EL LIBRO DE ARENA
Para comenzar un nuevo Mes del Niño y del
idioma lo hago con una lectura dedicada a la lengua de Cervantes, el español.
Se trata de El libro de arena del escritor argentino Jorge Luis Borges, que se
puede encontrar en la compilación de cuentos de nombre homónimo.
El libro de arena tiene como protagonista a un
bibliotecario, que podría ser el mismo Borges. Un día llega a su casa un
vendedor de biblias que, obviamente, quiere venderle una. Sin embargo, el
protagonista le dice que no necesita comprar una Biblia porque tiene varias traducciones
bíblicas en casa, entre ellas una Biblia de John Wycliff que heredó de sus
padres, la cual es la más valiosa por ser la más antigua, al menos para él.
A pesar de esto, el vendedor le presenta un
libro llamado El libro de arena, un libro que él llama infinito porque su
numeración es arbitraria, algo que el protagonista comprueba al hojearlo.
Aunque no está muy convencido, el protagonista compra El libro de arena en un
intercambio pues además de dinero, le da la Biblia de Wycliff.
El protagonista es un hombre que tiene un
elevado conocimiento bíblico, a pesar de no ser muy creyente, y así se lo dice
al vendedor, incluso dando su opinión sobre algunas de las biblias que posee:
“En esta
casa hay algunas biblias inglesas, incluso la primera, la de John Wiclif. Tengo
asimismo la de Cipriano de Valera, la de Lutero, que literariamente es la peor,
y un ejemplar latino de la Vulgata. Como usted ve, no son precisamente biblias
lo que me falta.”
El vendedor de biblias es un escocés de las
Islas Orcadas, algo que detecta el protagonista. Probablemente se dio cuenta
por su acento, debido a que los orcadianos tienen una entonación y una cultura
diferentes del resto de Escocia. Esto es lo que le llama la atención al protagonista
y por eso quería que hablaran sobre las Orcadas a pesar de que el hombre le
parecía un presuntuoso. El vendedor es un hombre que ha viajado mucho, algo que
se ve cuando comenta sobre El libro de arena, el cual compró en la India por
unas pocas rupias y una Biblia.
El libro de arena, cuyo nombre verdadero es
Holy Writ, es descrito como un libro que no sólo no está enumerado, sino que
también se puede ver una imagen, pero es probable que nunca más se vuelva a
ver. El vendedor lo llama así porque así lo llamó el hombre que se vendió, el
cual lo definió igual a la arena: no tiene principio ni fin. Por eso, la
mención de arriba. Esto hace que muchos consuman su tiempo leyendo el libro
buscando volver a ver las imágenes y los lleva a descuidar todas sus actividades.
El protagonista no es la excepción. Después de
hojear una imagen, el libro lo absorbe al punto de consumir todo su tiempo
libre. A pesar de anotar lo que ve en una lista, esperando volver las imágenes,
nunca lo logra. Por esto, decide que no puede conservar más el libro.
El libro de arena es uno de los cuentos donde
Borges emplea su imaginación para explorar el tiempo y el espacio, al igual que
El Aleph. En ambos cuentos, el protagonista, que siempre es Borges o algún
personaje que funciona como alter ego de Borges, usan un objeto con un tiempo y
un espacio limitados. Pero mientras en El Aleph, el protagonista tiene
sentimientos encontrados con el objeto en cuestión, el protagonista queda tan
absorbido por este que no tiene más remedio que botarlo porque de lo contrario
lo consumirá.
El libro de arena es un cuento interesante y
que permite usar la imaginación. Sin embargo, siento que sería perfecto si
fuese más largo y mejor escrito, aunque aun así lo recomiendo.
BIBLIOGRAFÍA
Borges, J. L. El libro de arena.
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