LAS RELACIONES PELIGROSAS



Después de haber estado en la Madre Rusia, ahora viajamos a la misma época: el siglo XVIII, pero en un país distinto: Francia. En vez de una lejana fortaleza, tenemos a la bella capital francesa: París y en vez de un soldado que está dispuesto a sacrificarse para proteger a su amada, hay dos personajes que buscan seducir, corromper y destruir a los que caen bajo su influjo. Creo que ya tienen una idea sobre cuál es la entrada de hoy y así es. Hablo de Las relaciones peligrosas del militar y escritor francés Pierre Ambroise Choderlos de Laclos.
¿Quién fue Pierre Ambroise Choderlos de Laclos? Como ya dije antes, era un militar que estuvo en combate durante las últimas dos décadas del siglo XVIII, siendo testigo de la Revolución. Además de su cargo, Choderlos de Laclos se dedicaba a escribir poesía, pero su meta era hacer una obra que trascendiera su tiempo y que siguiera haciendo ruido en la tierra cuando él muriera, lo cual ocurrió a finales del siglo XVIII cuando falleció producto de las heridas durante un combate. Su deseo se cumplió porque Las relaciones peligrosas no sólo se convirtió en su obra maestra, sino también en una de las obras literarias más populares de la literatura universal. Esto ya lo había dicho en la pista sobre esta novela.
Ahora se preguntarán, ¿por qué la llamo Las relaciones peligrosas y no Las amistades peligrosas como siempre se ha traducido? Eso se debe a que la palabra francesa liaison significa enlace, pero también relación o conexión. Si bien liaison a veces se usa para amistad, tiene más que ver con el concubinato. Por eso, la traducción más cercana es Las relaciones peligrosas y de hecho esto es lo que deja en claro Choderlos de Laclos en la introducción de su novela.
Si alguno de ustedes no conoce la novela, por lo menos tendrán alguna idea sobre ella porque esta es de una las obras más adaptadas a los medios de comunicación: la radio, el cine y la televisión. Entre ellas se pueden contar:
Les Liaisons Dangereuses (Las relaciones peligrosas en Hispanoamérica y España), película francesa de 1959 dirigida por Roger Vadim, ambientada en París a finales de la década de 1950. Fue la primera versión cinematográfica de la novela.

Dangerous Liaisons, una obra de teatro de Christopher Hampton estrenada en 1985 y que fue la base de la adaptación al cine de 1988. Ha sido interpretada en diversos formatos, tanto la época ambientada en la novela y en la época actual.

Dangerous Liaisons (Relaciones peligrosas en Hispanoamérica y Las amistades peligrosas en España), película de 1988 dirigida por Stephen Frears (La reina) basada en la obra de teatro de Hampton. Fue muy aclamada por la crítica y obtuvo tres Premios Oscar.
Derechos reservados: Warner Bros. Pictures
Valmont (Valmont, amistades peligrosas en Hispanoamérica), dirigida por el aclamado director Miloš Forman (Atrapado sin salida, Amadeus) y estrenada en 1989. Esta es más bien una adaptación libre pues el final difiere del de la novela e incluso del resto de las demás adaptaciones. Fue ensombrecida por su predecesora del año anterior y las críticas fueron regulares.
Derechos reservados: MGM
Cruel Intentions (Juegos sexuales en Hispanoamérica y Crueles intenciones en España), una adaptación moderna y juvenil estrenada en 1999, que se ambienta en la ciudad de Nueva York. Aunque en su tiempo recibió críticas mixtas, fue un éxito de taquilla y se ha convertido en una película de culto.
Derechos reservados: Columbia Pictures
Incluso la telenovela Perro amor, con sus dos versiones, tiene elementos de Las relaciones peligrosas. De todas las adaptaciones, he visto las películas de 1988, 1989 y 1999. Si alguno de ustedes tuvo la oportunidad de ver la versión colombiana de Cenpro de 1998 o la estadounidense de Telemundo de 2010, es libre de comentar que le pareció y que semejanzas o diferencias tiene con respecto a la novela de Choderlos de Laclos.
 
Derechos reservados: Telemundo
Las relaciones peligrosas es una novela epistolar publicada en 1782, tan sólo 7 años antes de la Revolución Francesa. Esta dividida en 4 partes: la primera parte tiene 50 cartas; la segunda y la tercera, 37 y la cuarta y última, 51. Las cartas reflejan el punto de vista de los personajes principales que son el vizconde de Valmont, la marquesa de Merteuil, Cécile de Volanges, Madame de Tourvel y el caballero Danceny, pero también podemos ver las opiniones de personajes secundarios como la madre de Cécile, Madame de Volanges y de Madame de Rosemonde, la tía anciana de Valmont. La historia inicia el 3 de agosto y termina el 14 de enero del año siguiente.
Los dueños de los hilos conductores de la novela son el vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil, dos personajes libertinos y maquiavélicos de la alta sociedad parisina, que no dudan en seducir, corromper y destruir a sus víctimas. En su correspondencia, los ex amantes dejan ver su personalidad sagaz y disoluta y la apuesta que ambos hacen.
La marquesa de Merteuil le propone a Valmont seducir a Cécile de Volanges, la prometida de su otro ex amante, el conde de Gercourt. Valmont no se muestra entusiasmado con la propuesta de Merteuil porque considera demasiado fácil seducir a una jovencita y busca un reto más difícil para él: Madame de Tourvel, la cual le parece poca cosa a Merteuil. Pero al ver la persistencia de Valmont en su objetivo, Merteuil le escribe que, si logra seducir a Cécile y a Madame de Tourvel, ella se le entregara sin problema. Valmont acepta.
El vizconde de Valmont es un hombre de costumbres depravadas. Todos conocen su mala reputación y a él no les molesta presumirla, así como tampoco le importa seducir mujeres, corromperlas y luego abandonarlas cuando ya cumplieron su objetivo para él. Su nueva meta es conquistar a la devota Madame de Tourvel y no cejará hasta lograrlo, pero al mismo tiempo descubre algo que jamás esperó.

 


De izquierda a derecha y hacia abajo: Gerard Philippe en la película francesa de 1959, John Malkovich en la película de 1988, Colin Firth en la adaptación de 1989 y Ryan Phillippe como Sebastian Valmont en Cruel Intentions de 1999. Derechos reservados: Getty Images, Warner Bros. Pictures, MGM y Columbia Pictures

La marquesa de Merteuil es un personaje todavía más complejo que Valmont. Como a Valmont, también le gusta seducir y destruir, pero a diferencia de él ella debe mantener su reputación inmaculada al menos a los ojos públicos, porque el punto de vista de la sociedad la censuraría más que a Valmont por ser mujer y viuda. De hecho, odia su condición de mujer porque siente que siempre estará sujeta a la palabra y a las acciones de los hombres así que ella busca sobresalir por encima de su género, así deba hacerlo a través del maquiavelismo.
   
De izquierda a derecha y hacia abajo: Jeanne Moreau en la película francesa de 1959, Glenn Close en la película de 1988, Annette Bening en la adaptación de 1989 y Sarah Michelle Gellar como Kathryn Merteuil en Cruel Intentions de 1999. Derechos reservados: Warner Bros. Pictures, MGM y Columbia Pictures
Su manera de pensar hace que sus acciones sean mucho más perversas que las de Valmont y conforme vemos las cartas escritas y dirigidas a ellas se ve que no tiene ningún tipo de moral, pues no le importa traicionar a los más cercanos a ella, ya que ella no los ve como personas, sino como peones de un tablero de ajedrez. Ella ve el amor de manera negativa porque considera que este sentimiento convierte en esclavos a las personas; algo que se podría considerar hipócrita dada la manera como ella manipula a los demás para conseguir lo que desea.
Cécile de Volanges es una jovencita de quince años que toda su vida se ha educado en un convento, por lo que es ingenua sobre el mundo y la vida, algo que le manifiesta a su amiga por correspondencia Sophie Carnay. A pesar de estar prometida para el conde de Gercourt, se ha enamorado locamente de su profesor de música, el caballero maltés Danceny. Para manchar su honra, la marquesa de Merteuil instruye a Cécile en el juego de la perversión para burlar al hombre que la ha burlado y vengarse de él por medio de la joven.
  
 
De izquierda a derecha y hacia abajo: Jeanne Valerie en la película francesa de 1959, Uma Thurman en la película de 1988, Fairuza Balk en la adaptación de 1989 y Selma Blair como Cecile Cadwell en Cruel Intentions de 1999. Derechos reservados: Alamy Stock Photo, Warner Bros. Pictures, MGM y Columbia Pictures
Madame de Tourvel es una mujer casada de veintidós años que se ha convertido en el nuevo objetivo del vizconde de Valmont desde el momento en que ella estuvo en la quinta de Madame de Rosemonde, la tía de Valmont. Es considerada una mujer devota y dedicada a causas benéficas. Al principio ella se niega a tratar con él dada su reputación, pero ante la insistencia y las acciones que Valmont hace para llamar su atención, Madame de Tourvel sucumbe.
  
 
De izquierda a derecha y hacia abajo: Annette Stroyberg (junto a Gerard Philippe) en la película francesa de 1959, Michelle Pfeiffer en la película de 1988, Meg Tilly en la adaptación de 1989 y Reese Witherspoon como Annette Hargrove en Cruel Intentions de 1999. Derechos reservados: Getty Images, Warner Bros. Pictures, MGM y Columbia Pictures
Danceny es un caballero originario de Malta de veinte años de edad. Desde el momento en que conoce a Cécile de Volanges, se enamora de ella y ella de él, pero de inmediato Madame de Volanges los separa ante el compromiso de Cécile con el conde de Gercourt. Sin rendirse, Danceny traba amistad con el vizconde de Valmont para este lo ayude a seguir comunicándose con Cécile.
  
 
De izquierda a derecha y hacia abajo: Jean-Louis Trintignant (junto a Jeanne Moreau) en la película francesa de 1959, Keanu Reeves en la película de 1988, Henry Thomas en la adaptación de 1989 y Sean Patrick Thomas como Ronald Clifford en Cruel Intentions de 1999. Derechos reservados: Alarmy Stock Photo, Warner Bros. Pictures, MGM y Columbia Pictures
Madame de Volanges es la madre de Cécile. Al principio quería casar a su hija con el conde de Gercourt, por lo que prohíbe que Cécile y Danceny se vean y se escriban; pero al ver la tristeza de su hija empieza a dudar del compromiso y considera que ella estaría mejor si contrajera matrimonio con el hombre que ama, aunque este no sea un hombre rico como el conde de Gercourt. Confiar su hija a la marquesa de Merteuil será su gran error.
Madame de Rosamonde es la tía de ochenta y cuatro años del vizconde de Malmont. A pesar de su edad, se dice que su espíritu es como el de una persona de veinte años debido a su mente lucida y activa. Durante un tiempo recibe a Madame de Tourvel y la acoge como a una hija, el único sentimiento verdadero en toda la novela. Por eso, la mayoría de su correspondencia se dirige a Madame de Tourvel.
El conde de Gercourt es un hombre de treinta y seis, veintiún años más que Cécile. Fue amante de la marquesa de Merteuil, con quien cortó la relación cuando decide contraer matrimonio con Cécile; algo que a Merteuil no le cayó en gracia porque Gercourt prefirió una mujer criada en un convento y de cabello rubio, sin muchas nociones de la vida. Como el personaje se encuentra en una estancia militar en Córcega, tan sólo escribe una vez en toda la novela, en una carta dirigida a Madame de Volanges para que confirme el compromiso entre él y Cécile.
La novela muestra mucho el juego de la seducción, que es usado con fines maléficos por parte de los dos protagonistas, la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, pero también muestra mucha filosofía basada en los principios de Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes. El personaje que más la aplica es sin duda la marquesa de Merteuil, que desprecia las normas establecidas por la sociedad de su tiempo y siente la necesidad de desafiarlas sin importarle destruir a todos los que se interpongan en su camino.
Cuando uno analiza los sentimientos de cada personaje, es fácil ver que el amor está casi ausente en ellos. Los personajes más sinceros en cuanto a sus sentimientos son Madame de Tourvel, Madame de Volanges y Madame de Rosemonde. Las tres mujeres sienten un verdadero cariño y amor por las personas que más aman.
El caso más particular es Madame de Tourvel. Al principio rechazaba a Valmont por su conducta que era contraría a la de ella, pero ante la persistencia de él, Madame de Tourvel acaba por sucumbir ante Valmont y es seducida por él. Sin embargo, pronto descubre está enamorada de Valmont cuando este la ha dejado. El rechazo de él la llevaría por el camino del fin de su vida.
En cuanto a Cécile y Danceny, ellos se amaban de forma sincera pero su incipiente amor es destruido por el vizconde de Valmont junto a la marquesa de Merteuil, el verdadero cerebro del plan, que no soporta que su ex amante la haya dejado por una jovencita criada en un convento como lo era Cécile. Si bien ni Cécile ni Danceny no tienen destinos tan horribles como Valmont y Merteuil, ambos terminan tan psicológicamente dañados por el juego de la seducción que deciden apartarse del mundo para siempre.
La marquesa de Merteuil tiene aversión al amor y eso se manifiesta en sus cartas. Para ella, el amor es un sentimiento tonto que nubla la cabeza de los seres humanos y los hace, precisamente, tontos. Además, considera que el amor es algo que hace que las mujeres queden a merced de los hombres y estos las manejen a su antojo. Estas razones, más allá de querer demostrar de que una mujer puede sobresalir en un mundo dominado por los hombres independiente de su manera de actuar, son los que la llevan a planear toda una estratagema que destruye a cuatro personas y ninguna de ellas a la que quería hacer daño, pero a la marquesa de Merteuil no le importa el resultado final; sólo tener a todos comiendo de su mano.
En cuanto al vizconde de Valmont, ambos se podrían considerar iguales porque ambos seducen y destruyen personas; pero hasta ahí llega el parecido ya que conforme la novela está llegando a su fin Valmont es capaz de ver la maldad de la marquesa de Merteuil y esto le parece demasiado incluso para él. Sólo eso explicaría su actitud al final del libro pues al igual que Merteuil no siente culpa alguna por sus acciones.

Actualización 14 de septiembre de 2021: El pensamiento sobre las mujeres que tiene la marquesa de Merteuil refleja un tema que sigue estando vigente hasta nuestros días: la manera en la que la sociedad ve la vida sexual de hombres y mujeres y cómo hay doble moral al respecto. En la carta LXXXI, Merteuil expone su punto de vista al respecto: a ella le molesta bastante que una mujer de su tiempo no pueda vivir su vida bajo sus propios términos por la manera en la que la sociedad siempre juzga a las mujeres y se ve obligada a llevar una doble vida, algo que a los hombres no se les exige e incluso se les aplaude su libertinaje. Este pensamiento hace que ella, como mujer, siempre busque la forma de estar a la par con Valmont.

Las relaciones peligrosas es una novela que precisamente trata sobre el cuidado que debemos tener con las personas con las que nos relacionamos pues que las mismas pueden tener dos caras: una pública y otra privada, la cual puede ser muy buena o muy oscura; y los peligros de dar nuestra confianza ciegamente a alguien que podría no valorarla como esperamos. También muestra que cuando todos entran en el juego de la perversión, no sólo destruye el amor sino a todos los implicados. A pesar de que esta novela tiene ya más de trescientos años de haberse publicado, sigue estando vigente. Definitivamente la recomiendo.

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