PANTALONES AZULES

Para empezar el Mes del Amor y la Amistad, analizaré la novela Pantalones azules de la escritora argentina Sara Gallardo, publicada en 1963.

Pantalones azules trata sobre la relación amorosa entre un argentino católico y antisemita y una joven de ascendencia judía, en la que se convierten en amantes a pesar de llevar vidas completamente diferentes. La novela se desarrolla en la Buenos Aires de principios de la década de 1960.

Alejandro Hernández es el protagonista. No solo es católico, es un ferviente antisemita, algo que se ve cuando atacó junto a sus amigos a los asistentes de una boda mientras estos salían de una sinagoga y en un evento relacionado con Irma que aparece casi al final. Además, es un gran nacionalista que considera a la Argentina un país con un destino ya trazado por Dios.

A pesar de su aparente personalidad desenvuelta, en realidad Alejandro se siente aburrido debido a su incapacidad para lograr sus metas como conseguir dinero para casarse con su novia Elisa, por lo que aprovecha que ella se va de vacaciones a la estancia para buscar algo que lo haga sentirse menos aburrido. Cuando va a visitar a su abuela, conoce por primera vez a Irma Lobaczewski.

Irma Lobaczewski es una joven hija de padre polaco y madre austriaca de origen judío. Vive en el Retiro. Aunque su tía política la ha criado en la religión católica desde la muerte de sus padres, no se identifica demasiado con esta, como se ve en su descripción del crucifijo que tiene desde niña y de Jesús. Ella conoce a Alejandro cuando ella está cerca de la isla de la abuela de él y de inmediato, ella atrae su atención.

A diferencia de Alejandro, a Irma le gusta habla mucho. Le encanta charlar, pero a menudo sus diálogos transmiten un dejo de tristeza, como cuando habla de su madre, que murió de manera trágica. Pronto ella se enteraría de lo que en verdad le ocurrió a sus padres, lo que lleva a una depresión temporal. Sin embargo, cuando se recupera, finalmente Irma toma una decisión importante para su vida. El final de Irma es inesperado, aunque positivo, y va acorde con la cultura judía.

Elisa es la novia de Alejandro. Ella cumple con las expectativas que se esperarían de una futura esposa tanto para Alejandro como para los que lo rodean. Sin embargo, al ser la típica mujer que espera hasta el matrimonio para cualquier cosa, Alejandro busca lo que desea en otros lugares. Lo poco que se muestra de Elisa es que ella valora la fidelidad por encima de todo.

Pantalones azules nos muestra como dos personas de crianzas y religiones diferentes tienen una relación amorosa y también vemos como los prejuicios propios de la época causan problemas. Alejandro muestra sentimientos por Irma, a pesar de que está comprometido por Elisa, mientras Irma parece amarlo. Sin embargo, los prejuicios de él no son compatibles con los deseos de ella, además de que Alejandro no es demasiado receptivo hacia los deseos de Irma debido a sus mismos recelos.

Sé que se ha escrito sobre muchas relaciones amorosas que abarcan diferencias entre religiones, etnias, género, etc., las cuales dependiendo del contexto histórico o emocional pueden terminar bien o mal. En este caso, hay que tener lo que se vivía en la Argentina de la época. Luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón, se inició una ola de antisemitismo a causa de los disturbios que se originaron luego del golpe de estado y de los cuales fueron culpados los judíos. Además, en esa época coincidió no solo el secuestro, juicio y ejecución de Adolf Eichmann sino también con la aparición del Movimiento Nacionalista Tacuara, una organización de ideología fascista que alentaba este sentimiento y exhortaba las peleas callejeras en contra de los judíos y el vandalismo hacia las sinagogas. Considerando su modus operandi, es posible que Alejandro y sus amigos tuviesen nexos con el Movimiento Nacionalista Tacuara.

Es en esta época inestable y llena de violencia que Alejandro e Irma se conocen y se convierten en pareja pero al mismo tiempo los mismos prejuicios de su tiempo hacen mella en ellos. La historia entre ambos pudo haberse explorado mucho más y hubiera estado bien hacer una especie de epílogo para ambos personajes, pues el final parcialmente cerrado deja más interrogantes que respuestas. Aun así, es un ejemplo de lo que ocurre con una relación interreligiosa entre un hombre y una mujer en una época difícil y eso es algo por lo que la recomiendo.