CUANDO QUIERO LLORAR NO LLORO


Esta semana les presento la novela Cuando quiero llorar no lloro del escritor venezolano Miguel Otero Silva, que todos conocemos por ser una de las obras más adaptadas a la televisión en los últimos veinticinco años.
Como todos sabemos, Cuando quiero llorar no lloro ha tenido cuatro adaptaciones: tres en la pantalla chica y una en la grande; esta última estrenada tan sólo tres años después de la publicación del libro, ocurrida en 1970. Esto habla mucho de la popularidad que ha tenido el libro desde entonces.
Cuando quiero llorar no lloro está compuesto por un primer capítulo ubicado en la antigua Roma y habla sobre cuatro soldados romanos ejecutados por ser cristianos. Los cuatros soldados se llamaban Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino y se dice que la festividad de ellos se celebra el 8 de noviembre. El último nombre es el más especial por ser el nombre de los protagonistas que también aparecen al final de ese capítulo. El resto de los capítulos no tienen nombre sino que se llaman como sus protagonistas y muestran sus puntos de vista. El último capítulo es un epílogo cuyo título es homónimo al del libro.
Volviendo al libro, y como muchos sabemos, los protagonistas son tres jóvenes nacidos el mismo día, con el mismo nombre y fallecidos el mismo día de su encuentro. Y todos sabemos que representan las clases sociales no sólo de su país, sino también de toda Latinoamérica. Les presento a Victorino Pérez, Victorino Perdomo y Victorino Peralta. Pueden notar que hasta en sus apellidos hay similitudes, compartiendo las tres primeras letras: pe, e y ere.
Los tres jóvenes nacen el domingo 8 de noviembre de 1948 en la ciudad de Caracas, el mismo día que el entonces presidente Rómulo Gallegos (el mismo autor de Doña Bárbara) es derrocado. Victorino Pérez nace en una casa de un barrio marginal de manos de una comadrona del lugar; Victorino Perdomo, en un hospital materno y Victorino Peralta, en una distinguida clínica. Los tres reciben el nombre del santo del día, San Victorino.
Cabe destacar que en la novela los nombres de las madres de los tres Victorinos jamás son mencionados; únicamente los tratamientos afectuosos que les dan el narrador y sus hijos: Mamá, para Victorino Pérez, Madre, para Victorino Perdomo y Mami, para Victorino Peralta. Sin embargo, los padres de los jóvenes si poseen nombre: Facundo Gutiérrez1, Juan Ramiro Perdomo y Argimiro Peralta Heredia, respectivamente.
Victorino Pérez crece en una familia pobre y disfuncional. Su padre es un alcohólico violento que golpea a su mujer y a su hijo. Ante la falta de oportunidades y también por su deseo de no seguir estudiando, Victorino Pérez decide que entrar en el mundo de la criminalidad es un mejor camino y para su decimoctavo cumpleaños, ya ha estado en prisión aunque satisfecho pues su violento padre abandonó a la familia y porque ahora es él quien debe hacer lo posible para ayudar a su mamá.
Un detalle de la relación de Victorino Pérez con su madre es que la respeta mucho y acepta que ella le pegue porque en cierta forma sabe que él se comporta mal, sobre todo cuando decide dejar la escuela. Ella no está de acuerdo al principio pero ante la situación económica de ambos acaba aceptándolo.
Victorino Perdomo es un estudiante de sociología, hijo de Juan Ramiro Perdomo, un militante del partido comunista, y de una maestra de escuela. Cinco años antes de su cumpleaños dieciocho, su padre fue encarcelado a causa de su ideología y su madre debe hacer todo lo posible para sobrevivir junto a su hijo con su salario de maestra, a pesar de que tiene la ayuda de una parienta. El encarcelamiento de su padre marca al joven Victorino al punto de unirse a grupos universitarios de tendencia izquierdista y subversiva. Ya ha estado en protestas estudiantiles e incluso ha sido víctima de tortura. Para él, su motivación es terminar con las injusticias que abundan en la sociedad pero al ver el caso de su padre decide que la sublevación es el mejor camino para lograr sus propósitos. También puede verse una relación respetuosa con su madre.
Victorino Peralta crece como el mayor y único varón de cuatro hijos, hijo del ingeniero Argimiro Peralta Heredia y de su esposa. Goza de todas las comodidades que su posición económica le permite, acude a muchas fiestas y seduce a muchas jovencitas pero se enamora de su prima hermana paterna Malvina Peralta Ulloa2; desafortunadamente ella no está destinada a ser su esposa sino la de algún pariente o político de edad madura. Quizá esa frustración y la falta de emoción de su vida lo impulsan a hacer parte de una pandilla organizada por muchachos ricos que se dedican a robar y a aterrar a las personas y en usar el carro que su padre le dio por su cumpleaños dieciocho y que tanto le pidió. Al ser incapaz de ver como la mujer que ama es obligada a casarse con otro hombre, decide que es mejor irse a Europa.
La relación entre Victorino Peralta y su madre es respetuosa aunque llena de complicidad y permisividad, pues esta le permite hacer travesuras desde pequeño casi sin corregirlo, algo que tendría grandes consecuencias en su cumpleaños dieciocho.
Los tres Victorinos se encuentran el mismo día de su cumpleaños número dieciocho, es decir, el 8 de noviembre de 1966. Victorino Pérez está en compañía de otros delincuentes huyendo de la policía después de un robo; Victorino Perdomo, con sus amigos subversivos robando un negocio pequeño y también huyen de la policía y Victorino Peralta, después de haberle robado a un hombre, en su vehículo pensando en viajar a Europa para huir del recuerdo de Malvina. Los tres acaban teniendo muertes trágicas: Victorino Pérez es abatido por la policía de manera implícita, Victorino Perdomo se arroja desde la ventana de un cuarto piso para no ser capturado y Victorino Peralta se estrella en su carro.
Los tres son enterrados simultáneamente y al final las tres madres se encuentran por primera y única vez y se miran como si no se conocieran.
Para mí, la novela es una forma de ver como la violencia, la injusticia y la desigualdad transforman la mente de un joven y destruyen su vida y creo que eso es lo quiso mostrar Otero Silva. Victorino Pérez no ve otra forma que el camino de la ilegalidad para avanzar en la vida y Victorino Perdomo se alza también en contra de lo establecido porque piensa que así las cosas van a cambiar.
Sin embargo, es más difícil justificar a Victorino Peralta, porque uno pensaría que teniéndolo todo no tendría que volverse criminal, pero no es así. Para él, hacer parte de una pandilla no es por estar a la moda, porque está en contra de la sociedad o porque no ve otra salida. No. Su mente está llena de confusiones pues no tuvo la disciplina o la atención que desde niño requería y nunca podría estar con la mujer que ama; así que para él, las fiestas, la pandilla y las carreras a alta velocidad son un escape de esa tristeza que tienen su mente y su corazón.
También puede verse que los Victorinos no tienen un buen modelo paterno y esto tuerce también el rumbo de sus vidas. El padre de Victorino Pérez era un alcohólico violento que robaba el dinero que la madre de Victorino Pérez ganaba producto de las arepas, que golpeaba a su mujer y a su hijo y que después de un tiempo se fue y nunca más apareció. Los maltratos y la injusticia de ver cómo su padre robaba el dinero duramente ganado por su madre marcan profundamente a Victorino Pérez.
Para Victorino Perdomo, su padre es su modelo a seguir. Por eso adquirió la ideología comunista y al ver que su padre era encarcelado por tener ideas y pensamientos diferentes, consideró que la vía conciliadora de la que su padre tanto habló no servía para nada. Eso lo hace tomar el camino del revolucionario, usando métodos violentos y cuestionables; de esta forma convirtiéndose en un criminal, algo que su padre no habría aprobado jamás.
En cuanto al padre de Victorino Peralta no es un hombre violento ni tampoco uno entregado a las causas políticas, pero en general es un hombre ausente, que siempre está viajando y trabajando y sólo está presente en las ocasiones especiales de su hijo, menos el día de su funeral, al cual fue incapaz de asistir. No se ve mucha relación entre ellos aunque es evidente que complace los caprichos de su hijo, menos el de estar con Malvina, la cual siendo sobrina, podría casarse con Victorino Peralta y en su lugar está destinada a otro hombre porque así lo decidieron su padre y su tío. Victorino Peralta busca escapar de ese dolor.
El prólogo, el momento en el que los jóvenes se cruzan y también el instante en que las tres madres se encuentran también es una forma de mostrar que el destino está escrito y que este es inalterable. Una reflexión muy dura pero cierta.
El cumpleaños dieciocho de los Victorinos nos muestra también la complejidad política, social y económica que le ocurría no sólo a Venezuela sino también a Latinoamérica. Esta década marcó la aparición de grupos de izquierda tanto conciliadores como subversivos y porque este tiempo de la historia marca un punto de inflexión al mostrar la escasa libertad de pensamiento y expresión que desaparecería casi por completo en las distintas dictaduras militares que regirían durante las siguientes dos décadas.
Uno de los problemas del libro es que tiene una estructura compleja y esto hace que no sea fácil de leer. No sólo está el prólogo que primero parece hablar sólo de Roma y luego se traslada a la Venezuela de finales de los 40, a punto de caer en manos de una dictadura. También ocurre que los capítulos correspondientes a los Victorinos tienen distintos narradores pudiendo pasar de primera a tercera persona, de un narrador externo a uno interno, que pueden ser cualquiera de los Victorinos. Lejos de todo eso, es un libro que resalta mucho la problemática socioeconómica y política de la época pero que aún puede verse en la actualidad. Un libro de mucha realidad antigua y actual.
NOTAS
1 Quizá Victorino Pérez no tenía el apellido paterno porque sus padres no eran casados y esto lo convertía en hijo natural, alguien considerado como persona de segunda clase para la época en la que nació (finales de los 40), al punto que ni siquiera podía llevar el apellido paterno. Esta situación similar le ocurrió a Eva Perón.
2 No es la primera vez que hay una relación romántica entre primos en la literatura. Por ejemplo, hay tres entradas sobre parejas que son primos: Mansfield Park, Cien años de soledad y La edad de la inocencia.

Comentarios

  1. Hola, ¿sabes dónde se puede conseguir este libro?

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    1. Intenta buscar en distintas páginas para descargar pdf o epub. Ahora, si lo que deseas es tener el libro impreso intenta buscar en páginas donde venden libros dependiendo del país en el que vives. Saludos.

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