LA GUERRA DE LOS MUNDOS
Esta semana y aprovechando que este año se estrenó otra adaptación (y una muy mala, por cierto) de una de las novelas más conocidas de uno de los principales exponentes de la literatura de ciencia ficción. Sí, me refiero a La guerra de los mundos del británico H. G. Wells, publicada por entregas entre 1895 y 1897 y luego en forma de libro en 1898.
La guerra de los mundos se divide en dos libros, con el primero conteniendo 17 capítulos y
el segundo solamente 10. El libro primero nos relata la caída de unos cilindros
cuyo origen es identificado como de Marte y que contienen alienígenas, los
cuales comienzan a atacar Londres y lugares aledaños. El protagonista se ve
obligado a separarse de su esposa, a la que no vuelve a ver hasta el final. A
medida que vaya de un poblado a otro, intenta encontrar donde sobrevivir a la
invasión marciana. Los últimos capítulos del libro también muestran como su
hermano menor debe sobrevivir a la invasión.
En el libro segundo, el protagonista describe el aspecto físico de
los marcianos cuando no están en sus trípodes, asegurando que su fisionomía los
hace propensos a la maldad. Luego de estar varios días de estar refugiado en
una abandonada y medio destruida casa, y tras la muerte de su compañero allí,
el protagonista se aventura a salir de allí a buscar comida y a encontrar a su
esposa a pesar de que el menor ruido podría alertar a los alienígenas. Sin
embargo, se da cuenta de que la hierba roja que ha crecido con la llegada de
los extraterrestres se vuelve cada vez débil al punto de morirse. Con el tiempo
los marcianos también sufren algo similar a lo que el protagonista tiene una
justificación que ya había mencionado al principio del libro.
El protagonista, del cual nunca sabemos el nombre o su apellido, es
el narrador de la historia. Es un astrónomo dedicado a la observación de las
estrellas y de Marte, por lo que se alarma cuando cae un objeto de allí cerca de
Woking. Junto con otros expertos, descubren que es un cilindro y que de allí
salen varios alienígenas. Con la llegada de más cilindros y más extraterrestres
que atacan la Tierra, el protagonista sabe que debe hacer lo posible para
salvar su vida y sobrevivir, mostrando lo mucho que está dispuesto a lograrlo.
El hermano del protagonista es, como lo dice su nombre, el hermano
menor del protagonista. Es un estudiante de Medicina que se encontraba en
Londres en el momento de la invasión marciana. Como su hermano mayor, debe
hacer lo posible para mantenerse vivo y evitar a los alienígenas, como intentar
huir de su país en un barco. No se vuelve a saber de su paradero en la novela.
La esposa del protagonista es la típica mujer casada de la época
victoriana, dedicada a su esposo y al hogar pese a que no tienen hijos. El
ataque de los marcianos obliga a su esposo a dejarla atrás, algo que después
lamentaría. Ella reaparecería al final de la novela sana y salva.
El sacerdote es un hombre con el que el protagonista debe convivir
y al cual acaba por detestar por su fanatismo religioso, su pesimismo y su
glotonería. Sin embargo, debe soportarlo ante el temor de que el menor ruido
alerte a los extraterrestres. Cuando el sacerdote muere, el protagonista deja
el refugio para buscar comida pues esta ya se había acabado y desea encontrar a
su esposa.
Las novelas de H. G. Wells suelen ser alegorías sobre alguna
problemática que ocurría en su momento. En La
guerra de los mundos, Wells buscó plasmar como nos afectaría una invasión
alienígena para criticar la colonización británica en Tasmania, algo que causó
una catástrofe demográfica en la población aborigen durante la llamada Guerra
Negra. Al igual que los marcianos carecían de
defensa inmunológica ante los gérmenes que habitan en la Tierra, los aborígenes
tasmanos tampoco tenían inmunidad a las distintas enfermedades infecciosas que
llegaron con los ingleses por lo que muchos sucumbieron a ellas fuera de los
que no murieron durante las masacres que organizaron los colonos británicos. La
idea de Wells era que los lectores se plantearan sobre las consecuencias del
imperialismo.
En la novela se habla sobre la selección natural y la evolución,
algo que se nota cuando el protagonista describe a los marcianos, criaturas que
han evolucionado al punto de parecer enormes cabezas sin cuerpo que viven de
extraer la sangre de los seres vivos para redirigirla a sus vasos sanguíneos,
ya que carecen de sistema digestivo. Por esto último, el protagonista considera
que los marcianos no tienen la capacidad de desarrollar estados de ánimo ni empatía,
algo que según él eventualmente le ocurrirá al ser humano gracias a los
adelantos científicos. Para él, los marcianos que conoce son descendientes de
criaturas parecidas a nosotros (Wells, p. 152-156).
En resumen, La guerra de los mundos es una novela que usa la analogía de una invasión alienígena para criticar el imperialismo y el colonialismo desmedidos. Es una novela para la que hay tener paciencia al leer porque su ritmo es un poco lento para los estándares de los lectores actuales, pero sigue siendo una novela llamativa, sobre todo por su inesperado final. La recomiendo.
BIBLIOGRAFÍA
Wells, H. G. (2024), La guerra de los mundos. Plutón Ediciones.

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