LLENOS DE VIDA
Para empezar un nuevo Mes del Padre, empezaremos el viaje en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, en el que un hombre que está por convertirse en padre por primera vez tiene que luchar con las dificultades de ello y al mismo tiempo buscar tener una mejor relación con su propio padre. De eso trata Llenos de vida del escritor estadounidense John Fante. Como no es muy escritor muy conocido en Hispanoamérica, haré una pequeña biografía de acuerdo a lo que he investigado.
John Fante nació el 8 de abril de 1909, hijo de un albañil italiano
proveniente de la región de Abruzzo y de una estadounidense de ascendencia
italiana, siendo el mayor de cuatro hermanos. El alcoholismo y la ludopatía de
su padre llevaron a la familia a varias etapas de pobreza. Fante estudió en
varias escuelas católicas, graduándose finalmente en Regis High School en 1927.
Animado por una profesora de instituto, empezó a enviar cuentos a The Atlantic
Mercury, una destacada revista literaria, en la que su editor H. L. Mencken, le
pagaba por ello ya que sus relatos eran populares en la revista. Estudió un
tiempo en la Universidad de Colorado solo para abandonar los estudios en 1927 e
irse a Los Ángeles para dedicarse a la escritura. En enero de 1937 Fante
conoció a Joyce Smart, que también desarrolló una carrera como poetisa y como
editora. Después de seis meses de noviazgo, se casaron el 31 de julio del mismo
año en Reno, Nevada y juntos tuvieron cuatro hijos, uno de ellos el escritor y
dramaturgo Dan Fante.
Gracias al ya mencionado H. L. Mencken, Fante pudo publicar su
primera novela, Espera a la primavera, Bandini, la primera de la tetralogía de
Arturo Bandini. Al año siguiente, publicó su novela más reconocida, Pregúntale
al polvo, la cual es la segunda de la saga de Arturo Bandini, a las que les
siguieron Sueños de Bunker Hill y Camino de Los Ángeles, la cual se publicó un
año antes y tres años después de la muerte de Fante, respectivamente.
En 1940 Fante publicó su compilación de cuentos Dago Red, la cual
se republicó en 1985 con unos cuentos con el nombre de El vino de la juventud.
Debido a su entonces poco éxito como escritor y a que no quería pasar las
mismas necesidades económicas de su juventud, Fante se concentró casi por
completo en su carrera como guionista, algo que le trajo estabilidad económica
a su vida. Entre las películas en las que colaboró se encuentran la adaptación de
1957 de su novela Llenos de vida, publicada 5 años antes; Walk on the Wild Side
(La gata negra en España y Por los barrios bajos en Hispanoamérica) de 1962, de
la cual fue co-guionista; y My Man and I (Traición de mujer en Hispanoamérica).
Sin embargo, él admitió que muchos de sus trabajos en el cine fueron hechos
simplemente por dinero y llamó a sus guiones «periodismo barato».
A finales de la década de 1970, el novelista y poeta Charles
Bukowski, que veía a Fante como su principal influencia para su obra, hizo que
la editorial Black Sparrow Press republicara su obra, la cual ya estaba
descatalogada para ese entonces. Esto hizo que su popularidad resurgiera.
Sin embargo, Fante no pudo disfrutar de ella o al menos no como
hubiera deseado. Habiendo sido diagnosticado con diabetes en 1955, con el
tiempo esta enfermedad hizo que en 1977 le amputaran primero los dedos de los pies,
luego los pies y, por último, las piernas. También le hizo perder la vista, por
lo que tuvo que dictarle a su esposa Joyce la que fue su última novela, Sueños
de Bunker Hill. Falleció de neumonía en el Motion Picture & Television
Country House and Hospital a los 74 años el 8 de mayo de 1983.
Gran parte de la obra de John Fante trata sobre escritores que
pasan por momentos difíciles en el entorno de Los Ángeles, algo que lo llevó a
ser catalogado como el escritor angelino por excelencia. Los temas recurrentes en
sus novelas fueron la pobreza, el catolicismo, la vida familiar, la identidad
italoestadounidense, los deportes y el racismo, los cuales exploran el existencialismo
y el libre albedrio. Sus novelas son alabadas por su brutal honestidad, su
estilo disparatado y su autocrítica. Muchas de ellas también presentan y se
centran en encarnaciones ficticias de su padre, al que retrataba como un
albañil malhumorado, amante del vino y que fuma colillas de cigarrillos.
De hecho, la novela que analizaremos tiene varios de estos temas y
presenta encarnaciones ficticias de personajes reales, tan reales como lo
fueron John Fante y su familia. La novela está dividida en nueve capítulos, por
lo que su longitud no es un problema. Es una novela que se puede leer en un
día.
En cuanto a los personajes, solo hay tres que sobresalen: John
Fante, su esposa Joyce y su padre Nick.
John Fante es el protagonista y es una versión ficticia del propio
autor. Es un escritor que ha logrado un éxito moderado con sus libros y trabaja
como guionista en Hollywood (tal como el verdadero John Fante), por lo que sus
recursos económicos son algo limitados, razón por la que él se demoró en tener
hijos con su esposa Joyce. El embarazo de su esposa pone a prueba su paciencia,
su manera de pensar y su tranquilidad ante los nuevos intereses de Joyce y su
propia relación con su padre, la cual es complicada. De hecho, en cierta forma
rechaza el embarazo de Joyce, aunque nunca se lo expresa a su esposa por obvias
razones, pero se nota en el hecho de que no logra compenetrarse con ella.
Prueba de lo apretada de su economía es que se ve obligado a ir al
pueblo donde vive su padre Nick para que vaya a Los Ángeles y repare el piso de
la casa, el cual es de madera y está dañado por las termitas. Debido al alto
costo de una reparación de casa profesional (US$2.000 de la época1)
y a que debe ahorrar un poco de dinero para su futuro hijo, John debe acudir a
su padre, un hombre que está muy en contra de las decisiones de vida que ha
tomado su hijo.
Conforme John pasa tiempo con su padre y con su esposa mientras
reparan la casa, empieza a aceptar la llegada de su hijo y las sugerencias de
su padre sobre la casa, algo que sin duda le ayuda a mejorar sus relaciones
tanto con Joyce como con su padre.
Nick Fante es el padre de John. Es un hombre chapado a la antigua, muy
católico y en extremo supersticioso, al punto de creer que usar ajo y comer
ostras ayudan a tener hijos varones. Siendo de ascendencia italiana, para Nick
la familia es lo más importante y lo demás es secundario. También detesta
viajar en avión, prefiriendo hacerlo en tren. A pesar de ser un hombre de
recursos económicos limitados, logró darles una educación amplia a sus hijos,
en particular a John.
Desde el principio de la novela, vemos que la relación entre él y
John no es la mejor, puesto que John se ve obligado a acudir a él para arreglar
un daño que hay en la casa pues su padre es experto en construcción. A la
llegada de John, Nick le reprocha cada una de sus decisiones. No está contento
con que viva en una gran ciudad y menos que lean libros que fomentan
pensamientos poco acordes con las creencias católicas. Para él, su hijo debería
vivir en el campo, en donde considera que los niños se criarían mejor e incluso
piensa comprarle unas tierras a su hijo para que este pueda tener una casa
donde él, Joyce y sus futuros hijos puedan vivir allí. También le cuesta
entender por qué su hijo no había empezado a tener hijos luego de cuatro años
de matrimonio, tiempo que, según él, habría bastado para que John y Joyce
tuvieran ya dos hijos. Siendo católico acérrimo, Nick está muy en contra del
control de natalidad.
A medida que se concentra en reparar la casa de su hijo y convive
con su hijo y su nuera, empieza a considerar que tal vez las decisiones de John
son adecuadas, al menos para el propio John. Entiende que una vida tranquila en
el campo quizá no sea para todos o así lo ve él, por lo que prefiere dejar que su
hijo viva su vida como él desea.
Joyce Fante es la esposa de John. Se da a entender que no era bien
vista por la familia de su esposo por no ser italiana y mucho menos no católica.
El embarazo la ha puesto más adepta a la lectura de libros de maternidad y
sobre catolicismo, algo que sorprende a John dado que Joyce nunca se había
mostrado interesada por la religión antes de su embarazo y cree que solo es un
antojo. Es muy protectora con su hijo nonato al punto de pedirle a John que
busque a un médico luego de que el piso de la cocina cediera bajo sus pies y
ella cayera en el primer piso.
Joyce se interesa por la religión de su esposo al punto de pedir
que la bauticen antes de que nazca su hijo y de querer casarse con su esposo
por el rito católico porque considera que están viviendo en pecado. En cierta
forma, ella espera que John abrace otra vez las creencias en las que fue
educado si ella lo hace. Esto no significa que su conversión es una forma de
manipulación: realmente desea ser católica, al punto de que toma el nombre de
Elizabeth, por Santa Isabel.
El padre John Gandolfo es el catequista2 de Joyce. Al
igual que John y Nick, proviene de una familia del sur de Italia. Se encarga de
enseñarle a Joyce las doctrinas del catolicismo, aunque Joyce admite que no es un
buen teólogo ya que, según ella, cree en la predestinación3, una
doctrina perteneciente al calvinismo, y no tiene idea de cómo explicar el Cuerpo
Místico de Cristo4. Eso se nota en sus diálogos, que suenan como si
los hubiera aprendido de memoria.
La novela trata sobre la relación familiar generacional. A menudo
los padres se muestran en desacuerdo con las decisiones que toman sus hijos,
pero no todos quieren imponer sobre ellos, como es el caso de Nick. Él desea
que su hijo tenga un estilo de vida similar a él, es decir, que viva en el
campo y tenga una familia amplia, algo que para la época en que se desarrolla
la novela (mediados de la década de 1950) y más en el ámbito urbano
estadounidense de aquel entonces ya no se consideraba conveniente. Para John,
las ideas de su padre están demasiado romantizadas, considera que está
demasiado apegado a la tradición y no entiende que las cosas han cambiado desde
su mudanza desde el Medio Oeste hasta California.
La guerra de ideas entre John y Nick proviene de la forma como las
generaciones de cada uno ve al mundo. Nick viene de una familia de inmigrantes
italianos del sur que llegó a Estados Unidos buscando una vida mejor (la típica
búsqueda del Sueño Americano) y fue criado bajo las tradiciones católicas e
italianas. Para él, una vida tranquila junto con una familia grande es la
felicidad.
Por otra parte, John también fue educado de la misma que fue su
padre, pero su paso por la universidad y al vivir en una gran ciudad como Los
Ángeles han modificado su pensamiento. Para él, lo más importante es tener un
lugar adecuado donde vivir y lograr una economía estable. Tener hijos es algo
secundario desde su punto de vista porque para él es esencial buscar la forma
de mantener a su esposa y a sí mismo. Hay que recordar que en aquella época no
era común que una mujer casada trabajara.
Este pensamiento de John se ha afianzado en los últimos años, aun
cuando ahora la mujer se ha incorporado al trabajo. El cambio del campo a la
ciudad y las mejoras en la salud hicieron que la mortalidad infantil
disminuyera y con ello el tener una familia grande fuese innecesario. Pero al
mismo tiempo la seguridad laboral de la que gozaban nuestros padres o abuelos
ha desaparecido en los últimos años, por lo que es muy raro encontrar a una
persona joven con un empleo fijo y/o bien remunerado. A su vez, esto hace que
muchas personas pospongan el tener hijos o no los tengan en absoluto.
Esto es precisamente lo que ocurre con John. Luego de cuatro años
de matrimonio, su esposa Joyce está embarazada pero no es un embarazo que él
acepte, al menos no al principio. Esto por la inestabilidad económica en la que
viven y porque siente que el proceso lo ha alejado de Joyce, aunque nunca se le
ocurre serle infiel. Con el tiempo, John se da cuenta de que su materialismo le
impidió ver las cosas de forma más tranquila e incluso se lamenta de no haber
tenido hijos antes. Cuando finalmente su hijo nace, él finalmente siente que tiene el
hogar que deseó tener, aunque se negara a aceptarlo.
Llenos de vida es una novela que nos muestra como las generaciones
de una misma familia pueden chocar debido a sus distintos puntos de vista sobre
la vida, pero al mismo tiempo se ve cómo se puede convivir con dichas maneras de
ver el mundo tal como lo hicieron John y Nick. La interacción entre John, Nick
y Joyce se siente natural y sus conflictos entre sí son comprensibles y los
tres son personajes con los que se puede empatizar, a lo que ayuda que estén
basados en personas de la vida real. Aunque no es una novela excelente debido a
su ritmo lento, su humor destaca mucho y los diálogos de los personajes calzan
bien con sus personajes. La recomiendo.
NOTA
1 Unos
US$20.400 a 2022.
2 Persona
que enseña la doctrina de la Iglesia Católica.
3 De
acuerdo con esta doctrina, todos los eventos están determinados, lo que incluye
el destino final del alma de todo ser humano. De acuerdo al fin con el que las
personas fueron creadas, algunas están destinadas a salvarse y otras a la
condenación eterna. La predestinación no solo se enseña en el calvinismo, sino
también en la Iglesia Católica (aunque rechaza la doble predestinación, es
decir, que haya personas destinadas a salvarse y otras a condenarse) y el
luteranismo (aunque rechaza la predestinación a la condenación).
4 Nombre que se le da a la Iglesia Católica para describirla como una entidad de la que Jesucristo es su principal cabeza.
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