LAS PENAS DEL JOVEN WERTHER


Y para terminar el recorrido del Mes del Amor y de la Amistad, pasamos del Reino Unido a Alemania. De un amor que pudo ser, pero no fue, aunque siendo algo con lo que se puede seguir adelante, a un amor no correspondido que destruye a un individuo. Esto último es el argumento de la novela Las penas del joven Werther del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, del cual ya había analizado su versión de Fausto junto con la de Marlowe hace siete años. Fue publicada en 1774, por lo que este año se cumplen los 250 años de su publicación.

Las penas del joven Werther, que por cierto es la ópera prima de Goethe, se divide en dos libros y un epilogo. La novela se desarrolla entre el poblado ficticio de Wahlheim y la verdadera ciudad de Weimar.

El primer libro relata la llegada de Werther a Wahlheim, cuando conoce por primera vez a Lotte y se enamora de ella solo para enterarse que está comprometida con otro hombre, Albert. Al conocer a Albert, Werther no encuentra ningún defecto que podría indicar que Lotte sería infeliz con Albert y al no soportar el que su amada se case con otro, se va a Weimar.

En el segundo libro, Werther se encuentra en la corte de Weimar, por deseo de su familia, que desea que sea ministro o consejero de corte. Sin embargo, Werther choca con varios miembros de la corte, a pesar de entablar una breve amistad con una joven, por lo que pronto dimite y regresa a Walhlheim. Allí debe sufrir al ver a Lotte y Albert casados, pero mantiene su amistad con Lotte y Albert para no alejarse del todo de ella. Sin embargo, cuando Albert ve lo mucho que Werther ama a Lotte, decide que él y su esposa no deben seguir viendo a Werther, lo que lleva a este último a tomar una decisión drástica.

Ya en un epílogo titulado El editor al lector, es Wilhelm, el amigo al que Werther le escribía, el que narra la historia. Allí nos cuenta que hizo Werther luego de despedirse por última vez de Lotte y las disposiciones que le dejo a Wilhelm en caso de que le ocurriera algo.

Werther es el protagonista. Es un artista con una cierta habilidad para el dibujo y una enorme naturaleza sensible para la poesía, la cual también se aplica a su propia personalidad. Llega a la localidad de Wahlheim para alejar del tedio que le produce su ciudad natal. En Wahlheim, se muestra encantado con el estilo de vida sencillo de sus habitantes y todo ello lo plasma en las cartas que le envía a su amigo Wilhelm.

Su vida daría un vuelco un día cuando conoce a Lotte, una joven del cual se enamora perdidamente y con la que él se vuelve cercano. Por desgracia, ella nunca será para él porque ya está comprometida con otro hombre. Esto y su naturaleza ya sensible lo sumen en una profunda melancolía.

Para alejarse del dolor que le supone el ver a su amada casarse con otro hombre, Werther se traslada a la corte de Weimar, en orden de convertirse en un futuro ministro o consejero del monarca. Lejos de todo ello, su estadía allí es un completo desastre, nunca logrando adaptarse al ambiente y no tarda en regresar a Wahlheim.

Ya en Wahlheim, Werther no demora en volver a sus viejas costumbres de relacionarse con los campesinos y ayudar a los necesitados. Sin embargo, su altruismo no es suficiente para sacarlo de la melancolía en la que está sumido al entender que Lotte nunca podrá estar a su lado. Su tristeza llega a un punto culmen cuando Lotte, por pedido de Albert, le dice que ya no pueden seguir viéndose. Esto hace que Werther tome una decisión, pues siente que no es capaz de hacerle daño ni a Lotte ni a Albert.

Charlotte «Lotte» o «Lottchen» es el interés amoroso de Werther. Al ser la mayor de siete hermanos, debe asumir el cuidado de sus seis hermanos menores tras la muerte de su madre. Como era lo habitual en la época, la única manera en que Charlotte podrá mantener a sus hermanos era contraer matrimonio con un hombre de buena posición económica. En efecto, está comprometida con Albert, un hombre mayor que ella, al que le prometió a su madre mientras esta agonizaba que se casaría con él.

Cuando conoce a Werther, los sentimientos son recíprocos pero ella está consciente de que ella nunca no podrá corresponderle porque sabe que sus compromisos con Albert y con sus hermanos son más importantes que cualquier sentimiento que pueda tener por Werther. De hecho, ella piensa en alguna amiga suya para que Werther pueda encontrar un nuevo amor, solo para que se dé cuenta de que ninguna otra mujer podrá ocupar su lugar en el corazón de Werther. Por eso, ella se muestra más que preocupada cuando Werther es presa de la melancolía y ha expresado su deseo de acabar con su vida a lo que ella teme lo peor cuando Albert le presta unas pistolas que se supone Werther necesitará para viajar.

Albert es el prometido y posterior esposo de Lotte. Cuando Werther lo conoce, se da cuenta de que es un hombre bueno y decente, que le interesa el bienestar de Lotte y que, por ello, sería un buen esposo para ella, por más que Werther la ame y que él a Lotte. Por un tiempo, Albert tolera que su esposa se relacione con Werther cuando este regresa de Weimar, porque se da cuenta que su amistad es muy fuerte e incluso se llega a relacionar de manera social con Werther. Sin embargo, teme que los sentimientos de Werther por Lotte amenacen su matrimonio, por lo que ordena a ella que deje su amistad con Werther, lo que detonaría la tragedia.

Wilhelm es el amigo más cercano de Werther y que se hace cargo de la narración luego de que la correspondencia de Werther se corta de manera abrupta el 6 de diciembre, fecha de la última carta que el lector lee pero no la última como la tal, pues las últimas que Werther escribe las edita Wilhelm luego de la desaparición del primero. Es Wilhelm es el que revela el destino de Werther y qué pasó con él luego de la separación de Lotte.

Pese a ser su primera novela, Goethe ya muestra sus dotes como narrador. Es capaz de plasmar los sentimientos y de darle un carácter introspectivo a los personajes, algo que manifestará de manera más consistente en Fausto. La novela tiene un ritmo uniforme y no se siente ni rápida ni lenta, a pesar de su corta longitud (tiene menos de 150 páginas sin notas). Además, muestra una excelente prosa descriptiva en cuanto a las acciones de los personajes y a las escenas en que estos están involucrados.

Cabe notar que la novela tiene un estilo epistolar, es decir, está escrita en forma de cartas, un recurso empleado tanto en Drácula como en Las relaciones peligrosas, esta última del mismo siglo que Werther, pues se publicó siete años después. La diferencia es que mientras en aquellas novelas había varios narradores que expresaban sus distintos puntos de vista a través de la correspondencia, en Las penas del joven Werther solo hay un narrador: el propio Werther. En ella, Werther plasma sus tristezas, que serían parte de una larga y trágica depresión, que lo lleva a tomar una terrible decisión. Sin embargo, sabiendo lo que puede pasarle, le deja instrucciones a Wilhelm sobre lo que debe hacer con su cuerpo.

Ahora bien, si la novela tiene una excelente narración, con un estilo adecuado y bien detallado para la época, tiene el problema de que los personajes no están demasiado trabajados. Lotte y Albert apenas sobresalen y no pasan de ser el interés amoroso y el esposo de esta, respectivamente. Es evidente que Goethe buscó centrarse en darle una personalidad a Werther al ser el protagonista, pero también es comprensible entender por qué algunos lectores se desesperan con el personaje, pues no es capaz de encontrar alguna salida a su predicamento más allá de esa decisión que toma, aunque era de esperarse que no pudiese amar a alguien diferente de Lotte.

Si les gustan las novelas románticas de estilo epistolar, esta novela es para ustedes. Si se es fanático de la bibliografía de Goethe, esta lectura también es adecuada. Si no les gustan los personajes de una personalidad como Werther, la lectura de esta puede resultar tediosa.

Este mes ha sido un largo recorrido. Tuvimos un suegro que le confiesa sus infidelidades y sobre la huella de un gran amor a su nuera; dos personas de culturas y religiones diferentes que, a pesar de todo, se aman profundamente; un hombre que prefiere su profesión al amor y otro que prefiere desaparecer del plano terrenal para no seguir martirizándose al no poder estar con la mujer que ama. Esperemos que el siguiente mes sea igual de interesante. Gracias y hasta luego.

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