ANA DE LA ISLA


Y para continuar con la saga de Ana de Tejas Verdes, esta semana analizaré la tercera tanto en orden cronológico como en orden de publicación: Ana de la Isla, publicada en 1915.

Ana de la Isla se divide en 31 capítulos y abarca la vida de Ana Shirley entre sus 18 años y sus 21 años. En esta novela, Ana vive su vida por primera vez lejos de Avonlea al entrar en la universidad, hace una nueva amiga, conoce a un joven con él que se entusiasma, observa como algunas vidas terminan y se plantea cuestiones como el amor y el matrimonio al ver cómo algunas de sus amigas de Avonlea se casan.

Una edición más reciente de la editorial Toromítico.

Aquí vemos una Ana aún más madura que en Ana de Avonlea, aunque eso puede deberse a que están entrando en la adultez joven, lo que le permite plantearse nuevas metas que había tenido que poner en pausa tras la muerte de Matthew en el primer libro. Asiste a Redmond junto a Priscilla Grant y Stella Maynard, ex compañeras de ella en la Academia de la Reina, y allí se hace amiga de Philippa «Phil» Gordon. Sin embargo, su deseo de la infancia de tener un amor tal como se lo ha imaginado y leído de los distintos poemas y novelas románticas que ha leído a lo largo de su vida la lleva a rechazar a un hombre que la ama de verdad, algo que solo se da cuenta cuando cree que la tragedia está por llegar una vez más a su vida. En resumen, Ana deja que su visión idealizada del amor la haga ignorar el verdadero amor.

Philippa «Phil» Gordon es la nueva amiga de Ana. Nació en el mismo poblado en el que nació Ana, por lo que según ella y Ana son «narices azules», pero Ana no se considera una sino una isleña por haberse criado en la Isla del Príncipe Eduardo. A diferencia de Ana y del resto de sus amigas, proviene de una familia rica, por lo que no ha tenido la misma vida que ellas ni tampoco tiene las mismas habilidades. También es una joven más imaginativa y excéntrica de lo que fue Ana cuando era más pequeña, llegando a decir cosas incoherentes o extrañas, como decir que solo puede casarse con un hombre que sea tan rico como ella.

A pesar de que Phil no es muy sensata sobre las cosas que dice, ella demuestra tener razón acerca de la decisión que tomó Ana en el capítulo 15 y cómo ignora el amor cuando lo tiene en frente a pesar de que Ana siempre ha hablado sobre lo mucho que desea amar a alguien y cómo se deja llevar por sus fantasías.

Phil demuestra su sensatez a la hora de decidirse a casarse pues al principio tenía un par de pretendientes y no sabía elegir con cual contraer matrimonio, pero pronto conoce a un tercer joven: Jonas Blake, un aspirante a ministro religioso del que se enamora no porque tenga dinero o sea atractivo como los otros dos pretendientes, sino por su manera de ser. Ya podrán imaginarse con quien acaba casándose Phil.

Además, aparece en escena Royal «Roy» Gardner, un joven que tiene todo lo que Ana ha deseado en los tantos protagonistas que aparecen en las novelas y poemas que ha leído desde niña. Ana empieza a salir al pensar que él es su hombre ideal, pero pronto se da a cuenta que el hombre que ama no es aquel que idealizas de las novelas sino la persona con la que uno tiene más cercanía y aprecio.

En Ana de la Isla, aparece un Gilbert que quiere profundizar su relación con Ana y se entristece cuando Ana no corresponde a lo que él busca, lo que lo lleva a olvidar su dolor emocional exigiéndose demasiado a sí mismo, con consecuencias casi fatales. Pero esta experiencia cercana a la muerte afianza y acerca a Gilbert y a Ana, lo que lleva a que en el último capítulo él le haga la pregunta que varios lectores esperaban.

Ana de la isla presenta una historia más introspectiva que las dos primeras novelas puesto que Ana se plantea sobre a dónde va su vida y qué decisiones debe tomar. Para ello, decide buscar las huellas de su pasado ya que ella piensa que es la mejor forma de saber qué es lo que hará en el futuro.

Este tema que plantea Ana de la isla se exploró en la tercera y última temporada de Anne with an E. Realmente a Ana no le llega el deseo por iniciativa propia, sino porque cuando Phil le revela que es del mismo poblado, Ana piensa que debería irse allí a conocer algo sobre sus padres y cómo se sintieron ellos cuando nació. Esta visita sería algo que ayudaría a labrar su presente y su futuro.

Si hay alguna novela de Ana Shirley que por fin llama mi atención, esa es Ana de la isla. En este libro, se nos presenta las típicas cuestiones que tiene una persona cuando está entrando a la adultez sobre lo que debe hacer con su vida. A pesar de que las circunstancias que se muestran allí han cambiado pues la mujer ahora tiene más oportunidades que en 1915, muchas de ellas siguen planteándose la pregunta sobre lo que deben hacer. En Ana de la isla nos muestra que a veces explorar el pasado es importante para saber qué decisiones tomar en el presente y para el futuro. Definitivamente la recomiendo.

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