EL PODER DE LA INFANCIA
Para seguir con el Mes del Idioma y del Niño,
esta vez me centró en los niños. La lectura elegida para esta semana es El
poder de la infancia del escritor ruso Lev Tolstói.
El poder de la infancia es un cuento corto que
tiene como protagonista a un hombre y a su único hijo de seis años. Aunque no
tienen nombre, los dos concentran toda la atención en la historia.
El poder de la infancia trata sobre un hombre
que la multitud quiere que sea ejecutado por alguna razón desconocida, ya que
no se sabe si cometió un delito y si lo cometió, no se sabe cuál fue. La
muchedumbre sólo pide que lo ejecuten sin remedio cuando de pronto aparece el
hijo del hombre llorando y preguntando que le harán a su padre.
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Del niño sólo se sabe que tiene seis años, que
es hijo único y que es huérfano de madre. Al tener sólo a su padre, es fácil
suponer que de ser ejecutado su padre se quedaría solo en el mundo, algo que
enseguida hace que el pequeño llore y corra hasta su padre para pedir que no se
lo lleven sin importarle que los demás están pidiendo que lo maten.
En medio del alboroto de la muchedumbre, el
padre intenta consolar al niño diciéndole que se vaya a casa de una vecina de
ellos, que se llama Ekaterina (Catalina en algunas traducciones). Sin embargo, su
hijo persiste en quedarse a su lado, por lo que su padre le pide al guardia que
le mientan diciendo que van de paseo y luego regresará, todo para que el niño
vaya a casa de su vecina sin ningún problema, para evitar que el pequeño vea
como lo matan. El niño le obedece y se va. Sin embargo, el final que Tolstói le
da a su historia resulta más inesperado de lo que uno espera.
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El poder de la infancia tiene un nombre
totalmente adecuado. El niño quiere estar al lado de su padre sin importar que
su padre está por ser ejecutado al abrirse paso entre la gente mientras que
este no quiere que su hijo presencie su muerte, por lo que hace todo lo posible
para engañarle. La escena entre padre e hijo resulta tan conmovedora para la
multitud que ocurre algo extraordinario.
Este cuento tiene un poco del estilo de Tolstói
que ya había visto en Guerra y paz. Tiene a un hombre que debe luchar contra
viento y marea ante las circunstancias, al igual que le pasa a Pierre Bezujov y
a Natasha Rostova, que pasan por momentos muy difíciles, pero luego se recobran
y regresan con más fortaleza y resiliencia. Esto ocurre con el personaje del
cuento, aunque aquí su hijo intenta intervenir para salvar la vida de su padre
sin importar lo que piensen. Sólo quiere que ambos estén juntos.
Como dije antes, antes ya había leído a Tolstói
con Guerra y paz, novela que me encantó. Esta vez, con el cuento El poder de la
infancia no me decepcionó para nada. De hecho, mantuvo mis expectativas, las
cuales eran altas porque ya venía de leer una novela suya, la más importante de
su bibliografía. Para mí, El poder de la infancia muestra el por qué el niño
resulta ser el personaje que da la vuelta de hoja a la historia.
Definitivamente, recomiendo leer este cuento.
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