LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA Y EL CORAZÓN DELATOR
Para seguir con este mes de las brujas, les traigo dos cuentos del
escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Uno de ellos es La máscara de la
muerte roja, publicada en mayo de 1842; y El corazón delator, publicado en
enero de 1843.
LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA
Antes de empezar, quiero decir que este cuento iba a estar con Berenice y El retrato oval, de los
que hablé el año anterior, pero considerando las circunstancias del mundo el año pasado, pensé que era mejor esperar otro año.
Como muchos sabemos, el cuento trata sobre una epidemia, la muerte
roja, que devastaba un reino ficticio matando a sus afectados en menos de media
hora de contraerla. Y en medio de todo ese desastre, el príncipe Próspero,
gobernante de dicho reino, se dedicaba a hacer una fiesta de máscaras con todos
los caballeros y damas del reino dentro de su castillo, la cual llevaba seis
meses, que era también el tiempo que la muerte roja llevaba haciendo estragos.
Esto demuestra el desprecio, el desinterés y el clasismo del
príncipe Próspero para con los habitantes de su reino, puesto que en lugar de
intentar ayudar a su gente o al menos reunirse con sus asesores para tomar
medidas contra la muerte roja, decide hacer una fiesta, como si nada estuviera
pasando. Próspero muestra que a él sólo le importa vivir el momento y estar en
su mundo, como si no estuviera cerca del mundo real.
Volviendo al cuento, lo que me llama la atención es la gran
habilidad de Poe para la narración descriptiva. Por ejemplo, cuando lees sobre
los siete salones del castillo de Próspero puedes imaginarlos e incluso sentir
que estás en ellos, en medio de la fiesta llevando una máscara. Incluso puedes
visualizar el enorme reloj de cucú que dominaba el castillo.
Cuando se escucharon las doce campanadas que anunciaban la
medianoche, apareció un ser cuya máscara reflejaba los daños que la muerte roja causaba en las personas que mataba. Al presenciar a la máscara de la muerte roja, el
príncipe Próspero se sintió enfadado por lo ofensivo e inoportuno de
su presencia, por lo que la persiguió a través de los siete salones con un
puñal para matarla, pero él fue quien perdió la vida. Cuando los demás
asistentes examinaron al ser, descubrieron que no había ningún tipo de forma,
ni humana ni animal, nada. El ser enmascarado es la muerte roja en si, que al
final mata a todos los que se encontraban en el castillo.
Creo que no está por demás decir que pese a su intento de aislarse
de todo, el príncipe Próspero al final no entendió que alejarse de la realidad es
imposible y que siempre está presente para hacérnoslo recordar.
EL CORAZÓN DELATOR
Una de las cosas por las que este cuento es tan recomendado es por
su ejemplo del narrador no fiable. Analicemos por qué. En primer lugar, su
sanidad mental. A pesar de afirmar muchas veces que no está loco y que los
demás si lo están, es evidente que tiene un problema mental ya que tiene
delirios de persecución -piensa que un anciano que vive cerca de él quiere
hacerle daño y por eso, lo asesina- y alucinaciones visuales y auditivas
-imagina que el suelo se está moviendo a causa de los latidos del corazón del
hombre que mató-.
La otra razón es su justificación cuestionable para el acto que
cometió. Asegura que mató al hombre en cuestión porque no le gustaba uno de sus
ojos, al cual comparaba con el de un buitre. Luego somos testigos de cómo
después de matar al anciano, hace todo lo posible para evitar que se sepa
limpiando las huellas del homicidio, despedazando el cuerpo y escondiendo en
las tablas de su apartamento. Un crimen casi perfecto.
Sin embargo, su propia falta de cordura es la que lo lleva a dañar
su plan. Cuando la policía lo interroga y registra el lugar, el hombre siente
unos latidos o unos zumbidos que no sabe de dónde vienen. Luego se da cuenta
que el suelo se mueve cuando late y ese lugar no es otro que la zona donde colocó
el cuerpo. Al final se delata a si mismo cuando ya no puede luchar con sus
alucinaciones.
Honestamente pienso que este cuento le falta algo, no es ni más o
menos. Está bien pero creo que le falta el impacto que tienen otros cuentos de
Poe que ya he leído como Berenice o El
escarabajo de oro. Sin embargo, como ejemplo del narrador no fiable, es uno
bastante evidente y muy fácil de emplear para un docente de español y
literatura que quiera hablar sobre este tipo de narradores.
Nunca he leído un cuento de este famoso escritor. El primero me parece macabro pero muy cierto; por más que uno pretenda, no se puede negar la realidad, la realidad siempre prevalece. Del segundo es la primera vez que me entero de esa modalidad del narrador no fiable en la literatura. Me hace pensar en las películas Sexto sentido y La maldición de las hermanas, las cuales entonces fueron precedidas por la literatura hace más de un siglo en esa modalidad del narrador no fiable.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la conclusión sobre la realidad. El estilo del narrador no fiable es bastante antiguo y es mucho más frecuente en la literatura de lo que uno cree. Tu comentario me hace considerar ver ambas películas, sobre todo Sexto Sentido, que es muy recomendada. Saludos.
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