NO TODO LO QUE BRILLA…

Y pasamos de Italia al Caribe colombiano, en particular el departamento de Córdoba. Y en lugar de un muñeco desobediente que tiene que aprender a las malas a no ser un vago ni dejarse llevar por los placeres a un indígena que debe soportar los insultos de los que lo consideran inferior a ellos, pero que resulta ser más astuto de lo que creen. Eso es No todo lo que brilla… del escritor loriquero David Sánchez Juliao.

No todo lo que brilla… es una obra de teatro infantil publicada en 2004. Es una única escena que se ambienta en una finca. Al final de la misma, Sánchez Juliao da unas instrucciones sobre cómo representar la escena, lo que incluye los decorados, los personajes, el vestuario, etc. Todo ello muestra que Sánchez Juliao hizo esta obra con el fin de que fuera más representada que leída, algo que se observa por el hecho de que el texto y las imágenes presentan una muestra de una representación teatral hecho por niños.

Esto no quiere que la obra no se pueda leer: de hecho es fácil de entender, pero es una de esas obras que solo se entiende cuando eres adulto o cuando la lees siendo adulto debido a las temáticas que trata.

En su dedicatoria y antes de que empiece la obra, Sánchez Juliao dice que basó su obra en las historias orales del Golfo de Morrosquillo y del río Sinú que le contaba su madre, Nhora Juliao de Sánchez, a la que le dedica el libro y a la que llama «una de las más talentosas narradoras que jamás he conocido» (Sánchez Juliao, p. 9, 2018).

Don Julián es un anciano hacendado a raíz de la herencia, pues el mismo reconoce que no le gustan los negocios. Sin embargo, es experto en el oro y en su comercialización, lo que le permite tener empleados a su cargo, aunque esto es relativo, dado que sus dos únicos empleados (Facundo y Albeiro) son sus ahijados. Aunque al principio intenta mostrarse amable con Juan y le da varios obsequios, pronto vemos que detrás de ello hay un interés y que desprecia a Juan tanto como los otros habitantes de la casa.

Juan Arache, llamado en la obra por una palabra que mencionaré más adelante, es un indígena. Llega a la finca de Julián para preguntarle el precio de oro de acuerdo al tamaño que este tenga y siempre preguntando por un tamaño cada vez más grande. A pesar de que es despreciado en general por casi todos los personajes, Juan resulta ser más astuto de lo que ellos creen, algo que se demuestra en el parlamento final.

Isaura es la esposa de Juan. Al parecer es de ascendencia árabe debido a un comentario que hace Julián (Sánchez Juliao, 2018, p. 24). Viste de acuerdo a su rol de señora de la casa y muestra un enorme desprecio por Juan al punto de incluso negarse a servirle café en sus pocillos de loza y le hubiera servido en unos pocillos de peltre (Sánchez Juliao, 2018, p. 16) si Julián no se hubiera molestado y hubiera exigido que se usara la loza, de acuerdo a su principio de que «la visita se respeta» (Sánchez Juliao, 2018, p. 18).

Albeiro es uno de los dos ahijados de Julián e Isaura. Al ser un empleado, en su caso se encarga de ensillar a los burros y de recoger la fruta que crece en la finca. Como su madrina y empleadora, Albeiro muestra cierto racismo hacia Juan. Desde su punto de vista, los indígenas deberían ser los empleados de su patrón en lugar de él.

«¡Que problema! Debería ser el indio quien viniera a recoger todo esto. ¡Que calamidad! »

Sánchez Juliao, 2018, p. 26

 

Luego de decir esto, que por cierto es su última línea, se dedica a observar la escena del almuerzo y a hacer gestos que reflejan su malestar al ver que un indígena está sentado en la mesa del comedor, almorzando con su patrón.

Facunda también es ahijada de Julián y de Isaura. Ella es la encargada de la cocina, pues se encarga de cocinar, servir la comida y de recoger la mesa, aunque puede que se encargue de otras labores que no se muestran en la obra. Al ser el personaje que menos habla en toda la obra, es la única de la que no podemos precisar sus sentimientos hacia Juan. Eso sí, sigue las órdenes de sus patrones a pesar de estos la maltratan de manera verbal, en especial Isaura.

En la obra es evidente un tema que sigue dando mucha espina y es el racismo. Casi todos los personajes dejan ver su racismo hacia los indígenas, como se ve en la manera como tratan a Juan, al cual no dejan de llamar indio en todo momento. Incluso Albeiro, que pertenece al servicio doméstico, se muestra desagradable hacia Juan, pues considera que los indígenas deberían ser los empleados de don Julián en lugar de él.

El que en una obra de teatro dirigida y con énfasis en representación por niños trate un tema tan delicado como el racismo es algo que debería tenerse en cuenta. Mediante la obra, se les puede enseñar a los niños por qué no se debe discriminar a alguien de una etnia distinta a la suya. Además, se muestra de forma leve el estilo de denuncia social que imprime la bibliografía de David Sánchez Juliao, algo que también notarán en el cuento ¿Por qué me llevas en canoa al hospital, papá? Pero esa historia la analizaré a su debido tiempo.

A pesar del tema que trata, No todo lo que brilla… tiene un contenido que me recuerda al cuento En la diestra de Dios Padre de Tomás Carrasquilla. Ambas historias tienen un personaje que es visto como ingenuo por la mayoría, pero que en realidad emplea su astucia para obtener lo que quieren. Es obvio que los fines de Peralta y Juan son distintos: Peralta usa su astucia para asegurarse de ganar su lugar en el Cielo y Juan para, por así decirlo, engañar a Julián de una forma de que no se imaginan. Pero prefiero que lean la obra con sus hijos para que entiendan lo que quiero decir.

En conclusión, No todo lo que brilla… es una obra en la que se muestra como una conversación sobre uno de los metales más preciados resulta ser el hilo de una treta hecha por un hombre al que todos miran por encima del hombro y lo consideran un tonto. Para mí, no solo sirve para leer y ser representada, sino también como un ejemplo de cómo la discriminación y la codicia a veces nos ciegan de lo que realidad pasa. Sin duda, la recomiendo.

 

BIBLIOGRAFÍA

Sánchez Juliao, D. (2018) No todo lo que brilla… Panamericana Editorial.