POLZUNKOV, EL COCODRILO Y EL CAMPESINO MARÉI

Para hacer una reseña sobre Fiódor Dostoievski, de cuyo nacimiento se cumplieron 200 años este mes, analizaré tres cuentos de él: Polzunkov, El cocodrilo y El campesino Maréi.

POLZUNKOV

Polzunkov es un cuento de estilo narración enmarcada que se publicó en 1847 y trata sobre un hombre, Osip Mijáilych Polzunkov, que relata una historia de Día de Tontos, el equivalente al Día de los Santos Inocentes del mundo católico, en la que empezó a hacer bromas típicas de ese día, las cuales por supuesto llegan al extremo de ser demasiado pesadas. Pronto estas le serían devueltas.

Como la mayoría de los cuentos que involucran funcionarios, estos son personas descontentas con su empleo pero que al mismo tiempo quieren mantener las apariencias por el puro arribismo, pues son personas que desean ascender en lo más alto del escalafón de los funcionarios de la Rusia zarista.

Un ejemplo se ve con Polzunkov. El tipo no le gusta su empleo y quiere casarse con una joven que le pueda dar conexiones para mejorar su posición, por lo que aprovecha que es 1° de abril para decir y hacer todo lo que él no haría en un día normal como renunciar a su empleo y negarse a casarse con la hija de su jefe, a pesar de haber dado su palabra. Pronto Polzunkov se da cuenta de que él no es el único que sabe hacer bromas pesadas y que debe asumir sus errores.

 

EL COCODRILO

La novela corta El cocodrilo se publicó en 1865 y trata sobre Iván Matvéievich, un funcionario (como cosa rara) que se introduce en las fauces de un cocodrilo, el cual se lo traga entero y cómo muchas personas, tanto sus seres queridos como otros funcionarios actúan ante esta situación.

Hablaré un poquito de los personajes.

Iván Matvéievich es el protagonista que es devorado por Karijen, el cocodrilo perteneciente a un alemán que hace años vive en Rusia. Iván Matvéievich pasa de ser un hombre simple a creerse un súper hombre, tal como lo describía Nietzsche y como Raskolnikov quería ser, pero al no poder hacerlo por sí mismo, desea transmitir sus ideas a través de su esposa Elena Ivanovna, y convertirla en una literata. Tengan en cuenta que los círculos literarios eran los únicos lugares donde una mujer podía ser escuchada por ser casi los únicos espacios en lo que ellas podían hacer parte.

Elena Ivanovna es una mujer más práctica que su esposo, ya que ella está preocupada por la manera cómo su esposo se alimentará ahora que está dentro del cocodrilo y se considera una especie de viuda. Al igual que su marido, también le importan más las apariencias que cualquier cosa.

En cuanto al alemán dueño de Karijen, Dostoievski lo muestra como un estereotipo de cómo él veía a los alemanes: pragmáticos e interesados en el dinero y en la economía y nada más. Al hombre no le importa lo que le ocurre a Iván Matvéievich, sino la posibilidad de perder su principal atracción: el cocodrilo. De hecho, se siente beneficiado con la situación al ver que sus ingresos aumentaron.

El cocodrilo tiene un estilo caricaturesco aunque satírico, haciendo alusión al esclavismo que en el momento de la publicación del relato acababa de ser abolido en Rusia y a la difícil vida que tienen los funcionarios rusos de la época, pues el tipo no le importa vivir dentro del estómago del cocodrilo sino el qué dirán y el hecho de que podría perder su empleo.

La novela muestra cómo todos los personajes reciben tomatazos por parte de Dostoievski, pues critica a los funcionarios, a los progresistas, a los conservadores, a los alemanes, es decir, no deja a nadie ileso. Los funcionarios son felices al ver que los ingresos del alemán han mejorado y se niegan a permitir que toquen al cocodrilo solo para no poder el dinero de los extranjeros, a los que ven cómo los salvadores de la economía. Para resumirlo, es una fuerte crítica al capitalismo y a la ineficiencia y corrupción política desmedidas.

La crueldad animal también es mencionada en el relato, como se ve cuando todos abogan por el buen trato al cocodrilo, que solo se hizo famoso gracias a la idiotez de Iván Matvéievich y cómo ello hace alusión de que esto genera más prensa que cualquier otra cosa.

Al mismo tiempo hace alusión a lo vacía que es la sociedad, cómo la misma es la prisión del ser humano, cómo el orden es preferible a la libertad, la cual ellos consideran que es solo para los «salvajes» y cómo todos tienen un deseo de arribismo, lo que hace que se desprecien entre sí. Además, muestran cómo la prensa desinforma al público, tal como se ve en las publicaciones mencionadas al final del cuento, siempre arrimándose al árbol que les dé mejor sombra.

 

EL CAMPESINO MARÉI

El campesino Maréi apareció en 1876 y nos muestra a un hombre que ha sido condenado y debe vivir su condenado exiliado en Siberia. Allí recuerda muchas cosas de su vida, en particular una experiencia que le ayudó a sobrellevar mejor su condena. El cuento tiene un estilo de narración enmarcada.

El cuento describe cómo cuando las personas siempre mantienen su fe en Dios y la esperanza, por más que las cosas parezcan irremediables. Un ejemplo se ve en el campesino Maréi, que siempre les da apoyo moral a los delincuentes que están a su alrededor y es como su madre y su padre al mismo tiempo.

El campesino Maréi recuerda un poco al epílogo de Crimen y castigo, en el hecho de que el personaje tiene acceso a experiencias que cambian su manera de pensar para bien. Pero en esta ocasión, al narrador le gustaría que todos hubieran podido conocer a Maréi. Al mismo tiempo, nos muestra como las enseñanzas del cristianismo pueden influir en las personas. Para ellos, se puede perdonar al ser humano, mas no el crimen.

 

Polzunkov y El cocodrilo son una crítica al arribismo social, el cual muestra cómo las personas, por más hartas de llevar la vida que llevan, prefieren seguir guardando las apariencias solo por el deseo de seguir maquinando y mejorar su propia situación. En cuanto a El campesino Maréi, es una alusión a las enseñanzas del cristianismo sobre el perdón y cómo apoyarse entre sí lleva a que los demás busquen el perdón hacia sí mismos.

Los cuentos no son fáciles de leer, en particular Polzunkov y El campesino Maréi, debido a su estilo de narración enmarcada, pero los tres logran dirigirse al lector para mostrar lo que piensan y cómo actúan las personas. Al mismo tiempo cuando no están burlándose de la sociedad en general, están mostrando que a veces es posible lograr algo bueno de una mala circunstancia. ¿Los recomiendo? Yo diría que sí.

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