LA INDOMABLE SOPHIA
Para terminar el recorrido del Mes de la Mujer, Sophy Stanton-Lacy
toma la antorcha de Lisístrata.
Sophy es la protagonista de La indomable Sophia de la escritora británica
Georgette Heyer y apareció en 1950, aunque haya vivido en la Regencia.
La autora de esta novela, Georgette Heyer, se basaba en el estilo
de Jane Austen para sus novelas, por lo que estas siempre están ambientadas a
finales del siglo XVIII o en la Regencia (1811-1820). En el caso de La
indomable Sophia, esta se desarrolla entre el verano de 1816 y el invierno de
1817, puesto que se menciona que han pasado un año del fin de la última
guerra napoleónica y el Congreso de Viena, ambos en 1815.
Empezaré con la protagonista de la historia, Sophia “Sophy”
Stanton-Lacy. Ella nació en 1796, siendo la única hija de Sir Horace
Stanton-Lacy y su esposa Marianne, que falleció cuando Sophy tenía cinco años. Sir
Horace pudo dejar a su hija en Gran Bretaña y seguir con su carrera de
diplomático, pero en su lugar mantuvo a su hija a su lado y a lo largo de su
itinerante carrera. Esto hizo que Sophy tuviera una educación completamente
distinta de las mujeres británicas siendo descomplicada, arriesgada y
extrovertida, a veces demasiado para su bien, y con una gran facilidad para
tratar a los hombres, en particular, militares. Adora a los animales, teniendo
un caballo llamado Salamanca, una perra galga llamada Tina y un mono llamado
Jacko, que le regala a sus primos, los Rivenhall, con quienes se va a vivir
mientras su padre es enviado a Brasil. Físicamente tampoco pasa desapercibida,
midiendo 5 pies y 9 pulgadas1, una altura muy considerable para una
mujer de su tiempo e incluso también para nuestra época, cabello castaño, busto
opulento y de nariz y boca grande. Esta descripción la alejaba del canon de
belleza de la Regencia.
Sin embargo, cuando la situación lo requiere, Sophy es leal y
caritativa. Ayuda a sus seis primos2 cuando se da cuenta que estos
tienen problemas y no pueden o no quieren comentarlos a su hermano mayor porque
le temen y lo consideran poco comprensivo y tiránico; todo ello debido a que
Charles recibió una herencia importante hace poco y pagó las deudas de Lord
Ombersley, su padre, convirtiéndose en cabeza de la familia.
La mente de Sophy es mucho más brillante y astuta de lo que su
carácter aparentemente frívolo y vanidoso sugiere. No sólo administra sus
finanzas con destreza, sino que en cuanto al amor, es más bien una mujer con
los pies en la tierra. Ella mueve los hilos de las relaciones amorosas de sus
primos Charles y Cecelia, pues se da cuenta de que las personas en las que
ellos están interesados no son adecuadas para ellos. Mencionaré primero a
Charles y luego a Cecelia.
Charles está comprometido con la hija de un vizconde, Eugenia
Wraxton. Esta dama representa el polo opuesto de Sophy: mojigata, arrogante y
poco amante de los niños y las mascotas. Como Sophy, también es entrometida
pero no de forma positiva, pues siempre está censurando las acciones de sus
próximos parientes políticos e intentando mandarles. Al darse cuenta de que si
Charles se casa con la señorita Wraxton, los Rivenhall tendrían que soportar a
una mujer mandona y altiva, Sophy hace todo lo posible para el compromiso entre
ambos se rompa.
Por su parte, Cecelia se compromete con el señor Everard Charlbury,
a causa de su riqueza, pero cuando este contrae paperas (y se convierte en la
burla de su círculo social), Cecelia fija su atención en Augustus Fawnhope, un
aspirante a poeta que no es bien visto por los Rivenhall a causa de su falta de
fortuna y oficio. Sophy ya había conocido a Fawnhope en el continente, pero
sólo a Charlbury cuando este se recupera y acude a un baile en honor a ella.
Después de analizar a ambos hombres, ella concluye que a Cecelia le iría mejor con
Charlbury que con Fawnhope. El primero, a pesar de su poco atractivo, tiene un
carácter sencillo y estable, muy contrario al agraciado pero vanidoso y
arrogante Fawnhope. Por eso, decide ayudar a Charlbury a acercarse a Cecelia.
Pero, aunque Sophy no es bella, no es ajena a los hombres. De hecho
se cuentan al menos dos pretendientes: sir Vincent Talgarth y Lord Henry Bromfeld. El
primero es allegado a los Stanton-Lacy e incluso estuvo interesado en Sophy
pero ella lo rechaza ya que sabe que a él sólo le gustan las herederas muy
ricas y ella no es tan rica como él desearía; sin embargo, quedan como amigos.
Por su parte, Lord Bromfeld es el único sobreviviente de varios hijos y es un
hombre enfermizo, conservador y un poco machista. Piensa casarse con Sophy; sin embargo, cree que puede dominar su carácter lanzado y atrevido. Obviamente Sophy no le
es recíproca.
Aparte de intervenir en las relaciones de sus primos mayores, Sophy
también se hace amiga de dos de sus primos menores y con los que tiene una
mejor relación: Hubert y Amabel. Al primero lo ayuda a librarse de un codicioso
prestamista que se había quedado con un anillo de la familia que se le había
prometido a Hubert para su mayoría de edad3. Sin embargo, Hubert lo
roba para darlo de garantía al avaro hombre y cuando ya no puede hacer frente a
él, Sophy decide encarar al hombre, sabiendo que tiene más que perder que
Hubert, por haberle prestado dinero a un menor de edad.
Luego de que ella lo asustara y no le demostrara miedo, el
prestamista le devuelve el anillo a Sophy a cambio de las quinientas libras que
le prestó a Hubert sin ningún tipo de interés, dinero que ella obtuvo al vender
temporalmente unos aretes de diamantes regalados por su padre. Más tarde
Charles los recupera para Sophy sin decirle nada y tanto ella como Hubert le
cuentan la verdad. Es ahí cuando Charles se da cuenta de que se había
convertido en una especie de ogro para su familia y que era mejor acercarse más
a sus hermanos y a sus padres, a pesar de las recriminaciones de su prometida.
En cuanto a Amabel, Sophy la cuida junto a Cecelia cuando la
pequeña enferma gravemente de tifus4, sin saber realmente cómo lo
contrajo (Charles creía que se había contagiado al ir a un circo pero Sophy no,
puesto que las otras hermanas, Gertrude y Selina, que también acudieron al
circo, no enfermaron). La niña se sentía bien cuando Sophy se hacía cargo de
ella y gracias a ella, seguía las instrucciones del doctor y lograba comer,
pero también se alegraba cuando Charles estaba a su lado. Después de tres
semanas, Amabel supera el tifus y toda la familia respira aliviada. Es durante
la enfermedad de Amabel que podemos ver que las personas que pretenden a Sophy, a Cecelia
y a Charles no son merecedoras de su amor.
En los últimos capítulos Sophy decide precipitar las cosas entre
las parejas con ayuda de la marquesa de Villacañas, una dama española próxima a
convertirse en su madrastra. Junto con Charlbury, decide escaparse a una casa
propiedad de su padre, como parte de su plan de separar a las parejas y formar
unas nuevas y hacerles creer a todos que se fugó con Charlbury para casarse con
él. Obviamente, y a pesar de estar lloviendo, acuden Charles y Cecelia
Rivenhall, la señorita Wraxton, Lord Bromfeld y el señor Fawnhope y cuando
todos se encuentran, finalmente podemos ver que las parejas ya establecidas no
se aman tanto como creían y se forman unas nuevas. Pero lo que es mejor,
Charles puede ver lo mucho que en realidad ama a Sophy y como se ha enamorado
de ella y viceversa, así que le pide casarse con él. Sophy acepta.
Personalmente, considero que Sophy Stanton-Lacy resulta ser una
mujer adelantada para su tiempo. No le importa comprar un faetón así le digan
que no es un vehículo adecuado para una dama, pedir asesoría a un caballero
soltero sobre cómo comprar un caballo o escaparse con otro hombre,
contraviniendo las reglas de que una mujer debía ser prudente y recatada, algo
que su primo Charles encuentra aterrador y atrayente al mismo tiempo. El hecho
de tomar sus propias decisiones la hace distinta de otros personajes femeninos
como su prima Cecelia Rivenhall y de Eugenia Wraxton.
Cecelia Rivenhall al principio acata todas las decisiones que toman
por ella sus padres y su hermano mayor, pero con la llegada de Sophy su
sentimiento de represión desaparece y se da cuenta de que la dueña de sus
decisiones es ella. Aunque al principio elige al hombre incorrecto, con el
tiempo ve que su decisión no fue tan buena idea como pensaba y empieza a
acercarse al hombre que rechazó. Al final su elección decide que es mejor que Cecelia
se case con el otro pretendiente pero que puede considerarla su primera musa. Cecelia
no lamenta la decisión puesto que tiene a su otro pretendiente, al cual ama de
verdad.
Lo irónico de todo es que el padre de Sophy la había dejado con su
hermana, su esposo y los siete hijos de ellos con la intención de que le
ayudarán a conseguir marido y les aseguró que ella no les daría problemas.
Aunque Sophy toma muchas decisiones extrañas y arbitrarias, terminan siendo una
solución para los Rivenhall. Y en cuanto a buscar un hombre con el que se
casara, al final Sophy termina siendo la que arma las verdaderas parejas y no
las que debían ser. No sólo ella termina con su primo, que se enamorara de
verdad de ella sino que también consigue el marido adecuado para Cecelia e
incluso para la altanera señorita Wraxton.
Personalmente consideró que este libro tiene mucha ironía y humor,
dos elementos que lo hacen atrayente. Los personajes están bien trabajados y
todos tienen sus virtudes y defectos, pero considero que
Sophy es un personaje divisivo, es decir, la amas o la odias. Aunque se nota la
gran influencia de Jane Austen en la novela, Heyer también le da su propio
estilo, haciéndola más satírica de lo que ya he visto en los libros de Austen.
Con esto concluyo el Mes de la Mujer. Estuvo lleno de historias
llenas de adversidad, con personajes inolvidables y con personalidades e ideas
firmes. Pero todas tienen su final a su manera. Espero que el próximo año sea
igual o mejor.
Adenda: La proxima semana no habrá entrada por ser Semana Santa.
Adenda: La proxima semana no habrá entrada por ser Semana Santa.
NOTAS
1 Entre
1,76 y más de 1,79 metros de estatura.
2 Los
hermanos Rivenhall son ocho, pero dos de ellos tienen poca relevancia en la
historia.
3 La mayoría
de edad en el Reino Unido en esa época era de 21 años.
4 Como
ocurría con la escarlatina en Mujercitas,
el tifus era una enfermedad muy seria en aquella época.
Yo lei " la abadia de Jane Austen" mi padre encontró unos libros por ahí en la calle y ese era uno de ellos, me pareció super insulso la verdad ... Este lo descargo en version pdf y si veo que me gusta voy a la biblioteca a leerlo y si veo que me encanta lo compro jeje
ResponderEliminarLa abadia de Northanger*
ResponderEliminarCreo que deberías darle una oportunidad. El libro tiene bastante humor y mucha ironía. La cosa es la protagonista, que dependiendo de tu punto de vista puede parecer una mujer audaz o alguien exasperante. Saludos.
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