JARDÍN DE INVIERNO


Advertencia: para los que no han leído esta novela, la reseña tiene algunos destripes (spoilers).
Para terminar el Mes de la Madre, pasamos de la Costa Este a la Costa Oeste de los Estados Unidos. Al igual que la novela anterior, una madre y sus hijas hacen un viaje para intentar recuperar la relación, pero en este caso la madre les va contando un cuento sobre una campesina y un príncipe que tiene mucho que ver con ella y sobre la Segunda Guerra Mundial. La novela en cuestión es Jardín de invierno de la escritora estadounidense Kristin Hannah.
Jardín de invierno trata sobre una mujer rusa de más de ochenta años, que pierde a su esposo y está alejada de sus dos hijas. Sin embargo, la hija menor, que sospecha que su madre esconde muchos secretos, decide hacer que su madre les cuente un cuento que solía contarles cuando eran niñas, porque cree que hay algo de realidad en él. Aunque la hija mayor no quiere involucrarse en un principio, decide hacerlo para entender un poco de sí misma y no sólo saber la verdad, sino también si aún ama o no a su esposo.
La novela está dividida en un prólogo, veintiséis capítulos y un epílogo. El prólogo inicia la historia en 1972 para hacer un salto de veintiocho años, entre la Navidad de 2000 y el verano de 2001, para terminar con un epílogo ubicado en la Navidad de 2010; sin embargo, hay saltos de tiempo entre 1934 y 1945. Se desarrolla en el noroeste del estado de Oregon y en los últimos ocho capítulos, en las ciudades alaskeñas de Juneau y Sitka, mientras que los saltos de tiempo ocurren en San Petersburgo, conocida en ese entonces como Leningrado.
La novela trata de Anya, una mujer rusa que vive en Estados Unidos desde 1945, y que acaba de enviudar de su esposo, Evan Whitson, el dueño de la huerta familiar y veterano de la Segunda Guerra Mundial. Con la muerte de su esposo, Meredith, la hija mayor, teme que la familia se desintegre debido a que su madre nunca ha sido muy cercana a ella o a su hermana menor, Nina. Pero Nina, que quiere mantener a su madre en la huerta al ser su hogar, cree que ella esconde una historia detrás de un cuento que les ha contado desde que eran pequeñas, a pesar de las protestas de Meredith, que no quiere saber nada del cuento y lo cree una tontería.
A medida que Nina conversa con su madre y ella le narra el cuento, descubre que sus sospechas no eran infundadas y el cuento en realidad es la historia de su madre. Meredith, que al principio era reticente a la idea, poco a poco ve que la teoría de Nina era cierta y también se une a la búsqueda del pasado de su madre. Para poder terminar la historia, las tres mujeres hacen un viaje a Alaska, a donde su madre siempre soñó ir, porque hay un hombre que podría ayudarlas. También descubre algo inesperado cuando llegan a Alaska, algo que ni Anya ni sus hijas esperaban.
Analizaré un poco a los personajes.
Anya Whitson es una mujer rusa que padece acromatopsia, es decir, no puede ver en colores, razón por la que su guardarropa consta casi exclusivamente de negro, blanco y gris. No sabe de su vida antes de 1945, cuando llegó a los Estados Unidos con el que sería su futuro esposo, Evan Whitson, con el que aparentemente se casó porque estaba a punto de morir debido a las malas condiciones en que fue liberada de un campo de prisioneros alemán. Sin embargo, ella logró sobrevivir y tuvo una relación estable con Evan. Incluso le dio dos hijas: Meredith, en 1960, y Nina, en 1963, a pesar de que ya pasaba de los cuarenta años cuando las tuvo.
Sólo ella y su esposo conocían los detalles de su pasado, pero prefirieron mantenerlos para sí porque ella ya era conocida en el circulo de amigos que tenían. Sin embargo, antes de morir Evan les pidió a sus hijas dos peticiones: a Meredith que cuidase de su madre y a Nina que lograra que su madre les contara completo el cuento de la campesina y el príncipe, una historia que ella les contaba desde pequeñas, algo que Nina decide cumplir a cabalidad.
A medida que Anya les cuenta el cuento de la campesina y el príncipe, Meredith y Nina descubren similitudes entre la historia que les presenta su madre y la situación de Rusia durante el régimen de Stalin y el Sitio de Leningrado, cuando dicha ciudad fue sitiada por el ejército nazi durante más de un año, hecho ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, se dan cuenta de que la campesina es su madre y el príncipe es un hombre con el que estuvo casada, cuyo final ignoran. También descubren que Anya no es su verdadero nombre, sino el de una hija que tuvo con su primer esposo y de la que tampoco se sabe que le ocurrió. Su nombre real es Veronika “Vera” Petrovna1 Marchenko2.
Anya o, mejor dicho, Vera Whitson es una mujer de carácter misterioso y callado, una persona a la que sus hijas le temen y no saben que hacer con ella cuando su padre muere. Meredith cree que es muy tarde para tener una relación con ella porque siempre las ha mantenido apartadas. Nina, en cambio, escudriña en el relato de su madre para saber por qué ella actúa de manera fría con ellas. Con el tiempo descubrimos que añora los detalles más preciados de su cultura rusa, entre ellas las noches blancas de su natal San Petersburgo y la aurora boreal, las cuales cree que verá otra vez si va a Alaska, el cual siempre fue su sueño y el de su primer esposo.
Meredith Whitson Cooper es la hija mayor de Vera/Anya3 y de su segundo esposo Evan Whitson. Apodada Meredoodle por su padre, tiende a tomarse las cosas muy en serio y siempre trata de hacer todo, porque pienso que eso es lo que esperan los demás, razón por la que se hace cargo de la huerta y del negocio familiar. Pronto ve que seguir esta filosofía la ha alejado de su esposo y de sus hijas y se da cuenta de que debe seguir lo que ella desee y no lo que los demás quieran. Está casada desde los veinte años con Jeff Cooper, un periodista, y tiene dos hijas en edad universitaria, Jillian y Madison “Maddy”.
Precisamente a causa de su forma de pensar, cree que intentar tener una relación cordial con su madre es una pérdida de tiempo y sólo busca que su madre se quede en la huerta siempre que no cause problemas. La separación de su esposo la lleva a replantear su vida y se une en la búsqueda de su hermana sobre el origen de su madre. Pronto su manera de ver las cosas cambia y ve que lo más importante es buscar lo que ella quiera, algo que se ve cuando usa su nombre rusificado: Meredith Ivanovna4 Whitson Cooper.
Nina Whitson, apodada Neens o Neener Beaner, la menor de las dos hermanas, es una fotoperiodista que ha viajado alrededor del mundo, en particular a África, lugar que le gusta mucho por su ambiente único. En el momento de la agonía de su padre está en Namibia y debe viajar hasta la Costa Oeste para estar al lado de su padre. Cuando este fallece y ella regresa a África, aparentemente entra en depresión porque sus recientes fotografías, que suelen tener una calidad superior, no son muy buenas, algo que nota su editora, Sylvie, por lo ella le sugiere regresar a Washington.
Nina tiene una relación abierta desde hace cuatro años con un irlandés, Daniel “Danny” Flynn, el cual le propone que ambos se establezcan como matrimonio en Atlanta, porque el canal de noticias CNN le ofrecido su propio programa alrededor del mundo. Para Nina, que ha estado más de una década viajando por todo el mundo, la idea no le seduce para nada ya que no está segura de querer quedarse en casa y tener hijos. Sin embargo, al llegar a Washington y escuchar lo que le ha pasado a su madre, Nina está decidida a indagar en el pasado de su madre en su calidad de periodista, pero también para saber sobre ella, sobre su hermana y sobre sí misma. Esto se ve cuando se muestra abierta a abrazar sus raíces rusas.
La novela muestra un retrato desgarrador sobre la Gran Purga y el Sitio de Leningrado, que acabaron con muchas vidas y destruyeron a miles de familias, entre ellas la familia de Vera/Anya. Debido a esto, ella deseó la muerte cuando es pillada por los alemanes y cuando es liberada, pero de alguna manera se convirtió en una sobreviviente y logró rehacerse su vida. Sin embargo, los años de sufrimiento dejaron una huella honda en ella, algo que se manifestó en su decisión de que no encariñarse con Meredith y Nina, por el gran temor a perderlas, como ella misma manifiesta. Sin embargo, una vez enviuda, al principio finge estar senil como una forma de lidiar el duelo, algo que sólo entienden su yerno y su hija menor, razón por la que está decide que ella les cuente la que ella considera que es su historia.
Los temas que trata Jardín de invierno son la supervivencia y las relaciones familiares. Toda la novela es una muestra de lo que una madre haría por sus hijos y por su familia y al mismo tiempo como esto la marcó profundamente durante el resto de su vida, incluso cuando se vuelve a casar y tiene hijos. A la vez, muestra como de la nada ella descubre que no sólo logra hacer que sus hijas confíen en ella, sino que recibe un giro inesperado cuando llega a Alaska.
Al igual que Cartas desde la tormenta, la novela trata sobre la reconciliación familiar. En este caso, sólo se inició esa búsqueda gracias a Nina, que quiere saber sobre la historia que les contaba su madre porque tiene la impresión de que ella escondía secretos y no se equivocó. Del mismo modo, Meredith logra entenderse a sí misma para poder recuperar su vida.
Esta novela me sorprendió por su estilo de narración enmarcada, a veces como cuento y a veces como crónica histórica, y la capacidad descriptiva de la autora. Al leerla, se descubre algo fluido, sencillo y fácil de comprender. Los personajes también evolucionan de manera positiva, al lograr encontrar las respuestas que buscaban. Además, es sorprendente el giro final en la historia, la cual también responde varios interrogantes tanto para Vera/Anya como para los lectores. Todo esto la convierte en una novela conmovedora y preciosa. Sin duda, me asombró mucho y fue el único de los cuatro libros de este mes que realmente disfruté y me encantó.
Aquí termina el Mes de las Madres. En general, las madres que estudié este mes buscaban recuperar los lazos con sus hijos o reconectarse con su pasado. Aun así, fue un mes del que esperaba más y se sintió como si se estuviera subiendo por una montaña hasta llegar a la cima. El próximo año habrá nuevas historias y nuevos análisis y finalmente, veré si puedo hacer un artículo sobre las peores madres en la literatura. Sigan leyendo.
NOTAS
1 Véase nota 1 de El jardín de los cerezos.
2 Marchenko es el apellido de su primer esposo. En realidad, en la novela nunca se conoce el apellido de soltera de Vera/Anya.
3 A partir de aquí, la llamaré Vera/Anya.
4 Ivan sería la forma rusa de Evan. A su vez, Evan es la forma galesa del nombre Juan.

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