ZOIA ANDRÉIEVNA

 

Para empezar el mes de la mujer, empezaremos el recorrido por una Rusia que está pasando por un mes difícil luego de la Revolución Rusa. Sobre una mujer que busca huir del desorden imperante en aquella época solo para encontrar hostilidad y un final que deja a la imaginación. Por el título, sabrán que se trata de la novela corta Zoia Andréievna de la escritora rusa Nina Berbérova.

Zoia Andréievna está dividida en dos partes. La primera parte nos muestra la llegada de Zoia Andréievna a una pensión en la que, a pesar del disimulo, es tratada con hostilidad tan por ser foránea como por un detalle que comentaré más adelante. La segunda parte Zoia Andréievna entabla algo de conversación con las otras mujeres de la pensión, algo que solo sirve para reforzar el desprecio que estos le tienen. Pero al final un acontecimiento haría que las mujeres de la pensión le tuvieran compasión e incluso decidieran ayudarla. La historia se desarrolla la ciudad de Rostov en un lapso de doce días.

Zoia Andréievna es la protagonista de nombre homónimo. Viene huyendo de Járkov, en donde hay un importante conflicto armado entre distintas fuerzas para tratar de seguir o evitar la independencia de Ucrania. Trabajaba como institutriz en Járkov y está separada de su esposo cuando este regreso del frente europeo, pero no divorciada debido a las dificultades para obtener un divorcio en aquella época. Por lo que ella describe y las pocas cosas lujosas que ella tiene, se da a entender que tuvo una vida cómoda junto a su separado esposo, pero que ahora presenta dificultades económicas que la obligaron a trabajar.

Por supuesto, ella tiene un hombre del que está enamorada y del que se da a entender que está en el frente. Zoia llega a la pensión de María Petrovna tratando de encontrar un refugio lejos de todo el conflicto armado del estaba plagada de Rusia, pero allí encuentra muy difícil que las personas la traten bien durante el tiempo que ella estará en la pensión debido a su condición de separada. En sus momentos en solitario, ella piensa sobre su vida amorosa y las peripecias por las que pasó luego de huir de Járkov.

Un detalle de Zoia Andréievna es su nombre, puesto que Anna Petrovna piensa que por su nombre es polaca, debido a que es inusual, razón por la que lo llama tonto. En realidad, Zoia es la forma eslava del nombre griego Zoe, que significa vida.

Maria Petrovna Kudeliánova es la dueña de la pensión a la que llega Zoia Andréievna, hermana de Anna Petrovna y madre de Nádiushka. Se ve obligada a convertir su casa en pensión luego de la muerte de su esposo, Serguéi Izmáilovich Kudeliánov. Desconfía de Zoia tan pronto como llega a la pensión tanto por su elegante vestimenta como por el hecho de que llega sola y posee un anillo en su dedo. Cuando conoce más a Zoia, desconfía todavía más de ella.

Nadiezhda “Nádiushka” o “Niuta” Serguéievna Kudeliánova es la hija adolescente de Maria Petrovna. Por lo poco que muestra de su personalidad, es una muchacha excitable, ruidosa, superficial y según Zoia, falsa. Solo una vez en toda la novela se muestra su nombre de pila, aunque sin el patronímico.

Anna Petrovna es hermana de Maria Petrovna y tía de Nadiúshka. Es una persona inteligente, pero esconde su inteligencia bajo una faceta de mujer tonta. Le sería útil para descubrir los secretos de Zoia Andréievna, de quién sospecha por haber llegado a la ciudad en un vagón de mercancías, debido a que ha habido casos de tifus cercanos a la ciudad. Se encarga de la cocina.

Tamara es una mecanógrafa e inquilina de la pensión. Por lo general, no duerme allí, pero al ser una persona que no crea problemas y que paga de forma puntual, Maria Petrovna no se queja de ella. Al igual que la mayoría de los habitantes de la pensión, no tiene una buena visión de Zoia Andréievna.

Fiódor Fiódorovich es el otro inquilino y es un estudiante de economía. Para Maria Petrovna, el joven se ha convertido en un problema y quiere se vaya de la pensión para conseguir un inquilino mejor. Es el único que se lleva con Zoia Andréievna porque a ambos les gusta la poesía, por lo que solo él se encarga de ayudarla al final.

La historia nos describe el retrato de los refugiados a causa de la guerra, en este caso la Guerra Civil Rusa que surgió luego de la Revolución. Muchas personas se vieron obligadas a huir de sus hogares para evitar la muerte en medio del fuego cruzado, a menudo huyendo solo con su propia ropa.

Pero el caso de Zoia Andréievna es diferente. Ella huye sola, pues está separada y su único pariente es su padre, Andréi, que vive en Moscú. Aun cuando pudiera ir a Moscú, se da a entender que posiblemente su padre no le dé albergue dado que está separada de su esposo. En este caso, Zoia está más vulnerable en una ciudad que no conoce y es víctima del desprecio de los habitantes de la pensión debido a su condición de separada.

En la novela, también vemos el estigma de la separación y el divorcio reflejado en Zoia Andréievna. Ella es discriminada por estar separada de su esposo, al cual además había dejado por voluntad propia, lo cual hace que los habitantes de la pensión la vean como una mujer caprichosa e irresponsable, sin importar que sea una refugiada.

También es evidente observar el pensamiento sobre la desigualdad social y económica imperante en una Rusia que acababa de pasar por la Revolución y estaba en medio de una guerra civil. Zoia Andréievna conserva muchos objetos de lujo (un sombrero con una pluma, un medallón de amatista, el perfume Coeur de Jeannette1) que provenían de cuando vivía con su esposo, objetos que hacen que las mujeres de la pensión la desprecien aún más, al considerarla un parásito que solo trabaja porque ya no puede tener los lujos a los que estaba acostumbrada.

La novela también muestra la envidia y la falta de solidaridad de género ante una mujer refugiada. Todas las mujeres de la pensión se muestran hostiles y groseras con Zoia Andréievna por su vida poco usual y por los objetos de lujo que esta posee. Ellas consideran a Zoia una persona detestable al pavonearse con su medallón y su sombrero, mientras que ellas luchan para llegar a fin de mes.

¿Hay algo comprensible en la actitud de las mujeres? En el caso de Maria Petrovna, un poco, puesto que es una viuda con una única hija que debió abrir una pensión para sostenerse luego de la muerte de su esposo. Es evidente que para alguien que le cuesta llegar a fin de mes ver a una persona con toda clase de lujos que ella nunca podría permitirse ni dar a su hija no solo es un recordatorio de la antigua clase alta rusa que fue derrocada por la Revolución sino también a alguien que le da un mal ejemplo a su hija.

Como la mayoría de las novelas rusas, Zoia Andréievna no tiene un final cerrado sino un uno abierto que hace que el lector imagine lo que podría ocurrir con la protagonista, aunque hay algunas pistas sobre en quien piensa.

Zoia Andréievna es una historia que nos muestra la vida de los refugiados y los desafíos que deben soportar, en especial si son mujeres, ya que puede que no siempre reciban la comprensión o la ayuda que necesitan. Aunque esta novela corta no es para todos, a algunos les puede gustar y otros le pueden considerar insípida y aburrida, así que la dejo al criterio de ustedes. Ahora es el momento de dejar a Zoia…

NOTA

1 Creado por el perfumista Paul Parquet y lanzado por la perfumería francesa Houbigant en 1899 con motivo de la Exposición Universal de París de 1900, fue un perfume perteneciente a la familia oriental-floral (composición de esencias florales con otras como el ámbar gris, especias como el clavo, maderas como el sándalo y almizcle). Se fabricaba en un empaque diseñado por el pintor y artista gráfico Alfons Mucha. Era considerado el perfume favorito de la reina Alejandra, reina consorte de Eduardo VII del Reino Unido. Actualmente está descatalogado (Savour Experience: https://savour-experience.com/Perfumes/Details/Houbigant-Coeur-de-Jeannette y Houbigant Perfume Bottles: https://houbigantperfumes.blogspot.com/2013/05/coeur-de-jeannette-by-houbigant-c1899.html).

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