LOS PESCADORES DE VIGAS

Después de haber acabado un corto mes de Halloween, empiezo noviembre con un cuento corto, Los pescadores de vigas del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Dicho cuento se puede hallar en el libro de relatos Cuentos de amor de locura y de muerte, que fue publicado en 1917. Este año se cumplió el centenario de la publicación y los ochenta años del fallecimiento de su autor.

La mayor parte de los cuentos de este libro (y en general, la mayoría de los libros de los cuentos de Quiroga) tienen un matiz pesimista y trágico. Una muestra de ello es A la deriva, que también pertenece a Cuentos de amor de locura y de muerte. Sin embargo y a diferencia de la mayoría de los cuentos de este libro, Los pescadores de vigas no tiene un final triste. Tampoco es feliz; digamos que es más bien un final sobrio.

El cuento trata sobre un hombre llamado Candiyú que quiere conseguir un gramófono que posee su jefe, míster Hall. Sin embargo, el precio del mismo (cincuenta pesos) es demasiado para un hombre con un empleo menor como Candiyú. A pesar de esto, míster Hall le ofrece darle el gramófono y algunos discos si pesca en el rio vigas de palo rosa. A Candiyú le parece imposible porque el palo rosa es raro y, por lo tanto, muy apreciado como madera para muebles, pero aun así acepta la propuesta, pensando que es demasiado buena para dejarla pasar.

¿Por qué Candiyú aceptaría un trato así? Uno pensaría que es descabellado un intercambio entre un gramófono y unas vigas de palo rosa. Hay que analizarlo detenidamente. Un gramófono es demasiado caro para un obrero como Candiyú y míster Hall desea hacerse un escritorio con palo rosa, madera muy difícil de conseguir, incluso aunque dispusiera de personas que pudieran buscarlo por él; así que decide valerse de la habilidad de Candiyú para conseguir lo que necesita. De esta manera, tanto Candiyú como míster Hall obtendrían lo que desean.

Candiyú es un obrero de origen indígena que le llama la atención los elementos novedosos, en particular el gramófono que posee su amo, pero no puede permitírselo. Es muy persistente, como se ve cuando recorre para pescar vigas de palo rosa, madera con la que obtendría su soñado gramófono.

Por su parte, míster Hall es el patrón de Candiyú. Como lo indica su nombre, es un extranjero de lengua inglesa, por lo que no está claro si es estadounidense o británico. Es un hombre que, aunque puede permitirse aparatos por su posición, desea algo que no puede conseguir por sí mismo y se trata de madera de palo rosa. Sólo puede conseguirlo mediante hombres que buscan vigas que circulan por el río, los así llamados pescadores de vigas. Al enterarse de Candiyú solía pescar vigas, le pide que busque vigas de palo rosa y le daré a Candiyú lo que más desea.

Los pescadores de vigas es un cuento muy corto y la situación se resuelve de manera rápida, si bien con dificultad. Es probable que sea un poco más soso que la mayoría de las historias de Cuentos de amor de locura y de muerte por su rápida acción. Para mí, no es un cuento que recomendaría a todos a menos que quieran un relato de Horacio Quiroga que no contenga un desarrollo trágico.