OTRA VUELTA DE TUERCA
Advertencia: para aquellos que
no han leído la novela o visto sus adaptaciones, hay algunos destripes.
Para terminar el Mes de Octubre y después de haberlo retrasado por varias semanas, lo haré con la novela corta Otra vuelta de tuerca del escritor estadounidense Henry James, que fue publicada en 1898. Es, sin duda, una de las historias más conocidas de este autor, sino la más conocida y es única en su bibliografía por ser un trabajo en el que incluye elementos sobrenaturales, siendo la mayoría de los trabajos de James novelas de sociedad.
Otra vuelta de tuerca está compuesta por un prólogo y veinticuatro capítulos. El estilo de la novela recuerda a las memorias de cualquier persona, algo que el prólogo deja menos ambiguo cuando mencionan el origen de la historia. Se da a entender que los hechos ocurrieron más de veinticinco años antes del prólogo debido a un detalle en teoría menor pero que da sentido. La historia se desarrolla en Bly, una quinta ubicada en Inglaterra y trata sobre una institutriz que llega a Bly y empieza a ver presencias fantasmales en la mansión. Al mismo tiempo, se pregunta si los niños tienen mucho que ver con los espíritus de la casa.
La institutriz, de nombre desconocido, es la protagonista y la narradora de la historia. Hija de un pastor anglicano, tiene unas creencias muy firmes aunque también se da a entender que la estricta educación le ha generado cierta represión en su personalidad, como se ve en su forma de asumir el puesto debido a que ha desarrollado una fijación hacia el tío de los niños.
Es contratada por el tío de los niños para ser
inicialmente la institutriz de Flora y luego de Miles cuando este es expulsado
de la escuela. Desde el principio detecta dos presencias en Bly, pero luego de
descubrir la identidad de ambas y la relación que los niños tenían con ellas,
intenta hacer todo lo posible para salvar a los niños, al menos a Miles.
Miles es el hermano mayor de Flora. Es un niño
amable y educado, algo propio de su clase social. Fue expulsado del colegio por
razones que se revelan más adelante en la novela. Es el más apegado de los dos
hermanos a la institutriz y por ello se muestra más cariñoso con ella que
Flora. Sin embargo, su angelical y cariñosa presencia esconde algo tenebroso.
Flora es la hermana de Miles, de ocho años de
edad. Como era habitual en las niñas de su condición social de su época, recibe
educación por parte de institutrices. A diferencia de Miles, no es tan
receptiva hacia la institutriz porque ella era cercana a la predecesora de esta
última, la señorita Jessel. Como en su hermano, en ella también se esconde una
habilidad y un secreto escalofriantes.
La señora Grosse es el ama de llaves de Bly.
Como ha trabajado allí desde hace mucho tiempo, es consciente (o tal vez no)
sobre lo ocurría en la casa con respecto al señor Quint y a la señorita Jessel.
Se revela que es iletrada cuando la institutriz le pide que la lea la carta y ella
dice que no puede.
La señorita Jessel era la institutriz anterior
a la protagonista. Se sabe que Flora tenía una relación cercana con ella, al
igual que con Peter Quint. Deja su puesto de forma misteriosa por vacaciones un
año antes de los acontecimientos actuales para luego morir de forma misteriosa.
Peter Quint era el ayudante de cámara del tío
de los niños y a pesar de ser el asistente personal del tío de Miles y Flora,
vivía en Bly por cuestiones de salud. Al parecer se llevaba muy bien con Miles
y con la señorita Jessel, al punto de que ambos pasaban mucho tiempo con los
niños. Como la señorita Jessel, muere de manera extraña.
Un detalle de Otra vuelta de tuerca es su
capacidad para ser interpretada de muchas maneras. Puede ser vista como una
historia de narrador no fiable como puede que no ¿Por qué? Veamos. La
institutriz ve presencias fantasmales en la casa y considera que los niños
también las pueden ver, pero por su educación anglicana considera que esto es
contrario a lo que ha aprendido e intenta salvar a los niños de lo que ella
cree son espíritus malignos.
Sin embargo, en la novela se hace patente que
aparte que solo ella y (cree) que los niños pueden ver a los fantasmas, pero el
ama de llaves, la señora Grosse, no los ha visto, si bien cree saber sus
verdaderas identidades. Debido a esto, algunos considerarían que la institutriz
es una narradora no fiable porque ella tiene visiones que en realidad podrían
estar nada más que en su mente.
Pero también se puede interpretar de otra
forma: ¿qué tal si todo lo que decía la institutriz era verdad? ¿Y si los
fantasmas si existieron? ¿Los niños sí podían verlos? Pero entonces: ¿por qué
empeñarse en ayudarlos? Puede ser que, debido a la limerencia que ella sentía
hacía el tío de los niños, ella intentara hacer todo lo posible para mantener
el orden en ellos y así ganarse, al menos, el respeto del tío. Sin embargo, hay
pistas de que podría haber querido ayudar a los niños de verdad, por lo menos a
Miles, puesto que ella se llevaba bien con él y quería saber por qué había sido
expulsado del colegio. El final de la novela apoya esto último.
Otra vuelta de tuerca es una novela con una
gran versatilidad de interpretaciones debido a los sucesos que ocurren y a los
comportamientos de los personajes. Su ritmo lento puede dificultar seguir la
lectura, pero allí encontrarán una historia mutable que da el poder de imaginar
lo que ocurre. Definitivamente la recomiendo.
Con esta novela termino el Mes de Halloween. Fue un mes difícil en el que tuve que publicar de manera intermitente por problemas que estuvieron más allá de mi control. Sin embargo, me di la oportunidad de leer y analizar historias que antes ni siquiera se me habrían pasado por la cabeza. Espero que el próximo año las cosas sean mejores. Gracias y hasta luego.
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