EL PROCESO
Antes de hacer un pequeño receso, decidí analizar la novela El proceso del escritor Franz Kafka, publicada póstumamente en 1925.
El proceso es una novela que en su edición original, es decir, la
que fue edita y publicada por el albacea literario de Kafka, Max Brod, tiene 10
capítulos. En su segunda edición, publicada en 1935, se incluyó un apéndice con
6 capítulos que no fue fueron tenidos en cuenta por Brod al considerarlos
incompletos.
Como ya lo dije en El
desaparecido o América, las novelas de Kafka quedaron sin terminadas no a
causa de su muerte sino al desencanto que él sentía hacia ellas cuando las
escribía, por lo que no terminó ninguna de las tres. En realidad no se puede
decir que El proceso sea una novela inacabada, puesto que sí tiene su final, el
cual es más bien abrupto pero deja la sensación de una narrativa concluida. El problema
con El proceso es que Kafka no dejó estipulado el orden exacto de la novela
pues en realidad lo quería era que la quemaran junto con todos sus escritos,
última voluntad que Brod no cumplió para satisfacción del mundo literario. Para
explicarlo mejor, El proceso es una novela más o menos terminada pero desordenada.
Ante esto y por décadas, varios expertos en literatura han
intentado encontrar un orden para leer tanto los 10 capítulos originales como
los 6 del apéndice. Si tienen alguna versión basada en alguna de las dos ediciones,
le diría que pueden leer la versión con los 10 capítulos, pero si quieren leer
la que posee el apéndice, hay un orden propuesto por el ensayista y escritor
colombiano Guillermo Sánchez Trujillo.
En su ensayo, El proceso, un
modelo para armar, Sánchez Trujillo describe la historia de edición de El
proceso y propone un orden similar al de la novela Crimen
y castigo de Fiódor Dostoievski al considerar que la novela de Kafka es una
reescritura de la de Dostoievski. El ensayo se encuentra en este enlace: http://www.accionarte.com/kafka/html/ensayos/ensayos/ensayo29-sancheztrujillo-modelo-para-armar.htm
Junto con El castillo y la ya mencionada El desaparecido, El
proceso hace parte de la «trilogía de la soledad» por ser este sentimiento que
une a los tres protagonistas: K, Karl y Josef K, respectivamente. También se la
conoce como «trilogía de la búsqueda», porque los tres protagonistas buscan
encontrar la verdad; en el caso de Josef K, el protagonista del que se ocupa
esta entrada, él busca encontrar la verdad sobre su proceso.
Aunque el protagonista es Josef K, todos los personajes tienen
momentos en los que brillan y son una amalgama de seres que saben lo que pasa
pero no pueden ni quieren actuar en el proceso.
El protagonista, Josef K, es el gerente de un banco, una alta posición
para alguien de su edad, pues al principio de la novela se dice que lo detienen
en la víspera de su cumpleaños 30. Tiene un carácter hosco, desconfiado y
arrogante, algo que lo diferencia de otros protagonistas kafkianos, lo que hace
que a muchos personajes no les agrade mucho. Sin embargo, al ver el
involucramiento de distintas personas en su proceso, se da cuenta de que todos saben de su proceso, pero en realidad no desean informarle y mucho menos ayudarle,
por lo que su hostilidad hacia los demás está un poco justificada. Por ello,
desea encontrar el motivo de su proceso.
La señora Grubach es la mujer que regenta la pensión donde vive
Josef K. Parece creer en la inocencia de su inquilino, pero no puede hacer más
por él.
La señorita Bürstner es una de las inquilinas de la pensión en la
que vive Josef K. Al principio, se muestra un poco receptiva cuando K se
disculpa por el desorden creado en su habitación por los hombres que lo
detuvieron, pero luego se niega a ayudarlo en su proceso.
El tío es tío de Josef K que vive en el campo y tan pronto
como se entera de que su sobrino tiene un proceso va a buscar a un abogado
amigo suyo para que ayude a K en ello. Se muestra rudo con él ante lo que él
considera desinterés por parte de K, cuando en realidad este último se encontró
con Leni.
El abogado Huld es el abogado que toma el proceso de K. Es un
hombre de edad avanzada y con la salud ya quebrantada, por lo que debe ser
cuidado por su ama de llaves, Leni. Decide hacerse cargo del caso de K, a pesar
de lo que él considera un desinterés por parte de este último, que se fue a
estar un rato con Leni, pero luego K. lo despide porque ve que no va a lograr que
Huld haga una diferencia con su proceso, al notar su actitud y la de Leni.
Leni es el ama de llaves del abogado Huld. Le encanta acostarse con
los acusados con el argumento de que puede ayudarlos a agilizar su proceso ya
que ella conoce todos los tejemanejes del sector judicial.
La novela El proceso nos muestra una feroz crítica al sistema
judicial, que Kafka describe como ineficiente y corrupto. Nos muestra como
todos los personajes están relacionados con la rama judicial: el pintor, el
fabricante, el ama de llaves, el sacerdote, etc., y cómo alguno de ellos podría
usar sus influencias para revelarle de que lo acusan o siquiera para ayudarlo,
pero al mismo tiempo ninguno puede o quiere hacerlo, dejando a Josef K lidiar
solo con su proceso.
Es interesante ver como se desenvuelve una persona cuando es
acusada de un delito y peor aún no saber cuál es. Por desgracia, no es muy
diferente de la realidad en muchos países donde el sistema judicial es tan
corrupto, ineficiente y autoritario que no causa extrañeza que muchas personas
sean condenadas de manera injusta.
Esto es lo que ocurre con Josef K. Él sabe que está siendo juzgado, pero no tiene ni la menor idea sobre de que lo están acusando. De hecho, la
propia novela menciona que él pudo haber sido calumniado:
«Alguien tenía que haber
calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo».
p. 9
Por más que K sabe que es inocente e intente demostrarlo, a nadie
le importa si lo es. Lo único que desea saber es cómo terminará su proceso y la
atención que ello causa.
Esta crítica al sistema judicial tiene sentido si se tiene en
cuenta que Kafka ejerció como abogado. Al haber hecho un año de servicio
obligatorio en distintos tribunales y trabajar en varias compañías de seguros, él
sabía cómo se manejaban los hilos jurídicos a la hora de realizar procesos
legales, algo que le sería de utilidad en El proceso, a pesar de que abandonó
la escritura de esta novela.
Un detalle con la novela que quizá a muchos no les guste es que
posee algunos pasajes machistas, en los cuales las mujeres son definidas como
seres inestables, traicioneros, dispuestas a acostarse con cualquier acusado a
cambio de ayudarlo o perjudicarlo en su proceso. Por desgracia, varios de los
personajes femeninos de El proceso son precisamente esto, desleales y nada
dispuestos a ayudar al que lo necesita. Quizá la única mujer que se muestra
amable con él es su casera, la señora Grubach, pero hasta ahí.
Con respecto a si El proceso es una reescritura de Crimen y
castigo, examinaré a los protagonistas: Josef K y Raskólnikov. Los dos son
hombres de temperamento irascible pero donde Raskólnikov primero intenta
justificar su crimen al considerarse un hombre que puede actuar más allá de las
normas y la moral para luego entender que todo crimen es un crimen, Josef K no
acepta su culpabilidad porque no lo es e intenta hacer todo lo posible para
probarlo, aunque el sistema esté dispuesto a aplastarlo.
El sistema judicial también es un poco diferente entre ambas
novelas. Las dos nos muestran personajes relacionados con el Derecho, pero aquí
también hay una gran diferencia porque en Crimen y castigo los funcionarios
tienden a usar su inteligencia y astucia de manera inquisitiva para hacer que
el acusado confiese su crimen. Los de El proceso se muestran presuntuosos,
obstructivos, menos inteligentes de lo que lo que piensan y corruptos, que
realizan procesos a cualquier que sea denunciado solo porque sí y no permiten
que los acusados se defiendan de manera adecuada.
En El proceso, Kafka nos presenta una visión cínica y pesimista
sobre la justicia al mostrar a sus representantes como corruptos e implacables
en un mal sentido, al preferir un proceso y una condena, por más injustos que
sean, en lugar de dejar que una persona inocente se defienda y cómo, sin
importar lo que haga, la justicia estará sobre él. Para los amantes de Kafka
esta es una novela que no se puede dejar pasar, pero para otros puede no ser de
su agrado.
BIBLIOGRAFÍA
Kafka, F. El proceso.
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