EL CLUB DE LAS ZAPATILLAS ROJAS


Advertencia: para los que no han leído la novela, habrá algunos destripes.

Para continuar con el Mes de los Niños y del Idioma, lo haré con la novela El club de las zapatillas rojas de la escritora española Ana Punset.

El club de las zapatillas rojas es la primera de una serie de novelas (18 hasta ahora) de nombre homónimo que trata sobre la amistad de cuatro jovencitas a lo largo de su secundaria, pasando de la niñez a la adolescencia. La primera novela se compone de 36 capítulos y trata sobre cómo tres de las chicas intentan ganar un concurso a visitar a la cuarta de ellas, que se ha mudado a Alemania.

Las protagonistas de la novela son Lucía, Frida, Bea y Marta.

Lucía es la más baja del grupo. Es hija de padres divorciados que han rehecho su vida con otras personas, aunque para Lucía esta no es una situación fácil pues cuando no tiene que soportar a su estricta madre le toca estar con su padre, su madrastra y Aitana, la hija en común de ambos. Le encanta dibujar y tiene un gran talento para ello, pero no le gusta mucho estudiar, motivo de conflictos con su madre. Es a ella a la que se le ocurre crear El Club de las Zapatillas Rojas y hacer un diario del grupo para cuando tengan que ir a ver a Marta. Por lo general, la historia se enfoca en ella, convirtiéndola en el personaje principal.

Frida es la más alta del grupo. Amante del voleibol, parlanchina y alegre, intenta hacer todo lo posible para que las demás sean felices dentro del grupo y siempre es la que más contenta está, aunque carece de tacto. Se lleva bien con sus padres, si bien su relación con Dani, su hermano mellizo, es tensa. Tiene un interés amoroso: Marcos.

Bea es la tímida del grupo y tan educada que es la única que no dice malas palabras. Su inseguridad le hace ver las cosas en un matiz negativo, lo cual expresa a través de medias de colores, las cuales usa de acuerdo a su estado de ánimo. También es muy talentosa con el violín y es la menor de tres hermanos y la única hija.

Marta es, por así decirlo, la que intenta mantener la unidad del grupo. Es una persona optimista, que siempre busca la forma de ver el lado bueno de las cosas, incluso cuando se ve obligada a mudarse a Alemania por motivos laborales de su madre alemana, que está divorciada del padre de Marta.

Marisa es la líder de las «pitminís», como las llaman El Club de las Zapatillas Rojas, de la escuela y la enemiga principal de Lucia desde el momento en que le ofreció ser su amiga y Lucia la rechazó por su creída manera de ser. Desde entonces, busca la forma de hacerle la vida imposible al Club de las Zapatillas Rojas.

Eric es el interés amoroso de Lucia. Desde el momento en que ella lo ve, clava sus ojos en él y ambos siempre encuentran la forma de entablar conversación. De a poco, el amor entre ellos surge y es puesto a prueba cuando Eric se enferma y se difunde un chisme sobre su enfermedad y cómo se contagió.

Raquel Martínez es la capitana del equipo de voleibol al que pertenece Frida. Es ella una de las ganadoras de las audiciones que hace El Club de las Zapatillas Rojas para ganar el concurso. No tiene mucho desarrollo ni sabe mucho de ella, excepto que tiene una hermana en edad universitaria, Rosa, con la que no se lleva bien y un interés amoroso, Jaime.

Susana Écija es una de las dos adhesiones al grupo, junto con Raquel. Es conocida como Susana Solitaria porque no sabe mucho de ella, se sienta en un rincón de la última fila y no se relaciona mucho con los demás debido a que llegó en la mitad del año escolar y tampoco es una joven de muchos amigos. Sin embargo, demuestra ser lo suficientemente habilidosa en el baile como para ganar la audición del Club de las Zapatillas Rojas. Más tarde, se revela que es muy buena en las matemáticas y tiene un hermano mayor, Aitor, con el que tiene se lleva bien, siendo la única que tiene una relación buena con su hermano.

El tema en El club de las zapatillas rojas es la amistad y cómo la misma es puesta a prueba dos veces a lo largo de la novela: primero, cuando Marta se va a Alemania; y luego, cuando Bea se pelea con el resto de las chicas y se hace amiga (temporalmente) de Marisa.

En el primer caso, aunque las muchachas saben lo difícil y triste de la situación, están conscientes de que Marta tendrá que hacer una nueva vida pero que eso no significa el final de su amistad, por lo que más que nunca las cuatro deciden mantener su grupo, aún en la distancia.

En lo segundo, todo se debió a que Bea dejo que sus inseguridades le permitieran dudar sobre lo que sus amigas sienten hacia ella, lo que la llevó a coquetear con hacerse amiga de Marisa. Por suerte para Bea, se da cuenta de lo tonto que fue pelear con sus amigas y de no saber cómo es Marisa en realidad.

La novela tiene un gran problema: los personajes y su desarrollo. Me parece que, excepto por Lucia y Bea, los personajes no tienen demasiado tiempo para desarrollarse, aunque debo suponer que, al ser el primer libro de la saga, su evolución irá ocurriendo a medida que la serie de libros avanza.

Pero además, la novela representa muy bien la rivalidad entre estudiantes de escuela, la cual muchas veces puede desembocar en matoneo escolar (bullying) o violencia escolar, como la que se ve en el último tercio de la novela, al mostrar todas las tácticas sucias de Marisa.

Sin embargo, no puedo dejar de sentir que El club de las zapatillas rojas es más adecuada para los que están en los últimos años de su niñez o que se encuentran en los primeros años de su adolescencia, pues yo creo que a esta demografía podría gustarle más este tipo de novela, pues por momentos es demasiado simple. Es a este grupo de edad que recomiendo El club de las zapatillas rojas.

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