MUJERCITAS
En esta semana del mes de la mujer voy a abordar a cuatro
personajes de la literatura estadounidense y universal que se convierten en
ejemplo de cómo las mujeres debemos evolucionar para ser cada día mejores
personas. Por supuesto, me estoy refiriendo a las hermanas March, las
mujercitas.
Aunque las hermanas March surgieron mucho antes de los primeros
movimientos feministas, de cualquier manera son un ejemplo de entereza no sólo
para cualquier mujer sino para cualquier ser humano ya que ellas supieron
luchar contra la adversidad, superar y controlar sus defectos y ser dueñas de
sus propias decisiones y su propia vida.
Para poder realizar la entrada de esta semana leí los dos libros de
Louisa May Alcott, la autora de la saga de las March, que son el primer volumen traducido
como Mujercitas en todas las ediciones en español y el segundo, el cual es
traducido como Buenas esposas, Las mujercitas se casan o Las mujercitas se
quieren casar.
El primer libro o volumen, Mujercitas, lo leí por primera vez en 2005 en una
edición regular pero también tengo una edición ilustrada de los años 60. Sin
embargo, como esa última edición está dirigida a los niños, se le han eliminado
algunos pasajes y capítulos. En cuanto al segundo, leí una edición en pdf que fue traducida como Buenas esposas y con esta edición me sentí más contenta por su
orden tan distintos de otros libros en pdf que al terminar un capitulo, embuten
el siguiente en la misma página. Además en esta edición hay notas para que los
lectores comprendan ciertos términos o juegos de palabras en inglés que con la
traducción al español se pierden por completo.
Como todos sabemos, las hermanas March son cuatro y sus nombres
son: Margaret, apodada Meg para distinguirla de su madre, de nombre homónimo;
Josephine, llamada Jo; Elizabeth, conocida como Beth y Amy, la más joven. A la
hora de nombrar a las hermanas, primero mencionaré su nombre de pila; luego su diminutivo;
después el apellido de soltera, que es March, y por último, si está casada, el
apellido del esposo.
MARGARET “MEG” MARCH BROOKE
Meg, la mayor de las hermanas, es obediente, paciente, conciliadora,
y atenta a las necesidades de sus hermanas. Sus principales defectos son su
amor por el lujo y su vanidad, que se deben en parte a que al ser la mayor, es
la que más recuerda las comodidades que tenían y añora la época en la que su
padre tenía fortuna, la cual perdió por ayudar a amigos que no podían pagar sus
deudas.
A pesar de su gusto por todo lo fino y vistoso, Meg está consciente
de que el dinero no sirve de nada si en la familia no hay unidad, ya que esto
lo comprobó en su trabajo como institutriz de una familia rica que siempre estaban
discutiendo los unos a otros. Por eso, cuando John Brooke, el inglés tutor de
Laurie, le propone matrimonio, al principio no está segura pero al ser confrontada
por la tía March, se da cuenta de que lo ama más de lo que imagina y acepta su
propuesta. La única condición es que el matrimonio se efectúe después de que
Meg cumpla veinte años y en efecto se cumple ya que Meg se casa una vez cumple
veintiún años, la mayoría de edad en Estados Unidos en la época.
Pronto Meg se convierte en madre de unos mellizos: John, llamado
Demijohn o simplemente Demi; y Margaret, apodada Daisy. Al principio Meg comete
errores en la crianza de sus hijos como complacer los gustos de sus hijos,
sobre todo de Demi, y descuidando su relación con su esposo, hasta que este
empezó a ayudarla a disciplinar a Demi. Gracias a ello Meg se sintió más
descansada y pudo retomar la relación con John.
De las hermanas March, Meg se podría considerar como la que cumple
mejor el rol tradicional de la mujer puesto que se encarga de mantener la casa
y velar por su familia, pero esto no le molesta ya que al contrario, desempeña
su labor de manera satisfactoria y sin sentirse desmoralizada. A pesar de su
vanidad, Meg intenta no dejar que esta influya su vida y asume su pobreza con
dignidad. Ella es muy cercana a Amy porque ambas pueden desempeñarse de manera
regular en la sociedad, al contrario que Jo y Beth, que les cuesta relacionarse
con los demás y tienden a rehuirlos.
JOSEPHINE “JO” MARCH BHAER
Jo es la protagonista no oficial. Desde el primer capítulo se
muestra a Jo como una joven de carácter fuerte, sarcástica, mal hablada y poco
dada a las actividades femeninas, teniendo como aficiones la lectura, la
escritura y la literatura. Sus grandes defectos son su mal carácter y su honestidad
brutal, lo cual la lleva a tener fuertes choques con Amy. Sin embargo, es la que
más ama las obras de caridad, en las que solía estar acompañada por Beth, su
hermana más querida y cercana a ella puesto que a ambas hermanas les cuesta
estar y relacionarse con los demás, a diferencia de Meg y Amy.
En el baile de víspera de Año Nuevo de 1860, Jo conoce a su vecino
Theodore “Laurie” o “Teddy” Laurence, con el que se entiende a primera vista ya
que son espíritus libres que desean cumplir sus sueños que están en contra de
lo que la sociedad podría esperarse de ellos. A medida que pasa el tiempo,
Laurie la apoya en su deseo de convertirse en escritora y a su vez Jo hace lo
mismo, pero junto con Meg le dicen que debe estar con su abuelo, ya que es su
único pariente.
Si Meg es una institutriz, Jo es la dama de compañía de su tía
Carrol March, una rica viuda con un carácter difícil de tratar, casi tanto como
el de Jo, una gran razón de porque a pesar de ciertos roces, tenían una
excelente relación. Sin embargo, esto se pone a prueba cuando la tía March se
lleva a Amy a Europa en lugar de a Jo y esto hace que Jo se sienta resentida al
principio pero luego se da cuenta de que eso fue la decisión correcta.
Cuando Beth enferma de escarlatina, Jo decide cuidarla debido a que
le gusta cuidar enfermos y más si se trata de su querida hermana. Años después
hace lo mismo cuando todos se dan cuenta de que Beth no vivirá por más tiempo y
Jo decide hacer que los últimos días de Beth sean los más felices. Después de su
muerte, Jo aprende a ser más cordial y paciente con los demás, como una forma
de rendirle tributo a su hermana.
Entre el viaje de Amy y la muerte de Beth, Jo se va a la ciudad de
Nueva York para instruirse sobre la cultura que ofrece la gran ciudad ya que
cree que necesita inspirarse para escribir nuevos cuentos, y de esa forma,
ganar más dinero para ayudar a sus padres. Allí se convierte temporalmente en
institutriz y conoce al profesor Friedrich “Fritz” Bhaer, un inmigrante alemán,
que la introduce en la filosofía y la ópera y la exhorta a escribir por
inspiración y no sólo por dinero. Jo escucha su consejo, y cuando regresa a
Massachusetts, escribe un poema para Beth poco antes de que esta muera.
Para entonces, Jo ha asimilado el hecho de que desea mantener la
libertad y la independencia que posee un escritor o un docente, lo cual implica
que debe mantenerse soltera. Con esto en mente, rechaza la propuesta de
matrimonio de Laurie cuando este termina la universidad, pues desea conservar
su estilo de vida, algo que no lograría a su lado, y porque ve que él no ha
madurado como este cree que piensa. Una vez que este se va a Europa, Jo se da
cuenta que ella sólo sentía por Laurie un sentimiento de cariño y amistad, mas
no amor; así que cuando se entera que él y Amy se casaron, les da su bendición
y su buena suerte.
Cuando el profesor Bhaer llega a Massachusetts, no sólo lo hace
para conocer a los March sino para declarársele a Jo, en espera de que ella
sepa de sus sentimientos antes de partir al Oeste. Jo le reitera su amor y
decide esperar a que termine sus deberes en el Oeste para que ambos se puedan
casar. Con la inesperada muerte de la tía March y el legado de su casa de
Plumfield, Jo finalmente siente que encontró la forma de casarse con Bhaer y
mantener sus deseos de enseñar a los niños, ya que siempre deseó formar una
escuela para niños. Poco después de mudarse a Plumfield, ella y Bhaer se casan
y dedican su tiempo a enseñar y tienen dos hijos: Robert “Rob” y Theodore
“Teddy”.
Sé que algunos lectores no les gusta el hecho de que Jo haya
rechazado a su amigo de la adolescencia y haya preferido casarse con un
profesor que le llevaba 15 años. Aunque Laurie es tan rebelde como ella, le
gustan los eventos sociales y los viajes al exterior, preferiblemente la
elegante Europa, algo que Jo no disfruta por su rechazo a todo lo que parezca
afectado. Por lo tanto considero que Fritz Bhaer es el hombre más adecuado para
Jo, no sólo por su paciencia, gracia y serenidad, sino porque comparte los
mismos gustos por la literatura y la enseñanza que tiene ella. No son la pareja
más romántica, pero si la más inteligente y filosófica de las tres.
ELIZABETH “BETH” MARCH
Beth es la tercera de las hermanas March y es conocida como la más
abnegada, bondadosa y dulce de todas. Por extraño contraste es la más cercana a
Jo por sus dificultades para relacionarse con las personas y al mismo tiempo
por su disposición para ayudarlas sin esperar nada a cambio. El problema de
Beth es su timidez, que le impide socializar adecuadamente con las personas e
incluso ir a la escuela, por lo que estudiaba en casa con su padre hasta que
este se marchó como capellán del Ejercito del Norte durante la Guerra de
Secesión.
De las hermanas March, era la única que temía al señor Laurence, el
abuelo de Laurie, pero después de ir a su casa ve que no es un hombre al cual
temer y le toma aprecio y a su vez, el anciano le coge cariño a la niña, puesto
que le recuerda a su nieta, que murió joven. Por ello, recibe el piano del señor
Laurence ya que conoce el amor por la música de Beth.
A diferencia de sus hermanas, Beth no tiene ambiciones excepto ver
feliz a su familia puesto que ella está satisfecha con su vida. Desafortunadamente
este hecho, y el que tenga parecido con la nieta del señor Laurence que murió
siendo niña, nos hace ver que Beth no llegará a casar y que, por el contrario,
morirá joven. Más aún debido a su otro defecto, la auto-indulgencia, que la hace
preocuparse más por los demás que por si misma.
Cuando su madre se va a Washington para estar al lado de su enfermo
esposo y deja a cargo de la casa a sus hijas, Beth cumple la promesa de su
madre de velar por los Hummel, una familia inmigrante alemana y por desgracia contrae
escarlatina, una enfermedad muy grave antes de la aparición de los
antibióticos. Beth la sufre de manera muy severa, y aunque sobrevive, su salud
nunca vuelve a ser la misma. Cuatro años después, empieza a sufrir las
complicaciones que le causó la escarlatina y se da cuenta de que no vivirá más
tiempo. Pasa su último año en total tranquilidad y atención por parte de su
familia.
La muerte de Beth inspira a Jo a ser mejor persona y a Amy, que no
pudo despedirse de ella por encontrarse en Europa, la deja tan devastada que
cuando tiene a su única hija le pone el mismo nombre: Elizabeth, aunque apodada
Bess.
AMY CURTIS MARCH LAURENCE
Amy es la más joven de las hermanas. Se define a si misma como
bella si no fuera por su nariz achatada, que considera inadecuada para una
belleza clásica, con un gran amor por el dibujo y la escultura. Al principio
tiene un carácter casi tan fuerte como el de Jo, pero carece de la honestidad
brutal que caracteriza a esta última; aparte es egoísta y arrogante, dos
defectos por los que Jo siente aversión. Por eso ambas pelean constantemente y
su madre o Meg deben intervenir para salvar la situación, sin embargo, las dos
tienen momentos de unión cuando la situación lo requiere.
Cuando Beth enferma de escarlatina, Amy es enviada a casa de la tía
March para evitar que sufra la enfermedad. La anciana le toma un gran cariño y
al notar su docilidad decide educarla. A Amy esto le molesta al principio
puesto que su tía no la mima como lo hace su familia, pero cuando crece los
cambios se empiezan a notar y ella se transforma en una mujer bondadosa,
humilde, centrada y con grandes habilidades sociales. Por eso la tía March se
lleva a Amy a Europa con ella, pero Amy también lo ve como una forma de
aprender arte, su gran pasión.
A pesar de todo ello desea un matrimonio que le de riqueza y
prestigio puesto que es la única hermana posibilitada para ello (Meg se casó
con un hombre sin fortuna, Jo no desea casarse y Beth no goza de buena salud
para ello). Con ello empieza a salir con Frank Vaughn, un joven británico que
ella y sus hermanas conocieron hacía cinco años. Al principio parece que podría
aceptarlo, pero luego ve que las cosas no pasaran de una cercanía y deja de
frecuentarlo, todo ello es debido a la muerte de Beth, algo que la hace
reflexionar que aunque el dinero es importante, no será feliz si no ama a su
futuro esposo.
Amy queda muy devastada por la muerte de Beth ya que fue la única
que no pudo despedirse de ella y sabía que su viaje debía continuar porque su
familia no quería que ella desperdiciara esa oportunidad. Entretanto se
reencuentra con Laurie que había acudido allí después del rechazo de Jo y se
encontraba molesto porque cambiado muchas cosas por ella y deseaba que Jo lo
aceptaba sin objeciones. Pero Amy, que se ha convertido en una mujer juiciosa y
analítica, le hace ver a Laurie que en realidad no ha madurado, que se está
comportando de manera ignorante y holgazana y que está desaprovechando la
oportunidad que su abuelo le ha brindado. Al principio Laurie no se toma muy
bien la crítica, pero luego se da cuenta en lo que se ha convertido y que ya es
hora de estabilizarse. Amy y Laurie pasan grandes momentos juntos, que culminan
con la propuesta de matrimonio de él y que ella acepta.
Años después, tienen una hija llamada Elizabeth, como su difunta
tía, aunque llamada Bess para evitar confusiones. Esto muestra que Amy nunca
pudo olvidar la tristeza de no haber podido estar con Beth en sus últimos
momentos y como le rinde homenaje al colocar su nombre a su hija. A pesar del gran
amor que tiene por su hija, Amy teme que ella muera prematuramente como su
homónima.
Para mí, creo que Amy encajaba mejor con Laurie que Jo ya que ambos
disfrutan de las actividades sociales como reuniones y viajes al exterior. Otro
punto a favor que ambos tienen personalidades diferentes. Si Amy es comedida,
serena y sencilla; Laurie tiene un carácter fuerte, es rebelde y pícaro y es
porque quiere el bien de Laurie que le crítica su holgazanería, algo que él
acepta. Es con el pasar del tiempo que Amy se da cuenta de que ama a Laurie y
él a ella, y finalmente este ve que su amor por Jo no era tal y puede seguir
adelante con su vida.
Cada una de las hermanas March llega a su propia evolución cuando
ellas ven que sus decisiones le han hecho pasar momentos amargos, sin embargo,
son esos instantes los que les permiten reflexionar, enmendarse y seguir
adelante.
Anime de 1987. En el sentido de las manecillas del reloj: Amy, Meg, Beth y Jo
Excelente resumen
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. Saludos.
EliminarNo era la hija del señor Laurence, era la nieta.
ResponderEliminarTienes razón. Ya corregí el error. Saludos.
EliminarConcuerdo completamente contigo amy es mejor para laurie que jo me gusta un monton la historia de mujercita y todas sus parejas tu reseña es super buena
ResponderEliminarEs cierto. Tanto Amy como Laurie disfrutan de las reuniones sociales y los viajes, mientras que Jo prefiere la soledad y la intimidad, junto con leer y escribir en casa. Una vida de casada con Laurie los habría hecho infelices a ambos porque sus estilos de vida no eran compatibles. Saludos.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPor este resumen encontré tu blog, ahora te sigo. muy buena entrada
En la vida real Louisa May Alcott no se casó, pero en la novela su equivalente, Jo March, sí lo hizo. Por ello hubiera sido bueno que aunque en la vida real Lizzie Alcott haya muerto joven, en la novela su equivalente Beth March, se salvara; así habría sido contrapesada la variación Louisa-Jo con la variación Lizzie-Beth.
ResponderEliminarYo que Laurie me habría enamorado de Beth; a Jo yo la habría visto sólo como una amiga y una hermana, tal como ella misma quería que Laurie la viese.
La felicidad de Beth de ser amada por un hombre bueno habría hecho que saque fuerzas de flaqueza, sane completamente y se salve de morir.
Beth merecía casarse con Laurie por tener la música como interés común, y para que su modestia, humildad, dulzura, bondad y generosidad sean ampliamente recompensadas con el amor verdadero de Laurie, la riqueza, el lujo y los muchos, muchísimos instrumentos musicales de teclado que él le habría podido regalar.
Qué excelente habría sido que Beth, siendo la chica más dulce, adorable, tierna, humilde y nada ambiciosa, en contraste y compensación se casara con Laurie, que era bien parecido, rico, pianista y tan amante de la música como ella; esto demostraba indiscutiblemente que habían sido hechos el uno para el otro.
Imagínense a la modestísima Beth nadando en pompa, lujo y riquezas, siendo inmensa y merecidamente feliz y amada por Laurie, y poseyendo y tocando todos los instrumentos de teclado que pudiese desear y que él le habría podido regalar: piano de cola, clavicordio, virginal, espineta, clavecín, melódica, acordeón, armonio, pampapiano y órgano de pipas. Sin duda, eso hubiera sido lo justo.
A mí me causó una gran tristeza y desazón que en la novela “Aquellas mujercitas” Beth muriera tan joven siendo la más buena de la familia y siendo justamente ella mi amor ideal. Que siendo la persona que más merecía ser amada, se haya ido al cielo tan joven y sin haber amado; me refiero a que sin haberse casado con un hombre, porque tratándose de amor al prójimo, Beth lo tenía de sobra, tan bondadosa como era la dulce niña y tanto que se hizo querer por todos.
Y ya que Beth no se casó con Laurie, merecía casarse con un hombre bueno y rico (en dinero y/o en ideas y cultura) que admirara su destreza y su virtuosismo como pianista y la amara con devoción. Que alegrara su corazoncito triste con su cariño, su humorismo y todas las cosas que tuviera y pudiera compartir con ella. Que la hiciera salir de sus casillitas con su sentido del humor y sus ocurrencias a cual más cómica. Y que también le enseñara a ser menos humildita, a levantar su modesta y hermosa cabecita y saber valorarse como lo que era, una persona bella, valiosa y encantadora por su bondad, su grandeza espiritual y su talento musical.
Es una teoría interesante, pero hay que tener en cuenta que March junto a las parejas con base en la similitud de sus aficiones y su estilo de vida. En este caso, a Laurie prefiere una vida social activa, contrario a Beth, que era más bien amante del hogar y no muy dada a las reuniones. Quizá habría funcionado, pero considero que Laurie era más feliz con una mujer con la que compartiera su mismo estilo de vida, razón por la cual termina con Amy, ya que ella sí disfruta las mismas cosas que Laurie. Me hubiera gustado que Beth hubiera tenido más desarrollo pero, dado que en un pasaje ella no manifiesta ninguna ambición a diferencia del resto de sus hermanas, es de esperarse que March pensara que ella no tenía cabido en una trama matrimonial. Saludos
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEn mi opinión, Laurie metió la pata al no decidirse a seguir como carrera su verdadera vocación que era la música y al no fijarse en la adorable pianista Beth que compartía la misma pasión musical que él. Otros lectores opinan que fue Jo quien hizo mal en no aceptar a Laurie. Lo ciertamente evidente es que al final Laurie y Amy se casaron por despecho y por descarte. Una lástima.
EliminarAmy no se casó tecnicamente por despecho. Ella buscaba un hombre que la amara, que ella amara y que tuviera dinero. Ya había intentado enamorarse de otro muchacho, pero no lo consiguió. Es su cercanía con Laurie lo que la hace enamorarse de él. Saludos.
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