EL MONJE

 

Para continuar con el mes de Octubre, lo hago con la novela gótica El monje del escritor británico Matthew Gregory Lewis, la cual vio la luz por primera vez en 1796. El nombre completo de la novela es El monje: Un romance.

El monje consta de tres partes y doce capítulos. La primera parte tiene tres capítulos, la segunda cuatro y la tercera y última cinco. La historia se desarrolla en Madrid y trata sobre un monje que aparenta ser virtuoso pero que en realidad es un ser amoral que no solo peca, sino que también se convierte en criminal para satisfacer sus más bajas pasiones.

Ahora hablaré de los personajes.

Ambrosio es el protagonista villano y el monje homónimo. Se dice que es protagonista villano porque sí, es el personaje principal pero es un hombre de dos caras. Mientras para el público se muestra como un hombre virtuoso y respetuoso de la religión, lo cierto es que él es una persona libidinosa y dispuesta a cometer todo tipo de crímenes con tal de hacer y mantener sus pecados. Para el final de la novela, él se entera de una terrible verdad que muestra que es un hombre mucho peor de lo que el lector puede esperar.

Matilde es un personaje femenino que ha estado enamorada de Ambrosio y que por ello se disfraza de hombre para entrar a la abadía en la que está enclaustrado Ambrosio, pero ante la indiferencia de este, se convierte en su “amiga” más cercana y lo ayuda a cometer sus crímenes. Hacia el final de la novela nos enteramos sobre su rol hacia Ambrosio y su verdadera identidad.

Lorenzo de Medina es un personaje que, aunque no se lo puede considerar protagonista, es relevante por ser el interés amoroso (y prometido) de Antonia y el hermano de Inés. Adquiere un rol importante en el tercer volumen de la novela al lograr encontrar el verdadero paradero de Inés con la ayuda del paje de Don Raimundo.

Antonia es una jovencita de 15 años, bastante ingenua sobre el mundo. Es hija de del hijo del marqués de las Cisternas (y por lo tanto pariente de Raimundo) y de Elvira, una mujer de baja extracción social con la que su padre se casó. El desigual matrimonio provocó que la pareja perdiera el favor del marqués, aunque luego de la muerte de su padre, ambas reciben una pensión.

A pesar de su situación económica, Antonia es vista como una joven casadera deseada por ser nieta del marqués. Cuando conoce a Lorenzo de Medina, este se enamora y quiere casarse con ella, sin importarle su falta de dote. Sin embargo, Antonia se fija en Ambrosio, con el que se hace muy cercana a pesar de la oposición de su madre. El interés en Ambrosio al final resulta perjudicial para ella.

El conde Raimundo de las Cisternas es amigo cercano de Lorenzo y es el interés amoroso de Inés, de la cual ha estado enamorado desde hace mucho tiempo a pesar de la manda que pesa sobre ella. Cuando dicen que Inés supuestamente murió, es el único que no cree en dicha noticia y decide que buscará su paradero hasta el fin de sus días. Con la ayuda de su paje Theodore finalmente logra saber qué le ocurrió a Inés y eso destaparía muchos secretos escabrosos de los miembros clericales más importantes de Madrid.

Inés de Medina es la hermana de Lorenzo y el interés amoroso de Raimundo. Desde joven, está destinada a servir como monja consagrada a Santa Clara debido a una promesa que su madre hizo cuando estaba embarazada de ella. Para el momento en que debe cumplir su promesa se da cuenta de que no tiene aptitud ni deseo de ser monja, pero igual lo hace porque no puede irrespetar la promesa de su madre. Sin embargo, no logra olvidar a Raimundo y mantienen su relación, algo que sería relevante en lo que le ocurre a lo largo de la novela.

La priora, también llamada Madre Santa Ágata, es la superiora del convento de Santa Clara. Es una mujer inmisericorde, manipuladora y sádica a la que solo le importa castigar el pecado con horribles castigos para los que ella considera pecadores. Al igual que Ambrosio, solo buscar lograr sus objetivos sin ningún tipo de remordimiento.

Virginia de Villa-Franca es una joven que hace su aparición en el tercer volumen como la joven disfrazada de Santa Clara en la procesión de dicho convento. Es pensionista en el convento de Santa Clara al ser pariente de la priora y piensa tomar los votos, a pesar de ser hija única. Ya en el convento, encuentra aburrida la vida en el convento y se da cuenta de la verdadera personalidad de la priora. Ella se vuelve muy cercana a Inés en los últimos capítulos y se casa. Virginia es el personaje que aparece para ser el segundo amor de un personaje que como uno relevante para la trama.

Elvira es la madre de Antonia. Debido a su origen social, fue repudiada por su suegro casi desde el principio; sin embargo, logró que este le diera una pensión cuando su esposo falleció. Ella cala correctamente las intenciones de Ambrosio y por eso, trata de hacer que su hija deje de frecuentarlo. Al final, se revela su verdadera relación con Ambrosio, aunque ello deja cierta ambigüedad.

En El monje se muestra un elemento que sigue vigente más que nunca: la hipocresía religiosa. Los clérigos más relevantes, que son Ambrosio y la priora, se muestran ante los demás como seres intachables pero en realidad son cobardes, manipuladores y malvados, que buscan hacer sufrir a los demás. Ambrosio solo buscar satisfacer sus instintos aunque para ello deba cometer crímenes y la priora quiere castigar a los pecadores de la manera más severa posible. Todo ello muestra como la religión está llena de personas despreciables y no sorprende que por eso Lewis haya sido catalogado como anticatólico cuando la novela se publicó.

Sin embargo, para ello hay que hacer un contexto de la época. Durante la época de la Reforma, España aplicó la Contrarreforma al cerrar casi por completo sus fronteras para evitar que las creencias protestantes entraran a su territorio e hicieran perder adeptos a la Iglesia Católica, además de prohibir a sus habitantes viajar a zonas ajenas al Imperio español. Pero no solo el protestantismo se mantuvo a raya durante ese periodo de tiempo; también las innovaciones científicas y culturales que se dieron en Europa en aquel entonces estuvieron casi totalmente ausentes en España. Por ello, personas clericales como la priora estaban obstinada en revivir los castigos más severos para los que no obedecieran los mandamientos y Ambrosio busca satisfacer su lujuria y ocultarla al mismo tiempo.

De El monje también se destaca la manera como se maneja la sexualidad por parte de los personajes, la cual no es ejercida de forma licita desde un punto de vista religioso, sino uno más escandaloso. Inés tiene relaciones con Raimundo a pesar de sus votos religiosos, lo que le ocasionaría no pocos ni leves problemas y Ambrosio lucha con sus deseos de estar con una mujer, pero al final acaba cediendo. Sin embargo, mientras que Inés lo hace por amor, Ambrosio lo hace por pura lujuria.

Como la mayoría de las novelas góticas, El monje nos muestra elementos sobrenaturales sobre todo fantasmas como el de la Monja Sangrienta que Raimundo presencia y la cual es un ejemplo de lo que podría ocurrirle a Ambrosio si continúa sucumbiendo a su lujuria. Otro fantasma que se muestra es importante para la trama es uno que aparece para evitar la destrucción de su prole. Dejaré que averigüen de quién se trata.

Un detalle de El monje es que, a diferencia de la mayoría de las novelas góticas, el mal es representado de manera más amplia. Ambrosio sabe que sus pasiones son malas pero al mismo tiempo no puede ni quiere luchar contra ellas y permite que alguien como Matilde sea su guía, porque tampoco tiene a su lado una persona o una entidad que pueda mantener en el camino del bien. Por su parte, la priora no le importa si está haciendo el mal, ella cree que sus acciones están justificadas por Dios y que es una mujer virtuosa, cosa que, como es obvio, no es.

El monje es una novela gótica que nos muestra como la hipocresía religiosa crea monstruos que destruyen vidas y la sexualidad de manera trasgresora para la época de su publicación. Tiene un excelente retrato sobre lo moralmente corruptos que puede los representantes de una religión, pero me hubiera gustado que trabajaran más en las personalidades de los personajes no clericales. Para los que quieren leer una novela gótica clásica, pero diferente de las usuales, esta es la indicada.

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