LA ELECCIÓN DE LOS ALCALDES DE DAGANZO

Para comenzar un nuevo mes, lo hago con uno de los ocho entremeses cervantinos. Aprovechando que este es un año electoral, el entremés que escogí para iniciar el mes es La elección de los alcaldes de Daganzo.

La elección de los alcaldes de Daganzo comienza con la reunión de cuatro hombres: el bachiller Pesuña, el escribano Pedro Estornudo y los regidores Panduro y Algarroba. Ellos discuten sobre quién debe gobernar Daganzo, una villa, para el próximo año. Hay cuatro aspirantes: Juan Berrocal, Francisco de Humillos, Miguel Jarrete y Pedro de la Rana. A diferencia de los cuatro primeros, todos estos son labradores. Pesuña, Estornudo, Panduro y Algarroba describen las cualidades de Berrocal, Humillos, Jarrete y de la Rana y por qué uno de los cuatro debería ser alcalde.

Para los cuatro hombres, los aspirantes deben pertenecer al pueblo llano, es decir, campesinos, labradores, artesanos, etc., y de esta manera, sabrán lo que es más conveniente para la villa.

Los cuatro hombres creen que, al pertenecer a un sector social distinto, no tienen idea de lo que la villa necesita y creen que cualquier labrador que posea cualquier habilidad puede ser alcalde. Lo más terrible es que, en cierta forma, tienen razón: no saben nada sobre la villa.

Existen varios ejemplos que muestran la incompetencia y estupidez, tanto de los que tienen poca educación como de los más estudiados. El primer ejemplo citado es el del regidor Algarroba, que asegura que el mejor de los aspirantes es, en su opinión, Berrocal, por su habilidad como “catador de vinos”:

“En mi casa probó los días pasados una tinaja, y dijo que sabía el claro vino a palo, a cuero y hierro; acabó la tinaja su camino, y hallóse en el asiento della un palo pequeño, y dél prendía una correa de cordobán y una pequeña llave.”

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Luego el mismo Algarroba nos habla de Miguel Jarrete y su puntería.

“Miguel Jarrete es águila. […] En tirar con un arco de bodoques. […] Es de manera que, si no fuese porque los más tiros se da en la mano izquierda, no habría pájaro en todo este contorno.”

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También hace mención tanto como de Humillos como de la Rana, siendo zapatero y poseyendo una gran memoria, respectivamente. Panduro y Estornudo están de acuerdo en votar por Pedro de la Rana y Algarroba por Juan Berrocal, pero Pesuña no lo hace por ninguno ya que -con toda razón- no los considera idóneos para el puesto de alcalde. Así que Algarroba decide hacer pasar a los cuatro postulantes para que el bachiller Pesuña dé su veredicto.

A medida que transcurre la trama del entremés nos damos cuenta de que las habilidades de los cuatro aspirantes no son para nada adecuadas ni buenas para un puesto tan importante como el del alcalde. Uno de ellos incluso promete mano dura, algo que irrita a Estornudo, el otro escribano.

Ante la falta de consenso, aparece un grupo de gitanos músicos que estorban el proceso y el ruido también molesta al sacristán, que llega a criticar a Pesuña por no mantener el orden. Por todo lo que ha pasado, al final Pesuña suspende la votación de alcalde.

Cervantes usa La elección de los alcaldes de Daganzo como una manera de mostrar la ineptitud de los gobernantes de su tiempo, algo que todavía es aplicable a la actualidad. Al creer que las personas del pueblo llano están en contacto entre sí, son las más adecuadas para ser alcalde. Peor aún, creen que siguen siendo idóneos a pesar de no poseer educación formal.

Lo que trata de mostrarnos La elección de los alcaldes de Daganzo es la manera tan vaga y tan poco inteligente como se elige a los que nos van a gobernar. Muchas veces las personas guían su voto basándose en la supuesta capacidad de los candidatos, pero no en la manera en cómo podrían administrar nuestros recursos. Esta forma de pensar es nefasta porque cuando ocurren graves consecuencias se tienden al culpar a los elegidos, cuando en realidad la culpa sólo es parcial. Realmente, también los electores poseen algo de culpa por no pensar bien antes de votar.

En mi opinión, La elección de los alcaldes de Daganzo no es una lectura sencilla de leer debido a su lenguaje, propio de entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI, además de que Cervantes usa el lenguaje propio del vulgo de aquella época. Sin embargo, a pesar de esto tiene un tema que podría servirnos para reflexionar a la hora de dar nuestro voto y a reflexionar sobre a quienes vamos a elegir. Definitivamente, es un entremés que recomiendo.

Adenda: Como es costumbre, el próximo sábado no habrá entrada por ser semana de Carnavales. Regreso el 17 con una novela argentina, de la cual les daré pistas para que descifren cuál es:

• Está ambientada en la década de 1970.
• Trata sobre dos hombres encarcelados; uno de ellos es un preso político y el otro es un corruptor de menores.
• Uno de los dos presos le cuenta películas e historias a su compañero de celda.
• El autor de esta novela era homosexual y falleció a una edad relativamente joven.