LAS MUJERES EN EL TATUAJE DE LA CONCUBINA

Las mujeres del Japón en la era Tokugawa tenían una situación similar a la de un menor de edad. Sólo podían aprender labores domésticas y si tenían recursos, podían estudiar caligrafía, música, ceremonia del té y bordado. Los únicos trabajos para ellas eran concubina, mendiga, monja, granjera o prostituta. El matrimonio les daba prestigio y comodidad, pero muchas no encontraban felicidad, independencia o tranquilidad en ello.
Hice una entrada hermana sobre el libro El tatuaje de la concubina. Ahora hablaré sobre las mujeres más importantes en este libro: desde luego, Reiko, la esposa de Sano; la víctima, la Dama Harume; dos de las sospechosas, la dama Ichiteru, otra concubina del shogun junto a la Dama Miyagi, esposa del daimio (señor feudal) Miyagi Shigeru, uno de los dos sospechosos masculinos; y la Dama Keisho-in, madre del shogun. Las cinco mujeres luchan con las costumbres y deberes que la sociedad de la época les impone por su sexo y su condición social.
REIKO, LA ATIPICA
Ueda Reiko era la única hija de un magistrado muy reconocido y uno de los pocos funcionarios públicos honestos en el corrupto gobierno Tokugawa. Al quedarse huérfana de madre muy pequeña, su padre prestó atención debida a su educación al mostrar inteligencia e interés y gracias a ello, Reiko era una mujer distinta y adelantada para su tiempo. Sabía leer y escribir en un nivel superior cuando la mayoría de las mujeres japonesas de la época eran analfabetas; entendía la mente criminal, puesto que había presenciado los juicios de su padre desde los doce años; y tenía destreza en el combate con espada. En una palabra, Reiko era una mujer mucho más preparada que las otras mujeres e incluso otros hombres.
El problema es que precisamente, al recibir más educación que otras mujeres, a Reiko se le dificulta asumir los deberes y las normas que deben acatar las mujeres de su clase y de su tiempo y quiere mantener sus ilusiones, aun a costa de su matrimonio pero al mismo tiempo desea que Sano reconozca sus habilidades. Se casó a los veinte años, una edad tardía para la época, debido a su reiterada negativa a casarse. Sólo accedió cuando supo que su pretendiente era Sano Ichiro y ella se sintió atraída por su trabajo, pero cuando finalmente están juntos, ella lo considera igual a los demás hombres y se niega a estar con él, lo que llena de pesar a ambos ya que con el tiempo se dan cuenta de que su amor es mutuo.
Contra viento y marea, Reiko logra demostrar sus habilidades detectivescas e incluso logra salvar a su marido y a sí misma de ser ejecutados al descubrir una treta del enemigo de su esposo, el chambelán Yanagisawa. Con esto logra ganar el respeto como esposa y compañera por parte de Sano y ambos inician el camino correcto para un matrimonio feliz.
En mi opinión, Reiko trata de demostrar que tiene tanto valor y brillantez como un hombre y que puede ser una compañera ideal para Sano tanto dentro como fuera de casa y al poder mostrarlo se gana el respeto de todos los que la rodean.
HARUME, LA MARGINADA
Harume había nacido en Fukugawa siendo hija de un ave nocturna1 que tenía la costumbre de tatuarse el nombre de su amante de turno, algo que Harume aprendió y que la llevaría a su muerte. Cuando Harume nació, su madre se vio obligada a aceptar clientes eta2 al haber enfermado y perdido su belleza. Mientras ella atendía cada mes a un cliente que era el jefe de los descastados, su hija Harume conoció al que se convertiría en su amante y verdadero amor: Danzaemon, hijo del jefe.
Harume quedó huérfana de madre (como Reiko) a la edad de seis años y se fue a vivir a Bakurocho con su padre Jimba, un vendedor de caballos. Como este nunca contó nada sobre la existencia de ella, la familia legítima de él nunca la aceptó y siempre se burlaron de ella por ser hija de una prostituta. Aunque recibió cierta educación y regalos gracias a su padre, era solo una forma de prepararla para que se convirtiera en la futura esposa o concubina de algún funcionario del bakufu. La falta de amor y aceptación de su familia adoptiva convirtió a Harume en una joven solitaria que sólo encontraba consuelo en los halagos de sus pretendientes y admiradores.
Cuando Harume cumplió dieciocho años, su padre decidió que por fin había llegado el momento y la vendió a unos asesores del shogun Tokugawa Tsunayoshi para que fuera la concubina de este. Ya en el Interior Grande, la marginación no cesó ya que las damas, en su gran mayoría de cuna noble o samurái, no aceptaban a Harume y la despreciaban. Aun así Harume logró atraer en cierto modo al shogun al punto que empezó a solicitar su compañía muchas veces y se ganó el aprecio de la madre del shogun, Keisho-in, que tenía orígenes tan humildes como Harume.
Pero con su ascenso atrajo a una enemiga y a un hombre obsesionado con ella en el Interior Grande: la dama Ichiteru, que no soportaba que una campesina como Harume la desplazara como amante favorita; y el teniente Kushida, que se había obsesionado con ella al punto de ofrecerle escapar junto a él. Ichiteru trató de difamar a Harume y luego envenenarla, aunque ambos planes no tuvieron éxito. Por su parte, el teniente Kushida, al ser rechazado por Harume, se obsesionó más que nunca y estaba dispuesto a matar a su amante secreto.
Hablando de Harume y su relación con Danzaemon, ambos se reencontraron en un templo cerca de una posada en la que Harume se veía con el caballero Miyagi, ya que acostumbra a darse placer a si misma para el caballero Miyagi la viera y a su vez se diera placer, puesto que a él le gustaba mirar mujeres, su única forma de excitación sexual. Como ella y Danzaemon siempre se quisieron mucho, el reencuentro era algo que ambos consideraron como obra del destino, así que ambos iban a la posada a tener relaciones para que el caballero Miyagi los viera y pudiera excitarse, a sabiendas de que la relación con una concubina del shogun estaba prohibida y se castigaba con la muerte, más aun si su amante era un eta, una clase que era considerada impura por naturaleza, pero ellos sabían que era la única forma de estar juntos. Para mantener quieto al caballero Miyagi, Harume lo chantajeaba y le daba el dinero a Danzaemon. Esto y el hecho de quedar embarazada fueron los motivos de su muerte.
Para mí, la motivación de Harume era el amor. Ella amaba a Danzaemon sin importarle que él fuese eta o que los ejecutaran si los descubrían. Lo amaba de verdad porque ambos se sentían identificados debido a su vida de rechazo y marginación; por lo tanto se aceptaban el uno al otro sin discriminación. Yo considero que Harume, al tener la libertad de mantener una relación amorosa con el hombre que ama, en cierta forma, era también una mujer adelantada para su época, aunque no tanto como Reiko.
ICHITERU, LA DESESPERADA
Ichiteru era la concubina favorita del shogun antes de la llegada de Harume. Había nacido en Kioto, siendo prima del emperador y por lo tanto, se había criado en relativa comodidad, ya que la familia imperial tenía una asignación limitada para evitar que pudieran armarse y ser una amenaza para el bakufu. Ella siempre se reveló como brillante y por ello se le asignó como tutora una oiran3 del barrio de placer4 de Kioto, que le enseñó a seducir, dar placer y a excitarse. El motivo de ello era que Ichiteru había sido elegida para ser concubina de Tokugawa Tsunayoshi y de esta forma, la familia imperial recuperaría su poder por medio de ella si lograba concebirle un hijo. Al principio Ichiteru lo asume como su misión, pero después de un tiempo en el Interior Grande el desprecio por su familia crece, la codicia se apodera de ella y empieza a desear con todas sus fuerzas darle un hijo al shogun para convertirse en su consorte oficial, gozar de riquezas y tener el poder de hacer lo que quisiera.
Trece años después, a sus veintinueve años, luego de dar a luz a dos varones que nacieron muertos y con la aparición de Harume, Ichiteru fue desplazada por esta como favorita y ella temió lo peor porque cuando cumpliera treinta su tiempo como concubina habría acabado y tendría que volver a Kioto en desgracia al haber fracasado en su misión. Intentó difamar y envenenar a Harume, pero falla, y su frustración llega al tal grado que pelea cuerpo a cuerpo con Harume y la amenaza de muerte. Se habrían lastimado seriamente si no hubiera intervenido una funcionaria de palacio (Eri, prima de Reiko) y hubiera escondido el incidente.
Al morir Harume, Ichiteru recuperó su favor e intentó todo lo posible para quedar embarazada en el menor tiempo posible y dar a luz un varón vivo, puesto que sólo le quedaban tres meses más como concubina antes de retirarse. Mientras ocurría la investigación de la muerte de Harume, Ichiteru sedujo a Hirata, el compañero de Sano, aprovechando su falta de experiencia con mujeres de clase alta, y de esta manera, lo manipuló para entorpecer la investigación inculpando a la dama Keisho-in (a la que siempre despreció), y a su confesor, el sacerdote Ryuko. Si no hubiera sido por la investigación independiente de Reiko, Ichiteru se hubiera salido con la suya.
Aunque Ichiteru no mató a Harume, está claro que fue responsable de un anterior envenenamiento fallido a Harume y estaba desesperada por evitar que alguien lo descubriera. Ella no es condenada a muerte por obstruir la investigación, pero termina destituida de su cargo de concubina tres meses antes de su fecha oficial de retiro, por lo que debe regresar a Kioto en desgracia a pasar el resto de su vida como una solterona en la pobreza, lo que siempre temió.
A pesar de que Ichiteru es el típico estereotipo de la mujer fatal y de que la ambición es su motivación, su desesperación también lo es. Al quedarle poco tiempo como concubina, intenta hacer todo lo posible para no perder el favor del shogun y su meta de ser consorte oficial, incluso si eso involucra acciones deshonestas, pero son precisamente sus actos los que la llevan a perderlo todo.
AKIKO, LA OBSESIONADA
Miyagi Akiko era la esposa del daimio de la provincia de Tosa, Miyagi Shigeru, y vivía en la mansión de los Miyagi con sus padres, tíos y primos desde niña. A la edad de once años fue abusada sexualmente por un tío que fue expulsado después de que su primo y futuro esposo, Shigeru, le informara a su padre. Desde ese momento ella sólo se sintió segura cuando estaba con él y lo ayudaba a espiar mujeres con tal de apoyarlo.
Cuando el padre de Shigeru murió, su matrimonio había sido aplazado con la esperanza de atraer jóvenes ricas casaderas pero la idea fracasó por el rango inferior de la familia Miyagi, así que optaron por casar a Shigeru con la hija mayor de la rama siguiente a la de él. Esa mujer era Akiko.
La pareja prefería la poesía, la música y la tranquilidad por lo que al casarse, despidieron a muchos criados y enviaron a casi toda la familia a Tosa. Para complacer a su esposo, Akiko (ahora llamada Dama Miyagi) lo llevaba a ver mujeres para que pudiera satisfacerse sexualmente puesto que ella había quedado incapacitada para la gratificación sexual y para tener hijos a raíz del abuso sexual. Su esterilidad era un motivo por el cual buscaron mujeres no sólo para que fueran sus concubinas sino también para ser objetos de satisfacción sexual a través de la observación.
Sin embargo, aunque aceptaba que su esposo espiara mujeres no le agradaba que estas mujeres intentaran quitarle su marido o es lo que ella creía, así que cuando pensaba que había peligro, recurría al asesinato mediante el envenenamiento. De esta manera asesinó a la hija de sus vecinos y años después, a la Dama Harume. Esto último se debió a que la vio en el templo de la diosa protectora de las mujeres colgando una oración para tener un parto sin problemas y temió que se convirtiera en consorte de su esposo y su hijo en heredero, así que envenenó la tinta con la que Harume se hizo el tatuaje. Pero lo que no sabía era que su esposo nunca le fue infiel y que el hijo que esperaba Harume era del jefe de los descastados, Danzaemon.
Cuando Reiko es invitada por los Miyagi a pasar un fin de semana con ellos, ella lo aprovecha como una manera de investigar a la pareja ya que intuye que el asesino de la Dama Harume está entre los Miyagi, pero cree que puede ser el daimio. Ahí se ve un gran defecto de Reiko que casi le cuesta la vida: sus prejuicios sociales al creer que una mujer no podía ser una asesina. Cuando la Dama Miyagi se da cuenta intenta asesinarla pero es detenida por Sano que ya había averiguado que ella era la asesina de la Dama Harume y que además mató a las concubinas de su marido para asegurarse de que ellas no pudieran darle hijos. Se inicia un combate en el que los Miyagi mueren (el caballero Miyagi se suicida al ser derrotado por Sano y la dama Miyagi cae a los acantilados).
El gran defecto de la Dama Miyagi es su inseguridad, producto del abuso sexual que sufrió y que la dejo incapacitada tanto física como psíquicamente. Ella amaba a su esposo de manera tan obsesiva y celosa que estaba dispuesta a eliminar a cualquiera que representara una amenaza para su vida perfecta y de esta manera mató a cinco personas (a la hija de su vecino el soldado; a Harume; a Choyei, el buhonero que le vendió el veneno usado contra Harume y a las concubinas de su esposo). La obsesión por su estabilidad y su matrimonio la llevan a destruir su familia y a si misma.
KEISHO-IN, LA RIVAL
La última de las mujeres, Keisho-in, es la más curiosa pues tiene una alta posición comparada con su humilde cuna y es el único personaje femenino del libro que realmente existió. Ella era hija de un verdulero de Kioto. Al morir su padre, su madre se convirtió en amante del cocinero del príncipe regente imperial y de esta manera Keisho-in se convirtió en amiga de una joven perteneciente a una familia rica y distinguida de la ciudad. Cuando la amiga se convirtió en concubina de Tokugawa Iemitsu se llevó a Keisho-in, que a su vez se volvió su concubina. A la edad de veinte años dio a luz a Tsunayoshi y ocupó el cargo más alto que una mujer podía ocupar en el Japón de la época Edo: consorte oficial del shogun y madre del sucesor. Se encargaba de manejar las dependencias de las mujeres conocidas como Interior Grande, puesto que la esposa de Tokugawa Tsunayoshi era una mujer invalida que estaba confinada en la cama.
Al igual que su hijo, es descrita como de mente débil y voluble de afectos. Seduce a hombres y mujeres por igual, pero al mismo tiempo se niega a aceptar que su hijo sea homosexual, por lo que junto con el sacerdote Ryuko, lo convence de expiar los pecados de sus ancestros. Como Tokugawa Tsunayoshi había nacido en el año del perro, ella y el sacerdote Ryuko lo disuadieron para que promulgara leyes de protección para estos animales y así los dioses pudieran darle un heredero. A pesar de los esfuerzos aún no había heredero.
A pesar de su poca brillantez, el chambelán Yanagisawa la ve como un obstáculo para sus planes de controlar Japón por su devoción al budismo y su apoyo a los sacerdotes, en los cuales se había gastado una gran cantidad de dinero, así que planea usar el asesinato de la Dama Harume para destruirla tanto a ella como a Sano, aunque esperaba que la exiliaran dado que era la madre del shogun y este nunca sería capaz de matarla. Pero no contaba con que los torpes descuidos de su amante, Shichisaburo, y la astucia y la curiosidad de Reiko echarían por la borda su plan. No sólo Keisho-in salió bien librada, sino que ella y Sano se volvieron más cercanos, ya que ambos se unieron en contra de su enemigo en común. Ahora Sano tenía el apoyo de ella para poder continuar con su carrera.
Con esta entrada, doy por concluido este mes de la mujer. En este mes escribí sobre mujeres que desean encontrarse a si mismas, luchar contra la corriente con tal de ser felices y aprender a ser mejores mujeres y seres humanos. Algunas triunfaron en su propósito, otras pagaron con la muerte o con sufrimiento su osadía y una que otra se sacrificó para que las demás pudieran encauzar su vida. Todas estas mujeres son las que yo considero dignas de hacerles una entrada. Espero que las entradas del próximo año les gusten tanto como estas.
NOTAS
1 Eufemismo para las prostitutas ilegales que servían a clientes que no podían pagar una prostituta legal, en su mayoría, de alto nivel y costo. Para saber más información sobre las prostitutas de alto nivel, es decir, cortesanas o por su nombre japonés, oiran, véase la nota 3.
2 Véase la entrada anterior.
3 Cortesana -prostituta de alto rango- que vivía en burdeles ubicados en barrios designados para mujeres de su condición, todo ello con autorización del gobierno. Tenían una educación y etiqueta propias de la clase noble, pero también eran maestras en el arte del placer sexual, por lo que sus clientes eran nobles y samurais. Su alto costo, su aislamiento en los barrios del placer y la irrupción de las geishas (que eran similares, sólo que no ofrecían servicio sexual) provocaron su declive y definitiva desaparición a mediados del siglo XVIII.
4 Equivalente a los actuales barrios rojos. Probablemente ese barrio era Shimabara, dado que era el único autorizado y de gran importancia, estatus y reputación en Kioto.

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