TERRITORIO DE LUZ
Para seguir con el Mes de la Madre, lo haré con la novela
Territorio de luz de la escritora japonesa Yūko Tsushima. Como hice con Shūsaku Endō,
haré una pequeña biografía de Tsushima, puesto que solo una de sus novelas está
disponible en español, siendo esta la presente.
Yūko Tsushima, cuyo verdadero nombre es Satoko Tsushima, nació el
30 de marzo de 1947 en Minata, una ciudad que hace parte de la zona
metropolitana de Tokio. Su padre fue el escritor Osamu Dazai y su madre Michiko
Ishihara, una maestra de escuela. Sus comienzos fueron difíciles debido a que
su padre se suicidó junto a su amante cuando Tsushima tenía un año de edad y más
tarde en su vida, ella plasmó las consecuencias de la muerte de su padre en el
cuento El reino del agua. Además, su hermano, que tenía una discapacidad
intelectual, murió cuando ella era adolescente.
Desde niña se mostró interesada en la lectura y decidió ser
escritora a los diecinueve años, cuando cursaba su segundo año en la Universidad
de Mujeres de Shirayuri, y en ese periodo escribió y publicó varios relatos. A
la edad de 24 años, ella publicó su primera colección de cuentos, Carnaval. En
1972 su cuento Embarazada de un zorro fue finalista del Premio Akutagawa. Gracias
a ser una escritora prolífica, recibió varios premios literarios destacados a
lo largo de su vida. Entre los premios que recibió a lo largo de su vida se
encuentran el Premio Izumi Kyōka de literatura en 1977 por la novela La alcoba
de la hierba, primer Premio Noma Anual para nuevos talentos de 1979 por
Territorio de luz, el Premio Yomiuri en 1986 por Perseguida por la luz de la
noche, el Premio Tanizaki y el Premio Noma de Literatura en 1988 por La montaña
de fuego: Historia de un mono silvestre y el Premio Osaragi Jiro en 2002 por El
lobo que ríe.
A medida que su carrera de escritora tenía reconocimiento, Tsushima
se casó y tuvo un hijo y una hija, pero su matrimonio falló y se divorció. Su
hijo se ahogó en la bañera mientras ella estaba en la habitación contigua, algo
que ella también plasmó en su obra. Además de ser escritora, fue profesora de
literatura japonesa en Francia y en su país trabajó en el Instituto Nacional de
Lenguas y Civilizaciones Orientales. Murió el 18 de febrero de 2016 a los 68
años.
La obra de Yūko Tsushima se puede considerar feminista, a pesar de
que ella no usaba dicho término, porque sus novelas muestran las vidas de
mujeres rechazadas por la sociedad y su núcleo familiar, que luchan contra las
presiones sociales y familiares y que buscan poder decidir sobre sí mismas.
Territorio de luz se compone de 12 capítulos, todos con título. La
novela trata sobre una madre que está pasando por un proceso de divorcio y que
ahora debe lidiar con una maternidad en solitario y las dificultades que eso
conlleva.
Un detalle de los personajes es que casi ninguno recibe un nombre,
por lo que en el caso de la protagonista me referiré a ella como La bibliotecaria,
por será esa su profesión, y a su hija como La hija. El resto de los personajes
son llamados por su apellido o por su oficio.
La bibliotecaria es una mujer que no llega a los treinta años. Conoció
al padre de su hija en la universidad y después de concluir sus estudios,
contrajeron matrimonio. Juntos tuvieron a su única hija antes de separarse
cuando la pequeña tenía dos años.
Recién separada, la protagonista ve que ser una madre separada es
más difícil que esperaba, sobre todo en una sociedad machista como la japonesa.
La mayoría de las personas que la rodean no la apoyan, consideran que no es
bueno que una mujer se divorcie e incluso su futuro ex esposo la critica por
ser ella la que solicitó el divorcio. Además, su labor como madre sola resulta
más compleja al tener que lidiar con el cambio de actitud a causa de la
separación. Sin embargo, ambas terminan tenían un gran lazo emocional que les
permite sortear cualquier adversidad.
La hija es una pequeña que, al inicio de la novela, tiene dos años
y celebra su tercer cumpleaños en el cuarto capítulo. Es traviesa como se puede
esperar de una niña de su edad, pero también posee un alto grado de
entendimiento sobre lo que ocurre a su alrededor como su ve cuando su madre le
dice que no debe arrojar objetos al techo de los vecinos.
Es obvio que el divorcio de sus padres afecta su comportamiento,
siendo este muy volátil: a veces portándose bien y otras veces siendo una
completa malcriada. Sin embargo y a medida que la novela avanza, el lazo
emocional entre madre e hija se hace más fuerte y cercano.
Fujino es el ex esposo de la bibliotecaria. Egocéntrico y
controlador, no acepta que su futura ex esposa tome decisiones por sí misma y
siempre trata de imponerle su visión, como vemos en su cínico enojo cuando supo
que ella fue la que pidió el divorcio y su constante negativa a firmarlo. Además,
busca siempre hacerla sentir menos e incluso la tacha de mala madre.
En cuanto a los vecinos del edificio en el que vive la
bibliotecaria, en general tienen un punto de vista no muy positivo sobre ella y
su hija al considerarla una mujer inadecuada para ser madre y a su niña como
malcriada.
Los personajes asociados a la guardería son un poco más
comprensivos con ella, alertándola de los cambios en el comportamiento de la
niña, pero aún así también involucran a Fujino en los asuntos con respecto a su
hija, lo cual causa más fricciones entre ambos.
Un tema que trata la novela la situación de las mujeres
divorciadas, sobre todo en una sociedad patriarcal como la japonesa, en la cual
hay mucha menor protección que en países con un desarrollo económico similar o
incluso un poco inferior. El problema con un divorcio en Japón es que la
custodia siempre la tiene un solo padre, generalmente la madre, en
contraposición a la custodia compartida que se usa en países como Estados
Unidos, Francia, Alemania o el Reino Unido.
La custodia de un solo padre en Japón se debe que sus leyes dictan
que los dos padres tienen la custodia del niño cuando estén casados. Si se
divorcian, solo uno de ellos podrá la custodia exclusiva, teniendo el otro
padre derechos de visita No hay leyes que obliguen a dar derechos de visita ni
a dar dinero de manutención, aunque estos pueden obtener siempre que el
divorcio se haga de mutuo acuerdo.
Las leyes de divorcio en Japón son tan ambiguas que no es inusual
que un padre que no tiene la custodia de sus hijos nunca los vuelva a ver porque
el otro padre se lo impide y, de hecho, Japón tiene una alta tasa de secuestro
parental internacional, es decir, padres japoneses que se llevan a sus hijos al
país nipón sin el consentimiento del padre no japonés. También ocurre que el
padre que no tiene la custodia nunca mantenga a su hijo y nunca vuelva a verlo
por decisión propia, lo cual también es una situación negativa.
A pesar de que el divorcio en Japón es cada vez más común, sigue
teniendo un estigma social. Muchas veces las madres divorciadas tienen una situación
de pobreza en la que deben mantenerse a ellas y a sus hijos, en particular si
el padre no le da una pensión alimenticia.
Eso mismo le ocurre a la protagonista. Cuando su marido la deja, debe
vivir en un apartamento de bajo precio porque no puede permitirse otro. Incluso
la descripción del escaso mobiliario del apartamento muestra también los bajos
recursos económicos de ella. Además las personas a su alrededor intentan
hacerle ve que el divorcio no es una buena idea y que se arrepentiría de ello. Pero
a pesar de que ella por momentos flaquea, se mantiene firme en su decisión, lo
cual sería recompensado al final.
Además del divorcio, la novela también explora el machismo
paternalista que hay en la cultura japonesa, en la cual la mujer debe de ser delicada,
abnegada e incluso sumisa, lo cual se ve en las conflictivas interacciones
entre la bibliotecaria y su exesposo. A Fujino le molesta que su exesposa tome
decisiones por sí misma, por lo que la recrimina por ello, a pesar de que él la
abandonó, e intenta hacerlo él porque desde su punto de vista una mujer no
debería escoger donde va a vivir luego del divorcio. Todo esto también es una
forma de abuso emocional. Sin embargo, la bibliotecaria está dispuesta a
rehacer su vida, luchar contra la idealización que la sociedad japonesa tiene
de las mujeres y ser una buena madre para su hija.
La historia tiene un trasfondo personal. Tsushima también atravesó
un divorcio complicado y quedando ella sola con la custodia de sus hijos, uno
de los cuales murió siendo muy pequeño en un accidente doméstico. No hay duda de
que su experiencia como mujer divorciada y la pérdida de su hijo crearon una atmósfera
singular en su obra y sobre todo, en esta novela.
En conclusión, Territorio de luz es una novela que nos muestra la situación de las mujeres divorciadas en Japón y la lucha de una madre soltera en una sociedad que espera que la mujer acate cualquier cosa sin chistar. Sin embargo, también nos muestra cómo es posible luchar contra todos estos estereotipos y salir adelante. Recomiendo mucho leerla. Es el momento de dejar Japón…
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