CASA DE MUÑECAS
Para este mes de marzo, voy a realizar entradas dedicadas a la
mujer y sus distintas problemáticas en diferentes países y eras. Este mes pensé en hacer un top sobre las mujeres más valerosas y fuertes de la
literatura universal, pero creo que debo esperar un año más para hacer este tipo
de conteos; así que voy a empezar esta semana y este mes, el mes de la mujer, con una obra de
teatro que es una de las primeras obras feministas en la literatura. Me estoy
refiriendo a Casa de Muñecas, del escritor noruego Henrik Ibsen, publicado en
1879. Esta obra la leí por primera vez, creo que en el 2004 o 2005, pero
siempre es un libro que nunca me canso de leer.
Para
empezar, quiero hacerlo sobre la sociedad noruega de finales del siglo XIX la cual
era bastante conservadora al punto de no permitir que las mujeres fueran dueñas
de sus propias decisiones o las que involucraban a su familia, como ocurría con
Nora. Sin embargo, había mujeres que lograban mantener su independencia
mediante el trabajo pero a menudo eran solteras y debían abandonar su trabajo
al casarse. En resumen, tenían una situación bastante compleja y estrecha.
Ahora la sociedad noruega es una de las más liberales e igualitarias del mundo.
Para
los que ya han leído la obra, Casa de Muñecas trata sobre una mujer llamada
Nora, que parece vivir cómoda y perfectamente con su vida de esposa del abogado
Helmer, que ha sido nombrado como director del Banco, y madre de tres hijos y
espera poder pasar unas Navidades felices, pero en realidad esconde un secreto
que, de ser revelado, pondría en peligro su aparente felicidad.
Hace
mucho tiempo, cuando su esposo está gravemente enfermo, ella buscaba dinero
para que Helmer pudiera irse a Italia y de esta forma, reponerse de su enfermedad
(quizá tuberculosis). Al mismo tiempo, su padre había enfermado de muerte y
Nora se vio obligada a quedarse con su marido puesto que ella estaba esperando
el nacimiento de su hijo mayor. Nora supo que sólo un viaje a Italia podía
salvarle la vida pero necesitaba un préstamo para ello, algo para lo que
necesitaba la firma de su padre, a nombre de quien estaría el préstamo. Como
ella no quería molestar a su padre en sus últimos días, Nora falsificó su
firma. Finalmente obtiene el préstamo y ella, su esposo y su hijo viajaron a
Italia y Helmer se recuperó.
Volviendo
al tiempo presente, para cuando llega la Navidad a Nora ya no le queda mucho
para terminar de pagar el préstamo; pero como está consciente de que ha
falsificado una firma, ella le confiesa todo a su amiga, la señora Linde, que
acaba de llegar a la ciudad, por si algo llega a pasar. Precisamente, el hombre
que le facilitó el préstamo, Krogstad, intenta chantajear a Nora para conservar
su puesto en el mismo banco que Helmer dirigirá. Como Nora es incapaz de
convencer a Helmer, Krogstad escribe una carta en la que le narra todo y ella
se ve obligada a recurrir a la señora Linde, la cual decide ayudarla.
Luego
de una conversación en casa de la familia Helmer entre Krogstad y la señora
Linde, él da marcha atrás pero la señora Linde le dice que mantenga la carta en
el buzón porque se ha dado cuenta de que las mentiras se tienen que destapar.
Cuando ambos se van, llegan Nora y Helmer, y justo cuando Nora piensa huir para
suicidarse, Helmer aparece con la carta de Krogstad en la mano. En vez de
mostrar comprensión para con su esposa, le reprocha su supuesta falta de
principios y no reconoce el esfuerzo que Nora hizo para salvar su vida. Sin
embargo, llega una segunda carta de Krogstad con el pagaré del préstamo, y
Helmer se siente aliviado pero Nora se ha dado cuenta de que su matrimonio es
sólo una cortina de humo, una mentira. Luego de una conversación en que ella le
revela a Helmer lo que en realidad es su matrimonio y cómo ella desea recobrar
sus deberes como persona y como mujer, Nora abandona su hogar.
Ahora
voy a hablar de los personajes principales de la obra, los cuales al inicio de
esta muestran una cara, pero a medida que esta avanza, vemos que estos en
realidad muestran su verdadera faceta. He notado que muchos personajes, sobre
todo Nora, Krogstad y la señora Linde practican el refrán “el fin justifica los medios”, algo que ya había tratado en una entrada anterior.
Nora
se muestra al principio como una mujer superficial, algo tonta y un poco
infantil, pero en realidad es determinada, reflexiva e intrépida pues está dispuesta
a tomar cualquier riesgo así sea ilegal con tal de salvar y proteger a sus seres queridos
aunque tenga que mostrarse como tonta y sumisa, un ave que trina pero que no
opina. Cuando finalmente se da cuenta de que ella es tan importante como los
demás y de que Helmer no es el hombre comprensivo y amoroso que creyó, se va
pues siente que antes de ser una mejor esposa y madre, debe ser una mejor
mujer. Todo esto la convierte en un personaje más complejo de lo que en realidad es.
Helmer,
el esposo de Nora, al principio se muestra como un hombre que ama la seguridad
que tiene, feliz con su vida familiar y con una aparente moral intachable
fundada en las apariencias. Sin embargo, es condescendiente y dominante con Nora
prohibiéndole comer dulces, permanecer en un baile o incluso molestándola por
su forma de gastar sin saber que ella está pagando su viaje a Italia. Cuando
Helmer descubre lo que Nora hizo, se lo recrimina revelando su incapacidad para
entender los sentimientos y deseos de Nora y demostrando que le importa más el qué
dirán que su esposa, poniendo al descubierto su doble moral y al contrario, su
obsesión por las apariencias, su egoísmo y su apego a los convencionalismos
sociales. Esto le hace perder el amor de Nora de manera definitiva.
Krogstad,
el procurador que le facilitó el préstamo a Nora, se muestra como un hombre
manipulador y sin escrúpulos, pero realmente se ve obligado a hacer actividades
indebidas para sobrevivir y mantener a sus hijos, puesto que es viudo. Sin
embargo se ha alejado por completo de eso con la intención de recuperar su
reputación, precisamente, por sus hijos. Al ver que Helmer desea quitarle lo
único que le ayudaría a redimirse que es su trabajo, hace todo lo posible para mantenerlo
así tenga que destruir la reputación de la esposa de su jefe, pero lo que lo
ayuda a redimirse es el amor que siente por la señora Linde, la mujer que ha de
remplazarlo en el banco y su antiguo amor perdido. Con esto finalmente
encuentra una razón para ser feliz y recobrar su prestigio.
Para
mí, Krogstad es el personaje más complejo de la obra por su deseo de sobrevivir
a toda costa sin importarle los métodos pero también por su capacidad de
redención, un gran contraste con Helmer, que en este sentido es poco práctico, puesto
que en un momento de la obra, Nora menciona que él sólo toma casos o cargos que
considera honestos o adecuados para él para no dañar su reputación e incluso
prefería morirse antes que viajar a Italia debido a los costos. Tampoco reconoce
sus faltas hasta que se da cuenta que está por perder a Nora.
La
señora Linde, a diferencia de Nora, es una mujer segura de si misma e
independiente, que desde muy joven se vio en la obligación de mantener a su
madre y a sus hermanos menores y por ello rechazó a Krogstad por no tener un
buen empleo y aceptó la propuesta de matrimonio de un hombre acaudalado, el
señor Linde, el cual al morir la dejó sin dinero, debiendo trabajar para si
misma puesto que su madre había muerto y sus hermanos ya tenían su vida propia.
El sentimiento de trabajar sólo para ella le genera una sensación de culpa ya
que piensa que eso es egoísmo. Finalmente encuentra un sentimiento de utilidad
ayudando a Nora a solucionar su problema con Krogstad, recuperando el amor que
ambos sentían el uno por el otro y teniendo una razón no egoísta para trabajar
(estar con Krogstad y ejercer de madre de sus hijos), pero a pesar de ello la
señora Linde prefiere que Krogstad mantenga la carta porque sabe que es hora de
que Nora le revele la verdad a Helmer y porque sabía que la aparente felicidad
de los Helmer no era más que una mentira.
Considero
que, en mi opinión, la señora Linde es el deus ex machina en la obra puesto que
es su personaje el que llega para cambiar el destino de Nora, Helmer y Krogstad.
Con su intervención salen a relucir las verdaderas personalidades, sentimientos
y deseos de los tres personajes anteriores que sólo muestran una cara que ni
siquiera sus personas más allegadas conocen pero que en realidad es su
verdadera faz.
Finalmente
Nora logra comprender que ella es un ser humano y que sus ideas son tan
importantes como las ideas que imponen la sociedad o su marido, que ella debe
crecer como persona y como mujer y para ello debe salir de su hogar al no
aceptar las imposiciones y el doble rasero de Helmer. En cuanto al destino de
Nora, Ibsen nos lo deja a nuestra imaginación, así que podemos imaginar lo que
queramos.
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