EL CORAZÓN DE PIEDRA VERDE
Para concluir el mes y para celebrar que esta
es la entrada número 150, lo hago con una de las novelas que más ha
representado la Conquista de América, el encuentro en un español y la hija de
un rey azteca y un jade. Por supuesto, me refiero a El corazón de piedra verde
del español Salvador de Madariaga. Esta novela fue publicada en 1942, por lo
que este año se cumplen 75 años de su aparición.
La novela está compuesta por tres partes y
diecisiete capítulos y es la primera de una serie o saga de libros llamada
Esquiveles y Manriques, que trata sobre dos familias de origen español que se
encaran a lo largo de los siglos. Madariaga pensaba hacer una pentalogía de la
historia de México que abarcara desde el siglo XVI hasta el siglo XX; sin
embargo, no llegó a concluir la última novela. Por tanto, Esquiveles y
Manriques quedó hasta los albores de las revoluciones hispanoamericanas.
El corazón de piedra verde trata sobre dos
personajes ficticios que representan el encuentro de dos mundos: Europa, el
viejo mundo y el cristianismo; y América, el nuevo mundo y las tradiciones
indígenas. Un hombre y una mujer. Un español y una azteca. Un cristiano y una
pagana. Alonso Manrique y Xóchitl.
La primera parte, llamada Los fantasmas, que
consta de seis capítulos, habla de los primeros años de los protagonistas y las
situaciones que anticiparon el encuentro entre ambos.
La segunda parte, que se llama Los dioses
sanguinarios y contiene cinco capítulos, muestra la vida de Alonso en el Nuevo
Mundo, su encuentro con los distintos grupos indígenas que viven en el
territorio mexicano y su reencuentro con Cortés, además de la desunión y las
conspiraciones entre las tropas de este. También se muestra la convivencia de
Xóchitl con la familia de Moctezuma. A partir del tercer capítulo, las
historias de Alonso y Xóchitl son colocadas de manera yuxtapuesta en cada
capítulo y no uno para Alonso y otro para Xóchitl como había sido hasta
entonces. Esto puede generar dificultades a la hora de seguir la novela.
La tercera y última parte, Fe sin blasfemia,
consta de seis capítulos. Los primeros cuatro capítulos muestran el encuentro
entre Alonso y Xóchitl y cómo se enamoran tan pronto como se encuentran y todas
las cosas por las que deben pasar antes y después de casarse. Los dos últimos
tratan sobre su estancia en España y cómo Alonso debe solucionar los problemas
que se crearon debido a su ausencia de años y cómo al final logra tener una
vida tranquila y feliz junto a Xóchitl.
Los dos personajes principales son, como ya
mencioné, Alonso Manrique y Xóchitl. Además de ellos, existe una gran cantidad
de personajes tanto históricos (Hernán Cortés, Moctezuma, Nezahualpilli,
Marina) como ficticios (Citlali, Ixtlicoyu, Ixcauatzin, Vicente Esquivel,
Antonio) y varios de ellos tienen momentos en los que son protagonistas de la
trama. Si no fuera por la importancia que tienen Alonso y Xóchitl, este elenco
se podría considerar coral, puesto que la mayoría tienen la misma cantidad de
tiempo en escena.
Manuel Alonso Manrique Santamaría (su nombre de
bautismo) era hijo de don Rodrigo Manrique y de su esposa, la judía conversa
Isabel Santamaría, cuyo nombre judío era Salomé Ha-Levy. Nacido en noviembre de
1491, a las dos semanas de su nacimiento ocurrió la rendición de Granada, en la
que los moros y los judíos se rindieron ante los Reyes Católicos, Fernando de
Aragón e Isabel de Castilla.
Granada tiene un valor histórico por haber sido
el último bastión de los judíos españoles, los cuales quedaron sometidos a la
autoridad de los monarcas. Al año siguiente estos decretaron que los judíos que
vivían en España debían convertirse al cristianismo o de lo contrario serían
expulsados. La madre de Alonso fue una de las personas que eligió convertirse
mas no el padre de esta, Samuel Ha-Levy, que era el rabino de la comunidad. Por
esta razón, este se exilia no sin antes darle sus propiedades a su yerno.
Alonso creció aprendiendo hebreo y árabe, las
lenguas de su madre y su niñera, respectivamente. Recibió una excelente
formación tanto educativa como religiosa y era excelente con la espada. Cuando
era niño fue golpeado por su padre por tomar unas monedas de oro, algo que le
generó una aversión a dicho metal.
Sin embargo, a lo largo de su formación recibe
visiones distintas sobre las mujeres. El prior de la localidad, el padre
Guzmán, que lo instruye en religión le da una imagen pura de la mujer, pero su
tutor Antonio ofrece una que demuestra misoginia. Todo ello lo confunde. Sin
embargo, tras un incidente protagonizado con su tutor y la hija de una familia
rival de la suya, decide que la mujer está en punto medio: no es pura pero
tampoco puta. Decide entrar al seminario, pero luego de dos años debe
abandonarlo ante un incidente que cambiaría el rumbo de su vida para siempre. Se
le perdona la vida, aunque es desterrado y se le obliga a tomar voto de
castidad. Así en 1512, Manuel Alonso Manrique parte para las Indias1.
En La Española2 se convierte en
hacendado y se reencuentra con Antonio, pero las intrigas y los ataques del
resto de los granjeros, que no le perdonan su rápido éxito en poco tiempo y su
buen trato hacía los nativos, hacen que él se embarque hacía Cuba en 1514; sin
embargo, la nave es víctima de un temporal y naufraga en costas mexicanas. Allí
termina capturado por los totonaques y se hace amigo de un mexica, Ixtlicoyu o Cara-Larga, también cautivo. Con el tiempo
es vendido a los otomíes, que lo creyeron un dios; aunque Alonso aprovecha esta
situación para evangelizarlos. En medio de su cautiverio, aprende náhuatl y
otomí.
Después de escuchar un posible atentado, huye
junto a Cara-Larga y se establece en un lugar lejano para luego encontrarse con
Cortés (a quien ya conocía hacía tiempo en España) y sus tropas, uniéndose a
ellas junto con Cara-Larga como traductor y capitán y, más tarde, como alguacil
mayor. En compañía de Cara-Larga y del padre Olmedo, logra reducir en parte las
atrocidades que los hombres de Cortés cometen, pero también evita los sacrificios,
salvando así la vida de la mujer que se convertiría en su esposa. Después de
muchas peripecias, logra regresa a España en 1521 para solucionar los problemas
ocasionados por su larga ausencia, entre ellos salvar a su madre y a sí mismo
de ser condenados por la Inquisición.
En general, Alonso Manrique es benevolente y
devoto sin ser fanático religioso. Se preocupa por los demás, tanto españoles
como indígenas, y le desagrada la violencia innecesaria, razón por la cual
prefiere actuar como asesor e intérprete de Cortés junto con Marina, la amante
de este. Está decidido a evangelizar a la población nativa de manera pacífica
porque lo considera una manera de llegar al Cielo, logrando su objetivo cuando
Moctezuma y Cuauhtémoc son derrotados en el campo de batalla y ganando el
corazón de piedra verde. Debido a su desinterés por el dinero y las mujeres,
aunque lo último cambia al conocer a Xóchitl, es objeto de calumnias y envidias
por parte de otras personas. Tiene sueños que predicen su encuentro con Xóchitl.
Al ser hijo de un español y de una judía, Alonso representa de manera plena a
los visigodos, a los romanos y a los moros, los cuales componen la cultura
española.
Xóchitl3 era la hija del tlatoani4
Nezahualpilli y de su primera esposa Xochotzincatzin o Pezón-de-Fruta, la cual
murió tras darla a luz. A pesar de sus cuarenta esposas, de sus dos mil
concubinas y de sus más de cien hijos, consideraba especial a Xóchitl al ser la
única hija de su esposa favorita, es decir, de la única mujer que había amado
de verdad.
Xóchitl nació en el año 1500 de la era
cristiana5. Según el calendario azteca, nació en el mes 1-Cañas del
año 3-Cuchillos, considerado de mal augurio a causa de su significado agresivo
relacionado con el punto cardinal, el Norte, de donde venían enemigos, sangre y
fuego y con Quetzalcóatl, regente de ese mes. Al haber nacido en el
ChicueXóchitl6, en ese momento, el vigésimo día de dicho mes, su
padre decidió bautizarla de inmediato con el nombre de Xóchitl.
Pronto Xóchitl se convirtió en la hija
preferida de Nezahualpilli y la única que alegraba su existir, el cual se le
había hecho insoportable tras la muerte de Pezón-de-Fruta. Desde pequeña,
Xóchitl fue instruida en la tradición oral azteca, que incluía mitos y leyendas
sobre los dioses y demostró ser brillante.
Sin embargo, lejos de sentirse satisfecha con
esta educación, ella comenzó a tener dudas sobre las historias que le contaba
su niñera Citlali, que sólo eran aclaradas por su padre. Tiene la facultad de
ver fantasmas y de hablar con ellos, como se ve cuando habla con una antigua
reina, Seno-de-Jade, la cual le habrá sobre un corazón de piedra verde que
posee su padre y que tiene atributos místicos de sus creencias. Poco después de
hablar con Seno-de-Jade, se entera de su compromiso con Macuil Malinaltzin,
hermano de Moctezuma, tlatoani de Tenochtitlan. Además, tiene sueños
proféticos, como se ve cuando sueña con un barco en el que había unos hombres
de piel clara y uno de ellos rezaba, aunque cree que son Quetzalcóatl y sus
seguidores. Xóchitl cree que Quetzalcóatl llegará para evitar su matrimonio.
Se casa con Macuil Malinaltzin a la edad de
trece años, pero enviuda tres años después cuando este muere en batalla y no
considera casarse porque está enamorada del hombre del sueño. Sabiendo que sus días están contados y para
evitar que quede desprotegida, su padre decide ponerla al cuidado de su sobrino
Ixcauatzin, con el que Xóchitl tiene una buena relación, y le dice que siga las
ordenes de Xóchitl una vez muera. Ella se queda con el corazón de piedra verde
de su padre cuando le pide a Ixcauatzin que lo saque de su cuerpo mientras debe
evitar a Moctezuma, que la pretende.
Ella regresa con su hermano Cacama, pero cuando
Moctezuma le pide que regrese a Tenochtitlan y ella se niega, este decide
sacrificarla a los dioses, algo que se había concretado si Alonso no lo hubiese
detenido a tiempo.
Alonso y Xóchitl se enamoraron tan pronto como
se vieron ya que ambos se conocían por sus sueños. Sin embargo, había dos cosas
que dificultaban su amor: el voto de castidad de Alonso y el juramento de
Ixcauatzin. Cuando Ixcauatzin decide liberar a Xóchitl de él mismo y el padre
Oviedo hace lo mismo con el voto de castidad de Alonso, ambos se casan después
de que Xóchitl se bautiza como cristiana y toma el nombre de María Rosa.
En resumen, Xóchitl es una mujer decidida y
persistente en sus decisiones. No le teme a la muerte, como se demuestra cuando
iba a ser sacrificada, y ama mucho a sus seres queridos. Su entereza de
carácter se demuestra cuando acude a los familiares de Alonso para que
intercedan por él y estos admiran su manera de ser. Ella representa a los
pueblos indígenas que aceptaron la llegada de los españoles y se adaptaron a
las nuevas circunstancias.
Además de los protagonistas, hay una gran
diversidad de personajes, los cuales clasificaré como históricos y ficticios. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que el retrato de los personajes históricos en
El corazón de piedra verde no es la visión histórica que viene de los
historiadores sino el punto de vista del autor.
Moctezuma es el penúltimo tlatoani de
Tenochtitlán. En la novela es descrito como supersticioso, cruel, caníbal y
depredador sexual, algo que se ve cuando intenta cortejar a Xóchitl. Tampoco
tolera cuando alguien está en su contra, haciendo que dicho opositor sea
ejecutado o enviado a una batalla para morir. Sin embargo, cuando se da cuenta
de que no puede luchar contra Cortés, se rinde y dimite de su cargo.
Nezahualpilli es el tlatoani de Texcoco y padre
de Xóchitl, además de más de cien hijos. Le enseña a su hija sobre los dioses,
pero también le deja enseñanzas sobre los sueños, el destino y a tomar sus
propias decisiones, algo que muchos de los sacerdotes estaban en contra. Esto muestra
que Nezahualpilli fuese un hombre progresista para la época y el pueblo en el
que vivía.
Cuauhtémoc es el último tlatoani de
Tenochtitlán, al ser nombrado cuando su hermano Moctezuma renunció. Cuauhtémoc
muestra las características negativas de un joven monarca: impetuoso, terco y
muy poco dispuesto a escuchar a otros tlatoanis o a los sacerdotes, que
intentan hacerle ver que pelear con los Rostros Pálidos, como llaman ellos a
los españoles, sólo traería muertes innecesarias y reafirmaría su poco poder
ante los españoles.
Hernán Cortés es retratado como un líder ante
sus hombres y como alguien que prefiere conciliar antes que pelear, siendo este
el último recurso, es decir, cuando el diálogo es imposible. Esta es la
principal razón por la que mantiene junto a él a Alonso. Cortés sabe que no
tiene sentido luchar con los aztecas por su menor número de hombres y quiere
evitar la violencia al negociar con ellos. Sin embargo, como no conoce ninguna
lengua aparte del español, necesita otro interprete además de Marina. Alonso es
el más indicado por su naturaleza pacifista, moderadora y protectora.
Vicente Esquivel nació en el mismo año que
Alonso. Desde el primer momento en que ambos tienen contacto, se convierten en
rivales. Es todo lo contrario a Alonso: indisciplinado, desobediente e irritable,
y es criado bajo los preceptos antisemitas de su padre. Esto lo convierte en un
delincuente juvenil que se salvaba de recibir severas represalias por la
posición de su familia. Para evitar que siga causando problemas, Cortés le
ofrece un puesto como paje y llevarlo con él al Nuevo Mundo. Los Esquiveles
aceptan.
Pronto se convierte en miembro del grupo de
Diego Velázquez, bajo el mando de Cortés. Tras reencontrarse con Alonso, la rivalidad
no cesa e insiste en que varios de los hombres deberían desconfiar de Alonso
por su origen judío. Para él, Alonso es judío, así su madre se haya convertido
y él haya sido bautizado en la fe católica7. Siempre busca hacerle
daño a Alonso de cualquier manera, junto con su padre y su hermana, pero más
adelante descubrimos que su antisemitismo no es más que una fachada hipócrita.
Hay dos personajes que son representados como
mentores para Alonso. Uno de ellos es Antonio. Lujurioso, machista y racista, intenta
que Alonso siga sus pasos y siempre se encuentra con la oposición de él; sin
embargo, tras reunirse con él después de varios años sin verse ha llegado a
apreciar su carácter.
El otro es el padre Guzmán, que le enseña sobre
religión y toda clase de virtudes morales. Gracias a sus enseñanzas, Alonso
decide entrar al seminario para servir a Dios, pero tras su expulsión y su
destierro, encuentra una nueva forma de acercarse a Dios evangelizando a los
indígenas. El padre Guzmán muere un año antes del regreso de Alonso a España.
En cuanto a los personajes indígenas ficticios,
hay tres que sobresalen: Citlali, su esposo Ixtlicoyu o Cara-Larga e
Ixcauatzin, el hermano de Xóchitl. Citlali es la niñera de Xóchitl, cuyo esposo
desapareció por varios años y se lo creyó muerto, por lo que se consagró a
educar y cuidar de Xóchitl. Ixtlicoyu es el compañero de Alonso, el primer
indígena de quien se hace amigo y el cual le enseña náhuatl. A cambio, Alonso
le enseña a leer y a escribir español. Ixcauatzin es el guardián de Xóchitl que
fue designado por Nezahualpilli antes de que muriera y debe cuidarla hasta la
llegada de Alonso.
Uno de los temas que trata la novela es el
destino. Para los personajes, el destino es inamovible, lo que
significa lo que ocurre siempre ocurrirá, sin importar cuanto intenten
detenerlo. Dos de ellos creen en el destino: Alonso y Xóchitl, que debido a su
facultad de sueños proféticos, saben
que están destinados a encontrarse en algún momento de sus vidas.
Otro tema es la discriminación por parte de los
españoles, no sólo para con los indígenas sino contra otros españoles, sólo
porque estos descendían de judíos o musulmanes. Un ejemplo de esto son los
Esquiveles, que siempre intentar hacerle la vida imposible a Alonso por su ascendencia
judía. También vemos como varios españoles maltratan a los indígenas, como por
ejemplo Antonio, el ex tutor de Alonso.
Las creencias religiosas son uno de los aspectos
más importantes en El corazón de piedra verde. Para Alonso, creer en Dios es
muy importante en su vida como se refleja en su deseo de entrar a un seminario.
A pesar de que no se convierte en un sacerdote, logra ejercer como siervo
de Dios evangelizando a los indígenas que desean escuchar y aceptar sus
creencias y evitando las muertes innecesarias.
Para Xóchitl, lo que le inculcó su padre sobre
las creencias aztecas fue algo invaluable para su vida. Le enseñó a tener a no
dar por sentado las cosas, la ayudó a aceptar mejor sus sueños y a que lo está
por ocurrir, ocurrirá. Quizá por esto, Xóchitl abrazó fácilmente la religión
católica para estar con su amado y nunca mostró arrepentimiento por ello.
Sin embargo, para mí lo que más resalta es el
contacto entre el viejo mundo (Europa) y el nuevo mundo (América), no sólo representado
en la forma en como los españoles llegan hasta el continente y tienen contacto
con los indígenas sino en la manera en las que ambas culturas se encuentran. En
el caso de Alonso y Xóchitl, sus personalidades, sus principios y sus creencias
son tan diferentes y tan iguales a la vez que son clave para su relación.
El corazón de piedra verde es una novela que
mezcla elementos románticos, históricos, religiosos y de fantasía para hacer un
libro único y peculiar en la literatura en español. Sin embargo, a pesar de que
me gustó sobre todo por los giros de trama que aparecen en la parte final, hay tres
problemas que no puedo pasar por alto: su ritmo irregular y a veces sobre
extendido, el excesivo uso de elementos religiosos, en especial la tercera
parte; y la poca evolución de los personajes, sobre todo los protagonistas, que
son demasiado perfectos en mi
opinión.
¿Recomiendo este libro? El libro es capaz de
engancharte, pero hay capítulos que deberían ser más cortos. Para alguien que
quiere una novela sobre la conquista de América, este libro sería ideal pero no
para alguien que gusta de las novelas históricas. También sería para alguien
que desee ver el punto de vista de los españoles sobre este periodo de la
historia.
NOTAS
1 Nombre con el que se designaba a Asia y América
hasta el siglo XIX, debido a la confusión que se generó cuando llegó a tierra
americana en 1492 creyendo que era Asia. Américo Vespusio se encargó de mostrar
que era un continente diferente gracias a sus trabajos de cartografía. Para
diferenciarlas, América era llamada Indias Occidentales y Asia, Indias
Orientales.
2 Isla en
donde están ubicados Haití y República Dominicana.
3 Significa
flor en náhuatl.
4 En
náhuatl, término con el que se designaba a los gobernantes de las ciudades (āltepētl).
Estos eran elegidos por los nobles (pīpiltin) ya fuera como gobernantes de una
familia o de varias poblaciones.
5 Según el
calendario juliano. Hay que tener en cuenta que esto es antes de 1582, año de
irrupción del calendario gregoriano.
6 Significa
ocho flores en náhuatl y se empleaba para un periodo de ocho días en los que se
debía esperar para bautizar a un niño que había nacido en las seis primeras
casas de un mes.
7 De
acuerdo con el halajá (conjunto de normas del judaísmo) y Deuteronomio 7: 3-4, la
identidad judía es considerada matrilineal, lo que significa que aquel que
nazca de una mujer judía, es considerado judío. El hecho de que Alonso tenga
una madre judía (aunque conversa al catolicismo) hace que Vicente, que odia a
los judíos, desprecie a Alonso.
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