LA JOVEN DE LAS NARANJAS

Y para finalizar el Mes del Padre pasamos de Le Havre a Oslo, que es el lugar donde se desarrolla La joven de las naranjas del escritor noruego Jostein Gaarder, que es el mismo autor de El mundo de Sofía.

La joven de las naranjas es una novela de narración continua, con algunas pausas entre varios párrafos, de manera que esta sea más sencilla de leer; además, hay dos narraciones epistolares (cartas) que se pueden distinguir del resto del relato principal por el tipo de letra. Todo ello hace que sea posible una lectura fácil. La historia se desarrolla en 2002 en Oslo, la capital de Noruega.

Los personajes principales son Georg y su fallecido padre Jan, por ser en los que la novela se centra. Luego tenemos a su madre y su viuda, respectivamente, Veronica, y su actual esposo y padrastro de Georg, Jørgen.

Georg Røed es un adolescente nacido en 1987 que perdió a su padre cuando solo tenía tres años y medio de edad, por lo que con frecuencia ha sentido su ausencia. A pesar de que su madre se volvió a casar con Jørgen, no tiene una conexión con este; siempre siente que su padre murió demasiado pronto y no lo pudo conocer lo suficiente. Sin embargo, si Georg siente la necesidad de recordarlo, piensa en el telescopio Hubble y en las fotografías que este ha sacado y que le hubiera gustado que su padre viera en vida. Su amor por el espacio exterior es tal que cree que puede haber vida en otros planetas. Además, le gusta mucho practicar el primer movimiento la Sonata del Claro de Luna de Beethoven y quiere aprender el segundo, «una flor entre dos abismos» como lo llamó Franz Liszt y como también se refiere a ella el propio Georg (Gaarder, p. 43, 159), pero le teme al tercer movimiento, al que encuentra atemorizante.

Cuando Georg cumple quince años, recibe como regalo una carta hecha en computador e impresa por su padre poco antes de morir. En ella, se entera lo mucho que su padre lo amó y cómo este se lamenta que no podrá pasar más tiempo por él. Además de esto, le cuenta cómo se enamoró de una joven que llevaba una bolsa de naranjas y cómo hizo cosas impensables solo para estar con ella. Todo esto lleva a Georg a replantearse su vida, en particular sobre una jovencita violinista que a él le gusta mucho y a la que no se le ha declarado, pero también sobre su familia, en particular sobre su madre y Jørgen.

Jan Olav fue el padre de Georg. Era médico, por lo que él se dio cuenta de sus primeros síntomas de cáncer antes de que se lo diagnosticaran, en la misma semana en la que el telescopio Hubble fue puesto en órbita por el transbordador Discovery todo ello y seis meses antes de morir. Al estar consciente de su mortalidad, decide escribir en un computador de la época una carta para Georg, que solo tenía tres años en aquel entonces, para que él pueda leerla cuando tenga la edad suficiente para entender su contenido.

En esa carta, Jan cuenta la historia de la joven de las naranjas, una joven pintora de la que se enamoró locamente y que lo cautivó al punto de viajar a España solo para verla. Sin duda, la joven de las naranjas fue el amor de su vida, sin importarle que ella ya tuviese novio, por lo que intentaría buscar la forma de que ella esté con él.

Veronica es la madre de Georg, fue esposa de Jan y es la actual esposa de Jørgen. Su primer matrimonio, es decir con Jan, fue una gran relación estable de la que nació Georg y que concluyó con la muerte de este. Varios años después, conoció a Jørgen y luego de un tiempo prudente, por temor a que Georg no aceptara la nueva relación de ella, Veronica se casa con Jørgen, con el que tiene a su hija Miriam. En la carta que Jan escribió para Georg se muestra el rol que tuvo en la corta vida de su esposo y cómo este la veía.

Jørgen es el padrastro de Georg y el actual esposo de Veronica, con la que tiene una hija llamada Miriam. Al principio, pareciera un hombre que no va a aportar mucho en la trama, más allá de respetar algunos objetos que Georg heredó de su padre, como una pequeña silla roja, pero luego de que Georg termine de leer la carta, se entera de la verdadera relación de Jørgen con su madre.

Uno de los temas que trata la novela es la relación entre padre e hijo. Aunque Jan había muerto cuando Georg solo tenía tres años, su influencia en su hijo se mantiene en su hijo, el cual conserva de su padre la fascinación por el espacio exterior y por el telescopio Hubble. Para Georg, su padre fue el hombre que lo inició en las cosas que más le gustan y es alguien con el que hubiera deseado compartir más, pero gracias a la carta que este le escribió, pudo conocerlo más a fondo.

En cuanto a Jørgen, si bien Georg lo respeta como el esposo de su madre y el padre de su hermanita, es evidente que no lo ve como su padre y que hay tensión entre los dos disfrazada de cordialidad. Para Georg, Jørgen le teme debido a su mayor estatura y complexión para su edad y que espera que él llegue a la edad adulta para que pueda hacer su vida aparte. Sin embargo, luego de leer la carta Georg entiende mejor la posición incómoda en la que se encuentra Jørgen, por lo que intenta tener una relación cordial con él.

Otro tema es el amor y los tipos que aparecen en él como el amor romántico y el amor paternal. En el primero, el principal ejemplo es Jan-Joven de las naranjas. Jan hace hasta lo arriesgado solo para ver a esa joven, declararle su amor y saber si su amor es correspondido, aunque ya haya otro hombre en el camino. Sin embargo, su persistencia tiene frutos pues el amor resulta recíproco y los dos manifiestan sus sentimientos.

El segundo se manifiesta en la relación Jan-Georg. En los tres años que los dos estuvieron juntos, fueron el padre e hijo más cercanos que pudieron, con Jan transmitiéndole su amor por el espacio exterior y con Georg creyendo que no tenía ningún recuerdo con su padre, hasta que luego de una conversación con su madre, finalmente se acuerda que tiene un recuerdo con su padre en una terraza observando las estrellas. Para Georg, eso es tan valioso como la carta que su padre le dejó.

A pesar de su estilo continuo, La joven de las naranjas es una novela cuya lectura es mucho más sencilla de lo que parece. Con sus cambios de letra y sus pausas, permite que el lector no encuentre el ritmo demasiado pesado, algo que es un problema recurrente en las novelas de estilo continuo. Es una novela con la que no tenía demasiadas expectativas, pero las supo cumplir. Para mí, es capaz de plasmar la relación entre un hijo y un padre ausente y una exploración de la vida de este último. Recomiendo mucho su lectura.

Con esta entrada, termino el Mes del Padre. En él, viajamos para conocer a un padre y un hijo que luchan por mantener los principios de cada uno, el cómo una herencia cambia la perspectiva paternal de un par de hermanos y un hijo que desea saber más sobre su fallecido padre. Espero que las siguientes lecturas sean tan o más inspiradoras. Después de esta entrada, me tomaré una semana de descanso para dedicarme a unos deberes y a adelantar algunas entradas. Gracias y hasta luego. 

BIBLIOGRAFÍA

Gaarder, J. La joven de las naranjas.

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