ESO NO PUEDE PASAR AQUÍ


Esta es una entrada que me genera sentimientos encontrados. Por un lado, hacía un tiempo que quería leer esta novela; por otra parte, las circunstancias actuales han ocasionado que me sienta más ansiosa de lo habitual, pero aquí está el análisis de Eso no puede pasar aquí de Sinclair Lewis, publicada en 1935, por lo que este año se cumplen los 90 años de la aparición de esta novela.

Eso no puede pasar aquí se divide en 38 capítulos y nos muestra la lucha de Doremus Jessup, el editor de un periódico, contra el presidente Berzelius «Buzz» Windrip, que ha convertido al país en un opresivo estado fascista. La historia se desarrolla en el ficticio pueblo de Fort Beulah, en el estado de Vermont entre 1936 y 1938.

Doremus «Dormouse» Jessup es el protagonista. Es el editor del Informer, un satírico periódico local, padre de tres hijos y abuelo de un nieto. Es de los primeros en darse cuenta de lo peligrosa que sería una presidencia de Buzz Windrip, por lo que usa su posición como plataforma para la oposición hacia Windrip así su libertad y su integridad física estén en constante peligro. A pesar de que ser un hombre que cree en la justicia, en los derechos humanos y en la democracia, le es infiel a su esposa con la tabernera Lorinda Pike.

Cuando ve que el régimen de Windrip empieza a aniquilar todo lo que incluye a su yerno, su biblioteca personal e incluso su trabajo en el Informer, decide que no se quedará de brazos cruzados y conforma un grupo de resistencia llamado Nuevo Movimiento Clandestino (NMC), en el que se dedica a publicar pasquines anti-Windrip. Es capturado y encarcelado, en donde un tiempo se reencuentra con su futuro yerno. Pese a todo, en la cárcel su oposición al régimen corporativo se incrementa y los guardias se llevan bien con él, al punto de hacer parte de su plan de fuga. Como fugitivo, Doremus siente que su misión sigue siendo que haya justicia, libertad y democracia en Estados Unidos, por lo que no durará en lograrlo.

Berzelius «Buzz» Windrip es el candidato demócrata y posteriormente presidente de los Estados Unidos. Para crear a este personaje, Lewis se inspiró en políticos como William Dudley Pelley, Gerald Burton Winrod, pero sobre todo en el antiguo gobernador y senador Huey Long, al cual mencioné muy brevemente en mi entrada sobre Un tranvía llamado Deseo y del cual hablaré más adelante. Windrip es mostrado como un hombre anticomunista, racista, misógino y antisemita que cree que Estados Unidos debe volver a las tradiciones, a la exaltación de la cultura anglosajona y a ser un país orgulloso de sí mismo.

Entre las acciones que realizan, las cuales están contempladas en Los quince puntos de la victoria para los Hombres Olvidados, están:

  • Todas las finanzas del país serán manejadas por un Banco Central Federal, el cual sería dirigido por una junta designada por el presidente y solo este ente se encargará de manejar las finanzas de la nación, sin tener que recurrir al Congreso. Posteriormente, las empresas de recursos económicos, servicios públicos y medios de comunicación serían nacionalizadas.
  • Recibir poderes extraordinarios, limitar las funciones del Congreso de los Estados Unidos al punto de dejarlos únicamente con un rol asesor y que la Suprema Corte no tenga poder de bloquear cualquier ley o decreto que él expida. Los congresistas que se opusieron a esta medida fueron arrestados y los jueces más liberales renunciaron para evitar represalias.
  • Convertir los entonces 48 estados en 8 provincias sin tener en cuenta los contextos geográficos, históricos y culturales, algo que trajo descontento en zonas como Virginia y el sur de California.
  • Reemplazo de el Día del Trabajo por el Día de la Lealtad.
  • Disolución de todos los partidos políticos para crear uno solo: el Partido Político Americano del Estado Corporativo, idea basada en el estilo corporativo italiano. Cualquiera que no perteneciera a dicho partido no tendría ningún tipo de posibilidad de obtener un empleo. De esta manera, las organizaciones laborales se convirtieron en consorcios y corporaciones subordinadas al Consejo Nacional de Corporaciones, el cual está a disposición del presidente. Los miembros del partido son llamados de manera despectiva «corpos».
  • Prohibición de las huelgas y los cierres patronales.
  • Planes sociales como un ingreso básico de USD$5.000, ingresos anuales limitados a USD$500.000 y fortunas personales limitadas a USD$3.000.000. Cualquier ingreso o fortuna que exceda este monto será confiscado por el Gobierno Federal y será usado en ayuda humanitaria o en gastos administrativos.
  • División de las profesiones en seis clases: agricultura; industria; comercio; transporte y comunicaciones; banca, seguros e inversión; y un grupo en el que se amalgaman las artes, las ciencias y la docencia.
  • Persecución a afroestadounidenses, a judíos y a socialistas.
  • Fomentar que las mujeres dejen el mercado laboral para que asuman el rol tradicional de esposa y madre, a menos que se dediquen a las llamadas «profesiones femeninas» (enfermería, cosmetología), las cuales pueden seguir ejerciéndolas.
  • Supresión en la enseñanza escolar de autores y teorías posteriores a 1500 y 1800 en lo que respecta a literatura, fuera de William Shakespeare y John Milton. Fomento de una educación más acorde a los ideales corporativos, libre de los elementos tradicionales, considerados como «esnob».

Sin embargo y a pesar de que la propaganda lo presenta como un hombre fuerte y como un patriarca para la población, en realidad Windrip era una persona de gustos sencillos. Vivía en la suite de un hotel en lugar de la Casa Blanca, que consideraba excesiva para su gusto y un blanco fácil para las manifestaciones de sus opositores. Solo tenía contacto con su mujer una vez por semana y allí en el hotel se reunía con sus ministros. Los pasajes en los que Windrip está en su suite muestran un lado solitario y timorato de su personalidad.

De a poco, el lector se da cuenta de que Windrip no tiene tanto interés en el poder como él pensaba que tendría, siendo la típica persona que una vez se hace con el poder, no tiene idea de qué hacer con él. Empezó a mostrar desagrado ante las propuestas expansionistas de Sarason, prefiriendo una política exterior más cautelosa por temor que algo más precipitado sea contraproducente para el gobierno. Cuando tenía que tomar decisiones, se limitaba a decir sí o no. Y se opone a la ejecución de personas que le agradan, aunque no estén de acuerdo con él y su gobierno. Esto motiva a Sarason a sacarlo del poder.

En resumen, Berzelius «Buzz» Windrip es una figura de dos caras: una pública, correspondiente a un hombre de palabra, fuerte con sus opositores y suave con sus partidarios, una visión fomentada por la propaganda corpo. También está la privada, enfocada en su suite de hotel, en donde bebe y juega póker tanto con partidarios como con opositores, una cara que Sarason y Macgoblin quieren ocultar tanto como pueden, hasta que se dan cuenta de que Windrip no es el hombre que ellos quieren al frente del país y por eso no dudan en traicionarlo.

¿En qué sentido se parece a Huey Long? Los dos tienen orígenes similares, nacido en una parroquia1 en un estado sureño, la cual fue bastión de movimientos políticos más alineados al populismo que al típico bipartidismo nacional, buenos estudiantes pero indisciplinados, acudieron a la universidad con mucho esfuerzo (con Long estudiando fallidamente en una universidad baptista del sur antes de concluir sus estudios en una universidad laica mientras que Windrip se graduó de una escuela baptista), ejerciendo una política de obras públicas y medidas sociales, económicas y educativas en beneficio de las capas sociales más desfavorecidas y del sector público, actuando con el estilo de un vendedor ambulante (habiendo sido Long uno) y controlando la política estatal sin importar lo autoritaria que era su manera de actuar (Long como gobernador, Windrip como legislador).

Lorinda Pike es la amante de Doremus desde hace veinticinco años. A diferencia de Emma y al haber sido una activista feminista, Lorinda es una mujer con un gran sentido de la justicia, cree en los derechos de la mujer y es inteligente, al punto de que ella es capaz de debatir con Doremus, que la compara con el vino. Es dueña de la taberna y hotel de Fort Beulah, negocio que le es arrebatado a manos del gobierno de Windrip y entregado a un corpo, relegándola a la cocina. Pero esto no derriba su espíritu, pues imparte clases de cocina a las campesinas de los alrededores y de vez en cuando puede dirigir su negocio.

Cuando Doremus decide crear el NMC, Lorinda se une a él, deja su taberna y se convierte en ama de llaves de Buck, algo que le permite estar más tiempo con el hombre que ama. Luego de que Doremus es encarcelado, ella se va a trabajar en un salón de té. Con el tiempo, logra idear un plan para que Doremus escape.

Oscar «Shad» Ledue es un hombre amargado y perezoso, que trabajaba como jardinero de los Jessup, pero es un hombre ambicioso y de ideales conservadores, que ve en Windrip a alguien que puede ofrecer oportunidades a hombres como él. Y, efectivamente, se inscriben en los Minute Men, en los que progresa rápidamente, llegando a convertirse en comisario del norte de Vermont.

Como Shad siempre ha detestado a Doremus, hace lo posible para que la familia viva un infierno como destruir la biblioteca personal de Doremus y encarcelarlo tanto a él como al prometido de Sissy, por la que Shad siente lujuria, la cual terminaría siendo su caída, pues ella usa la obsesión que él tiene por ella como venganza por encarcelar a su padre y a su prometido. Al destino final de Shad se le aplica la frase de «quien a hierro mata, a hierro muere».

Karl Pascal es uno de los colaboradores del NMC. Ateo y comunista, es una de las pocas personas que es capaz de entablar debates con Doremus. A pesar de sus diferencias ideológicas, ambos coinciden en que los seres humanos deben gozar de libertad. Durante su estancia en prisión, ambos mantienen su amistad, aunque Karl insiste en convertir a Doremus a su ideología.

Cecilia «Sissy» Jessup es la hija menor de Doremus. Es una joven concienciada sobre lo que debe hacer una mujer por sí misma y por la sociedad. Aspirante a estudiante de arquitectura en Smith, tiene dos pretendientes: Malcolm Talsbrogh y Julian Flick, con este último convirtiéndose en su prometido. Ante el cierre y fusión de varias universidades, Sissy se al NMC con Julian. Luego de que Julian es arrestado, ella usa la obsesión de Shad hacia ella para provocar su caída.

Mary Jessup Greenhill es la hija mayor de Doremus. Su vida era feliz junto a su esposo médico Fowler Greenhill y a su hijo David hasta la llegada de Windrip a la Casa Blanca. Cuando su esposo es asesinado por negarse a convertirse en médico de los Minute Men, Mary se vuelve una mujer resentida que desea vengarse de aquellos que destruyeron a su familia. No solo colabora en el NMC con su padre, sino que también entra en el ejército para adquirir forma militar e incluso aprende a pilotar. Esto último es importante porque usa esta habilidad para lograr su venganza contra el juez militar que provocó la muerte de su marido a pesar de que ella se sacrifica.

Emma Jessup es la esposa de Doremus. Para ella, lo más importante es que no le trastornen su vida familiar y mantener las comodidades de su vida en lugar de los ideales de su esposo. Es conservadora, pero no es una mujer intelectual, por lo que Doremus la compara con el pan.

Lee Sarason es el principal asesor de Windrip y posteriormente su secretario de Estado. Se podía decir que él y Macgoblin son los ideólogos principales del régimen de Windrip ya que muchas de las medidas políticas fueron ideadas e impulsadas por ellos, en particular por Sarason, que quiere una política más expansionista y nacionalista, mucho más apegada al llamado Destino Manifiesto. Por ello, se lo consideraba una de las fichas más fuertes del régimen de Windrip, pero con el tiempo acabó volviéndose en contra de Windrip al considerarlo un timorato por no tomar acciones más concretas contra México, que rechaza la anexión a Estados Unidos, es decir, Windrip no seguía con el Destino Manifiesto. Luego de realizarle un golpe de estado de Windrip, se hace con la presidencia por un tiempo efímero, ya que luego es sorprendido en un sótano con unos jóvenes, algo que lo lleva a su final en circunstancias poco claras, siendo sucedido por Dewey Haik.

El doctor Hector Macgoblin es el otro ideólogo de Windrip, especializado en cuestiones educativas y propagandísticas, por lo que se convierte en Secretario de Educación y Propaganda. Por ello fomenta una serie de reformas educativas, buscando un sistema más práctico y adoctrinador al mismo tiempo, al tiempo que se encarga de manipular a la población con información favorable sobre Windrip y negativa sobre los opositores, tanto dentro como fuera del país. A pesar de ello, Windrip le teme, prefiriendo a Sarason. Luego del golpe de Haik, termina exiliándose.

Un dato curioso: Macgoblin sería algo como el hijo del goblin, que dependiendo de la raíz lingüística significa duende o diablillo. Considerando sus habilidades de manipulación de la información, el apellido le queda como anillo al dedo.

Dewey Haik es el sucesor de Lee Sarason. Proviene de una familia de militares, entre ellos un general confederado. Coronel del ejército y miembro de la Legión Americana, fue uno de los principales impulsores de la candidatura de Windrip pero usando plataformas más discretas y con un estilo más simple, más adecuado para llegarle a las masas comparado con, por ejemplo, Sarason. Fue el fundador de los Minute Men, una organización paramilitar a la que se le adjudican muchas de las funciones del ejército, la policía y las guardias estatales. Windrip y sus partidarios se valen de los Minute Men para reprimen a los ciudadanos.

Cuando Windrip es elegido, Haik es nombrado comisario de la provincia Nororiental y posteriormente ministro de Guerra. Es temido por Macgoblin, que lo llama ambicioso, matón y puritano beato (Lewis, p. 296), algo visto como peligroso. Y, en efecto, Macgoblin no estaba equivocado: al mes de que Sarason le hizo golpe de estado a Windrip, Haik lo asesina y se hace con el poder, haciendo que el régimen, ya opresivo, persiga con más agresividad a los opositores sin siquiera enviarlos a la cárcel, algo que provoca rebeliones a lo largo y ancho de Estados Unidos.

El padre Paul Peter Prang es el asesor espiritual de Windrip. Por él, la comunidad católica evitó las persecuciones que Windrip hizo sobre las demás minorías raciales o religiosas, aunque rehusó el cargo de ministro de Guerra que le ofreció. Al poco tiempo, empezó a estar en contra de las acciones de Windrip, por lo que es «enviado a un manicomio».

La novela trata temas como la represión y el autoritarismo productos del establecimiento de un gobierno represivo. Al mismo tiempo, nos muestra cómo una crisis nacional, en este caso, una depresión económica, provoca el desencantamiento del pueblo con la política tradicional que termina imponiendo a un hombre que se encarga de acabar el establecimiento, solo para crear uno aún peor.

Algo que me llamó la atención de Eso no puede pasar aquí es el uso de la doctrina política conocida como corporativismo. El corporativismo propone que un partido político actúe como conglomerado o corporación al controlar las distintas instituciones estatales. En la novela, Windrip, gracias a las ideas de Sarason y Haik, disuelve los partidos políticos para crear uno solo que controle las instituciones creadas o que no fueron disueltas por sus reformas. De esta manera, Partido Político Americano del Estado Corporativo controla la educación, las comunicaciones, la economía e incluso el trabajo. Básicamente, para surgir se tiene que ser parte de ese sistema.

Por supuesto, el sistema corporativo del partido político de Windrip permite un ingreso básico para las familias, algo que suena bien en teoría pero la novela deja claro que el ingreso básico es una manera de evitar oposición dentro de los habitantes de a pie, lo cual es similar a la novela 1984 en el sentido de que el INGSOC (el partido político de dicha novela) permite que los proles tengan todo tipo de vicios que a los miembros del partido se les prohíbe tener. La intención es la misma de Eso no puede pasar aquí: que los proles no tenga los medios ni el deseo de rebelarse.

Además, la novela nos muestra a los típicos oportunistas que buscan arrimarse a todo lo que parezca atractivo para promover sus propias ideas solo para darse cuenta de que nunca serán tenidos en cuenta por aquellos a quienes dieron su apoyo. Un ejemplo se ve en Adelaide Tarr Gimmitch, una activista antifeminista que aboga por el rol tradicional femenino de esposa y madre y se une a la campaña de Windrip porque cree que con él logrará que las mujeres regresen al hogar, al punto de componer canciones en honor a Windrip.

Gimmitch tenía el deseo de ser parte del gabinete de Windrip, bastante hipócrita considerando su visión conservadora de la mujer, pensando que crearían para ella la Secretaría de Ciencias Domésticas, Protección a la Infancia y Programa Antivicio. ¿Cómo le agradecen Windrip y su gente? Con un puesto en una notaría en la lejana ciudad de Nome, Alaska, posición que ella rechaza para convertirse en guionista de cine. Es evidente que cuando Windrip subió al poder, significó que todas las mujeres, incluida ella, estarían excluidas del poder político y que ella no sería una excepción. Un claro ejemplo de «cuidado con lo que deseas».

Otro ejemplo de oportunismo se ve en el hijo varón de Doremus, Philip, que no duda en hacerse corpo sin importarle la opinión de su padre, al que ve como un tonto idealista. Si bien logra la carrera que quiere, llegando a convertirse en juez militar y se hace cargo de su madre y de Sissy, en el último capítulo queda clara la fragilidad de su aparente armonía, pues tarde o temprano la misma quedará destruida.

Y hablando de Sissy, ella es uno de los personajes femeninos a los cuales Sinclair Lewis les imprime tanto fortaleza como feminidad. Sissy usa la manipulación y la lujuria que el verdugo de su familia siente por ella para destruirlo. Mary se sacrifica para acabar con el juez que destruyó a su familia. Lorinda comparte los ideales de Doremus, no duda en apoyarlo en cada uno de sus planes e incluso idea la estratagema para sacarlo de la cárcel. Incluso un personaje terciario como el ama de las llaves de los Jessup tiene sus momentos como cuando ataca a un Minute Men durante el escrutinio de la biblioteca o que lleva un cuchillo para proteger a Sissy de Shad.

Es evidente que Sinclair Lewis, llamado el verdadero escritor estadounidense por los prisioneros de la novela La cárcel, se basó en la información que le llegaba sobre la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Por ejemplo, los Minute Men, cuyo nombre está basado en la milicia de Nueva Inglaterra durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, están basados en las SS. Además, como estaba consciente de que estos dos hombres llegaron al poder gracias a las crisis económicas e institucionales que afligían a ambos países, temía que Estados Unidos, que sufría en ese entonces la Gran Depresión, terminara siendo gobernada por alguien como ellos.

Toda la historia es una advertencia de como el autoritarismo y el totalitarismo pueden acabar con las libertades de los ciudadanos, algo que hemos visto a lo largo de nuestra historia y que está resurgiendo. Esta novela me gustó tanto como me han gustado otras distopías, pero el parecido de la misma con los cambios que están ocurriendo a la fecha en los Estados Unidos hace que me sienta aterrada, aunque el ambiguo final hace que siempre que creamos en la justicia y en la libertad, ambas prevalecerán. Para los que quieren una historia adaptada a nuestros tiempos y una advertencia sobre el autoritarismo, esta novela es recomendable.

NOTA

1 Véase nota 2 en Manuela.

 

BIBLIOGRAFÍA

Lewis, S. Eso no puede pasar aquí.

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