PERSONAJES MASCULINOS DE LA FERIA DE LAS VANIDADES

Advertencia: en esta entrada se mencionaré algunas partes de la trama de la novela, por lo habrá destripes.

Así como en La feria de las vanidades hay dos personajes femeninos que son tan contrastantes el uno con el otro, en ella también hay personajes masculinos, los cuales son las ruedas de los ejes que son Amelia y Becky, puesto que cada uno de ellos está relacionado con alguna de ellas, ya sea de forma directa o indirecta. Siendo hoy el Día Internacional del Hombre, intentaré analizar a cada uno de estos hombres. No siendo más, empezaré.

GEORGE OSBORNE

George Osborne es el ahijado de John Sedley; el prometido de la hija de él, Amelia; y el mejor amigo de William Dobbin. Es hijo de un rico banquero y tiene dos hermanas.

Shmoop define a George Osborne como un caballero exteriorizado. Esto se debe a que ha recibido una educación esmerada y porque en apariencia se comporta como un caballero, pero en realidad es un hombre egoísta, derrochador, engreído y volátil, pues pasa de regirse por el honor y luego por sus emociones. Además es un libertino y derrochador, porque le gusta derrochar dinero en el juego, en lo que no es muy bueno, pues es derrotado con frecuencia por Rawdon Crawley, un jugador apenas mejor que él. Para él, las dos mil libras que le deja su padre luego de desheredarlo no le durarán ni dos años. Y en efecto, eso ocurre.

Desde joven, se ha estado esperando que se case con Amelia Sedley. Sin embargo, tras la quiebra de los Sedley, su padre y él deciden dejar de relacionarse con ellos, lo que incluye no comunicarse más con Amelia. Ante la tristeza que la joven sufre, su amigo Dobbin lo exhorta a que honre su promesa y se case con Amelia.

En efecto, se casa con Amelia, pero pronto se aburre de ella al considerarla aburrida y demasiado hogareña, por lo que cuando llega a Bélgica luego de ser llamado a filas, se emociona al reencontrarse con Becky (ambos se habían conocido cuando esta vivió un tiempo con los Sedley antes de convertirse en institutriz de los Crawley). Tanto es su deseo de querer estar con Becky que durante un baile le deja una nota en su ramo de flores en la que dice que se fugue con él, pero pronto decide que es mejor quedarse con Amelia, por lo que le deja una carta con Dobbin en la que le expresa su «lealtad incondicional», pero ese mismo día ocurre la Batalla de Waterloo, en la que muere. Para ese momento, ya ha agotado las dos mil libras que le dejo su padre en sus vicios y en mantener el estilo de vida al que estaba acostumbrado desde niño, dejando a Amelia y a su hijo póstumo desamparados.

Con su muerte, Amelia desarrolla una obsesión en la que lo idealiza como el hombre y esposo perfecto a pesar de lo contrario. Los demás saben cómo era en realidad George pero al mismo tiempo no hacen nada para que ella deje esa actitud. Sería Becky la que tuvo la suficiente practicidad como para romper el pedestal en el que Amelia puso a George y que por fin pueda rehacer su vida.

WILLIAM DOBBIN

William «Higos» Dobbin es el mejor amigo de George Osborne y un allegado a la familia Sedley. Físicamente tiene un aspecto desgarbado y poco atractivo. Es hijo de un comerciante de higos, cuyo éxito le permitió darle una elevada educación a su hijo. Sin embargo, debido a sus orígenes fue víctima de acoso escolar (bullying) y todos los apodaron «Higos», algo que lo llevó a refugiarse en la lectura para evitarlo.

Un día, cuando el muchacho que lo acosaba empieza a molestar a un niño menor que ellos, Dobbin lo defiende y pelea con su abusón hasta que lo derrota y se convierte en amigo del niño pequeño al que defendió, el cual era George Osborne. Incluso su apodo «Higos» pasa de ser despectivo a significar respeto.

Dobbin y George se vuelven amigos tan cercanos que ambos escogen la vida militar. Incluso están enamorados de la misma mujer: Amelia, pero Dobbin prefiere mantener en secreto su amor por ella porque sabe que ella solo tiene ojos para George, por lo que persuade a que este último honre el compromiso matrimonial que hizo con Amelia, a pesar de la quiebra de los Sedley.

Shmoop define a William Dobbin como caballero psicológico y no sorprende por qué. Como lo dice el mismo Thackeray, tiene todas las características emocionales de uno: es un hombre de palabra que respeta mucho a su amigo como para dejar que este se case con la mujer que ambos aman. Además, es uno de los pocos que se preocupa por Amelia cuando queda viuda y empobrecida, demostrando su lealtad hacia ella. También es el único hombre que se resiste a los coqueteos de Becky y la ve tal como es.

«No le gustaba Dobbin, en el fondo le temía, y él tampoco simpatizaba con ella. Era demasiado honrado para que no lo afectasen desfavorablemente los artificios y carantoñas de aquella mujer, que le inspiraban un rechazo instintivo, y, como ella no era tan superior a las de su sexo como para verse libre de celos, lo odiaba al comprobar que prefería a Amelia. No obstante, se mostraba con él muy respetuosa y amable».

Cuando George muere en Waterloo, Dobbin se hace cargo de Amelia y del hijo de ella y George, que nació meses después, convirtiéndose en padrino del niño. Sin embargo, es asignado a la India, por lo que estaría varios años fuera de Gran Bretaña, aunque mantuvo contacto epistolar con Amelia.

Luego de doce años en la India, Dobbin decide regresar a Gran Bretaña junto a Jos, pero durante el trayecto en barco se enferma y su vida estuvo en peligro por un tiempo. Luego de superar la enfermedad, llega a suelo británico para encontrar a una Amelia en la miseria y que ha entregado a su hijo Georgy a su suegro para que el niño pueda gozar de una buena vida. Ante esto, Dobbin y Jos decide acoger a la viuda y a su padre bajo su protección y visita la casa de Osborne para reconciliar al señor Osborne con su nuera y a encontrarse con su ahijado, al que no ha visto desde que era un niño pequeño.

Dobbin resulta ser una buena influencia para Georgy, pues este deja de lado su comportamiento mimado. Aunque no logra que el señor Osborne y Amelia se reúnan antes de que el anciano muera, gracias a Dobbin ella queda perdonada por su suegro tal como lo deja claro el testamento de este último, en el que Amelia hereda una pensión y su hijo es nombrado como heredero principal del señor Osborne.

Luego de ver el aburrimiento de Amelia en las reuniones sociales en las que ahora es incluida, Dobbin le pide a ella y a su hijo que lo acompañen en un viaje a la Europa continental, a lo que Amelia y Georgy aceptan. Los tres, junto con Jos, viajan por varias ciudades de Europa hasta llegar a una ciudad alemana en la que se encuentra con Becky, que lleva varios años vagando por el continente y que los reconoce tan pronto como los ve.

Cuando Amelia le pide a Dobbin que Becky se integre al grupo, él se niega a causa de la mala reputación de Becky y por la manera como esta despreció anteriormente la amistad de Amelia. Ante la insistencia de Amelia, Dobbin se da cuenta de que, a pesar de sus buenas intenciones, Amelia se aferra a seres que ella no entiende que son dañinas y que es no capaz de retribuir el amor que él le da. En ese momento, Dobbin le dice lo que siente por ella pues se ha dado cuenta de que ha perdido su tiempo tratando de obtener el amor de una mujer vacua.

«No son las palabras de ayer lo que la alteraron. Eso no fue más que el pretexto, Amelia; no en vano la he amado y atendido durante quince años. ¿Cómo quiere que no haya aprendido a penetrar sus sentimientos y a leer en sus pensamientos? Sé de lo que su corazón es capaz: de asirse firmemente a un recuerdo, de abrigar un capricho; pero no cabe en él un sentimiento tan grande como el que merece el mío, y como el que hubiera encontrado en una mujer más generosa que usted. No, no es usted digna del amor que le he consagrado. Ya hace tiempo que sé que el objeto a que he dedicado mi vida entera no vale el esfuerzo que he puesto para conquistarlo, que he sido un necio al poner toda mi verdad y mi pasión a cambio de unas migajas de amor. Jamás volveré a humillarme, me marcho. No le guardo rencor. Es usted buena y ha hecho cuanto ha podido, pero no ha sabido hacerse merecedora de un amor tan grande como el mío, que un alma más elevada que la suya hubiera compartido con orgullo».

Tras esto, Dobbin regresa a Inglaterra a unirse a su regimiento. Quizá se hubiera marchado de nuevo a India de no ser porque Amelia le escribió a Dobbin (antes de que Becky le mostrara una carta del difunto George en la que le proponía fugarse con él), él vuelve a Alemania y junto con Georgy, ambos regresan por última vez al Reino Unido para casarse y establecerse allí de manera definitiva. Dobbin y Amelia tienen una hija a la que llaman Jane «Janey» y a la que él adora más que a nada.

Uno pensaría que, después de varios años luchando, Dobbin estaría feliz de que finalmente está casado con Amelia. Sin embargo, en las últimas páginas del último capítulo se da a entender que él se casa con Amelia más por el hecho de que no puede desprenderse por completo de ella que porque esté enamorado de ella. Muestra de eso se ve en los últimos párrafos en los que se le alude que Dobbin siente más amor por su hija Janey que por Amelia, aunque sin duda es un hombre respetuoso y amable con ella.

RAWDON CRAWLEY

Rawdon Crawley es el hijo menor de Sir Pitt Crawley y de su segunda esposa, razón por la que Shmoop lo llama caballero genético. Carece de muchas habilidades (incluso tiene una ortografía terrible, que Becky le corrige), pero las pocas que tiene están asociadas al juego y a los duelos.

Al parecer y a pesar de su clase social, Rawdon no parece desenvolverse tan bien en la alta sociedad más allá de los juegos de azar, por lo que deja que Becky sea la que administre su carrera como militar, ya sea en París o en Bélgica. Combate en la Batalla de Waterloo, al cual sobrevive, pero luego deja su carrera militar para volver a Gran Bretaña con Becky y con su pequeño hijo Rawdon Jr., a vivir de nuevo en sociedad.

En apariencia, pareciera que Rawdon y Becky tiene una gran estabilidad económica pero en realidad no es así, pues en realidad viven llenos de deudas. Más que una relación amorosa, el matrimonio de los Crawley se trata más de una asociación laboral, por así decirlo. Mientras que Rawdon usa su habilidad en las cartas, él se encarga de que Becky coquetee con sus compañeros de juego como una forma de distraerlos y ganarles todo el dinero que apuestan.  En un principio, Rawdon está de acuerdo con que Becky sea patrocinada por el Marqués de Steyne, ya que cree que eso también podría impulsarlo a él en el sentido social.

A pesar de todo ello, Rawdon considera a Becky como una mujer inmaculada y fiel, que nunca sería capaz de serle infiel. Esa imagen quedaría destrozada cuando la sorprende con el Marqués de Steyne en una situación bastante comprometedora. Al verlos juntos, Rawdon se da cuenta de que no puede confiar en Becky y no quiere volver a saber de ella.

El incidente con el Marqués de Steyne causa problemas a los Crawley. Como es obvio, Becky termina perdiendo su reputación; mientras que Rawdon ya no puede usar sus habilidades de juego para ganar dinero. Para disminuir el escándalo y no queriendo tener problemas con Rawdon, le da el cargo de gobernador de la isla de Coventry, algo que pareciera un gran ascenso pero que en realidad es el disfraz de un exilio, pues la isla tiene un clima insalubre y las enfermedades infecciosas son frecuentes. Rawdon no tiene más opción que aceptar pues ya no tiene posibilidad de tener una carrera en el ascenso social.

A pesar de sus muchos defectos, si hay algo bueno en Rawdon es que ama a Rawdon Jr. y se preocupa por su bienestar, cosa que su madre no hace. A pesar de lo mucho que lo ama, no quiere que el niño viva en una isla en el que el clima podría poner en peligro su salud, por lo que deja a Rawdon con su hermano, Sir Pitt y Lady Jane, la esposa de este, los cuales adoran a su sobrino. Sabiendo que lo deja en buenas manos, Rawdon parte a Coventry, en donde ejercería como gobernador durante varios años hasta su muerte por fiebre amarilla, ocurrida seis meses antes que la de su hermano.

La ironía es que la búsqueda de ascenso social por parte de Rawdon y Becky hubiera sido exitosa si hubieran sido más apegados a su hijo Rawdon Jr., ya que él sería el sucesor de su tío como baronet. Sin embargo, se da a entender que, pese a la disfuncionalidad de sus padres, Rawdon Jr. resulta ser una mejor persona que su padre, pues al parecer es una persona que no se dedica al libertinaje y le pasa una mensualidad a su madre, pese a haber sido una madre indiferente con él.

JOSEPH SEDLEY

Joseph «Joe» o «Jos» Sedley es el hermano mayor de Amelia. Físicamente es un hombre obeso que intenta verse elegante pero que siempre se ve ridículo. Trabaja con funcionario en India, algo bien visto para muchos porque creen que todo aquel que trabaja allí hace fortuna. Sin embargo, en el momento en que empieza la novela ha regresado a Gran Bretaña para poder tratarse una enfermedad hepática, posiblemente causada por su excesivo estilo de vida, aunque no lo reconozca. Allí se encuentra con Becky, que en vano coquetea con él para llamarse su atención y así enamorarlo para casarse con él.

A diferencia de la mayoría de los personajes masculinos principales, Jos puede permanecer fuera de foco por mucho tiempo. Luego de los primeros episodios, solo se menciona que da un poco de dinero para que su familia no pase tantas necesidades luego de la quiebra de su padre. De ahí, reapareciera en Bélgica a ver a Amelia y a codearse con la elite militar británica, pero ante la inminencia del enfrentamiento armado entre los franceses y los británicos, Jos debe irse de Bruselas como puede para evitar que los belgas, mayoritariamente napoleónicos, lo maten, por lo que le compra unos caballos a Becky.

Luego de esto, no vuelve a aparecer en la novela hasta bien avanzada la segunda parte, cuando regresa a Gran Bretaña junto con Dobbin y, de nuevo, está allí por cuestiones de salud, pues Jos usa el viaje al continente para asistir a distintos balnearios. Mientras estaba en una fiesta con su sobrino Georgy, se encuentra con Becky, la cual usa su ingenio para atraerlo. No le resulta difícil pues a Jos le gusta sentirse halagado, en particular por parte de una mujer como Becky.

Luego de que Becky se une al grupo y de que Dobbin se marcha, Jos y Becky parecen más cercanos que nunca, con Becky halagándolo de mil maneras y Jos recibiéndolos de buena manera. Él no desea volver a Gran Bretaña de ninguna manera, para decepción de Amelia que ya no quiere estar más en Alemania, porque se encuentra muy a gusto junto a Becky y junto a varios amigos, tanto de él como de ella.

Luego de que Amelia y Dobbin se reconcilian y se casan, Jos permanece en Europa con Becky, aunque nunca tienen una residencia fija, quizá por los problemas de salud de Jos. Unos años después, él y Dobbin tienen un último encuentro en Bruselas, en el que aparecen un Dobbin preocupado porque Jos ha contratado un seguro de vida y un Jos aún más desmejorado en el sentido físico y con sentimientos contradictorios hacia Becky: por un lado muestra tener miedo hacia ella pero por otro lado insiste en que es una buena mujer que lo cuida muy bien. Tres meses después de la visita de Dobbin, Jos muere en Aquisgrán y se descubre que su único activo era el dinero del seguro de vida, cuyas dos destinatarias son Amelia y, por supuesto, Becky.

En la página Shmoop se dice que Jos Sedley es una parodia de caballero, a diferencia del resto de los otros personajes masculinos importantes. Esto es porque intenta imitar el estilo y las costumbres de los caballeros de la alta sociedad, pero fracasa en ello, mostrándose siempre como un cobarde y un débil de carácter. Todo ello hace que Jos no pueda ser un caballero ni el exterior ni el interior. Ni siquiera funciona como recurso cómico, porque ni siquiera tiene gracia. Jos es una burla ambulante y nada más.

 

Estos cuatro hombres representan los distintos tipos de caballero. Como dije, George Osborne es un caballero de pura apariencia. Muchos lo consideran un caballero por su encanto y por su personalidad, pero no hay más allá en él. Es, por así decirlo, un bueno para nada, algo que solo Amelia es incapaz de ver. Su actitud libertina y derrochadora acaba por causarle problemas a largo plazo a su esposa, con la que ni siquiera quería casarse porque ella ya no tenía dinero y solo lo hizo para cumplir su deber. No sorprende que Becky diga que George merecería morir.

«¡Imposible olvidar a ese! ¿A ese egoísta, a ese petimetre de tres al cuarto sin ingenio, sin nobleza, sin corazón y que en nada puede compararse con tu amigo del bastón de bambú, pues sería como compararte a ti con la reina Isabel? Pero ¿no sabes que estaba cansado de ti y te habría plantado si Dobbin no lo hubiese obligado a cumplir con su palabra? Él mismo me lo confesó. Nunca te quiso. Se burlaba de ti en mi presencia a todas horas, y empezó a coquetear conmigo a la semana de casado contigo. […] Quería que huyésemos juntos… y me entregó es[t]a esquelita en tus propias narices, la víspera del día que lo mataron. ¡Bien merecido se lo tenía!».

A diferencia de los otros personajes masculinos, Dobbin tiene todas las características de un caballero. Es un amable, carente de hipocresía, con un gran sentido del deber y que se preocupa por los demás. Todo ello hace que se lo considere un caballero psicológico.

Por su parte, a Rawdon se lo considera un caballero porque nació en una familia noble, no porque tenga cualidades que lo conviertan en uno. De hecho, en lo único que sobresale en ser un buen duelista y un jugador apenas aceptable. Y digo apenas aceptable porque necesita de Becky para poder ganar, lo que demuestra que no confía demasiado en sus habilidades. Sin embargo, es capaz de tomar una buena decisión: dejar a su hijo a cargo de su hermano, para proteger la salud de su hijo y porque sabe que Lady Jane sería una gran figura materna para el niño.

En cuanto a Jos, intenta emular a los caballeros vistiéndose como ellos y tratando de actuar como ellos. Sin embargo, Jos no se da cuenta de que es demasiado tonto para lograr parecerse uno y de que no hay interesante. La única mujer que se queda con él lo hace solo por el dinero, algo que sería su ruina.

He dejado mis opiniones sobre los personajes principales de esta clásica novela, que considero una de las importantes de la literatura universal. Para la próxima entrada, me gustaría tratar sobre los aspectos sociales, que son la parte principal de La feria de las vanidades. Si desean que lo haga, lo pueden dejar en sus comentarios.

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