AMY E ISABELLE

Para continuar con el Mes de la Madre, pasamos del Mar Mediterráneo a un estado nororiental de Estados Unidos: Massachussets, en donde se desarrolla la novela debut de Elizabeth Strout: Amy e Isabelle.

Amy e Isabelle es una novela de veinticinco capítulos que trata sobre Isabelle Goodrow y su hija de dieciséis años Amy. Muestra la tensa relación entre ambas y cómo cada una de ellas maneja su vida. La historia se desarrolla en el pueblo ficticio de Shirley Falls, Massachussets, aunque en dicho estado hay un pueblo llamado Shirley, ubicado en el norte y a unos ochenta kilómetros de Boston.

Amy Goodrow es una chica algo retraída de dieciséis años que vive sola con su madre y tiene como única amiga a Stacy Burrows, una muchacha que está en los últimos meses de embarazo, pero sólo se entera cuando ya lleva mucho tiempo. Ha sido criada en la fe congregacional¹. Durante el principio del verano, precisamente cuando el año escolar está finalizando, tiene un romance con el señor Robertson, el profesor sustituto de matemáticas, y la relación es descubierta por el jefe de su madre. Este hecho crea tensión en la ya difícil convivencia entre las dos, aunque pronto Amy descubre que el señor Robertson no es el amor de su vida como ella descubrió y que su manera de actuar no es diferente de la de su madre cuando era joven.

Isabelle Goodrow es la madre de Amy. Llegó con su hija Amy a Shirley Falls cuando esta era muy pequeña tras la muerte de su madre. Tiene una relación difícil con su hija, a la cual disciplina de manera severa, pero por la que a su vez siente temor. Pronto descubrimos que la relación con su difunta madre era más o menos lo mismo, ya que esta nunca se recuperó de la muerte de su padre. También se descubre un secreto que ha mantenido oculto desde que llegó a Shirley Falls con Amy, pero que sólo decide compartir con sus amigas más cercanas y luego con la misma Amy. Siente una atracción por su jefe Avery Clark.

La relación entre madre e hija está llena de confusiones, tensión y alienación. Amy cree que su madre la controla demasiado al no permitirle vestirle como ella desea ni salir con otras muchachas fuera de Stacy Burrows, a pesar del embarazo de esta última. Durante esas salidas Amy y Stacy fuman, usan lenguaje vulgar y hablan de lo que hacen, de sus padres y de los hombres con los que salen.

Al mismo tiempo, Isabelle no se siente cercana a su hija y le cuesta mucho entablar una conversación con ella y la propia Amy es evasiva a conversar con ella, como si le tuviese miedo a la joven. Ni siquiera cuando su hija era pequeña tenían una buena relación pues cuando Amy se quejaba de algo, Isabelle siempre le decía que aguantara el dolor y se mostraba indiferente ante las muestras de cariño de la niña. A ese punto, ninguna de las dos ha logrado que la dinámica madre-hija sea buena y coherente.

Durante el verano ambas siguen su vida como si ninguna de las dos existiese y esto les da tiempo para pensar sobre ellas y sobre cada una porque ambas están consumidas por el deseo que sienten por un hombre. Dos sucesos finalmente hacen salir ese secreto que Isabelle guardaba y hace que ambas logren recuperar el diálogo y su relación.

Hay dos mujeres que son las amigas más cercanas de Isabelle: Beverly, a la que apodan Fat Bev por su obesidad, y Dottie, cuyos hijos ya son adultos, así que ellas entienden un poco la situación entre Isabelle y Amy. Aun así, Isabelle está un poco alienada de ellas porque ella cree que sus diferencias religiosas las alejarían más, porque Isabelle es congregacionista mientras que Fat Bev y Dottie al tener ascendencia quebequesa, son católicas romanas. Cuando las tres se reúnen en casa de Isabelle, ella les cuenta su secreto y ella muestra mucha más comprensión de lo que esperaba.

Ahora analizaré a los dos hombres por los que Amy e Isabelle sienten atracción: el señor Robertson y Avery Clark.

El señor Robertson es el profesor sustituto de matemáticas de la clase de Amy, cuando la profesora original se fractura la pierna. Durante su periodo como profesor, Amy se siente atraída por él y este lo nota e intenta llamar su atención con poesía. Con el tiempo dicha atracción se convierte en una relación física que es descubierta gracias a Avery Clark. Isabelle cree que su hija fue seducida por el señor Robertson, pero Amy le asegura que la relación fue consensuada.

A pesar de que la relación entre ella y el señor Robertson finaliza tan pronto como esta salió a la luz, Amy aun tiene la esperanza de que este la busque y que esperará a que sea mayor de edad para poder contraer matrimonio. Esto demuestra su pensamiento aun inmaduro e ingenuo sobre los noviazgos y el matrimonio y por suerte pronto se da cuenta de esto.

En cuanto a Avery Clark, Isabelle se siente atraída por él a pesar de ser su jefe y un hombre casado. Intenta hacer todo el trabajo que este le ponga con tal de estar cerca de él, aunque no le diga lo que siente con palabras por respeto a su esposa. Cuando lo invita a su casa a cenar y este no acude con una serie de excusas, pronto Isabelle entiende que está perdiendo el tiempo con él y finalmente deja de sentirse cautivada por él y lo ve tal como es: su jefe y un hombre común y corriente.

Esta novela me dejo con sentimientos encontrados. Por un lado, tiene personajes con los que es posible identificarse, relata muy bien los conflictos familiares y de la adolescencia; por otro, tiene un ritmo irregular y el final es forzado y deja la sensación de que pudo haberse escrito mejor. Para los que quieran leer una novela con temas como el primer amor, los conflictos familiares y maritales, esta es una elección aceptable. Ahora es el momento de dejar Shirley Falls.

NOTA

¹ Movimiento religioso que surgió del puritanismo y del calvinismo durante finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. Considera que cada congregación debe regirse a si misma, independiente de cualquier autoridad, y administrar sus propios asuntos. Las piedras fundamentales de su fe son la sola scriptura y la predicación universal. Como parte de las creencias calvinistas, sólo aceptan dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía.