HŌZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO
Para continuar con el Mes de la Madre, lo haré con la novela Hōzuki, la librería de Mitsuko de la escritora japonesa Aki Shimazaki, publicada en 2015.
Hōzuki, la librería de Mitsuko está compuesta por 25 capítulos y
trata sobre Mitsuko Tsuji, la dueña de una librería y la manera cómo interactúa
con su hijo Tarō, al mismo tiempo que recuerda su vida antes de su hijo. La
historia se desarrolla en la ciudad de Nagoya en el año 2003, aunque hace
analepsis hacia 1996 en la ciudad de Kanazawa.
Mitsuko Tsuji (antes Shimizu) es la dueña de la librería Kito. Nacida
en Nagoya, se crío con su madre divorciada, de la que tomó su apellido, algo
común en hijos de parejas japonesas divorciadas que se quedan a cargo de su
madre.
Mitsuko es una mujer a la que no le agradan los compromisos por lo
que nunca ha querido casarse ni ser madre. Igual, lo último es algo que nunca
podría serlo debido a una enfermedad que sufrió. Sin embargo y a pesar de no
haber deseado ser madre, se convirtió en la madre de Tarō. A medida que Mitsuko
recuerda su pasado, sabemos más de ella y de Tarō y descubrimos secretos que
ella mantiene ocultos, incluso de su propia madre.
Tarō Tsuji es el hijo de Mitsuko. Es lo que en Japón conocen como
mestizo, ya que, además de su origen japonés, es fácil notar que tiene
ascendencia europea. Mitsuko asegura que Tarō es hijo de ella con un hombre
español que murió antes del nacimiento del niño. Sin embargo, el lector
descubre el verdadero origen de Tarō, el cual recuerda un poco al del muchacho
de La palabra más hermosa, pero sin el contexto de guerra. Tarō tiene una
discapacidad auditiva de nacimiento, por lo que, aunque puede hablar a menudo
usa el lenguaje de señas para poder comunicarse con su madre y su abuela y
también lee los labios para entender lo que los demás le dicen.
La señora Sato es una clienta de la librería de Mitsuko. Es una
mujer elegante e instruida, pero siempre tiene una expresión de tristeza en su
rostro. Nacida en Kioto, proviene de una familia dueña de una panadería desde
la época Edo, por lo que no sorprende que intenta conservar las tradiciones.
Gracias a la solvencia económica de su familia, no solo asistió a universidades
privadas, sino que le permitió viajar a otros países y aprender varios idiomas,
algo que consideraba le sería de ayuda debido a que quería ser la esposa de
un diplomático.
Sin embargo, como cualquier joven de su edad, ella deseaba vivir la
vida al máximo antes de contraer matrimonio, algo que la llevó a tener un
encuentro con un hombre español que terminó en algo que hubiera dañado su sueño
de casarse con un diplomático. Luego de un tiempo, aceptó todos los miai1 al que sus padres la
llevaban hasta que finalmente conoce al que sería su esposo, el señor Sato.
Hanako es la hija de la señora Sato. Al ser hija de un diplomático,
ha vivido gran parte de su vida en el extranjero, pero cuando la niña conoce a
Tarō, los dos pequeños se convierten en amigos cercanos, a pesar de que a
Mitsuko no le agrada mucho la señora Sato.
La novela trata sobre las historias de dos mujeres, dos madres muy
diferentes la una a la otra, pues una de ellas tuvo que renunciar a su
maternidad para no dañar su futuro mientras que la otra se convirtió en madre
sin buscarlo ni desearlo. Los caminos de ambas se entrecruzan gracias a la
librería y a que ambas reflexionan sobre sus historias, ya que las dos guardan
secretos que ninguna de las dos quiere revelar para no perjudicar la vida de
sus hijos. A través de sus recuerdos, vemos los extremos a los que ambas llegan
para poder seguir con sus vidas, ya sea por sus hijos o no.
En la novela también vemos como las mujeres intentan vivir su vida
de acuerdo a sus propias reglas en medio de la conservadora sociedad japonesa. Mitsuko
decide no casarse porque la idea de estar casada y tener hijos no le seduce,
pero aun así la maternidad llega a su vida y la asume como una parte más de su
vida. Mitsuko descubre que ser madre no es el fin del mundo, sino que es algo
maravilloso y que no importa si es madre soltera, ya que ella lo considera una
opción intermedia, que no afecta sus metas para nada. Esto demuestra la manera
de ser de Mitsuko, ya que ser madre soltera todavía tiene cierto estigma en
Japón.
Por su parte, la señora Sato sigue la típica vida de una mujer
japonesa casada, pero al mismo tiempo desea reconectarse con su pasado antes de
poder continuar con su propia vida. Cuando finalmente tiene la oportunidad de
hacerlo, se da cuenta de que lo que dejo atrás ha encontrado un nuevo camino, por lo que puede seguir adelante.
Hōzuki, la librería de Mitsuko me sorprendió por su ritmo uniforme,
su historia cálida y los giros inesperados que posee, aunque esto último podría
ser visto predecible dependiendo del lector. Sin duda, la recomiendo.
NOTA
1 Costumbre
tradicional japonesa parecida al emparejamiento hecho por casamenteros (persona
que propone o concierta matrimonios) en la que un hombre y una mujer se conocen
para considerar la posibilidad de casarse.
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