EL BESO DE LA MUJER ARAÑA


Después de un descanso de Carnavales, continúo el mes con una novela que pienso que, a pesar de haber sido adaptada al cine, ha pasado desapercibida durante mucho tiempo. Se trata de El beso de la mujer araña del escritor argentino Manuel Puig.
La novela está dividida en dos partes, con ocho capítulos cada una, para un total de dieciséis capítulos. La historia se desarrolla entre el 9 de septiembre y el 8 de octubre de 1975.
El beso de la mujer araña trata sobre dos hombres que están encarcelados, Valentín Arregui y Luis Alberto Molina, el primero por sus actividades políticas y el segundo, por corrupción de menores. Valentín tiene veintiséis años y Molina, treinta y siete. Para no aburrirse durante su encarcelamiento, Molina empieza a narrar sobre películas que ha visto. A medida que trascurre la trama, ambos no sólo empiezan a hablar de películas y de historias sino también de hombres y mujeres a los que han querido a lo largo de su vida.
Fotograma de la película de 1985.
La primera parte muestra a los dos hombres comentando y contando sobre historias y películas que han visto. A pesar del ligero desprecio que Molina le tiene a Valentín, a este no le molesta mucho y, de hecho, lo cuida cuando sufre una intoxicación alimenticia. El último capítulo de la primera parte muestra las verdaderas intenciones que tiene Molina para con Valentín.
La segunda parte es más intensa que la primera parte. Molina se da cuenta de que ya no puede seguir con la misión que se le ha encomendado porque está empezando a sentir algo por Valentín y cree que traicionarle sería cruel.
Valentín tiene una persona a quien querer: Marta, una compañera de sus actividades políticas. Sin embargo, el hecho de estar encerrado con Molina hace que empiecen a aflorar sentimientos por él, sobre todo cuando Molina se enferma. Aunque no siempre se lleven bien, Valentín siempre está ahí para Molina, sobre todo cuando este le cuenta historias y películas que ha visto. En los últimos capítulos de la novela, le confiesa sus sentimientos a Molina y le da una misión especial, algo que no terminaría bien para ninguno de los dos.
Raúl Juliá (Homero Adams en las dos primeras películas de Los Locos Adams y M. Bison en la adaptación de Street Fighter de 1994) como Valentín Arregui. Un ejemplo de cambio de edad pues el personaje en el libro tenía veintiséis años y Juliá tenía cuarenta y cinco cuando se estrenó la película.
Molina es homosexual, pero se considera transgénero de hombre a mujer y ha encontrado en la compañía de Valentín una manera de hacer frente a la soledad si ambos comparten la suya. Siempre le está contando historias y películas a Valentín. Desearía ser mujer, tal vez porque siente que así su vida sería más fácil. Incluso hay momentos en los que se denomina como “ella” y habla de sus amigos homosexuales como “ellas”.
—Pero qué lindo cuando una pareja se quiere toda la vida.
—¿A vos te gustaría eso?
—Es mi sueño.
—¿Y por qué te gustan los hombres entonces?
—Qué tiene que ver… Yo quisiera casarme con un hombre para toda la vida.
—¿Sos un señor burgués en el fondo, entonces?
—Una señora burguesa.
—Pero ¿no te das cuenta que todo eso es un engaño? Si fueras mujer no querrías eso.
—Yo estoy enamorado de un hombre maravilloso, y lo único que quisiera es vivir al lado de él toda la vida.
Para Molina, ser hombre “es mucho más todavía, es no rebajar a nadie, con una orden, con una propina” y que él y sus amigos “somos mujeres normales que nos acostamos con hombres”.
William Hurt como Luis Molina. Este papel le dio el Oscar a Mejor Actor Principal en 1986.
El beso de la mujer araña tiene cierto parecido a la novela La cárcel de Jesús Zárate Moreno, que analicé en julio de 2016. Al igual que los cuatro hombres de La cárcel, Valentín y Molina se ponen a hacer tertulias para pasar el tiempo; en su caso, narran historias y cuentan películas. Pero, mientras en La cárcel existe cierto compañerismo y complicidad entre los presidiarios, la relación entre Valentín y Molina al principio es unilateral porque Valentín aprecia a Molina, a pesar de que este a veces lo insulta; pero Molina lo quiere usar para poder salir de la cárcel. Sin embargo, pronto su relación poco a poco se vuelve bilateral.
A medida que la novela sigue su curso, nos damos cuenta de que Molina está empezando a sentir por Valentín algo que nunca había sentido; es más, Valentín, a pesar de ser heterosexual, también corresponde a sus sentimientos. Ambos prometen que nunca se olvidarán el uno del otro cuando Molina recibe la libertad condicional; sin embargo, jamás se volverían a ver.

El detalle más importante que tiene la novela es su narración enmarcada. En un momento, la historia principal es dejada de lado cuando Molina empieza a narrar alguna historia o película que ha visto pero a veces Valentín interrumpe porque le recuerdan a alguien a quien quiere o porque Molina no puede terminarla. Incluso al final se interrumpe la historia con un sueño, un sueño que demuestra Valentín logra encontrar la felicidad en su fantasia.
Un problema de la novela es que en gran medida está en escrita en forma de conversación y la única forma de separar un diálogo del otro es mediante uso de un guion (-). Esto puede crear confusiones porque prácticamente los únicos personajes que hablan son Valentín y Molina, y se pueden trastocar las palabras de cada uno. No hay ningún personaje externo salvo el director de la prisión, que siempre habla con Molina.
Este es un libro que puede generar reacciones divisivas: a algunos les podría gustar su argumento en forma de narración enmarcada al contar historias y películas y el desarrollo de una relación entre dos hombres. Otros quizá lo encuentren presuntuoso y confuso debido a su particular estructura. Al igual que la novela La cárcel, El beso de la mujer araña fue de mi agrado, por el estilo carcelario que recuerda a La cárcel, pero no sé si lo será para los demás.


BIBLIOGRAFÍA
Puig, M. El beso de la mujer araña.

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