EN LA DIESTRA DE DIOS PADRE

Desde hoy hasta el 8 de agosto quiero empezar con un ciclo que voy a llamar El Mes Colombiano porque voy a presentar entradas de libros o cuentos escritos por colombianos. La entrada que abre este ciclo es el famoso cuento En la Diestra de Dios Padre del escritor antioqueño Tomás Carrasquilla.
El protagonista del cuento es Peralta (su nombre de pila nunca es mencionado), un campesino que practicaba literalmente el ayudar a su prójimo, a pesar de las objeciones de su solterona hermana. A pesar de que Peralta era tan pobre como las personas a las cuales ayudaba, no le importaba en absoluto los insultos de su familia y de sus vecinos, porque sabía que hacia lo correcto.
Un día Peralta se encuentra con un par de peregrinos que le piden posada en su casa y él acepta. A la mañana siguiente Peralta encuentra que los dos hombres no aparecen y que dejaron unas monedas. Peralta sale de su casa para intentar encontrar a los peregrinos y devolverles las monedas. Finalmente los encuentra y se las regresa. Entonces los dos peregrinos se revelan ante él como Jesús de Nazaret y Pedro, uno de sus discípulos y apóstoles más cercanos. Ambos se muestran satisfechos porque Peralta pasó la prueba sin ningún problema, viendo lo desprendido que en realidad es. Con ello en mente, le ofrecen concederle cinco deseos, pero desean que piense muy bien en ellos. Peralta no se demora mucho y, a pesar de las protestas de Pedro, pide sus cinco deseos:
·         Ganar en el juego siempre que quiera.
·         Que al morir, la Muerte se le aparezca de frente y no detrás.
·         Detener a cualquiera en el lugar que señale y que permanezca por el tiempo que él desee.
·         Disminuir su tamaño a voluntad hasta tener el de una hormiga.
·         Que el Diablo no le haga trampa en el juego.
Se puede decir que Peralta empleó muy bien su primer deseo. Nadie le ganaba en los juegos de azar, y aunque ganaba mucho dinero seguía repartiéndolo entre los pobres. Esto dice mucho de él, ya que su habilidad no lo volvió arrogante y por el contrario, siguió teniendo su carácter humilde y caritativo de siempre, pero a la vez se ganó el temor de los habitantes del pueblo, que creían que había hecho un pacto con el diablo.
Con respecto al segundo y tercer deseo, Peralta los emplea cuando se le aparece la Muerte, puesto que no tenía deseos de morir en ese momento. Después de un tiempo de pestes y enfermedades de las que nadie moría, todos incluidos Jesús y Pedro notaron la extrañeza, así que Pedro decide bajar al pueblo de Peralta y descubre que la Muerte está detenida en un árbol. Peralta y Pedro la bajan y ella vuelve a hacer su deber. Un día en que Peralta se enferma, la Muerte llega dispuesta a llevárselo, a lo que acepta.
En cuanto al último deseo, Peralta lo usa cuando accidentalmente llega al Infierno creyendo que va al Paraíso y se topa con el Diablo. El Diablo decide jugar al tute apostando las almas del Infierno y Peralta la suya. El Diablo piensa que tiene todo arreglado y que obtendrá el alma de Peralta, pero aquí el primer y el último deseo de Peralta actúan a su favor y le gana dieciséis partidas al Diablo al punto que este se pone a llorar y ya no quiere seguir jugando porque no quiere perder las almas de los envidiosos, que considera iguales a él. Peralta se va al paraíso con las tres mil millones de almas que ganó.
Sé que se preguntarán: ¿qué pasó con el cuarto deseo? Pues bien, Peralta lo usa cuando llega al Paraíso y se encuentra con Dios, que lo elogia por su humildad y su caridad al arriesgar su alma para salvar tres mil millones de almas que pertenecían al Infierno y estas tuviesen una oportunidad. Cuando Dios le pregunta donde quiere estar, Peralta responde que en su diestra, así que finalmente emplea el cuarto deseo achicándose hasta el tamaño de una hormiga y así estar en la palma derecha de Dios, en la diestra de Dios.
Para mí, Peralta pareciera un personaje débil y poco inteligente, pero en realidad detrás de su humildad y su benevolencia, se esconde alguien astuto que emplea sus deseos para seguir ayudando a su prójimo y asegurar su ida al Cielo, así los demás no estén de acuerdo. Para los que lo rodean, Peralta es un hombre extraño. Para Dios, Jesús y Pedro, es un alma bondadosa detrás de su excentricidad. En mi opinión, es un hombre que sigue las normas pero al mismo tiempo está al margen de ellas.
Este cuento tiene de todo: humor, pacto con Dios, lucha con el Diablo y todos los tintes costumbristas de las clásicas historias colombianas. Aunque al principio me sentí confundida por el lenguaje del cuento, el cual está llenos de contracciones y arcaísmos propios del dialecto antioqueño del siglo XIX, pude disfrutar del cuento por sus ocurrencias. Puedo decir que este uno de los mejores cuentos de nuestra literatura. En el futuro espero buscar más obras de Carrasquilla.

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