coraje no entendió y no le importó.
SUSAN VERNON
Kate Beckinsale como Lady Susan en el filme de 2010 Love and Freindship.
Obra: Lady Susan.
Madre de: Frederica Vernon.
Lady Susan es una mujer que tras la muerte de su esposo busca la forma de
recuperar el estilo de vida que perdió. Debido a que por su edad sería difícil
volverse a casar (tenía 35 años), decide que es mejor casar a su hija Frederica,
de 16 años, con un hombre por dinero. No siente afecto por su hija a la que
considera estúpida y terca, aunque ese
es su punto de vista porque Frederica es muy distinta: madura, dulce e
inteligente, aunque tímida.
Sin embargo y a pesar de haber concertado el
matrimonio de su hija, Lady Susan no
está satisfecha y también busca casarse otra vez, pero ella prefiere buscar un
hombre más joven que ella para disfrutar de su fortuna y poder manipularlo a su
antojo. Por eso, busca casarse con alguno de sus dos pretendientes, su pariente
político Reginald de Courcy y el señor Manwaring, un hombre casado. Es obvio
que no le molesta seducir a un hombre casado y buscar casarse con él mientras intenta
forzar a su hija a casarse con alguien que no le interesa.
Con el tiempo su plan se echa al traste, pero
al final se sale con la suya al casarse con un hombre rico y volver a tener la vida
que tenía antes de la muerte de su primer marido.
¿Es justificable el comportamiento de Lady Susan? En cierta forma. En su
tiempo, los matrimonios solían ser concertados y era común casar jovencitas con
hombres mayores que ellas, aunque en realidad Sir James era sólo unos cuantos
años mayor que Frederica. Lo que no era habitual era que una mujer que se
acercaba a los cuarenta años se casara con alguien menor que ella.
No obstante, Austen se encarga de mostrarnos lo
malo que es ese tipo de actitudes a través de la manipuladora y egoísta madre
Susan Vernon. Ella no busca casar a su hija para que esta tenga un hogar y un
esposo sino por puro interés material y por su manera de actuar como madre, es
evidente que ve a Frederica como una amenaza y una competidora.
Por otro lado, ella se permite tener noviazgos
con dos hombres menores, lo cual es bastante hipócrita de su parte. Pero el
error más grande de su crianza como madre fue su incapacidad para entender los
sentimientos de Frederica y que no previó que la joven se rebelaría en su
contra. Se puede intuir que su plan de casar a su hija no resultó, aunque no
significa que no se haya salido con la suya.
BERNARDA CABRERA
Margarita Rosa de Francisco como Bernarda Cabrera en la adaptación de 2009. Un ejemplo de atractivo adaptacional porque Bernarda es descrita como gorda y deteriorada.
Obra: Del amor y otros demonios.
Madre de: Sierva María de Todos los Ángeles.
Es quizá de las madres que menos sienten amor
por su prole y de las más desatentas. Aunque como ya dije antes era común que
una mujer de su posición dejara en manos de alguna niñera o institutriz el
cuidado de sus hijos, a veces la madre solía reunirse con ellos en algún
momento del día. Bernarda no hacía ninguna de esas cosas y de hecho pasaba la
mayor parte del tiempo dedicada a su amante.
¿Por qué su manera de actuar? Bernarda era una
mujer arribista, que sólo buscaba un hombre con título y dinero para vivir de
manera cómoda y sólo podía lograrlo mediante el sexo, al cual es adicta. Para
ella, tener un hijo es lo de menos por lo que no sólo no sentía conexión con su
única hija, sino que le temía y le envió a vivir con los esclavos de la familia.
En ningún momento desde el nacimiento hasta la
mordida de perro mostró interés por su hija y ni siquiera le importa si muere;
sólo quiere dedicarse a su libertino estilo de vida y nada más. Me recuerda a
Undine Spragg con la diferencia que, pese a ser frívola, Undine tiene cierto
grado de moral puesto que al menos le permite a su hijo tener la mejor
educación y aunque no se preocupa por él, procura que otros que aprecian al
niño se lo demuestren. El desinterés de Bernarda hace que Sierva María adopte
la cultura africana y en cambio rechace la de los criollos, que se supone es la
suya por nacimiento.
ROSINE KAMPF
Obra: El baile.
Madre de: Antoinette Kampf.
Rosine Kampf es una nueva rica arribista que
busca que la alta sociedad de París los reconozca a ella y a su familia como
parte de ellos y al mismo tiempo no sólo descuida a su hija y la trata de
manera indiferente y áspera.
Al parecer cuando era Antoinette era pequeña,
Rosine era una madre cariñosa que devolvía las muestras de afecto de su hija,
pero cuando la situación económica y social de la familia mejora adquirió un
carácter arrogante, arribista y frío con los suyos sobre todo con Antoinette, a
la que le prohíbe asistir al baile que ella va a organizar.
Rosine comete dos errores bastante graves. El
primero, que no entiende que por más grande que sea su fortuna siempre se los
considerará poca cosa porque para la clase alta pesa más el de dónde vienes que
cuánto tienes o como dicen en un episodio de la serie animada El siguiente
programa: “la cuestión no es de plata, también es de cuna”. Es decir, no
entiende que incluso entre los ricos hay clasismo. No es de extrañar que yo
considero que esta novela corta es un retrato y una crítica tanto al arribismo
como al clasismo.
El segundo fue no vigilar lo suficiente a
Antoinette o por lo menos permitir que acompañase a su institutriz a enviar las
invitaciones. No entraré en detalles, pero ya se imaginarán qué fue lo que
pasó.
¿Es justificable el comportamiento de Rosine
como madre? Bueno, ella se comporta como una mujer de su tiempo. Una madre
debía de ser estricta con sus hijos (cuando le recuerda a Antoinette a qué edad
se debuta en la sociedad) y si era de buena posición económica, es obvio que
también tenía que cumplir con sus deberes de anfitriona y organizadora de
eventos.
Sin embargo, de ninguna manera se puede justificar
su manera de tratar a Antoinette en cuanto a las muestras de cariño. Ojo, esto
no quiere decir que necesariamente una madre que no hace gestos de cariño sea una
mala madre. Un ejemplo es la madre de Scarlett O’Hara, Ellen.
Aunque Ellen no era una persona que demostrara
sus emociones hacia sus hijas, estaba pendiente de su educación y les enseñaba
cómo una mujer de su tiempo debía comportarse ante los hombres y valores como
el amor al prójimo y la abnegación; todo en conjunto con su ama Mammy. El
estilo de las dos difería pues mientras Mammy enseñaba de manera crítica y no
era tímida a la hora de dar su opinión, Ellen lo hacía con paciencia y amor.
Rosine es más del estilo de Mammy, pero de
forma más ordinaria y fría y de ninguna manera muestra paciencia o deseos de
estar más cerca de Antoinette ya que siempre la aparta cuando esta trata de
tocar su cabeza o abrazarla. Su falta de empatía hacia su hija no es algo que
se pueda entender.
MAMÁ ELENA
Regina Torné en la adaptación de 1992.
Obra: Como agua para chocolate.
Madre de: Gertrudis, Rosaura y Josefita “Tita” De la Garza.
Mamá Elena se asemeja a Bernarda Alba, una
madre que se queda a cargo de sus hijas sola. Como Bernarda Alba, también
tiende a ser estricta en extremo al punto que sólo permite que sus hijas la
llamen mami y no mamá.
Tita, su hija menor, es la que recibe peor
trato, siendo victima de sus palizas por su negativa a seguir la tradición
familiar que indica que la hija menor debe cuidar de su madre hasta que esta
fallezca.
A pesar de las excelentes habilidades
culinarias de Tita, Mamá Elena no se inmuta ante ellas e incluso considera que
su hija ni siquiera saber cocinar al punto de que su desconfianza hacia Tita es
la causa de su muerte. Cuando muere se descubren unas cartas que revelan mucho
más de Mamá Elena. Ni siquiera después de muerta puede dejar de atormentar a
Tita y sus interacciones muestran lo hipócrita que es.
¿Se justifica la manera de actuar como madre
por parte de Mamá Elena? Bueno, hay que entenderlo desde la época. La familia
De la Garza vivía en una ciudad cercana a la frontera con los Estados Unidos y
se encontraban en los albores de la Revolución Mexicana, un periodo clave en la
historia mexicana por sus cambios de gobierno continuos y su conflicto armado.
Ante dicha situación, Mamá Elena sentía la necesidad de proteger a sus hijas
tanto como pudiera incluso aplicando el castigo corporal, el cual era aceptable
para su tiempo como ya mencioné antes.
Sin embargo, la necesidad de esconder un
secreto mientras recrimina a Tita por su amor la convierte en una hipócrita. Para
ella, sus hijas deberían de ser mujeres decentes, pero ella misma tuvo una
pasión similar a la Tita y en lugar de comprenderla la juzga y la maltrata por
ello.
Como pueden ver, si algo se puede aprender de
las madres que mencioné es luchar lo suficiente por sus hijos; actuar de
acuerdo con sus deseos, no por imposición y darles la supervisión que se
merecen. Esas tres cosas son esenciales para una madre o un padre.
De esta manera, terminó el Mes de la Madre. Aunque
no fue un mes muy animado ya que muchas de las lecturas que escogí me
decepcionaron, repasar sobre las madres me ayudó a replantear el punto de cada
una. Espero que el próximo año el Mes sea algo mejor.
Desde luego hay muchas MADRASTRAS malvadas en la literatura, pero veo que el tema de la MADRE dañina también tiene sus representantes. Muy interesante
ResponderEliminarCuando hice esa entrada, pensé que sería más interesante analizar malas madres que malas madrastras ya que, en teoría, el vínculo entre esta y un hijo sería más fuerte. Pero no siempre es así. Saludos.
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