LA MORTAJA


Para terminar el mes del padre, lo haré con el cuento La mortaja del escritor español Miguel Delibes. Para ser honesta, este cuento es uno de los que más me ha costado entender, pero después de un gran esfuerzo finalmente logré comprenderlo y me gustó mucho más que la primera vez que lo leí.
El protagonista del cuento es el Senderines, un niño huérfano de madre. De aspecto delgado y enfermizo, tiene una relación distante con su padre Trinidad, el único pariente que le queda. Este tiene la impresión de que su hijo morirá joven debido a su parecido con ella tanto en el físico como en el carácter, temoroso y nervioso. 
Para el Senderines le es difícil convivir con su padre puesto que este lo considera débil debido al gran parecido que tiene con su madre y a su nula semejanza física con su progenitor, así que se la pasa jugando con sus amiguitos y pescando en el río, pero no se mete en él por su miedo a los lucios, aunque no quiera admitirlo.
A pesar de la difícil relación con su padre, el Senderines está dispuesto a defenderlo sobre todo cuando los niños y sus vecinos adultos se burlan del nombre de su padre porque este no es masculino, por lo que el Senderines insiste en que llamen a su padre Trino para que suene masculino y está dispuesto a hacer cualquier cosa por él. Aparentemente su padre siempre percibe lo que pasa por la mente de el Senderines aunque este intente negar lo que le ocurre.
Irónicamente, cuando todos en el pueblo creen que el Senderines morirá prematuramente, es su padre Trinidad el que muere de manera inesperada una mañana cuando el Senderines se levanta y ve que su padre no despierta; entonces se acerca a él y se da cuenta de que ha muerto en su sueño debido a que la noche anterior hizo una apuesta de comida con un vecino. Aunque el Senderines intenta vestirlo, le es imposible debido a su falta de fuerza física y debe acudir a sus vecinos.
Los vecinos, todos adultos, no pueden creer que Trinidad haya muerto y cuando ven su cadáver, no entienden cómo un hombre aparentemente sano haya podido fallecer pero luego lo comprenden al saber lo que había hecho la noche anterior. Una vecina se negó a ayudarlo, por su temor a los muertos, así que acude a otro que lo ayuda a cambio de algunas cosas de Trino. Al final le aconseja que aprenda a valerse por si mismo, lo cual el Senderines no parece entender a la primera, pero luego si lo hace.
Una de las dos cosas que me gustan de este cuento es la determinación del Senderines de defender y hacer lo que sea por su padre así este sea esquivo y distante con él. Esto es algo que yo considero como verdadera lealtad. La otra es que el relato trata de mostrar la relación padre-hijo, que es lo que yo he investigado con los textos de este mes. Aunque tensa, la relación Trinidad-Senderines está llena de respeto y lealtad.
Uno de los problemas de este cuento es su difícil comprensión la primera vez que lo lees, pero cuando repasa de nuevo la lectura te das cuenta del tema principal del libro: la relación entre padre e hijo y la importancia de un hijo en rendir homenaje a su fallecido. Para mí, La Mortaja cumplió mis expectativas.
Con este cuento español, culmino el Mes del Padre. Lamento no poder hacer un mes más largo como el Mes de la Madre pero no me fue sencillo encontrar lecturas con un punto de vista sobre la relación paterna con los hijos. Pude ver la influencia del padre en la vida de sus hijos, incluso cuando ya ha fallecido; como las malas decisiones a la hora de relacionarse con sus hijos les trajeron sufrimiento y la lealtad de un hijo a un padre. Para mí, las historias de este mes me dejaron muchas lecciones y un gusto por hacer otro ciclo el próximo año.
Mi historia favorita de este mes fue Desde Allá, ¿cuál es su favorita?

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