CARTA A MI MADRE



Para empezar con el Mes de la Madre, lo haré haciendo un análisis sobre Carta a mi madre del escritor belga Georges Simenon, el mismo que creó al detective Maigret. La carta fue escrita y publicada en 1974.
Simenon comienza su carta como si le estuviera escribiendo a su madre Henriette, que había muerto en 1971 a la edad de 91 años. Para él, la carta es como una forma de descubrir a su madre.
En Carta a mi madre, Simenon describe un poco de la infancia de su madre, la menor de trece hijos producto del matrimonio entre un padre alemán y una madre holandesa, sus primeros años en el castillo de Herstal que perteneció a su familia hasta la quiebra de su padre, la orfandad de padre a la edad de cinco años y de madre en la adolescencia, su carácter orgulloso y cómo se casó con un valón, teniendo con él a su hijo Georges y al hermano mayor de él, Christian.
La relación entre Simenon y su madre era difícil a pesar del amor al punto de que Simenon siempre la llamaba madre, la relación parecía entre dos personas extrañas y nada más y que él se fue de su casa en Lieja a los diecinueve años con la muerte de su padre. Pero Simenon también comprende la crianza de su madre, que tuvo que irse a vivir a una ciudad con una cultura y una lengua ajenas a la suya tras la muerte de su padre y luego convertirse en una parienta pobre en casa de su hermana mayor tras fallecer su madre.
Simenon hace una alusión al sentimiento de hija menor que siempre tuvo su madre pero que a pesar de todo logró prevalecer ante la adversidad al punto de conservar el álbum de su familia.
Tú eras la menor, la niña que había nacido cuando ya no se lo esperaban y que habría podido ser la hija de una de sus hermanas o de uno de sus hermanos. Por lo demás, tenías la edad de algunas de mis primas.
p. 13

¿Cómo es que tú, la menor, tienes en tu poder el álbum de familia? ¿No te lo han disputado tus hermanas mayores, tus hermanos? ¿Te lo has ganado a fuerza de obstinación, como todo lo que has ganado en tu vida?
p. 19

El sentimiento de hijo menor parece haberse transmitido de madre a hijo pues Georges también sentía eso ya que siempre sintió que su madre favoreció a su hermano mayor Christian antes que a él. A pesar de esto, esto no dañó la relación entre ambos hermanos pues cuando su hermano murió de manera prematura él se ocupó económicamente de su sobrino huérfano y procuró dejarle la casa de su madre en herencia.
Además, Simenon le criticaba a su madre su obsesión con el dinero, que se manifestaba en sus acciones como rentar piezas a estudiantes o casar con otro hombre. Aunque el autor pensaba que esto podía tener que ver con la pobreza en la que ella creció, él no encuentra justificación en el por qué su madre mantuvo el primer apellido de su marido a pesar de casarse por segunda vez.
Curiosamente, aunque habías substituido a mi padre por otro hombre, habías conservado su apellido. El de tu nuevo marido era André. Así, que, en tus cartas e incluso en ciertos documentos oficiales que tuve entre las manos, escribías: señora de André Simenon.
Eso me hirió. En mi opinión, era como un abuso de confianza. Un hombre que no era mi padre había ocupado su sitio en tu casa, en tu cama, pero tú te empeñabas en conservar el apellido de tu primer marido.
¿Sería porque yo ya era célebre? ¿Te parecería aquel apellido algo así como un talismán?
Así lo creí. Pensé incluso que, en el fondo, conservabas también tú el culto del gran Désiré y que, después de tus segundas nupcias, deseabas conservar como un vínculo con él.
Iba a desengañarme en tu habitación del hospital.
(…)
Pasabas a ser la señora André, mujer de funcionario que gozaba de una pensión para sí y más tarde para su viuda. No por ello dejabas de seguir siendo la señora Simenon.
p. 34

Hasta la muerte de Désiré. ¿Cuántos años después te volviste a casar? Ya no recuerdo.
Te acercabas a tu objetivo: la seguridad, la dichosa pensión.
¿Cómo podría guardarte rencor? Sé que durante la guerra escondías tus monedas de oro bajo el carbón. Se podría haber pensado que eran para ti, que era avaricia. Ahora bien, al mismo tiempo hacías bolsitas de ganchillo para cada uno de mis hijos.
p. 45

Sin embargo, Simenon también comprendía que la obsesión por el dinero por parte de ella se debía a los apuros económicos por los que pasó, cómo tuvo que valerse por sí misma tras la muerte de sus padres y luego de la de su primer esposo, el padre del escritor. Esto último la hizo usar su casa como residencia estudiantil ya que no había dejado pensión, lo que explicaría su segundo matrimonio del que le quedó una pensión.
Carta a mi madre recuerda a Carta al padre de Franz Kafka por su concepto, mas no por la ejecución pues Carta a mi madre es más corta y dividida en partes mientras que Carta al padre es continua y sin pausas.
En su carta, Simenon habla un poco sobre la relación de su padre y de su madre, que tenían un matrimonio interlingüístico, lo cual era y sigue siendo raro en Bélgica debido a la cuestión lingüística en dicho país. Verán, en Bélgica hay tres idiomas: el flamenco (una variante del neerlandés), hablado en Flandes, región del norte; el francés, que se habla en el sur, en Valonia; y el alemán, hablado en tres comunidades del este, ubicadas en Valonia. En porcentajes, el flamenco, el francés y el alemán son hablados por el 59,6%, 40% y 0,4%, respectivamente. Sin embargo, la disputa se centra entre flamencos y valones.
Lo que ocurre es que cuando Bélgica fue constituido como país en 1830, se declaró al francés como idioma oficial en detrimento del flamenco ¿Por qué? Hay que tener en cuenta que durante muchos años el francés fue la lengua común de la aristocracia, por lo tanto este idioma era visto como más culto que el neerlandés, que era la lengua hablada por los campesinos, a pesar de que esta tenía más hablantes. El flamenco sólo sería lengua oficial en 1921, aunque la disputa lingüística ha persistido hasta nuestros días debido en parte también a procesos económicos, que tienen que ver con el desarrollo económico de Flandes y el declive de la minería y de la siderurgia en Valonia.
La cuestión lingüística es tal que es muy raro que haya matrimonios entre flamencos y valones, que hoy en día equivalen al 1%. El hecho de que su padre y su madre estuvieran casados a pesar de pertenecer a comunidades lingüísticas diferentes muestran que ellos estaban adelantados para su época. Pero también se muestran las dificultades de una madre y un hijo para entenderse por las diferencias entre sus culturas, más allá del idioma.
Georges Simenon sintió que en vida nunca comprendió por completo a su madre pero al escribirle una carta por fin él pudo entender a su madre tras analizar la vida de su madre y darse cuenta de que fue una persona que debió usar su propia persistencia para sobrevivir, que su educación de patricia empobrecida y las estrecheces económicas que pasó gran parte de su vida la hicieron una mujer que quería mantener asegurada su vida económica a como diera lugar.
Al igual que Carta al padre, Carta a mi madre no es sencilla de leer debido a las muchas divagaciones que tiene, por lo que a pesar de ser un retrato de una difícil relación entre madre e hijo, no sé si es un texto que podría recomendar a todos.

BIBLOGRAFÍA
Simenon, G. Carta a mi madre.

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