UN HOMBRE BUENO ES DIFÍCIL DE ENCONTRAR

Advertencia: esta entrada tendrá algunos destripes.

Aunque el mes de octubre ya concluyó, eso no significa que hayan terminado las entradas con temáticas oscuras, como lo demuestra el cuento que analizaré esta semana. Este relato pertenece a una autora no tan conocida en esta parte del mundo y de la cual se cumplió el centenario de su nacimiento. Esa autora es Flannery O’Connor y el cuento que examinaré es uno de los más conocidos de ella: Un hombre bueno es difícil de encontrar, publicado en 1953 en Avon Publications y luego recopilado dos años después en la compilación Un hombre bueno es difícil de encontrar y otras historias.

Un hombre bueno es difícil de encontrar nos muestra a una familia atlantesa que está haciendo un viaje desde Georgia hasta Florida para pasar vacaciones allí. Una familia de seis integrantes: el padre, la madre, sus tres hijos y la abuela, siendo esta la única que no quiere ir a Florida por dos razones: la primera, teme que se encuentren con el Inadaptado o el Desequilibrado, un peligroso delincuente que se ha escapado de la cárcel y que puede estar en la zona a la que van, y la segunda es más personal, ya que quiere viajar al este de Tennessee a que sus nietos conozcan a parientes de allí. Por ello, insiste a su hijo en que no viajen o que en vez de eso vayan a Tennessee. Sin embargo, el deseo de la familia de ir a Florida se impone, lo cual lleva a un viaje accidentado y al final trágico. La historia tiene lugar en un viaje que comienza en Atlanta y que termina en las afueras del condado de Toomsboro, todo ello en el estado de Georgia.

Para hablar de los personajes, lo haré en tres grupos. El primer grupo es la familia, compuesta por la abuela, su hijo Bailey, la esposa de este y los tres hijos de este, John Wesley, June Star y un bebé que es el hijo menor. El segundo grupo lo componen el Inadaptado y sus dos cómplices y el tercer grupo lo componen los dueños del restaurante donde la familia come antes de proseguir con su viaje.

La abuela es el personaje que representa al sustituto de la audiencia. La historia se muestra a través de su punto de vista, aunque ella no sea la narradora. Es una mujer mayor con un fuerte orgullo sureño, en particular por el estado de Tennessee, como se ve cuando habla constantemente de su vida en Tennessee, en el restaurante pide que coloquen la canción Tennessee Waltz y habla sobre una plantación en el que sus antepasados dejaron dinero escondido en un panel secreto durante la Guerra civil estadounidense en una plantación que tenían.

Con todo ello en mente, la abuela tiene la impresión de que si va a Florida estarán en un gran riesgo a causa de El Inadaptado, por lo que propone que vayan al este de Tennessee, siendo sus peticiones escuchadas en vano. Por eso hace varias cosas, como vestirse de forma elegante para al menos verse como una dama, se lleva a Pitty Sing, su gato, sin que su hijo se dé cuenta, se pone a hablar de un prometido que tuvo e incluso sobre una plantación que tuvo su familia y en el que cree que sus antepasados dejaron dinero en un panel. Todo ello en mente para usar a sus nietos y que estos manipulen a su hijo a favor de los deseos de ella. Lo del supuesto panel resulta crucial para la historia porque es este detalle el que hace que la historia llegue a su clímax, cuando ella confronta a El Inadaptado.

Bailey es el hijo de la abuela y como dice la historia, su único hijo varón, por lo que es probable que ella tenga más descendientes, el resto mujeres. Por lo que describe y muestra O’Connor en el relato, Bailey es mucho más comedido que su madre y viajar es algo que no disfruta. Debido a su personalidad, tiende a reprimir sus sentimientos y es incapaz de disciplinar a sus malcriados hijos o mantener un firme no, ya que es la insistencia y el capricho de ellos junto con la complicidad de la abuela lo que lo llevan a buscar la casa con el supuesto panel secreto lleno de dinero. Esto sería un error, dado el accidente y su cruce con El Inadaptado. A pesar de que él en parte es responsable de su situación, no tiene ningún problema en insultar a su madre cuando se dan cuenta de que están en manos de El Inadaptado. Esto último muestra cómo la represión emocional de una persona explota de la manera más fuerte.

La esposa de Bailey es un personaje del que nunca sabemos su nombre. Habla muy poco y se encarga de cuidar de su hijo menor; aun así, es ella la que recibe la peor parte cuando la familia sufre el accidente, ya que se fractura el hombro. También se muestra temerosa con razón después de que los delincuentes se han llevado a Bailey y a John Wesley al bosque y ahora quieren llevársela a ella y a Ruby Star. Como Bailey, ella no hace mucho para moderar el comportamiento impertinente de sus hijos.

John Wesley y Ruby Star son los dos hijos mayores de Bailey y de su esposa y nietos de la abuela, de ocho y siete años respectivamente. Son los típicos niños malcriados, caprichosos y egocéntricos, como lo demuestran en su comportamiento al decir cosas desagradables de los estados sureños, del restaurante donde la familia come, su capricho insistente en querer encontrar el dinero familiar, cuando John Wesley presume que le dará un puñetazo al Inadaptado si lo encuentra y cuando June Star le responde de manera grosera tanto al Inadaptado como a uno de sus cómplices. Peor aún, se alegran de que la familia haya tenido un accidente pero se decepcionan porque ninguno muere. Sin embargo, ni John Wesley ni June Star pueden hacer nada cuando los cómplices de El Inadaptado los llevan al bosque, salvo una protesta en vano por parte de June Star.

El Inadaptado o El Desequilibrado, dependiendo de la traducción (The Misfit en el original) es un delincuente que ha estado varias veces en prisión, siendo la primera cuando fue condenado sin juicio de asesinar a su padre, cuando este en realidad murió durante la pandemia de influenza en 1919 y se da a entender que muchos de sus delitos se dieron de esta manera. Es una persona educada, como se ve cuando se disculpa ante la abuela y su nuera por estar sin camisa ante ellas, pero eso no le impide ordenarles a sus secuaces a hacer el trabajo sucio por él. Para El Inadaptado, cometer delitos le da igual porque sabe que será castigado por ello. Mientras la abuela le pide que rece y piense en Jesús, él rechaza esto, viendo a Jesús como alguien que rompió el equilibrio de todo (no se inquieten, esto lo dice él), a pesar de que ambos estuvieron en una situación similar. En su mente, de haber visto a Jesús resucitar de entre los muertos, ahora sería un hombre diferente.

Hiram y Bobby Lee son los dos cómplices de El Inadaptado y se encargan de la familia llevándola al bosque, mientras que él y la abuela tienen una conversación sobre la oración y la creencia en Jesús, dejando el destino de la anciana a cargo de El Inadaptado.

Red Sammy es el dueño de The Tower, un restaurante ubicado en una gasolinera cerca en la carretera hacia Florida. Se lleva bien con la abuela al punto de tener una conversación sobre lo difícil que es confiar en las personas y sobre la presencia de El Inadaptado en la zona. Su esposa, que funge como la única camarera del lugar, es descrita como una mujer con el cabello y los ojos claros que contrastan con su color de piel más oscura. Apenas tiene dos líneas en todo el cuento, pero su comportamiento muestra que es una mujer amable y que le gusta tratar bien a sus clientes por más imbéciles que estos sean y lo digo por los niños. También ella se muestra preocupada por El Inadaptado.

¿Cuál sería la finalidad de un cuento que describe un viaje familiar que acaba mal? Bueno, los trabajos de Flannery O’Connor suelen ambientarse en el ambiente típico del sureste de los Estados Unidos y con frecuencia sus personajes tienen que confrontar situaciones como una forma de reflexión religiosa o moral, dadas las convicciones católicas de la autora. En sus propias palabras,

Todas mis historias tratan sobre la acción de la gracia en un personaje que no está muy dispuesta a soportarla, pero muchos creen que estas historias son duras, desesperanzadoras, brutales, etc. (O’ Connor, 1979, p. 275).

 

¿Esta visión se aplica en Un hombre bueno es difícil de encontrar? Aunque no lo parezca, sí se aplica. La abuela, la protagonista se encuentra en una situación muy crítica en la que sabe que quizá no saldrá con vida, por lo que intenta razonar con El Inadaptado para que acepte a Jesús en su corazón y quizá buscando que él le perdone la vida. Durante toda la conversación, El Inadaptado muestra un completo rechazo hacia la figura de Jesús:

Jesús rompió el equilibrio de todo. Le ocurrió lo mismo que mí, salvo que Él no había cometido ningún crimen y en mi caso pudieron probar que yo había cometido uno porque tenían los documentos contra mí. Por supuesto, nunca me mostraron los papeles. Por eso ahora pongo la firma. Dije hace mucho tiempo: te consigues una firma y firmas to lo qu’haces y te quedas con una copia. Entonces sabrás lo qu’has hecho y podrás contraponer el delito con el castigo y ver si se corresponden y al final tendrás algo pa probar que no t’han tratao como debían. Me hago llamar el Desequilibrado porque no puedo hacer que las cosas malas que he hecho se correspondan con lo que he soportao durante`l castigo. […] ¿Le parece bien a usté, señora, que a uno le castiguen mucho y a otro no le castiguen na?

—¡Jesús! —gritó la anciana—. ¡Tienes buena sangre! ¡Yo sé que no dispararías a una dama! ¡Sé que vienes d’una familia buena! ¡Reza! Por Dios, no deberías disparar a una dama.

[…] —Jesús es el único qu’ha resucitao a los muertos —continuó el Desequilibrado—, y no tendría qu’haberlo hecho. Rompió el equilibrio de to. Si Él hacía lo que decía, entonces solo te queda dejarlo to y seguirlo, y si no lo hacía, entonces solo te queda disfrutar de los pocos minutos que tienes de la mejor manera posible, matando a alguien o quemándole la casa o haciéndole alguna otra maldad. No hay placer, sino maldad —dijo, y su voz casi se había transformado en un gruñido.

—Tal vez no resucitó a los muertos —murmuró la anciana, sin saber lo que estaba diciendo y sintiéndose tan mareada que se dejó caer en la zanja sobre las piernas cruzadas.

—Yo no estaba allí, así que no puedo decir que no lo hizo —repuso el Desequilibrado—. Ojalá hubiera estado allí —añadió golpeando el suelo con el puño—. No está bien que no estuviera allí, porque d’haber estao allí yo sabría. Escuche, señora —añadió alzando la voz—, d’haber estao allí, yo sabría y no sería como soy ahora. (O’Connor).

 

Mientras que la abuela busca que el Inadaptado busque a Jesús en su corazón y tal vez salvarse a sí misma y/o a lo que queda de su familia, este no quiere saber de Jesús, al cual ve como un ser que nunca lo protegió de la injusticia del sistema y que hizo estragos en el equilibrio de la existencia. Pareciera que con su acción final se lo ve como alguien frío y cruel, pero la frase final de la novela deja mucho que reflexionar cuando se molesta con uno de sus secuaces cuando este menciona lo divertido que debió de ser dispararle y El Inadaptado le responde que eso no brinda ningún placer en la vida.

Esta frase te hace pensar: ¿por qué El Inadaptado diría algo así después de un crimen tan atroz? Tengan en cuenta los gestos y las palabras de la abuela ante dice ante El Inadaptado, compárenlo con la conversación que cité antes y luego con la frase final de El Inadaptado:

His voice seemed about to crack and the grandmother’s head cleared for an instant. She saw the man’s face twisted close to her own as if he were going to cry and she murmured, “Why you’re one of my babies. You’re one of my own children!” She reached out and touched him on the shoulder (O’Connor, p. 13).

 

Que en español sería más o menos así:

La voz de él parecía quebrarse y la cabeza de la abuela se aclaró por un instante. Vio la cara del hombre torcida y muy cerca a la suya, como él si fuera a llorar, y ella murmuró: Porque eres uno de mis bebés. ¡Eres uno de mis hijos! Le extendió la mano y lo tocó en el hombro (O’Connor).

 

Al tener esa conversación sobre Jesús, al ver su rostro y al tocar su hombro, la abuela busca salvar a El Inadaptado de seguir con su vida delictiva, que acepte la gracia divina y que busque un nuevo camino, uno más encaminado a una vida tranquila. Aunque la acción final de El Inadaptado hacia la abuela lo hace ver como un ser irredimible, se nota que los gestos de la anciana lo conmovieron al punto de que sus ojos estaban rojos, no de ira sino de llanto, por lo que la deja reunirse con el resto de su familia y les dice a sus secuaces que no glorifiquen la violencia porque no es gloriosa ni placentera, sino espantosa y cruel, lo que muestra la influencia de la gracia divina de la abuela en El Inadaptado. De esta manera, O’Connor muestra que la gracia divina no solo se encuentra en las palabras sino también en la descripción de las acciones. Es una escritora que transmite su idea de la gloria divina a través de la palabra y de la acción.

La historia nos muestra también la degradación de la familia, a través de la falta de disciplina y autoridad por parte de los padres. Varias veces John Wesley y June Star hacen de las suyas y ninguno de sus dos padres los regañan o les niegan ninguna petición, lo que hace que su comportamiento malcriado y pedante se mantenga o incremente, algo que aprovecha su abuela para que su hijo haga lo que ellos le digan. Además, la abuela comenta ello y cómo antes se tenía orgullo por la región en donde se nace, siendo el Sur de los Estados Unidos este caso, ante los insultos que John Wesley y June Star hacen de Tennessee y de Georgia. Con ello, la abuela simplemente quiere que sus nietos sientan un poco de orgullo sureño como lo tenían sus antepasados plantadores.

En lo personal, aunque John Wesley y June Star me recuerdan a los niños de la película Dogville o a la hija menor del ginecólogo de La carroza de Bolívar, novela que analicé hace tres meses, siento que ellos no tienen la mentalidad psicópata que poseen las criaturas del filme o Floridita. Simplemente su comportamiento es la consecuencia de una mala crianza acompañada de una abuela que consiente todo lo que ellos hagan. Sin embargo, el hecho de que se alegren del accidente y se decepciona porque nadie muere es algo perturbador y te hace pensar que algo no está bien en sus mentes.

Al ambientarse en el Sur de los Estados Unidos, es evidente que habrá referencias a elementos de la cultura de dicha región y en particular de Georgia. En un momento dado, cuando la abuela habla de la plantación de sus ancestros y uno de los nietos le pregunta qué pasó con la plantación, ella dice que el viento se la llevó, referenciando a Lo que el viento se llevó, novela que se desarrolla casualmente en Georgia. Cuando la familia está comiendo en The Tower, Red Sam le dice a su esposa que les lleve Coca-Cola. La Coca-Cola se originó en Georgia y la sede mundial se encuentra en Atlanta, además de ser una bebida icónica en el Sur de los Estados Unidos. Además, la abuela baila al ritmo de Tennessee Waltz, una canción de música country de 1948, tal vez la versión de Patti Page de 1950, que es la más conocida.

Por supuesto, siendo un trabajo de Flannery O’Connor también tiene que haber referencias de corte religioso. La abuela y El Inadaptado tienen una conversación sobre Jesús, su resurrección y la influencia divina en la que ella expresa que Jesús está allí para orientar nuestras vidas y él se muestra contrario a todo ello viéndolo como un Ser injusto e inútil. La parte final muestra que quizá la abuela haya logrado hacer mella en el imperturbable ser de El Inadaptado, pero es difícil decir si ella lo logró o falló.

Ya que antes mencioné la película Dogville, es interesante que ese filme tiene un final muy similar al de Un hombre bueno es difícil de encontrar. Hacia su conclusión, los dos tienen personajes que tienen en sus manos el destino final de todo un grupo de personas y que hacen parte de un grupo de gente al margen de la ley, con Dogville teniendo a una princesa de la mafia y Un hombre bueno es difícil de encontrar al jefe de trío de delincuentes fugados. Para lo que han visto Dogvillle, saben cómo termina la cosa. Por otro lado, El Inadaptado de Un hombre bueno es difícil de encontrar parece haberse conmovido y cambiado su manera de ver la vida a pesar de lo que hizo. Y al igual que en Dogville, el único que queda de la familia es la mascota y los tres delincuentes la dejan en paz.

En resumen, comprendo por qué los críticos de Flannery O’Connor consideraban que sus trabajos eran brutales y desesperanzadores. En cierta forma lo son y solo basta con ver cómo termina el encuentro de la familia con El Inadaptado y sus secuaces. Pero también quería mostrar cómo la gracia divina puede impactar en una persona que rechaza aceptarla, tal como se ve en el final de la novela. Si bien se comprende el mensaje, me parece que la manera de lograrlo muestra un alto grado de crueldad y sufrimiento. Si te gustan los trabajos al estilo de esta autora, este cuento es para ti y si deseas leerlo, en la bibliografía se encuentran enlaces para hacerlo. Si no es así, este cuento te parecerá injusto y brutal.

 

BIBLIOGRAFÍA

O’ Connor, F. (1953). A Good Man is Hard to Find. Gothic Digital Series: Repositório Institucional da UFSC. https://repositorio.ufsc.br/bitstream/handle/123456789/160332/A%20good%20man%20is%20hard%20to%20find%20-%20Flannery%20O%27Connor.pdf

O’ Connor, F. (1979). Letters of Flannery O’Connor: The Habit of Being. Farrar, Straus and Giraux.

O’ Connor, F. Un hombre bueno es difícil de encontrar. Ciudad Seva. https://ciudadseva.com/texto/un-hombre-bueno-es-dificil-de-encontrar/

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