LA PIEDRA LUNAR


Advertencia: esta entrada contiene algunos destripes.

Esta semana analizaré la novela La piedra lunar1 del escritor británico Wilkie Collins, publicada en 1868.

La piedra lunar es una novela epistolar y de enfoque narrativo múltiple, es decir, con varios personajes que narran su propio punto de vista, que está dividida en un prefacio, un prólogo nombrado La toma de Seringapatam y dos épocas llamadas Pérdida del diamante y Descubrimiento de la verdad, respectivamente. A su vez, el prólogo está dividido en cuatro partes, y la primera época, que está narrada por Gabriel Betteredge, el mayordomo de los Verinder, en veintidós capítulos; pero la segunda es más compleja puesto que tiene ocho narraciones con siete voces diferentes.

Para resumir los capítulos de cada una de las narraciones, a continuación hay una tabla donde están las narraciones, los personajes y cuántos capítulos tiene cada una. Los espacios con un guion (-) representan una narración sin división.

NARRACIÓN

PERSONAJE

N° DE CAPÍTULOS

Primera

Miss Clack

8

Segunda

Matthew Bruff

3

Tercera

Franklin Blake

10

Cuarta

Ezra Jennings (diario)

-

Quinta

Franklin Blake

-

Sexta

Sargento Cuff

5

Séptima

Mr. Candy

-

Octava

Gabriel Betteredge

-

 

En total, la segunda época está dividida en 30 partes. Pero la novela no termina allí sino que, por último, tiene un epilogo que está compuesto por tres segmentos. No sorprende que la mayoría de las ediciones de La piedra lunar tengan más de 600 páginas, llegando incluso a las 800 páginas.

En el prefacio Collins menciona que decidió hacer una historia en la que la conducta de los personajes influye por sobre las circunstancias, lo cual es opuesto a lo que había hecho en trabajos anteriores como La dama de blanco, es decir, lo que hacen los personajes es el hilo conductor de la novela. Además, la gema titular está inspirada en diamantes famosos como el diamante Orlov2 (no mencionado con su nombre por Collins, pero se intuye cuál es dada su descripción) y el Koh-i-Noor3.

El prólogo, La toma de Seringapatam, cuyo narrador es desconocido puesto que el relato viene de una carta familiar, se desarrolla en 1799 y nos muestra de dónde viene La Piedra Lunar, cómo el coronel John Herncastle lo obtuvo y cómo lo llevó hasta Inglaterra, para luego desaparecer por 49 años.

En la primera época, Pérdida del diamante, narrada por Gabriel Betteredge, se desarrolla entre la primavera y el verano de 1848, y la Piedra Lunar reaparece a la muerte de Herncastle, pues se lo ha dejado en herencia a Rachel Verinder, única hija de su hermana menor Julia, recibiéndolo el día de su cumpleaños número 18. Sin embargo, La Piedra Lunar desaparece en la misma fiesta de cumpleaños y allí empiezan el misterio, las investigaciones policiales y las muertes misteriosas. Lo último que saben de la Piedra Lunar es que se encuentra en Londres pero no pueden acceder a ella pues se encuentra en una casa de empeño, por lo que no podrán saber quién la llevó allí hasta dentro de un año.

Como dije antes, la segunda parte llamada Descubrimiento de la verdad tiene ocho narraciones y siete narradores (valga la redundancia), porque Franklin tiene está a cargo de dos de ellas y nos presenta su punto de vista sobre la desaparición de la Piedra Lunar, así que una vez más dividiré la segunda parte en las ocho narraciones. Cabe destacar que, desde la segunda hasta la cuarta narración y en el momento de que las mismas finalizan, el personaje que se encarga en ese momento de la historia menciona el nombre de la siguiente persona que proseguirá con el relato.

La primera narración está a cargo de Drusilla Clack, sobrina de Lady Verinder. A Drusilla se la podría considerar una narradora no fiable debido a sus fanáticos puntos de vista religiosos y a su opinión sesgada hacia Rachel, a la cual desprecia; y hacia Godfrey Ablewhite, a quién adula. Ella menciona la llegada de las Verinder a su casa, la enfermedad de Lady Verinder y cómo sirve de testigo para el testamento de Lady Verinder.

En la segunda narración, conocemos a Matthew Bruff, el abogado de las Verinder y primer tutor de Rachel. Él habla sobre cómo Rachel queda a su cargo, cómo ha sido abogado de la familia Herncastle, que es la familia materna de Rachel, y su posición como albacea de la joven.

En la tercera narración tenemos el punto de vista de Franklin Blake, primo e interés amoroso de Rachel. Allí se muestra su regreso a la vacía casa de las Verinder, su reencuentro con Betteredge, cómo ambos tratan de buscar las respuestas a los interrogantes que dejo la desaparición de Rosanna Spearman y cómo una visita a Rachel desentierra más preguntas que él desea resolver y que solo puede hacerlo una persona: Mr. Candy, médico y uno de los asistentes a la fiesta de cumpleaños de Rachel. Ante la incapacidad de Mr. Candy, el guardián de este, Ezra Jennings, se ofrece a ayudar y propone una teoría muy poco ortodoxa que podría explicar lo que Rachel le contó a Franklin. Sin embargo, para probarla  Franklin tendrá que tomar láudano, es decir, tintura de opio.

De allí, se pasa a la cuarta narración, que está basada en el diario de Ezra Jennings. En su diario, el cual registra desde el 15 hasta el 21 de junio, lleva a cabo el experimento del láudano en Franklin Blake y así se explicaría lo que vio Rachel Verinder. El ensayo funciona, pero termina planteando más preguntas que respuestas.

Para la quinta narración, Franklin Blake vuelve a dar su punto de vista. Después de deducir que si bien Franklin pudo haber tenido algo que ver con la Piedra Lunar porque era su deber llevar a Amsterdam para fragmentarlo, no fue el responsable de su desaparición. Como hace casi un año conocen su paradero, Franklin y el sargento Cuff (que reaparece en la historia) deciden ir a Londres cuando se cumplía un año exacto del robo de la Piedra Lunar y su aparición en Londres para saber quién la había llevado allí en primer lugar. Finalmente conocen la identidad del responsable, pero también se llevarían una gran sorpresa.

En la sexta narración, el sargento Cuff, ya con su reputación rehabilitada, hace un informe sobre la persona que encontraron al final de la narración de Franklin Blake y menciona los motivos que llevaron a dicha persona a hurtar la Piedra Lunar y sus sospechas sobre quién o quiénes estaban detrás de todo ello.

La séptima es más bien una carta escrita por Mr. Candy, en la que habla sobre lo que pasó con Ezra Jennings luego del experimento que hicieron en la casa de los Verinder y lo que sucede con Franklin y Rachel.

Finalmente, en la octava y última narración, Gabriel Betteredge narra sobre cómo las cosas en Yorkshire han ido para bien luego de resolver el misterio de la Piedra Lunar y su satisfacción de seguir trabajando para la familia a pesar de su avanzada edad.

Ya en el epílogo, el sargento Cuff prosigue en solitario su narración y revela a dónde fue a parar la Piedra Lunar después de tantas peripecias.

Ahora que resumí las narraciones, podré hablar de los personajes más importantes y/o sobresalientes de La piedra lunar, porque no se puede hablar de un protagonista en esta novela. Si hay uno, ese es el propio diamante, la Piedra Lunar.

Una representación fiel de la Piedra Lunar. Derechos reservados: BBC

Rachel Verinder es el personaje femenino más importante de la novela. Nació el 21 de junio de 1830 siendo la única hija de Sir John y Lady Julia Verinder (de soltera Herncastle). Ella obtiene la Piedra Lunar de su tío materno John Herncastle, el cual en su testamento nombró a su sobrina como heredera del diamante al cumplir los dieciocho años y que murió antes de dicha fecha. Precisamente el 21 de junio de 1848 Rachel recibe la Piedra Lunar, la cual usa como parte de un prendedor, pero el diamante se pierde apenas ella lo guarda, lo cual causa una investigación en la que Rachel no es nada cooperativa. Más tarde, se descubre que Rachel sabe más de lo que cualquiera espera, algo que solo Franklin es capaz de averiguar.

¿Por qué Rachel habla de lo que sucedió con Franklin y no con los policías? Hay que tener en cuenta que Franklin pertenece a la misma clase social que ella, a diferencia de los policías. Esto demuestra el orgullo de clase por parte de Rachel, pues está más dispuesta a hablar con alguien de su medio y no con alguien ajeno a él.

En la novela, Rachel se muestra como una mujer decidida, comprensiva y determinada, aunque también intransigente y orgullosa. Su férreo temperamento hace que ella considere que el matrimonio no tiene por qué ser por conveniencias familiares, sino por amor. De hecho, muchos consideran que Rachel Verinder es el prototipo de la Nueva Mujer (New Woman), un tipo de mujer que ya había analizado en Drácula y La profesión de la señora Warren.

Franklin Blake, hijo es el encargado de cuidar de la Piedra Lunar por ser el designado de acuerdo con el albacea designado que es su propio padre, Franklin Blake, padre, el cual se casó con Adelaida, la hermana mayor de la madre de Rachel. Por tanto, Franklin y Rachel son primos.

Desde hace mucho tiempo, Franklin ha estado enamorado de Rachel y ella de él, al punto de que ambos han decidido comprometerse bajo una máscara de conveniencia social y familiar. Sin embargo, la situación con la Piedra Lunar los separa por un tiempo hasta que finalmente tiene lugar el encuentro que ya mencioné.

A diferencia de Rachel, Franklin tiende a dudar de sí mismo, lo que lo lleva a cometer errores de juicio. Aunque está enamorado de Rachel, él pone en duda la inocencia de ella, algo que casi le sale caro. Sin embargo, sus mismas dudas lo llevan a plantearse si alguien más movió los hilos de su relación y/o si tiene que ver con la desaparición de la Piedra Lunar.

Godfrey Ablewhite es el otro pretendiente de Rachel, pero al contrario que Franklin, no es correspondido. También es primo de Rachel y Franklin, puesto que su madre Caroline es hermana de las madres de Rachel y Franklin. Como su madre se casó con un rico banquero sin vínculos con la nobleza, en lo que respecta al ámbito social Godfrey siempre está un paso atrás de Franklin.

En la novela y a los ojos de los demás, Godfrey se muestra como un hombre filantrópico, creyente y amable para con los demás, algo que Drusilla Clack siempre se encarga de resaltar. Sin embargo, Rachel siempre le intenta hacer ver que nunca tendrá una oportunidad con ella, a pesar de la insistencia de él. En realidad, Godfrey tiene muchos secretos oscuros que saldrían a la luz hacia el final de la novela.

Gabriel Betteredge es el mayordomo de las Verinder. Tiene setenta años de edad para la época del decimoctavo cumpleaños de Rachel y desde los quince años ha trabajado para Lady Verinder, cuando esta era todavía Julia Herncastle, por lo que siempre ha trabajado para un descendiente de la familia Herncastle. Gracias a su vida de servicio para los Herncastle y a su gusto por la novela Robinson Crusoe, posee un gran juicio sobre las personas, algo que, junto con la desaparición de la Piedra Lunar y su pequeña e inusual amistad con el sargento Cuff, despierta unas ansias detectivescas para analizar y resolver lo que en realidad el día en que La Piedra Lunar fue robada. Es viudo y tiene una hija, Penelope, que es doncella de Rachel.

El sargento Richard Cuff hace su arribo a la casa de las Verinder para resolver el misterio del robo de la Piedra Lunar, luego de un fallido intento de investigación dirigido por otro policía. Siendo más competente que su antecesor, Cuff ve y analiza algunas pistas que podrían tener que ver con Rachel, Franklin y una de las doncellas de la casa. Sin embargo, como las pistas no conducen a nada y Rachel se niega a colaborar con las autoridades, el caso debe ser cerrado en ese momento y Cuff se ve obligado a renunciar a Scotland Yard.

Meses después, Cuff reaparece para ayudar a Franklin a encontrar el culpable del robo y empeño de la Piedra Lunar, pero antes le da un sobre a Franklin en el que se encuentra el nombre del causante de todo y que solo puede abrir cuando lo encuentren. Después de resolver el misterio, Cuff lleva un informe a Scotland Yard sobre los motivos del culpable del robo de la Piedra Lunar, el cual al final no lograron hallar. Sin embargo, en el epílogo Cuff explica por qué.

Cuff es un hombre excéntrico, que le gusta apreciar los detalles más simples y bonitos de la vida a causa de su profesión, como se ve en su peculiar gusto por las rosas y por la canción The Last Rose of Summer, la cual silba en gran parte de la novela. Sin embargo, detrás de todo ello se esconde un hombre inteligente y dispuesto a cumplir siempre con su misión.

Ezra Jennings es el guardián del señor Candy durante la convalecencia de este producto de una fiebre contraída durante la fiesta de cumpleaños de Rachel. Es un hombre inteligente y osado, aunque físicamente deteriorado por la adicción al opio que consume para aliviar su dolor físico. Ante la incapacidad para hablar del señor Candy, Jennings habla con Franklin cuando este acude a casa del señor Candy para que le cuente su testimonio sobre lo que ocurrió durante la fiesta. Jennings le cuenta lo que le dijo el señor Candy a duras penas, pero cuando escucha la versión de Franklin y le pregunta qué hizo ese día entiende qué ocurrió y por ello decide realizar el experimento mencionado en la quinta narración.

¿Por qué a Jennings se le ocurre hacer un experimento poco ortodoxo y peligroso con Franklin? Porque, tras analizar lo que le dice este último, Jennings tiene la impresión de que Franklin pudo haber actuado de manera errática la noche del robo por haber tomado láudano, el cual Franklin reconoció haber consumido esa noche. Además, siendo el propio Jennings un adicto al opio, conoce el comportamiento de una persona cuando está bajo los efectos de dicha droga.

John Herncastle es el tío materno de Rachel, Franklin y Godfrey y la persona que llevó la Piedra Lunar a Inglaterra. Herncastle era violento y codicioso como se ve en el prólogo cuando estuvo en la India, lo que hizo que su familia lo repudiara al punto de ni siquiera llegó a conocer a Rachel, a la que sin embargo convierte en heredera de la Piedra Lunar.

¿Por qué John Herncastle legaría un diamante que obtuvo de forma mal habida a una joven de dieciocho años? Analizando sus intenciones, hay un poco de venganza en ello. Él sabía que ninguna de sus hermanas aceptaría la Piedra Lunar, pero que cualquier jovencita de la edad de Rachel no se resistiría ante una joya de gran valor, por lo que al darle la Piedra Lunar a Rachel, está vengándose de su hermana a través de su hija, por haber sido desterrado de la familia.

Rosanna Spearman es la doncella principal de Rachel. Fue condenada por robo y estuvo en una correccional femenina, hasta que fue contratada por Lady Verinder como doncella de su hija. Cuando conoce a Franklin Blake, se enamora perdidamente; sin embargo, ella sabe que no tiene ninguna esperanza con él a causa de la desigualdad social. A pesar de esto, no puede evitar sabotear algunos detalles que Rachel le deja a Franklin solo para tener una pequeña oportunidad con él.

Rosanna Spearman tiene un pequeño rol durante el robo y la desaparición de la Piedra Lunar a causa de los detalles que tenía para con Franklin. Sin embargo, no pasa de ser una sospechosa a la que no logran sacarle información, más que nada porque ella toma una drástica decisión. Aun así, meses después del evento ella deja pistas sobre lo que realmente ocurrió ese 21 de junio que Franklin y Betteredge descubrirían.

Drusilla Clack es prima de Rachel, pues es sobrina del difunto Sir John Verinder. Ella recibe a Rachel y a su madre, las cuales huyen de su hogar para alejarse de la atención indeseada a causa del asunto de la Piedra Lunar. En su punto de vista, Drusilla deja ver su fanatismo religioso, al punto de querer convertir a todo aquel que llegue a su casa, algo que muchos encuentran molesto. Detesta a Rachel debido a su férrea personalidad, que Drusilla considera indigna de una mujer, y su adulación por Godfrey Ablewhite muestra pensamientos que uno consideraría un tanto pecaminosos para alguien como ella, demostrando cuan hipócrita es Drusilla.

Matthew Bruff es un abogado que ha trabajado con los descendientes de las hermanas Herncastle, puesto que es el albacea de los tres primos. Siempre está atento a mantener intacto el legado de los tres primos hasta que puedan disponer de él. Como él fue amigo del difunto Sir John Verinder, acogió a Rachel en su casa después de que esta dejo la casa de Drusilla Clack por razones que aparecen en la novela y durante la corta estancia de ella se llevan bien. Gracias a su oficio de abogado, Bruff descubre la turbia historia de la Piedra Lunar y comprende cuán peligroso puede ser el diamante para la persona que lo tenga.

Thomas Candy es un médico allegado a la familia Verinder. Fue uno de los asistentes a la fiesta de cumpleaños de Rachel y tiene una conversación con Franklin que tiene mucho que ver con lo ocurrido en la quinta narración. Luego de ese día, contrae una violenta fiebre de la que sobrevive de milagro, pero como consecuencia quedó con un defecto de habla y amnesia temporal, por lo que Ezra Jennings se encarga de ayudar a Franklin a pesar de que no le queda mucho tiempo de vida. Para cuando termina el misterio de la Piedra Lunar, el señor Candy ya se encuentra reestablecido y revela qué pasó con Jennings.

A simple vista, el señor Candy no posee un rol muy amplio debido a su enfermedad pero es más indirecto de lo que se espera porque sin su ayuda a través de Ezra Jennings, jamás hubiera podido llegar a la raíz de lo ocurrido con la Piedra Lunar.

Los tres hindúes son un trío de indostanos cuyo deber es resguardar la Piedra Lunar y hacer hasta lo más impensable para que regrese a su verdadero lugar después de haber sido robado por John Herncastle. Se dice que renunciaron a su casta (los brahmanes) al atravesar la India para cuidar a la distancia el diamante y lograr su recuperación.

Se dice que La piedra lunar es la primera novela policiaca publicada en lengua inglesa, aunque los cuentos de Edgar Allan Poe como Los crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada aparecieron más de veinte años antes de que Wilkie Collins publicara su novela. Es importante señalar que La piedra lunar introdujo varios elementos típicos de la narrativa policiaca que los cuentos de Poe no poseían entre las que se pueden encontrar las pistas falsas, falsos sospechosos, el sospechoso menos esperado y el giro final de trama. Por eso, se dice que Collins, más que inventar, codificó el género policiaco tal como lo conocemos, al menos en la lengua inglesa.

Algo que se ve en la novela es el consumo de drogas, en este caso el opio. En aquella época el opio tenía distintos usos médicos tales como inducir el sueño, aliviar la tos, calmar el dolor, controlar la diarrea y tratar el síndrome de abstinencia neonatal. Pero, como es obvio, el opio es adictivo y muchas personas acabaron adictas a él.

En La piedra lunar se nos presenta a través de los personajes de Franklin Blake y Ezra Jennings un retrato de la adicción del opio. Del primero se nos muestra como incluso el consumo ocasional puede hacer que hasta la persona más centrada se comporte de manera errática y a través del segundo como afecta la salud de quien lo consume a pesar de saber que los riesgos superan a los beneficios por mucho.

La representación de la adicción al opio en La piedra lunar posee un trasfondo personal por parte del autor, es decir, de Collins. En 1853 Wilkie Collins comenzó a padecer de gota, una forma de artritis inflamatoria en la que el ácido úrico se acumula en las articulaciones, hinchándolas y enrojeciéndolas, además de causar un intenso dolor. Es obvio que, a causa de los fuertes dolores de su enfermedad, solo podía aliviar su dolor mediante el consumo de láudano, que es básicamente tintura de opio. Con el tiempo, se hizo adicto al láudano y eso afectó su estilo de escritura, como se puede ver en La piedra lunar. Al mostrar los efectos del opio en Franklin Blake y Ezra Jennings, Collins reflejó su propia adicción.

La piedra lunar tiene muchas referencias literarias a la novela Robinson Crusoe, que es el libro de cabecera preferido de Gabriel Betteredge. Él asegura que, siempre que siente confundido o necesita tomar una decisión sobre algo, consulta su ejemplar de Robinson Crusoe, el cual es el séptimo que ha tenido en su vida. De hecho, en sus narraciones suelen aparecer frases de Robinson Crusoe. También se mencionan novelas como Pamela de Samuel Richardson y El hombre sensible de Henry Mackenzie y trabajos de corte histórico como Vida de Lorenzo de Medicis de William Roscoe e Historia del reinado del Emperador Carlos V de William Robertson.

Además de las referencias literarias, la manera como Herncastle obtuvo la Piedra Lunar es una alusión a la forma ilegal como los británicos consiguieron varios objetos de valor económico, cultural e histórico que en la actualidad se exhiben en muchos de sus museos y castillos. De manera retrospectiva, el estado británico ha sido criticado por saquear y llevarse varios de estos objetos.

Sin embargo, fuera del giro final de la historia, los personajes son algo planos y ese es el único fallo que tiene la novela. Al centrarse el misterio, a los personajes les faltó un poco más de desarrollo y de no ser por esto, sería una excelente novela.

En general, La piedra lunar muestra todos los elementos que serían parte de la narrativa policiaca, los cuales están hechos para confundir al lector y al mismo tiempo hacer que se mantenga leyendo la novela hasta el final. Puede que al principio la lectura sea un poco tediosa, en particular el inicio de la primera época, pero conforme avanza se vuelve más rápida y no importa su longitud sino lo atrapante de la trama, si bien el desarrollo de personajes deja mucho que desear. Pero aun así, esta novela no solo la recomiendo para los fanáticos de las novelas policiacas, sino también para cualquiera.

NOTAS

1 En esta entrada para referirme a la novela usaré minúsculas excepto en la primera palabra mientras que para hablar al diamante usaré mayúsculas.

2 Diamante que se encontró en Golconda, India, en el siglo XVII y en los años posteriores fue robado de allí. Pasó por varias manos hasta que fue comprado por Grigori Grigórievich Orlov (de ahí su actual nombre). Más tarde, él le dio el diamante a su amante, la reina Catalina II de Rusia, y luego esta hizo que su joyero lo incorporara en su cetro, que sería conocido como el Cetro Imperial. Actualmente hace parte de la colección de diamantes del Kremlin.

3 Diamante que hace parte de las Joyas de la Corona Británica. Luego de su extracción de una mina (quizá la mina Kollur), pasó por varias manos hasta que fue cedido a la Reina Victoria cuando el Imperio Británico se anexó el Punjab en 1849. Como se dice que la mayoría de los hombres que usaron este diamante han tenido mala suerte, desde su llegada al Reino Unido solo la Reina Victoria y, después de la muerte de esta en 1901, las reinas consortes británicas (Alejandra de Dinamarca, María de Teck e Isabel Bowes-Lyon) lo han llevado en sus coronas.

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