DRÁCULA


La semana pasada hice una reseña sobre la novela Frankenstein, considerada uno de los clásicos de terror. Ahora la reseña será sobre otro clásico, Drácula del escritor irlandés Bram Stoker y publicada en 1897.
Drácula es una novela epistolar dividida en veintisiete capítulos y una nota final, los cuales están compuestos por los diarios de los protagonistas, su correspondencia, grabaciones fonográficas y recortes de periódico1, transcurriendo un periodo de seis meses, entre el 3 de mayo y el 6 de noviembre. La nota final fue escrita siete años después de los eventos ocurridos.
Los primeros seis capítulos muestran el viaje de Jonathan Harker hacia Transilvania, su encuentro con el conde Drácula y las señales que precedieron a su encuentro. Al mismo tiempo su prometida Mina Murray le está esperando en Londres y se comunica con su amiga Lucy Westenra, que ha recibido tres propuestas matrimoniales. También se observa un caso médico seguido por Jack Seward, uno de los pretendientes de Lucy, sobre un hombre que fue a Transilvania y que perdió la cordura como consecuencia de ello.
Los capítulos del siete al trece muestran distintos sucesos que cambian la vida de los personajes. Llega un barco procedente del Mar Negro con tierra de Transilvania, carga que pertenece al conde Drácula; Mina viaja al continente europeo para cuidar del enfermo Jonathan y se casa con él; Lucy sufre de una extraña enfermedad que poco a poco acaba con ella a pesar de los esfuerzos de Seward, de su prometido Arthur y del colega de Seward, el holandés Abraham van Helsing.
Entre los capítulos catorce y dieciocho, se enteran de lo que de verdad le ocurrió a Lucy: fue mordida por un vampiro y ahora es una No muerta, por lo que ahora muerde a niños. Para evitar que siga haciendo daño, van Helsing hace que Arthur Holmwood, el prometido de Lucy, le clave una estaca en el corazón y le corte el cuello. Después rellenan la boca del cadáver de ella con ajos. Seward investiga a su paciente Renfield y descubre quien es el culpable de todo: Drácula.
Los capítulos del diecinueve al veintidós los cinco hombres (Jonathan, los tres ex pretendientes de Lucy y el profesor van Helsing) deciden acabar con Drácula para terminar de una vez por todas con su amenaza, más aún cuando descubren que Mina fue mordida por este. Pero descubre que se embarca en un barco rumbo a Rumania, así que deciden seguirlo.
Los últimos cuatro capítulos, es decir, del veintitrés al veintisiete, relatan la última batalla con Drácula, cómo deben realizar la expedición hacia Transilvania cómo lo vencen después de mucho esfuerzo y Mina se libra de la maldición. Al final el grupo acompaña a Quincey Morris, que muere tras ser herido durante el enfrentamiento final.
La nota final es escrita siete años después de la derrota y muerte de Drácula. Para entonces Jonathan y Mina son padres de un niño nacido exactamente un año después de la muerte de Quincey Morris y que por ello recibe su nombre. Mantienen una relación con los otros integrantes, en especial con el profesor van Helsing, que sigue admirando la adversidad con la que todos, en especial Mina, debieron sortear para acabar con Drácula.
Jonathan Harker es un joven que recién se recibió de abogado y debe viajar a Transilvania por negocios. En su viaje descubre oscuros secretos del hombre que lo hospeda, del cual quiere escapar; lo cual logra después de muchos intentos. A raíz del estrés físico y mental, contrae una encefalitis y debe ser cuidado por Mina y unas monjas en un sanatorio de Buda-Pest2. Escribe su diario en taquigrafía y con este inicia la historia.
Wilhelmina “Mina” Murray, más tarde Harker, es la prometida de Jonathan y posteriormente su esposa. Antes de casarse, era maestra auxiliar y tiene habilidad con la máquina de escribir; por ello, su correspondencia generalmente está escrita a máquina. Es amiga de Lucy Westenra, a la que va a visitar por las vacaciones de verano, pero en la novela no dice cómo se desarrolló dicha amistad. Cuando Jonathan no da señales, se preocupa mucho por él y no sabe qué hacer hasta que recibe una carta de Buda-Pest en la que le informan de su paradero. Como su futuro esposo, también es diarista y su diario cierra la novela.
Lucy Westenra es una joven de diecinueve años y familia rica que vive en Whitby. Su belleza y su posición la hacen una joven casadera apetecible, teniendo tres pretendientes: Arthur Holmwood, un noble británico; Quincey P. Morris, un millonario estadounidense; y John “Jack” Seward, un médico británico. De los tres, acaba escogiendo a Holmwood, tal vez por similitud socioeconómica y por mayor compatibilidad. Tiene un carácter alegre y jovial, contrastando un poco con el más serio y centrado de Mina. Padece de sonambulismo, heredado de su fallecido padre, lo que la convierte en un blanco fácil para Drácula. Durante sus últimos días escribe un diario, tal y como se lo aconsejó Mina.
Arthur “Art” Holmwood, más tarde Lord Godalming, es uno de los tres pretendientes de Lucy Westenra y con el que se comprometería. Es un hijo de un aristócrata británico, que muere durante el transcurso de la novela y de quien hereda el título de Lord Godalming. Fue el primero de darle su sangre a Lucy para intentar salvarla y el que le da muerte para librarla del vampirismo.
John “Jack” Seward es médico y es otro de los tres pretendientes de Lucy. Es quien tiene asignado el caso Renfield; gracias a eso, logran descubrir la conexión de los hechos ocurridos con Drácula. Fue el segundo que le donó sangre a Lucy y a pesar de su rechazo, desea que ella sea feliz con su elección. Aunque es diarista, Seward graba su diario en fonógrafo en lugar de escribirlo. Sólo se ve obligado a escribir durante el viaje a Transilvania.
Quincey P. Morris es un millonario nacido en Texas. Sobresale por tener una personalidad extrovertida y alegre y posee un trato familiar, a diferencia de los demás personajes de la novela. Esto se ve cuando llama a varios personajes por su nombre y no por su apellido o su tratamiento. Es el último que dona su sangre a Lucy y es el único del grupo que muere durante la última batalla con Drácula. El hijo de Jonathan y Mina recibe su nombre de él, además del de los demás integrantes del grupo, pero es llamado Quincey por sus padres.
Un detalle particular de Quincey es que no parece ser muy adepto a escribir. A diferencia de los otros personajes, en toda la novela sólo hay una carta escrita por Quincey y está dirigida a Arthur Holmwood. De los tres pretendientes de Lucy Westenra, es el único que cree inicialmente en la teoría de van Helsing.
Abraham van Helsing es un profesor neerlandés y el sabio anciano del grupo. Además de la medicina, tiene un elevado conocimiento sobre diversas áreas, en especial las criaturas como los vampiros. Por esto, es quien plantea la teoría del vampirismo y, junto con Seward, descubren a la criatura que está detrás de todo lo ocurrido a Lucy. Siente un gran respeto por todos, en especial, por Mina y la acompaña cuando los demás salen en busca de Drácula. En la novela sus escritos consisten en telegramas y una nota que escribió cuando acompañó a Mina hasta el castillo de Drácula para reunirse con el resto del grupo.
Renfield es el agente inmobiliario de Drácula anterior a Jonathan. A raíz de su viaje a Transilvania, regresa enloquecido y sintiendo una gran adoración por Drácula. Sin embargo, en un escaso momento de lucidez les da la identidad de Drácula al grupo mediante Mina, confesión que terminaría pagando con su vida.
Drácula es una novela que sabe mantener la acción y la atención. Aunque el terror se haya atenuado un poco para estos días, considero que aún mantiene esa sensación de querer mantener dentro de tu hogar o no querer dormir. También adoro la evolución de los personajes, en particular Jonathan, que pasa de ingenuo a alguien que capaz de hacer lo que sea para proteger y salvar a su esposa.
El personaje de Mina está mejor construido de lo que esperaba, puesto que las adaptaciones fílmicas han hecho de ella la clásica damisela en apuros. Ella está dispuesta a viajar con ellos para ayudar a atrapar y acabar con Drácula, además de usar sus habilidades para mantener asegurados los documentos incluso cuando Drácula destruye los originales.
Mi crítica principal es que el libro es un poco denso y tiene algunos pasajes de relleno, alargando algunos de ellos innecesariamente, a pesar de su calidad. Es necesario mantenerse enfocado cuando se lee este libro o de lo contrario, no se entenderá o disfrutará como es debido. Pero si se lee detenidamente, es difícil que uno pueda soltarlo.
Sin duda, Drácula es una de las mejores novelas de terror que he leído. Aún sabe mantener la atención y la tensión a pesar del tiempo transcurrido. Si alguien quiere leer un clásico del terror, les recomiendo este libro.
Para terminar, les dejo el vídeo de Bully Magnets sobre Vlad Tepes, el verdadero Drácula. Stoker aparece desde el minuto 9:38.
NOTAS
1 Una referencia al anterior trabajo como periodista de Stoker antes de dedicarse a escribir.
2 Como Budapest está compuesta por dos ciudades -Buda y Pest- fusionadas en una sola en 1873, en los primeros años se las separaba con un guión. Actualmente dicho guión ha desaparecido.

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