EL PENÚLTIMO SUEÑO
Advertencia: para los que no han leído la novela, habrá muchos destripes.
Para terminar el Mes Colombiano, los dejaré con una historia que, si bien no se desarrolla por completo en Colombia, involucra a colombianos o personajes de origen colombiano. Una historia de amor entre un catalán y una colombiana que prefirió la muerte a la separación y como sus descendientes escudriñan en su historia y eso los lleva a buscar y a encontrar el amor. Esa es la trama de El penúltimo sueño de la caleña residente en España Ángela Becerra Acevedo.
El penúltimo sueño tiene 24 capítulos que nos cuenta dos historias:
una antigua y una actual. La historia antigua se desarrolla entre 1936 y 1975
en las ciudades de Cannes, Cartagena de Indias y Bogotá, mientras que la actual
tiene lugar entre el verano de 2005 y el año 2007 en Barcelona, dejando de lado
unos pasajes en Cannes y Bogotá. Excepto por los dos primeros capítulos y hasta
el capítulo 19, los números impares cuentan la historia antigua. El resto
muestra la historia actual. Esto se conoce como narración paralela.
Antes de hablar de los personajes, explicaré qué es una narración
paralela. Consiste en dos o más historias que se desarrollan en tiempos y
espacios diferentes, pero siguen una cronología similar, es decir, ambos tienen
una secuencia parecida. Aunque el ambiente y el desarrollo pueden ser
diferentes, los personajes de estas historias presentan similitudes que ayudan
a construir el paralelismo entre ellas. A medida que la trama avanza o
finaliza, se descubre la razón de ser o el tema por el que las narraciones se
unen.
Para explicarlo de manera sencilla, son dos historias que parecen
diferentes pero tienen algo que las une. A pesar de que se parece a una
narración enmarcada, no son iguales. En la narración enmarcada, el narrador o
el protagonista dan paso al relato que se va a presentar, algo que no ocurre en
la narración paralela. Para que puedan tener una idea de narración paralela, yo
ya analicé dos novelas con esta forma de narración: El corazón de piedra verde y La mujer habitada. Otro
ejemplo de narración paralela es la película El Padrino II.
Ahora hablaré de los personajes.
Joan Dolgut es un pianista ex republicano barcelonés. Nació en 1923
y fue criado por su padre José Dolgut cuando su madre murió de tuberculosis.
Heredó los ideales republicanos de su padre y las habilidades musicales de su
madre. Cuando tenía 13 años, su padre lo envió con sus tías a Francia debido al
inicio de la Guerra Civil Española. Allí sufrió la vida de un refugiado pero
también se encontró con Pierre Deloir y su hijo, también llamado Pierre, que lo
ayudaron a conseguir un trabajo como camarero en el Hotel Carlton en Cannes.
Allí conoció al amor de su vida: Soledad Urdaneta Mallarino. Con ella viviera
una breve pero significativa relación que marcaría a ambos para siempre y para
la que tocó en un piano Bosendorfer, propiedad de la dueña de un restaurante
que apreciaba mucho a Joan, y que sería clave en la historia actual.
Por desgracia, la diferencia social es la que los separa pues el
padre de Soledad, un bogotano de reputado linaje, no acepta que su hija se
enamore de un pianista pobre y hace todo lo posible para separarlos. Joan hace
todo lo que está a su alcance para estar cerca de su amada llegando a viajar
hasta Colombia para verla. Sin embargo, el padre de Soledad logra poner todos
los palos en la rueda que pueda, llegando incluso a abusar de la ley y logrando
acabar con la relación, en ese momento.
De regreso a Barcelona, encuentra una ciudad tan destruida con él y
un régimen que reprime todo, hasta el amor. No es fácil para él vivir una vida
sin amor ni alegría, por lo que solo puede plasmar sus sentimientos a través
del piano y la composición. A pesar de que nunca deja de amar a Soledad, se
casa en 19481 con una andaluza llamada Trini, con la que tendría un
hijo, Andreu, y de la que enviudaría cuando ella muere de un parto en el que
también fallece su hija.
La eterna tristeza y depresión en la vida de Joan hace que nunca
tenga una buena relación ni una conexión cercana con Andreu, por lo que este se
va a vivir por su cuenta al convertirse en adolescente. A pesar de que a partir
de allí su hijo y él nunca se volvieron a ver, Joan siempre se mantuvo
pendiente de la vida de este y de su nieto Borja. Con el tiempo recuperaría el
piano Bosendorfer en el que tocó para Soledad y finalmente ambos se encuentran
y reavivan su amor que nunca durmió y que siempre estuvo vivo, para no
separarse nunca más.
Soledad Urdaneta Mallarino de Villamarí nació en Bogotá el 24 de
julio de 1925. Fue la única hija del industrial Benjamín Urdaneta y de la dama
de sociedad Soledad Mallarino. Vivió una existencia tranquila y protegida en
compañía de sus padres y de su prima Pubenza, hasta que sus padres hacen un
viaje a Cannes para su cumpleaños número 14. Este viaje marcaría para siempre la
vida de Soledad para bien y para mal.
Cuando ella y Joan se vieron por primera vez, el amor entre ellos
surgió enseguida y tienen momentos mágicos en los que ambos revelan sus
sentimientos. Sin embargo, el padre de Soledad, que desea un buen prospecto
matrimonial para su única hija, hace todo lo que este a la mano para destruir
la relación entre ambos. Los actos de su padre dañan por completo la relación
entre padre e hija al punto de espantar todos los pretendientes que este le
presenta y refugiarse en el canto gregoriano para aliviar la tristeza y la
frustración al no poder estar con Joan, algo que llena de miedo a su padre,
creyendo que su hija se convertiría en monja.
La vida de Soledad cambiaría un poco al conocer a Jaume Villamarí
y, sobre todo, con el Bogotazo. Este acontecimiento causó un enorme daño
económico a los Urdaneta y a Jaume Villamarí; sin embargo, esto hizo que
Soledad tomara la decisión con Jaume para abandonar Colombia como ella y él
deseaban y comenzar una nueva vida en España. Con ello en mente, se casa con
Jaume el 7 de mayo de 1950 y se trasladan a Barcelona.
Ya en Barcelona, Soledad vive su vacía vida sin poder olvidar a
Joan, por lo que dedica su tiempo a tejer velos de novia y a cantar en la
iglesia, sin contar sus episodios de sonambulismo que durante mucho tiempo la
aquejaron. A pesar de los veinte años de diferencia con su esposo, ambos logran
tener un matrimonio tranquilo, aunque carente de amor, con su hija Aurora hasta
la muerte de este en 19762. A partir de entonces tuvo que soportar
durante mucho tiempo el luto y varias revelaciones sobre lo que hizo su padre
para mantenerla alejada de Joan hasta el reencuentro de ambos en el que deciden
no alejarse el uno del otro nunca más.
Andreu Dolgut es el hijo de Joan Dolgut. Nacido en 19493,
quedó huérfano de madre siendo muy niño, siendo la única persona con la que
tendría una relación aparte de su hijo y de Aurora, puesto que su padre Joan
siempre estuvo demasiado refugiado en su tristeza como para tener una relación con
su hijo. Es el típico hombre hecho a sí mismo, puesto que al dejar la casa de
su padre tuvo todo tipo de trabajos para maquinar en la escala socioeconómica
de Barcelona hasta que entró en Divinis Fragances, llegando a jefe y por último
presidente, en parte por su olfato para los negocios y en parte gracias a su
matrimonio con Tita Sardá, la hija del dueño de Divinis Fragances. Con todo lo
que ya mencioné, es claro que Andreu es un hombre ambicioso, arribista e
inteligente, aunque al mismo tiempo desnaturalizado y con un gran miedo a la
pobreza, esto último un poco comprensible dado el deprimido nivel de vida en el
que se crío.
A pesar de haber logrado todo lo que se propuso en su vida, Andreu
siente que su vida está vacía. Su matrimonio aparenta felicidad y estabilidad, pero
la realidad es que no hay amor entre él y su esposa, por lo que son infieles de
manera mutua, Andreu pagando por sexo y Tita, con un joven modelo italiano;
además, vive atormentado por alejarse de su padre y del pasado que ha querido
dejar atrás. Lo único que da alegría de forma parcial es su hijo Borja, con el
que también le cuesta tener una relación profunda.
Cuando su padre Joan muere en extrañas circunstancias, contacta al
detective Gómez para averiguar datos sobre su padre y sobre su abuelo, el cual
desapareció durante la Guerra Civil Española, pero también información sobre
Aurora, la mujer que enterró a su padre. Al ver sus fotos, siente un flechazo
de inmediato y busca el momento adecuado para tratar con ella. A pesar del
rechazo inicial de Aurora, la persistencia de Andreu logra romper el prejuicio
que ella le tiene y ambos deciden buscar su pasado para poder entender mejor el
amor que entre ellos está naciendo.
Aurora Villamarí Urdaneta es la hija de Soledad Urdaneta. Nació el
22 de febrero de 19614 en Barcelona, luego de casi once años de
matrimonio entre sus padres. Desde pequeña, manifestó un gran talento en el
piano al tocar el Steinway que recibió como regalo de primera comunión,
llegando a recibir clases y siendo una alumna esmerada. De adulta y al no poder
convertirse en concertista a causa de los bajos recursos económicos de sus
padres, se vuelve profesora de piano y se casa con Mariano Pla, con el que
tiene una única hija, Mar.
A pesar de que sentirse menos desdichada con la vida que Andreu,
aun así Aurora siente que algo le falta en su vida. No es feliz con Mariano, ya
que se casó más deseosa de contraer matrimonio que enamorada y no coinciden en
nada, solo en el amor hacia Mar, algo de lo que muchos se dan cuenta,
incluyendo su hija. Con la muerte de su madre, se le abre el deseo de saber más
sobre su madre, en particular, sobre la relación que esta tenía con Joan, algo
que la lleva a conocer a Andreu Dolgut. Aunque al principio siente prejuicio
hacia él por haber abandonado a su padre, a medida que él se abre a ella y
ambos tienen la oportunidad de conversar sobre sus padres, Aurora siente más
deseos de descubrir lo que esconden las huellas de ellos y empieza a sentir
algo por Andreu.
Borja Sardá es el hijo de Andreu. Nació aproximadamente en 1990, ha
sido testigo de la falta de amor entre sus padres y el abuso verbal de su madre
hacia su padre. Desde niño le ha gustado tocar el piano pero su padre siempre
se ha negado a complacerlo por el recuerdo de su padre, es decir, su abuelo. A
causa de esto, Borja tiene pocas motivaciones y pasa la mayor parte de su
tiempo jugando videojuegos, para alejarse de las discusiones de su padre. Su
padre Andreu es el único que trata de tener una relación con él, pero a ambos
les cuesta abrirse el uno al otro. Su vida cambia solo cuando su padre, que
está empezando a escudriñar en su pasado, por fin accede a que reciba clases de
piano, sin que el adolescente sepa quién es su profesora y el trasfondo de
esta.
Mar Pla Villamarí es la hija de Aurora, nacida aproximadamente en
1993. A diferencia de Borja, ella se ha criado en un entorno más tranquilo y
menos disfuncional. Se la muestra como una adolescente madura para su edad, muy
observadora y con una gran capacidad para analizar lo que está a su alrededor.
Gracias a ello es capaz de darse cuenta que el matrimonio de sus padres no
funciona y le pregunta a su madre por qué sigue con su padre si no son compatibles,
algo que finalmente le abre los ojos a Aurora sobre el verdadero estado de su
matrimonio. Además tiene un gran talento musical que heredó de su madre y de su
abuela.
Clemencia Rivadeneira era la mejor amiga de Soledad en Barcelona.
Ambas se conocieron gracias a su pasado y gustos similares: bogotanas casadas
con catalanes y que cantaban en la iglesia. Clemencia se convirtió en la
confidente principal de Soledad, llegando a contarle sobre su pasado y su amor imposible
por Joan. Aurora (y Andreu en contadas ocasiones) va a verla al hogar de
ancianos en el que vive desde hacía poco tiempo para averiguar detalles sobre
su madre, tarea que no resulta sencilla debido al Alzheimer en el que Clemencia
está sumida, pero por suerte Aurora tiene la suficiente paciencia como para
lograr su objetivo.
Pubenza Urdaneta es la prima por parte de madre de Soledad. Al ser
once años mayor que Soledad, uno pensaría que es una mujer que conoce el mundo;
sin embargo, no es su caso. Huérfana de padres desde niña, se crío con los
Urdaneta Mallarino en calidad de pariente pobre y como dama de compañía de
Soledad. Intentó entrar a un convento, pero las monjas la exhortan a ella y a
sus tíos a que regresara a casa ante su evidente falta de vocación.
Siendo la mejor amiga y la chaperona de Soledad, se encarga de
aprovechar las ausencias de sus tíos para que su prima se pueda encontrar con
Joan en Cannes. Desafortunadamente, su rol en la relación hace que no solo
pierda el respeto y que su amistad con Soledad quede destruida, sino que
también cambia su psique. Las consecuencias a largo plazo se notarían más
adelante cuando Andreu y Aurora viajan hasta Bogotá para averiguar
más sobre el pasado de Soledad y encuentran a Pubenza aún viva, a sus 91 años, en la
antigua y deteriorada mansión de los Urdaneta.
José Dolgut es el padre de Joan. Al enviudar muy pronto, crío a su
único hijo enseñándole sus creencias republicanas y fomentando el talento
musical que heredó de su madre. Cuando la Guerra Civil Española estalla, José
envía a Joan a Francia para que esté más seguro mientras que él se queda en
España combatiendo en el bando republicano. Considerando la manera como los
falangistas ajusticiaron a los republicanos, es fácil suponer lo que le ocurrió
a José, pero cuando Andreu desea averiguar sobre el pasado de su padre, también
tiene la oportunidad de encontrar los restos de su abuelo.
Benjamín Urdaneta es el padre de Soledad Urdaneta y el esposo de
Soledad Mallarino. Es mostrado como un ser autoritario y déspota. Era un
miembro importante de la alta sociedad bogotana y el propietario de una fábrica
de jabones y velas que le dio una riqueza lo suficientemente importante como
para permitirse viajes fuera de Colombia. Fue en un viaje que realizaron en
honor a su hija Soledad, que esta última conoce a Joan. Como típico hombre
rico, lo que más desea en su vida es que su hija se case con un hombre
adinerado, no con un camarero aspirante a pianista exiliado y de baja extracción
social.
Tras el accidentado viaje a Cannes, Benjamín nota que Soledad se
vuelve retraída y muestra un gran resentimiento a todo lo que la rodea,
incluyéndolo a él, pues ella lo considera culpable de su tristeza, lo que no
está lejos de la realidad. En un intento para que ella olvide lo que ocurrió en
Cannes, hace todo lo posible para que los jóvenes no tenga forma de comunicarse
ni de verse. Además, dedica su tiempo a buscarle un prospecto matrimonial a su
hija, pero Soledad se encarga de alejarlos todos y solo Jaume Villamarí es el
único al que ella no aleja.
Sin embargo, El Bogotazo cambia la vida de Benjamín Urdaneta y la
de su familia para siempre. Los empleados, descontentos con el cruel y
autoritario trato de su jefe, destruyen la fábrica y casi lo matan. Aunque él
sobrevive al linchamiento, Benjamín Urdaneta nunca más fue el mismo, ni física,
ni financiera ni emocionalmente. Quizá por ello permite que su hija se vaya a
vivir a España con Jaume cuando ambos se casan.
Soledad Mallarino es la madre de Soledad y la esposa de Benjamín
Urdaneta. Es una mujer de poco carácter, por lo que no puede hacer frente a su
esposo y a su hija o de buscar la forma de que ella y Pubenza vuelvan a ser
amigas, así que lo único que puede hacer es dejar que las cosas sigan su curso.
Trini fue la esposa de Joan. Nació en Huelva, pero llegó a
Barcelona en busca de trabajo. Al conocer por primera vez a Joan, se enamora de
él al instante aunque este solo puede verla como una amiga. Luego de un largo
noviazgo, se casan y al año siguiente tienen a Andreu.
Trini se encarga casi completamente de la crianza de Andreu, ante
el desinterés y la tristeza que siempre embarga a Joan. A pesar de que
probablemente fue una buena esposa y una madre cariñosa, fue ella la que forjó
la actitud ambiciosa y obsesionada con el dinero que caracterizaría a Andreu,
al enseñarle la importancia -al menos para ella- de tener mucho dinero y ser
alguien en la sociedad. Trini moriría durante los últimos años de la infancia
de Andreu, al dar a luz a una hija que tampoco sobrevivió al parto.
Jaume Villamarí es el esposo de Soledad. Nació en 1905 en Terrassa,
pero se fue a vivir a Colombia desde niño. En Colombia su familia hizo fortuna con
una cadena de tiendas de telas. Como era lo habitual en la época, estuvo
soltero hasta 1946, cuando inicia conversaciones con Benjamín Urdaneta para
casarse con Soledad, la única mujer con la que quería contraer matrimonio, algo
que de lo no creí merecedor debido a su propia timidez. A pesar de esto, Jaume
también era un hombre paciente y sabía que lograría llevarse con Soledad y, con
el tiempo, casarse con ella. No sorprende que, por esto, Soledad considerara
que él era el esposo ideal para Pubenza.
Jaume se vuelve cercano a la familia Urdaneta Mallarino, con la
esperanza de lograr que Soledad lo acepte y se case con él. Sin embargo, ellos
solo se volverían cercanos con El Bogotazo, cuando Soledad lo busca en una de
sus tiendas de ropa y lo ayuda a salir de allí para ponerse a salvo en la
quinta familiar. A partir de allí, Jaume pide la mano de Soledad que, aunque no
lo acepta al principio, finalmente lo hace ante la insistencia de sus padres,
que ya no le pueden brindar la seguridad de antaño.
Jaume se convirtió más bien en un amigo y compañero para Soledad
pero, a pesar de que él la amaba, también entendía que ella siempre amaría a
Joan, por lo que no tuvo más remedio que aceptarlo. Sin embargo, lo que
entristeció la vida de Jaume no fue el recuerdo de Joan, sino el no poder
proveer para su familia como él hubiera deseado pues el franquismo acabó casi
completamente el gremio textil, por lo que Soledad era la que lograba mantener
a flote el hogar con sus velos de novia. Solo con el nacimiento de Aurora,
Jaume logra conseguir un empleo y finalmente siente que puede abastecer a su
familia, además de que por fin tiene algo en común con Soledad: el amor que
ambos tienen a su hija. Falleció de un ataque al corazón el Domingo de Ramos de
19765.
Tita Sardá es la esposa de Andreu, con la que se casó en 1989 como
una forma de ascender al peldaño más alto de la alta sociedad barcelonesa.
Ambos tienen a su hijo, Borja, que hereda el apellido de su madre, por ser de
más renombre que el de Andreu. Como Andreu, Tita finge ante los demás que su
matrimonio está unido y es estable, aunque en realidad ambos están conscientes
de que su relación ya no funciona y que nunca funcionó.
Al igual que Andreu, Tita es infiel, aunque a diferencia de este,
ella tiene un amante permanente: Massimo di Luca, un modelo italiano de yogures
con un supuesto título nobiliario, con el que quiere hacer un gimnasio para
mujeres ricas.
Mariano Pla es el esposo de Aurora y el padre de Mar. Es un hombre
simple con un empleo simple, sin más aficiones que la devoción que siente por
el Barcelona y que valora demasiado la aparente estabilidad de su familia. Por
eso, se queda estupefacto cuando Aurora le pide el divorcio y él al principio
se niega, no porque la ame sino porque no quiere perder la rutina que han
tenido desde hace muchos años. Solo accede cuando Mar le dice que no tiene
sentido él y su madre sigan juntos si ambos no se aman. Aun así, Mariano busca demostrar
que su esposa lo ha estado engañando.
Pere Sardá es el padre de Tita, el suegro de Andreu y el abuelo de
Borja y aparece en el último tercio de la novela. Aprecia a Andreu por su
habilidad de los negocios pero al mismo tiempo no le permite disponer de una
fortuna propia a causa del acuerdo prenupcial que Andreu firmó al casarse con
Tita. Tampoco le conviene que su yerno se divorcia de su desvergonzada hija porque
sabe que Andreu es el que ha logrado que Divinis Fragances sea la empresa
consolidada que es, por lo que intenta llegar a un acuerdo con Andreu para que
las cosas no se salgan de control.
El inspector Ullada es el encargado de llevar el caso de las muertes
de Joan Dolgut y Soledad Urdaneta. A sus 55 años, es un hombre soltero que vive
con su madre. Su gran amor por el cine clásico lo ha llevado a que la única
mujer que puede conseguir debía ser “tan
bella como Ava Gardner, tan delicada como Grace Kelly y tan desvalida como
Audrey Hepburn” (p. 45). Al ver por primera vez a Aurora, se enamora de
ella de manera obsesiva, algo que lo lleva a ocultar verdades y objetos
importantes para Aurora.
El detective Rigoberto Gómez o, como él mismo prefiere
llamarse, detective de familia, infidelidades, asuntos legales, sucesiones,
plagios y espionaje industrial, es el detective privado que Andreu contrata
para averiguar detalles de su padre. Aunque no es un personaje importante y
parece más bien un alivio cómico, es un hombre competente en su trabajo, pues
logra averiguar sobre el pasado de Joan y de Soledad y le es útil en otra tarea
que Andreu le encomienda, algo que sería importante para este último.
Uno de los temas que trata El penúltimo sueño es la búsqueda de la
verdad y del pasado familiar. Una de las razones por las que tanto Aurora como
Andreu quieren investigar sobre sus padres tras la muerte de estos eran las
razones por las que murieron. Lo que descubren no es solo una historia trágica
con la que sus padres tuvieron que cargar sino que también les permite
responder las preguntas que ambos tienen y que necesitan para consolidar el
amor que ha empezado a nacer entre Aurora y Andreu.
Otro tema que salta a la vista es el amor, pero no cualquier tipo
de amor. El amor que muestran en El penúltimo sueño es uno que trasciende el
ámbito generacional y familiar ya que abarca dos generaciones de dos familias.
El amor imposible que se tuvieron Joan y Soledad fue algo que no solo los marcó
a ellos dos para el resto de sus vidas, ya que de no haber sido por sus
muertes, sus hijos nunca hubieran querido indagar en el pasado, nunca se
hubieran conocido y mucho menos se habrían enamorado.
El penúltimo sueño ejemplifica bien el polígono amoroso. No entraré
en detalles sobre su definición puesto que ya hablé de ella en los polígonos
amorosos de Jane Austen. En este caso, hay por lo menos dos polígonos amorosos:
uno en la historia antigua y otro en la actual, los cuales son menos complejos
que los de las novelas de Austen.
En la historia antigua hay cuatro personas involucradas: Joan,
Soledad, Trini y Jaume. Joan y Soledad se aman, Trini ama a Joan y Jaume ama a
Soledad. En cuanto a la narración actual, su polígono amoroso es más complejo
porque involucra seis personas, dos matrimonios y una variedad socioeconómica:
Andreu, Aurora, Tita, Mariano, el inspector Ullada y Massimo. Andreu y Aurora
se aman y están casados con Tita y Mariano respectivamente, Tita ama a Massimo
y el inspector Ullada ama a Aurora.
Un gran fallo que detecto en la novela es Aurora. Si bien todos los
personajes tienen una cualidad o algo que los caracteriza, esto no pasa con
Aurora. Mientras que otros personajes como Andreu y Borja evolucionan y otros
como Mar y Clemencia tienen relevancia a la hora de darle solución a un
conflicto, Aurora no es un personaje que destaque más allá de ser el interés
amoroso de alguien más. Es un personaje plano hasta más no poder.
Sin embargo, pese a su nulo desarrollo, no se puede desmeritar del
todo a Aurora, puesto que, en cierta forma, ella es el eje de la historia. Sin
ella en la novela, Andreu jamás hubiera mostrado interés en conocer el pasado
que pensaba que había dejado atrás, nunca hubiera viajado a Cannes ni a Bogotá
para saber sobre su padre, no hubiera sabido qué es estar enamorado de verdad,
nunca hubiera dejado de darle demasiada importancia al dinero y a la posición
y, por ende, hubiera tenido que permanecer más tiempo en un matrimonio fallido
y desgastado.
Pero Andreu no es el único personaje beneficiado por la posición
argumental que cumple Aurora. Sin ella, Borja nunca habría conseguido sus tan
deseadas clases de piano, ni tampoco Clemencia hubiera dado detalles de la
relación entre Joan y Soledad y, sin lugar a dudas, se habría sumido por
completo en el Alzheimer. En resumen, la presencia de Aurora hace que la trama
fluyera de la manera como lo hace.
Algunos pasajes de la novela me recuerdan un poco a la película The
Piano (El Piano en España y La lección de piano en Hispanoamérica) por la
relación entre la protagonista, su piano y el interés amoroso de la primera.
Cuando lean la novela y si tienen la oportunidad de ver The Piano, entenderán
por qué lo digo.
En conclusión, El penúltimo sueño es una novela romántica que nos
muestra que el amor imposible es el amor eterno y que este puede trascender edad,
fronteras y familias y que averiguar sobre el pasado es importante para
entender y tomar mejores decisiones en el presente. Para mí, tiene la perfecta
combinación entre romance y saga familiar, algo que le falta a otras novelas
similares. Sin embargo, si no se es fanático de las novelas románticas, puede
que no sea la indicada.
Con este análisis acaba el Mes Colombiano. En estas cuatro semanas,
hemos tenido en las manos objetos malignos, observamos como los poderosos se
apoderan de los bienes de los menos favorecidos, buscamos descubrir los
secretos del pasado y soñamos con dos historias de amor que tuvieron su final
feliz a su manera. Esperemos que las lecturas del próximo año estén llenas de
dinamismo y sorpresa.
Les recuerdo que, si desean escribir sus dudas y comentarios, les
dejo mi cuenta de Twitter donde aparezco como @irinacaicedoa. O también al
final de la entrada. Si quieren ser miembros, les dejo mi dirección en Facebook
como mibauldelibrossm. Gracias y hasta luego.
BIBLIOGRAFÍA
Becerra Acevedo, A. El
penúltimo sueño.
NOTAS
1 Calculando que Andreu nació en el año exacto de
la boda de sus padres, y dado que en el capítulo se dice que él tiene 56 años
en 2005, 1948 es el año más probable de matrimonio de su boda.
2 Teniendo en cuenta la fecha de nacimiento de
Soledad y la edad que ella tenía cuando Jaume murió, de acuerdo con el capítulo
19, 1976 es el año más factible.
3 De
acuerdo con la nota 1, y el hecho de que el inicio de la historia se ubica en
el verano de 2005, hace que este sea su probable año de nacimiento.
4 En un
pasaje se dice que tenía 32 años cuando dio a luz a Mar y esta última tenía 13
años para 2006, por lo que este es el año más probable de su nacimiento. Su
fecha de nacimiento sí es clara.
5 La fecha exacta de su muerte es el 11 de abril de 1976.
Comentarios
Publicar un comentario